José Tono Martínez
José Tono Martínez (1959) es un escritor, ensayista y gestor cultural español.
Nació en Ciudad de Guatemala, de padre exiliado, republicano de origen vasco, combatiente en el Batallón Guernika en la Resistencia en Francia, entre 1943 y 1945, y de madre panameña, declamadora, y discípula de la actriz Anita Villalaz, de la Escuela de Declamación argentina de Berta Singerman . Su familia volvió a España siendo él un niño, en 1963, y se trasladaron a Madrid. Se licenció en Sociología y Antropología por la Universidad Complutense de Madrid en 1982 y se doctoró en Filosofía por la Universidad Autónoma de Madrid en 1997, con una tesis titulada La condición postrimera (Hacia una delimitación del ser contemporáneo), que recibió el Premio Extraordinario 1998 a la mejor tesis defendida en el Departamento de Filosofía de esta universidad.
Entre 1977 y 1978 estuvo afiliado al Partido Comunista de España y entre 1980 y 1981 destacó como activista cultural y agitador posmoderno en el Club de Amigos de la UNESCO, presidido entonces por Joaquín Ruiz-Giménez Cortés. Allí dirigió los VAM (Viernes Abiertos de Madrid), ciclos de conferencias y recitales poéticos y debates le pusieron en contacto con jóvenes creadores de la ciudad.
Como escritor ha publicado libros de relatos, poesía, novela y ensayos, Entre otros libros publicados, se encuentran los de relatos, Una Fatal Pérdida de Tiempo, 1985, y El Club de la Infamia, 1986; los de poesía Segunda versión del Alba, 1986, De los Años Próximos I y II, 1992 y 2000; es autor de una novela ambientada en el Camino de Santiago, Cantigas de andar, Editorial Pre-Textos, Valencia, 1997, que, con motivo del Año Santo Compostelano 2004, sirvió como Edición Conmemorativa del Xacobeo 2004; y La doma del elefante, Ensayos acerca de la poesía en nuestro tiempo. Ed. Renacimiento. Sevilla, 2008.
Sus libros más recientes son, El que hiere de lejos, Colección La Rama Dorada, Huerga y Fierro ediciones Madrid, 2015; e Hijos del Trueno. Mitos y símbolos en el Camino de Santiago. Ediciones Evohé Didaska, Madrid, 2015.entre los que se citan Una fatal pérdida de tiempo, El Club de la Infamia, Cantigas de Andar, De los años próximos, y La venganza del gallego. Como compilador, publicó La polémica de la posmodernidad y Observatorio Siglo XXI. Foro de Pensamiento Siglo XXI. Reflexiones sobre arte, cultura y tecnología Ensayos, Compilador, Ed. Paidós, 2001.
Como periodista, fue primero redactor jefe y luego director, entre 1985 y 1987, de la mítica revista posmoderna La Luna de Madrid, revista emblemática de la Movida Madrileña, y ha colaborado en numerosos medios de prensa, incluyendo El País, ABC y revistas culturales españolas y extranjeras. En la actualidad colabora con Revista de Occidente y Claves de Razón Práctica.
Entre otras actividades fue profesor de Filosofía Norteamericana Contemporánea, ha comisariado exposiciones de arte, impartido numerosas conferencias, sido miembro de jurados de premios literarios y artísticos. En Washington D. C. fue asesor de la Fundación Spain 92 y director de la revista Encounters, Washington D.C.- Latin American Institute de University of New Mexico. El 12 de octubre 1992, fue uno de los dos representantes españoles firmantes de la «Declaración de Respeto por la Naciones y Culturas Indígenas del Hemisferio Occidental», junto a 20 líderes de las Naciones Nativas americanas, polémico documento nunca aceptado oficialmente, pero saludado por un editorial conjunto del New York Times y el International Herald Tribune, como el mejor gesto español de aquella efeméride.
