sábado, 17 de diciembre de 2016

MÓNICA OLIVARES FONSECA [19.751]


Mónica Olivares Fonseca 

(1991, Campeche, México) Licenciada en contaduría egresada en la Universidad Autónoma de Campeche, miembro del Taller de literatura “Proyecto Escuela de Escritores Campechanos”, alumna en el Curso online en La Red de Educación Artística en Línea de la Secretaría de Cultura y las Artes de Yucatán. 

Acreedora de la “Mención honorífica” en el Tercer certamen Estatal de Poesía Joven 2014, con el poemario Diario de un Occiso. 
Beneficiaria del PECDA 2016 con el libro de Poemas “Alicia se pierde en una casa del siglo XXI.


Absorbe la Ciudad

Nadie te había dicho que es inútil el camino,
pero esta es la edad para estallar cada cinco segundos
tu pecho salta y el rostro idiota deforme
y solo di: otra vez

En esta edad descubres que las líneas perimetrales
no son solo líneas extendiéndose debajo de las ingles
hay otros métodos para aprender el lenguaje,
la fuerza lírica es el idioma debajo de las sábanas

Estás en el momento en que podrías cambiar toda tu existencia
Por una noche de letanías sobre la piel de una desconocida
podrías hundir tus pliegues en las paredes y erosionar
dilo en voz alta que no pretendas enamoramientos, solo hacerlo

Habla solo debes decirlo, el cinismo bien usado es una puerta a la verdad,
disfruta la exploración de la noche sobre las calles en unos talones suaves
come y bebe cuanto puedas, no dejes de hacerlo si la bebida es deliciosa
no des explicaciones y busca gente que no te las pida.

Nadie te había dicho que todo cuanto hagas o dejes de hacer es inútil
así que hazlo muchas veces
toma la ciudad toda la noche
Hazla tuya.


Post day

No sé de sumas
tampoco entiendo el ritmo
solo sé que alzarse la falda
es iniciar una revolución
es poner al mundo en cuatro patas
colgar sobre una cuerda

Nadie me enseñó
a controlar el movimiento
bajo un par de mangas largas
nadie dijo algo
sobre los martillazos de mi espejo

no recuerdo los libros de ciencias naturales
dar profecías o cátedras
sobre los grillos que se esconden
en los arbustos
y saltan sobre mis pechos
nada de eso recuerdo

Crecí para nada
invocando desde mi ventana todo
y todo se volvió
un par de planetas en mi boca
después de la plegaria

Las faldas revoloteaban
como alas de libélulas extasiadas
antes del festín con los moscos
cuando pasaban los reptiles uniformados
antes del apareamiento sobre las aguas
y nunca nadie me miró

nunca entendí por qué a los trece años
ya éramos como adultos
y detrás de las puertas
se ocultaban pirotécnicas
las manos huérfanas
en busca de la ansiada familia

y la tela,
suave tela que cuidas
como si fueras una araña malhumorada
de nada sirve
se rompe
con esa lluvia molecular

Nos debieron enseñar:
las faldas se alzan las veces que quieras
sin quedar atrapadas
en el primer dobladillo
si alguien les hubiera dicho a los trece años
sus faldas seguirían largas
como las mías.



Manchas en la ciudad

Oh malditos sean los días que a fuerzas tengo que sentirme debajo de la piel
Los días que no son días porque no quiero ser nada
Y de esa nada, llega a estremecer ese canto dentro de mis piernas
el llanto impaciente que explota en pétalos de rosas
el recordatorio del fruto podrido que se deshace en los dientes filosos
En las glándulas en forma de labios carnosos efervescentes
Ahí está la hilera que mancha los abismos cada mes
Sale a pasear como las gotas de azufre en las grandes fábricas
trota sobre las paredes epidérmicas como serpientes en la hierba
y yo con las hormonas rotas arrastro el dolor de cada siglo,
estoy entera perdiéndome en esa ciudad desnuda
recojo cada parte de mí como si realmente me perteneciera
como el viento alza las esporas y las deja sin rastro
soy. pero parece que no soy de nadie
porque siento la lengua de todos entrar en mis puertas
entran y salen con la mirada puesta en mi cuerpo
y no puedo liberar las aves,
solo exploto con ríos sangrientos.
Oh malditos cantos fúnebres, sucios, manchados de mí mismo.




