viernes, 23 de diciembre de 2016

JULIA NAVAS MORENO [19.789]



Julia Navas Moreno

Julia Navas Moreno Nací en Avilés, en 1966. Desde 1989 resido en Gijón. Soy licenciada en Historia del Arte por la Universidad de Oviedo. Durante años me dediqué a la restauración y decoración de viviendas, aunque mi verdadera pasión ha sido siempre escribir. Durante muchos años dejé de hacerlo, retomándola con fuerza con esta novela, “Esperando a Darian”. Ganadora del concurso de relatos de la ciudad de Tarrassa cobre la violencia machista, también he publicado artículos en distintos medios. En febrero saldrá a la luz mi primer libro de poemas.Muchos de esos poemas, relatos y otros escritos ven la luz a través de mi blogg: Confieso que he perdido el miedo http://julianavasmoreno.megustaescribir.com/

Premios

Ganadora de la II Edición del concurso de relatos sobre la violencia machista convocado por la ciudad de Tarrassa.

Libros

Esperando a Darian (Editorial Hades, 2014. Novela)
Confieso que he perdido el miedo. Ediciones Hades (marzo 2015). (Poemario)
Ombligos y Universos (Canalla Ediciones, 2016). (Poemario)





Confieso que he perdido el miedo. Ediciones Hades (marzo 2015).



PISANDO CHARCOS

Cada pisada humedece mis piernas
cansadas de errar
en senderos sinuosos y vacíos...
Me siento como una vagabunda
que deserta del mundo
con el único y liviano equipaje
de su sabiduría;
que mira a través de las rendijas
de las protectoras puertas
de la nada.
Me gustaría, en ocasiones,
ser ella y abandonarme
a la anarquía del caos.
Pero soy cobarde y me amoldo,
sumisa y paciente,
a las circunstancias.
Tan solo manifiesto mi rabia
en el chapoteo del barro
que encuentro a cada paso.

Y ni siquiera ese gesto,
inocente e infantil,
se nos permite.




TOALLAS

Tiro la toalla
con la que me seco
el sudor por el esfuerzo
de sacudir la rutina.
Y escurro el agua
vivificante de un baño
en el que me encuentro
con pensamientos
ajenos y propios.
He buscado demasiado
sin saber el qué.
He tropezado con fantasías,
quimeras imposibles.
Y ahora me sacudo
como un perro,
salpicándolo todo
y sin toalla.



TRIUNFOS

Te levantas con ganas
porque el resorte de vivir
te empuja a un nuevo día.
Has sembrado y esperas
recoger los frutos de tu cosecha.
Un día, son migajas;
otro, momentos de pequeñas glorias.
Saboreas y compartes
porque las mieles y los regalos
en soledad frente a un espejo,
no saben a NADA.





de Ombligos y Universos (Canalla Ediciones, 2016).


Y tú

Abres los ojos al mundo
y adivinas un horizonte inmenso
un pastel completo
listo para ser devorado.
Y tú,
hambrienta, te relames.
Y tú,
valiente, planeas conquistar el Universo.
Pero el espacio está invadido de selva,
mosquitos y culebras
y el pastel tiene mordidas
todas las esquinas.
No hay rincón que lleve tu nombre.
No hay certezas salvadoras.
No hay un «te doy» sin un «dame».
Y tú,
bordeas cada señal surcada de dientes,
cada silla ocupada
para encontrar tu sitio sin molestar
y desde allí,
conquistar el terreno
de lo perverso
para pintarlo de blanco
desde tus actos,
tu sonrisa y tus palabras.



Claudico —solo por un momento—

Hoy necesito taparme un ojo
para acortar horizontes,
mi dimensión del mundo.

Para qué tanto espacio
si no puedo disfrutarlo.

No me deis interminables carreteras;
con un camino de ida y vuelta
tengo bastante.

Para qué esa paleta de colores
si todo es blanco y negro,
gris o marrón.
Para qué voz de soprano
si siempre tengo que hablar
en susurros o callar.