Residió en Buenos Aires entre 1997 y 2001, donde dirigió el ICI-Centro Cultural de España. En Argentina dirigió la revista mensual Barbaria. Fue también colaborador de la revista Abyssinia, dirigida por Jorge Monteleone y por María Negroni; de la revista Pensamiento de los Confines, dirigida por Nicolás Casullo, y promotor de los Lunes de Poesía. Fruto de ese interés por la poesía argentina, con Arturo Carrera, editó y prologó “Monstruos, antología de la Joven Poesía Argentina”, Ed. FCE, 2001. En el año 2000, junto a Daniel Link y Guido Indij, redactó y promovió el “Manifiesto Buenos Aires siglo XXI: Buenos Aires año 0”. En el año 2000 recibió el Premio Velázquez a la Gestión Cultural, otorgado por el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires.
Entre 2001 y 2006 dirigió la editorial de facsímiles y libros de arte Old Book Factory y el Foro Observatorio Tánger-Tarifa, plataforma de encuentros de intelectuales españoles y marroquíes, recogida en El Orientalismo al revés, Ensayos. Editor. Foro Observatorio Tánger-Tarifa, Ediciones de la Catarata. Madrid, 2007. Asesoró y representó en España a la Argentina Editorial Adriana Hidalgo. Fue Vicecomisario del Pabellón de España en la Exposición Internacional Agua y Desarrollo Sostenible, en Zaragoza 2008; Director de la Fundación Arquitectura y Sociedad, hasta el 2011. Y primer director y creador del programa cultural de CentroCentro Cibeles de Cultura y Ciudadanía, 2012-2015.
Se casó en la República Dominicana y después viajó por todo el mundo, estudiando diferentes culturas. Sus libros recrean, en parte, viajes y experiencias iniciáticas en Egipto, Marruecos, La India, Grecia o China. . Tiene dos hijas, Alejandra e Icíar, que todavía están estudiando.
en El que hiere de lejos
Huerga y Fierro. Colección La rama dorada,2015.
Por fin, sin recato, con benevolencia de prócer,
nos muestras aquellas primeras ediciones
y antologías que te relegaron,
las revistas prohibidas que compraste en almoneda,
los finos encargos e incitaciones al saqueo
de todo aquello que te estuvo justamente vedado
pero que el dinero hoy compra.
No te acuso de delator ni menos de ejecutor
porque eras demasiado fino
e importabas colonia inglesa
cuando aquí faltaba leche.
5 (Si llegas al trabajo agotado)
Si llegas al trabajo agotado,
allí donde reparten la dádiva que te da de comer
y poco más,
si tu rostro cuarteado de expedicionario nocturno,
y a tu edad,
la gente lo percibe y lo reprocha
con el cariño de quien sabe tolerar tu rareza.
Si te excusas, una vez más,
mintiendo y diciendo la verdad,
pues cierto es que te acostaste temprano
y aún así, en una sola noche,
tu vida entera rehiciste.
Si comenzaste por aceptar aquellos labios carnosos
y toros como brasas
zigzagueantes o luciérnagas de sol
prendidas del aire de la sierra
y la montaña de granito pelada
cuyo lecho te ofrecía un destino diferente
o tal vez el mismo.
Si de ahí hasta hoy,
en una sola noche insomne,
tiempo tuviste para desandar lo andado
y coger lo que te ofrecieron y rechazaste.
Si al levantarte hoy,
vuelves a ser el mismo de cada día,
el ser humano previsible
que lee el periódico en el tren de cercanías
con un aire de trasnochador que no te corresponde.
Si supieran lo lejos que has estado.
Si supieran lo lejos que estás.
Si supieran.
La herida del resistente
JAVIER LOSTALÉ
El que hiere de lejos
José Tono Martínez, nacido en Guatemala en 1959 y residente en España, sociólogo, doctor en Filosofía , cofundador y director de la revista La luna de Madrid, ha dejado su huella tanto en la novela como en el relato y el ensayo y, por supuesto, en la poesía, de la que este año tenemos buen ejemplo con la publicación por Huerga y Fierro de El que hiere de lejos. Un poemario que junto con Segunda versión del alba, De los años próximos y Una isla estremecida (1988-2008) forma su corpus poético.
