martes, 13 de diciembre de 2016

ROBERTO BUSTAMANTE [19.732]



Roberto Bustamante 

(Iquique, Chile 1977) Estudió Sociología en UNAP (Iqq) y en ARCIS (Stgo). Publicó en revistas y en una antología del LEA 2010 en Valpo, incluido en la Antología “Predicar en el Desierto: Poetas jóvenes del Norte Grande” 2013, invitado a encuentros de poesía en Chile y Bolivia (Primer Encuentro Transfronterizo “Panza de Oro” Cochabamba, Bolivia, 2014 e invitado en mayo de este año al Tea Party 4 Arica-Tacna. Actualmente trabaja como investigador en el proyecto “Letras en movimiento, Recopilación de escritos migrantes en Tarapacá” ganador del Fondo del Libro CNCA 2015 y en su primer poemario.





Greg Bamba al despertar una mañana,
tras un sueño intranquilo,
se encontró en su cama
convertido
en un monstruoso perro guardián.

Greg Bamba luce ahora como el visor
que apunta secretamente
a los bolsillos coagulados de los estibadores
que de madrugada
regresan del mar Muerto.
Sus colmillos relucen como letra de himno de un club deportivo
de Notarios.




Ghretel Bamba se estrella contra los hombres de un país.
Ellos desbordan sus hombros queriendo volver a la madre
y ella les arranca los testículos para tener algo que cenar. Los asesinos confesos siempre
culpan al pasado

en el barrio Industrial tocan los grillos cuando aparece Ghretel / movimientos sin luz
formas de estar al acecho sobre el agotamiento de una novata

Greg al perder su humanidad ¿se transformó en alegría?
A la espera de la salida del sol
y sus primeros auxilios
la mirada de Greg se quema. Alguien avisa que hay que encerrar a los perros
que los están envenenando.




El señor y la señora Bamba caminan por las tardes rodeando los jardines del temor
acusándose
organizados como barricada natural
de cebo y plástico

de la guerra que ambos declararon en una aula marxista
el día que el Pariahuanca desbordado
arrancó los helechos que recogían el oro,
sólo queda algo así como
mujeres suicidas chinas
aquellas que no soportan vivir cuando
la propiedad
se va con otra.




Ella tradujo la velocidad de los reptiles en emboscadas
mostró el musgo nuevo
en su avance gravitacional rumbo al mar Muerto

los yacarés caían heridos
se diluían
jugando al Jumanji de la ideología
Él lleva una bala alojada / en la furia de un subcontinente
fruto rojo, podrido y vuelto chicha en las tinajas japonesas
del Chavín de Huántar.





22 de Abril de 1997
en Javier Prado Oeste N° 2220
el otoño imprecando es tatuado.
El pasatiempo de Morihisa Aoki:
grabar
símbolos del descampado:
una olla vacía en medio de un matadero

cuerpos al revés
desparramados en un juego de fuerzas, un panfleto
en clave escrito desde lejos por Lori Berenson.





EL POLICIA INTERIOR
(por Víctor Polay Campos)

Los barrotes
cumplen, en consecuencia,
los simulacros del complejo absurdo
los paseos absortos
la sospecha en el fondo de cada uno de los habitantes

el paisaje se rememora
una vez escondido de la avidez.





el señor Bamba arroja las cuentas sobre la mesita del patio
las analiza como si fuese el mapa de la ciudad de los reyes
y se lamenta como si golpeara los guaranguay que la ocultan.
Nosotros, piensa el señor Bamba,
somos el orgasmo plebeyo que no cuenta con un país
ni con un verbo que sea fortaleza

las espinas breves de un San Pedro
como la suerte en el tragamoneda del almacén
se desvainan
a la manera de un buen uppercut que rebalsa la capacidad
de reacción

Bamba no sabrá nunca los secretos del peyote /
los intransigentes rumbos de las armas
sus ojos vencidos
una sensación paralela no mística /
un aroma a muerte que cae como caspa.





la autoconstrucción con fibrocemento en el barrio Luis Néstor Fortunato Cerpa Cartolini
crece a un número histórico. A comienzo de los años 90
el sólo beneficio de tener una 38
provocó que
las calles que nosotros perdonamos
sean como la imagen en un poema
atragantado
pensar que alguna vez
los garabatos rojos escritos al interior del nervio
hicieron un barretín que no se disuelve
El Sr. Bamba creyó haber ganado cuando jugó a la ruleta rusa.

(De “PROPIEDAD”)





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