No es cobardía
sino hastío por tener que luchar
por un metro cuadrado
con tapia de piedra
todo él rodeado.
                            Un metro cuadrado, Vainica Doble



Curvas

Es redondo el marco que rodea
el bodegón de flores muertas
que veo desde mi cama.
Cerradas las curvas
que hacen del camino una sorpresa.
Ondeante el piso que sostiene mis pies.
Es difícil no marearse,
no perder el equilibrio.

Pero el vértigo espolea,
aviva los pasos que oscilan
a izquierda y derecha.

No hay baile con caderas rectas,
pasos al frente.
No hay emoción sin ángulos.

Y las flechas, en algún momento,
girarán para
                  caer
                      en picado.







LA DUDA

Es una mancha de aceite que se extiende.
Un corte en la yema del dedo,
escandaloso y torrencial.
Es un eclipse inquietante.
Una tormenta de arena que lacera el rostro
y borra todos los caminos.
Metástasis silenciosa y brutal es

                                                       la duda.




TRENES

Desde la estación,
a la intemperie,
mirando el compás
del movimiento de tus pies:
mecánico, independiente
de lo errático que bulle
en tus pensamientos.
Ninguno de esos trenes es el tuyo
y aún esperas una señal
que te indique
cuál es el viaje a iniciar,
dónde detenerte
y qué nuevo hogar te acogerá.

O quizá, quién sabe,
acabes formando parte
del mobiliario,
momificado, hierático.

Descanso de palomas
y  compañía silenciosa
del viajero fugaz



CUENTOS

Me he inventado un cuento
donde hay personajes
que ocupan el lugar deseado.

No quiero oír hablar rmás
de ese dichoso cuento aprendido
desde tiempos pasados:
Romeo le cuenta su vida,
sus anhelos y necesidades
Y ella,  la imbécil julieta

maternal y solicita,
se cree imprescindible y eterna
Siempre el mismo cuento:
prehistórico, medieval.
contemporáneo, futuro…
Ellos cazan, tú, recolectas.
Siembras, creas, sueñas.








Editorial: Hades
Publicado: Junio 2014


Esperando a Darian es una novela que nos habla del encuentro entre dos personas, entre dos vidas distantes y diferentes que terminan confluyendo en las calles de Madrid.
     
Juli Navas comienza la novela con una breve presentación de los personajes principales, Ana y Darian, para después sumergirse en el Madrid de la movida de la mano de Ana, y quienes le rodean, especialmente su amigo Luis y su novio de entonces, David.
      
La autora describe con maestría el ambiente cambiante de aquellos años con sus luces y sus sombras, nos hace escuchar su música y sentir el humo de los locales. Ana pasea su timidez por aquel Madrid rodeándose de personajes variados que la acompañan en su descubrimiento de la vida. Unos le cuidarán y otros le asomarán a los abismos de la droga.
      
En la siguiente parte de la novela es Darian quien, también en primera persona, nos narra cómo se va preparando una guerra en su Serbia natal y su impotencia por no poder detener el desenlace que ve llegar. Describe cómo se ensucia todo en su país y cómo triunfan los peores, los que en época de paz serían considerados simples delincuentes. Esta parte me ha encantado, está descrita con gran detalle, y nos enseña la historia y las costumbres de aquella zona de los Balcanes además de devolver a nuestra memoria una guerra terrible reciente y cercana.
     
La tercera y última parte de la novela narra en tercera persona el primer encuentro de Ana y Darian y lo que a partir de entonces ocurre, aunque eso ya lo dejo para el lector. Baste decir que cuesta apartar la vista del libro antes de llegar al fin.

      
Mi opinión de Esperando a Darian es que se trata de una novela redactada con una prosa cuidada y dinámica que te sumerge en el ambiente en el que se mueve cada personaje con unas pocas pinceladas precisas. Mantiene gran equilibrio entre descripciones, recuerdos y diálogos. La historia está perfectamente engarzada y sin incongruencias ni en la trama ni en el comportamiento psicológico de los personajes. Una historia que engancha y cuya lectura se hace amena.

Reseña escrita por Francisco Javier Plaza.

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