En este último libro late una aspiración hacia lo absoluto muy juanramoniana, una visión cósmica aleixandrina y un poso clásico fundado en el Siglo de Oro español, aspecto señalado por uno de los mejores conocedores de su obra, el poeta y crítico Jaume Pont, que propone un constante proceso de reflexión injertado en las palpitaciones más carnales del amor y su pérdida. Hasta el punto de que amante y amada se funden en un acoplamiento que traspasa los límites temporales y espaciales, y hace necesaria una filiación con las fuerzas de la naturaleza para expresar la potencia genesíaca de la relación amorosa. Una relación que en el límite coincide con la muerte, y donde el cuerpo tiene vida independiente. De ahí la importancia del sexo y su capacidad de revelación, e igualmente del deseo, sin el cual todo se desvanece. Y no menos sustancial la de la ausencia, pues el cordón umbilical entre los amantes se rompe con la falta de la amada. También es fundamental el peso de la distancia entrañada en el recuerdo, que actúa como una flecha y no deja de irradiar, el constante interrogarse de los amantes y el paso del tiempo.
Todo es basal en la poesía de Tono, al igual que nutriente de su último libro El que hiere de lejos, donde los poemas alcanzan su máxima desnudez y transparencia, y predomina el tono reflexivo mediante un proceso de interiorización que disecciona la existencia hasta su último pulso. Se abandona también el círculo cerrado en el que respiran los amantes y hay una salida hacia los otros. Asimismo se distancia del yo y de este modo universaliza sus pensamientos y sentimientos. La amplitud de horizonte de este poemario une ciudades, historia y literatura trabándolas a la vida, y apela a esta como forma de resistencia. No faltan la ironía, la austeridad formal que no anula la sensorialidad. Tampoco el tema vivificante de esta obra, el transcurso del tiempo, su acción devastadora, presente de un modo radical en el poema que cierra el libro y que por su hondura y raíces clásicas, justifica todo el poemario. Una de sus estrofas constata lo que decimos:
“Oh tiempo que todo lo destruyes,
de ti mismo también huyes,
del mundo haces polvo de estrellas
que nuestra noche contempla y sella”.
La herida de la poesía de José Tono Martínez cicatrizará dentro de cada lector.
La noche triste del rey Pacal: 930 d. c.
Hay un pájaro celeste incapaz de volar.
Hay un templo con inscripciones ilegibles.
Hay un palenque despojado de estandartes.
Hay un altar derribado por un temblor.
Hay una anciana peinando los maizales.
Hay un niño entumecido junto al calendario.
Hay un vaticinio escrito sobre el abanico.
Hay un puñal de lodo y cuatro puntos cardinales.
Hay una tumba abierta y una serpiente bicéfala.
Hay un quetzal encerrado y una leyenda invisible.
Hay un silencio que nace de una piedra transparente.
Hay una jungla resignada tapando la memoria.
Hay festejo en Xilalbá y nadie puede acudir.
Hay entre volcanes una ciudad sin destruir.
Hay un rey, Pacal, clausurando su edad.
Hay, a nuestra llegada, una solemne primera noche,
y nada más.
CAFÉ COMERCIAL DE MADRID
Sabes que las patrias son engaños
evitables como ciertos sonrojos,
lugares o palabras sedientas
en el tiempo primicias o despojos
de un estilo impersonal o colectivo
que otros coleccionan sin enojo,
próceres y cifras polvorientas
vendidas, difundidas a su antojo.
El Comercial es una de las mías,
un café de glorieta madrileña
gastado y transitado a porfía
por un adolescente que su puerta
giratoria contemplaba todavía
con respeto, más tarde con ansia
de refugio de policial porrazo,
de salto en salto, como se decía.
Aquí urdió el atrevido joven
vicios y entresijos de la noche,
y poéticas proclamas y consignas
con amigos de versos y derroches.
Aquí el licenciado soñó ser alguien
deshojando ideas a trochemoche
que luego el doctor tocado
desharía sin esfuerzos ni reproches.