De Poemario: Hay cosas que se las lleva el viento.
Poemas del apartado: Quizá la noche llegue antes de ser invocada.


En esta avenida
el frío me arropa
En las calles
la humedad baila dentro de mis zapatos
Es desesperante
estar
Sin las sombras de los edificios
Sin cobijo
Sin mí.




A esta hora el cielo arde
el eco de las botellas sucias y oxidadas envuelve mis pasos,
quizá la noche llegue antes de ser invocada
y los árboles reclamen sus hojas verdes,
caerán las luces que infunden miedo
y vomitaré la ansiedad,
olvidaré la locura de vagar sin sueños
en estos parques olvidados del infante
del inocente que devora a paso veloz la vejez
ahí
entiendo el retraso
la rabia de todos nuestros habitantes dóciles
y el deseo de dormir por siempre.




Hallazgos solitarios descansan en la cuna de las calles
todo muere en este espacio después de los sueños,
Ocurren sucesos en las madrugadas
viene el llanto como si fueran sonajas
alguien robó la ilusión de sonreír
La ciudad habita el sueño dentro de un sueño
algunos aseguran que las voces de los inocentes
se desvanecen
cuando canta el único gallo de la cuadra
También dijeron que cuando se mece la ropa de los tendederos
ahí están las difusas imágenes a la espera de un consuelo
pero esto es el infierno dentro de otro infierno
El viento se lleva todo
y otra vez
nos perdemos
bajo esa espesa niebla de susurros.


*



El paso de la noche

Caminarás en los declives del tiempo bajo la sombra de los árboles rotos
Verás cómo cae la penumbra y el abandono de la noche en el interfaz del llanto

Llegarás, te estacionarás, tocarás la puerta y solo encontrarás recuerdos oxidados
Como los nidos de los pájaros muertos

Cruzarás el límite de la vergüenza y caerás sin entender nada
Sin que alguien se atreva a responder.

Y volverás a los árboles frondosos,
Como esa primavera que navega en las clavículas
desnudas de las muñecas de la noche
A los árboles que se alcoholizan con la lluvia
Pedirás una sombra, una oportunidad,

Fallarás, tus rasgos decadentes absorberán cada minuto
Cada intento por regresar a través de los años,

Y no te salvarás de seguir en el camino empedrado de esta naturaleza
Cruel.

Pero ya no tendrás miedo de vivir colgado en las ramas sin vida de tus sueños.





                                                                 De Plaqueta asiento 33A

Paradas cortas

Creí haberlo visto todo, hasta que ese domingo se prolongaron las entradas,
las manecillas daban giros,
10, 11, 12,
las estadísticas cambiaban repentinamente,
.367, .289

Piernas y brazos,
en movimiento
yo esperaba impaciente el encuentro,
los lanzamientos fuera del límite,
las delimitaciones ajenas,
el contorno en la antesala,
y esa desnudez desesperada por sentir.





                                                                                        Inédito

Pedradas

Podrías entrar sobre estas ruinas que antes fueron casa
Traer tus tradiciones que se funden con lo místico,
Tráelas cerca
Quédate
Toma asiento
Fuma y pon tu música favorita
Abre las puertas
Ábrelas muy fuerte
Y no olvides permanecer
Para ver caer la noche
Desde las ventanas imaginarias
Luego podrías probar lo que hay dentro,
Deslizar tus sentidos
Alcoholizarnos debajo de la mesa
Mientras hacemos un recital de versos obscenos
Y podrías a través de mi vacío
Estallar la casa con ruidos
Para volver a construir

Ruinas.







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