IVÁN PALACIOS OCAÑA
Iván Palacios Ocaña (Oaxaca, México 1992) estudia Letras hispánicas en la Facultad de filosofía y letras de la UNAM, en 2013 ganó el primer lugar del concurso de poesía Ernesto Cardenal convocado por el Colegio de Letras de dicha facultad, en 2015 fue becario del séptimo curso de creación literaria para jóvenes de la Fundación para las letras mexicanas.
Yo era un vampiro que extrañaba el calor de los mortales:
el mediodía a oscuras me ponía melancólico,
extrañaba el color de las hortensias,
me daba nostalgia no poder estar contigo en la comida:
te imaginaba frente a un pollo frío,
en una casa vacía: lo que nos rompía
el corazón. Eso debió ser lo que me despertó,
me levanté
y corrí las cortinas:
el sol seguía allí,
brillante y lejano; como siempre:
ningún discurso sobre la belleza podrá describir mi alegría
esa mañana
Homenaje a Ernesto Cardenal en sus 90 años
Una vez vi a Ernesto Cardenal leer en Bellas Artes:
el poeta parecía una nube
con forma de santo.
Recuerdo algunas cosas que dijo: “la gravedad es el amor
de la materia”
“todo átomo busca compañía, quiere besar como adolescente”
y “me vale verga la muerte”.
Esa tarde no lo saludé, no quise acercarme
pero imaginé el futuro (millones de años)
cuando la tierra se desbarate, y el sol
sea una estrella demente
y homicida:
cuando mis átomos se encuentren con los suyos
en la misma luz, le diré “hola
qué tal, Ernesto”.
*
El pasto se movía alegre
cuando Marty McFly corría por aquí:
ahora todo está inmóvil
y Marty McFly es un labrador con cuerpo de tierra.
A veces algún perro en la calle me lo recuerda;
todos los perros miran igual: como si vieran el paraíso,
pero esta tarde
vi un cachorro que además, corría con la misma verdad que Marty
como dando brinquitos:
la eternidad de McFly se prolonga en esos gestos.
La voz de tus ojos es más profunda
que todas las rosas
el jardín de los vecinos está frente a mi cuarto
cuando despierto veo a la señora mari regar hortensias
y rosas.
una vez, a mediados de febrero, cuando las flores aún eran secretos,
desperté y vi por un rato los rosales.
no pensé nada:
sólo veía los capullos
en la quietud
que impone la mañana.
un poco adormilado,
tuve la certeza de que en dos de ellos
despertarían tus ojos
En general
Me gusta que algunos poetas aceptan lo inútil
que puede ser nuestro trabajo,
lo inútil que es nuestra alegría
momentánea.
Pero a la gente nos gustan las cosas inútiles:
como oler cafeterías
o dibujar en la arena.
También sufrir es inútil
y nadie sabe para qué o quién soñamos
aunque eso no signifique nada.
Al poema tampoco le interesa significar
y su inutilidad lo asemeja
a las cosas de la vida.
Miley Cyrus & her dead petz
Cuando Floyd murió, empezó a parecerse a muchas criaturas,
su cadáver era el de todos los perros:
como si Floyd hubiera sido el perro universal
o cada uno lo fuera.
La muerte de Floyd se extendió
a otros animales e insectos: cada criatura era mi mascota
y no las podía salvar.
La carne empaquetada de los supermercados
me hace llorar desde entonces
La belleza de todo lo creado
Están hablando de los desaparecidos de Veracruz
y otras formas del terror.
No es que no me importe,
pero mientras hablan
prefiero ver las nubes.
Sobre los desaparecidos de Veracruz
también se mueven maravillosas
e indiferentes.
El Aarón
Aunque te embriagaste,
el taxista y sus cómplices
hicieron de ésta, una noche equivocada.
La madrugada estiró las calles.
Ensangrentado, nadie te quiso recoger.
Antes de amanecer hubo un efecto extraño
en tu piel morada:
esos pájaros
y lo azul de la mañana
eran el fondo perfecto
para un ebrio derrotado.
Te imagino hinchado a orilla de la carretera:
un hombre perdido
frente al día que se mueve.
C/2012-s1 (Satellite of love)
“Tal vez toda el agua del mar vino de los cometas
que impactaron con la Tierra”
Sería el cometa del siglo;
a un millón 200 mil kilómetros,
brillaría más que las mujeres al sol
de cualquier verano.
Todos en el documental estaban emocionados,
en especial los niños y científicos;
sabían que un cometa es algo para sentirse orgullosos y agradecidos
con el sistema solar
(Lou Reed también escribió algo sobre los cuerpos celestes
que de vez en cuando pasan por TV
y le hacían pensar en el amor:
tal vez porque ambos, de alguna manera, nos hacen tocar el cielo,
tal vez porque (según el documental) la ondulación y simetría de las mujeres
empezó a formarse en el agua de cometas así,
hace 4 mil millones de años –eso explicaría la fugacidad
de algunos tobillos
y la estela que dejan a su paso).
C/2012-s1 se habría visto desde cualquier ventana
durante cinco noches.
Pero un mes después que Lou Reed,
se evaporó.
La realidad tiende a desaparecer.
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