Hazel Flores
Toluca, Estado de México | 1989
Iniciándose como escritora de poesía erótica. Está por publicar el poemario: “Tiro de tres lenguas sueltas | mujer de fresco y sexo”, con la editorial Mexicana Sexto Piso. Fue colaboradora en guiones cinematográficos con Guajiro Producciones, participando en un par de cintas en 2016. Escribió la obra de teatro “En la punta de Lucía”, misma que se pretende difundir culturalmente a finales del año 2017.
¿Te he contado que eres la cintura
más perfecta que me he encajado?
Viene la nota de esa melodía de tontos pocos
eras el invierno de los más grandes soles de mi Mayo
la ligereza de un campo de flores en medio de mis ruinas.
¡Mujer, me hacías la vida!
Besabas como se besa a quien se ama de verdad en un año de Diciembre
me antojabas el cuerpo que te creaste a posta
partías el mío
el corazón
y el sexo de tanto tocarme.
Yo creaba un mapamundi en la guarida de las sabanas
para no perderme entre tus tetas chicas
y entre tus nalgas mías
¿Tú?
me decías que era lo más bonito que te había pasado
que ya faltaba por tanta mala
¿Y yo?
sólo besaba entre el naufragio de mis aguas.
Yo te amaba como se dice en la teoría de aquello que se cuenta
hicimos el cuento más figurativo de mis veintitantos
y el amor como de aquellos que no se olvidan
y no se quieren olvidar
¡Hey!
Te regalo los aromas que se vienen
las lluvias de partidas
te regalo el pase de recuerdo
con mi nombre y fecha
pa’ que no te olvides
un boleto de vuelta a la sintaxis de esta desahuciada
el camino a la promesa con puesta de letrero
y aquí
yo espero
no te ansíes,
aquí yo espero
sentada en la banqueta.
*
Si mi lengua profanara el ventrículo que percibe
con el beso que se aloja un poco más abajo de tu pecho
diría a los compatriotas de faldas y corsets,
que el universo se resume en un sólo nacimiento.
Tratando el punto más preciso
donde los senos son los soles
con las esferas ya de estrellas
Y la luna
el medio hinchado que da pleonasmos en la boca
del faltante de quereres
aquel ombligo como a uso de mi mesa
alimenta la vida que nos rige
y la tremenda sacudida del ciclo ya dispuesto
como a dedo de mandato
Y nada se detiene
si se abre el arco donde mi mano se ha invitado
para darle espasmos a los ojos que hacen uno
como foco de atención
al cuerpo que le manda.
Ya las piernas vueltas ancla
que sirven de mecías
donde no hay temblores
ni inquietudes,
si el único universo
viene siendo tu alimento
que derrochas a los gestos
que comando en nuestra cama.
Los requerimientos que me follo
a la loca religión
no puede ser nada más concreto que la seda de una espalda
donde pinto los roces más estructurados llamados como arte.
Y en un sólo parlamento
se decide que:
La línea paralela, de la palabra cosmología
no se resume
si no
sé inventa, del latín:
>mulĭer, -ēris<.
Y que con la soberbia de mi sexo
la ato al corazón
que se me ha brindado
donde no hay cabida al macho
ni al buen samaritano.
Me cojo de la mano
a la pronunciación más excelsa del llamado feminazi:
Mujer.
La agarro como tinta
verso y despido
ya marcando las heridas
y las arrugas de la sabana del pasar de la guerrilla.
No se concibe vida y nada,
ni aliento a veneno de resurrección que no sean ellas.
Dada al punto final,
que no me seas tú.
Alejandra.
Mira, Sara.
En las fragosas oleadas que te empinas en cocteles
queriendo más monedas que sonrisas de amores serios
te encuentras tú
cautelosa
en espera de mi espera
deseando que te arranque la agonía de tu boca parda
de tu boca altanera
con mi labio de pecado que te niegas a querer
o quieres
pero pierdes si los quieres
te pones camisa de niña guapa predicando un “él”
cuando mi brújula pisoteada por tu terquedad pronuncias “mujer”
mujer te susurras en tu sexo y en tu oído
lo deseas como se desean los caramelos que te robas cuando niña
esperando no el cachado
pero sabiendo que fue pecado
así, tú
hipócrita mujer
que te tachas a mis manos y a la cura de mis tantos.
3:49.
Entras a mi refugio tonto con esa boca sabia de tortura
como si en tu habla pararas la guerra de mis múltiples peleas y mis ganas que te acosan.
“Hemos vivido lo no vivido”
Destierro y Otoño
es la casa chica y la cama fría
que han visto almorzar los cuerpos mutilados de tanta mierda
porque en tu beso me ahogo
en tu cuerpo me compongo
me hago nada y me hago un todo
tu sexo mi guarida
y mi guarida la cárcel que me elijo
soy la mano hecha flor de tu cobijo
y mis piernas las más calientes de tu lista
te diré algo que no sepas
y es que te quiero
que te he compuesto el café más cargado de tu Invierno
que soy la piel de pañuelo que te cargas de bolsillo
mis ojos el puente de tu cruce
y mis dedos el tejido de tu guante
te diré algo que si sepas
y es que te adoro
que donaría mi canción favorita por tu sonrisa hecha de almendras
y dejaría mis pies de torpeza para mostrarte otro camino
para que no sufrieras
para que no llovieras
para que no te fueras
remataré el 4:02 de mis parpados hundientes
Y mis desesperos de tinteros
¡Sálvate y quédate, tú, mi mujer de poesía!
.
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