Oh tú, Café Comercial, patria mía,
donde me hice mayor y posmoderno
por el módico precio de un café:
perdona que perdiera en ti la fe
y dejara de verte por antiguo,
buscando diseños y parqués
relucientes y prebendas
que por cierto, no vinieron.
Oh tú, Café Comercial, patria mía,
ya aquí estoy de regreso.
El camarero de galones verdes
que me atiende ha ganado peso
en consonancia mi tiempo con el tuyo.
Nuevos chicos festejan excesos
cuyos ecos parapetan libros
gastados como escudos viejos.
En lo sustancial nada ha cambiado.
Unos conspiran por vez primera,
y los más jóvenes, junto al quiosco,
aguardan su turno afuera.
Licenciados y poetas del futuro
que miran con recelo mi manera
de anotar en verso
el tiempo que me queda y les espera.
Catorce aforismos.
Catorce aforismos incandescentes. Texto de José Tono Martinez e ilustraciones de Elenio Pico. Publicado en Buenos Aires, en la serie "Colorin Buc". Editado por La Comuna del Lápiz Japonés. 1999.
Lo mejor del español es que no tiene una raza o una etnia predominante o que las tiene casi todas, como el can do palleiro gallego o el lignero argentino. De ahí la sucesiva importancia de la madre, del culto mariano o de la insistencia en el apellido materno.
La vida es como la milicia, que no es parte de la vida. Los que no ascienden se retiran pronto.
La suerte, para que lo sea de verdad, debe ser arbitraria e inmerecida. Una suerte merecida o, peor aún, buscada, no es tal, es retribución o venganza, según los casos. Por la marera de hacerse presente no puede haber diferencia entre la buena y la mala suerte.
La belleza perfecta no puede ser consciente de sí misma. La íntima cualidad de la belleza es psicológica y consiste en la virtud de no saber reconocerse y, por tanto, de no poder auto-contemplarse. Es ese desconocimiento lo que engendra lo que podemos llamar la naturaleza arbitraria de la bondad, cualidad superior de la propia belleza.
Ninguna estatua o reproducción alcanzará jamás la belleza perfecta. La belleza perfecta debe siempre poder encarnarse de modo que se cumpla su condición insoslayable de caducidad. Dicha caducidad es fruto de su máximo esplendor, puesto que necesita un tiempo, el de derramarse y darse y así perderse.
¿Puede ser impertinente la belleza? Sí, pero es muy probable que seamos primero nosotros los que con nuestra impertinencia provoquemos la impertinencia de la belleza, que en cualquier caso será siempre excusable.
El uso de la coma, o parar y no llegar en el momento esperado, define el tema mucho más de lo que uno cree.
Los hijos del incesto son buenos con la aritmética.
Llevaba tantos apellidos ilustres que su nombre era un viaje por la historia del país. No caigamos en la frivolidad de decir que el viaje no merecía la pena.
Cada edad tiene su belleza del mismo modo que cada plato de cocina su momento de punto. Es por eso que la belleza en la juventud precisa de poco aliño pues ya lleva su propio olor, o de poca ropa, pues siempre disculparemos mejor la escasez indumentaria de quien nos complace a la vista.
¿Por qué repetirán los clásicos que los cojos han de ser resentidos?
Se dice con más frecuencia: es mejor dejar a los hombres por lo que no son que no tomarlos por lo que son.
Los pueblos sin originalidad se conocen en los deltas: siguen a los grandes ríos. Claro que lo que les falta de originalidad les sobra de sentido común.
Lo peor del español se manifiesta cuando se pone en el lugar del otro bajo el antifaz del consejero desinteresado, del amigo o conocido más o menos fiel que invita al atribulado interlocutor a seguir un rumbo que jamás él por sí transitaría. Pero este cinismo tiene una ventaja. Pues los consejos del español, por su propensión al quijotismo de barra y a la euforia mística, son escuela excelente de porrazos en la vida y en este sentido invitaciones a la supervivencia colectiva. Y por eso, también, España produce malos burgueses y buenos artistas.
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