Alina Kummerfeldt Quiroa
Nació en la ciudad de Guatemala en el año 1989. Tiene estudios en Ciencias de la Comunicación y Escritura Narrativa. Su propuesta ha aparecido en varias revistas impresas y digitales. Ha realizado lecturas poéticas y participado en conversatorios de poesía en Guatemala y Argentina.
Publicó su primer libro de poesía Carta Cero en el año 2011 en Guatemala y posteriormente, Trotamundos de Cuerpos en Buenos Aires, Argentina, ciudad donde actualmente reside, puede encontrarla en la web en: http://alinakummerfeldt.wix.com/alinakummerfeldt
PÓCIMA RASCACIELOS
Ráscame el cielo de la boca
con la punta de la lengua
y hagamos memoria del veneno
que nos va acribillar
hasta que recordemos
que nos extrañamos
pero no nos conocemos.
ALAMEDA
Toqué el fondo de la noche
finalmente
decidí retirarme de esta arboleda
una vez
para siempre
porque estos árboles son tan aburridos
no hacen de sus cortezas, libros.
Me coloqué un radar para amigos selectivos
misántropa
hermética y vaciada
la seriedad abarcó mi cara
me reí conmigo misma
el estoicismo sirvió de máscara
para ser cofre.
POZA DE LÁGRIMAS
En mi vida a diario estallan
las euforias y los tormentos
llegan galopantes los extremos
la pasión viene en incendios
la tranquilidad llega en truenos
a cantos acosan los silencios
y la nostalgia es permanente.
Te advierto, lloraré casi todos los días de mi vida
con mi naturaleza de cobarde
o ―¿quién sabe?― de valiente.
Por mi parte, te ofrezco
un monumento para tus deseos
y por si no te bastara
aún me quedan pestañas
para lanzar al viento.
También lanzaré a la tierra tu semilla
para que nazca el árbol que dé frutos de estrellas
sílabas cimienten palabras que construyan escaleras
y nos lleven al cielo o algún paraíso inventado
en la hamaca de nuestras cabezas.
Avivaré el fuego que te convierta en cenizas
para no extraviarnos en el limbo
en el mar de almas vagabundas
para que no se dividan nuestros rumbos
para que ni una de las muertes nos separe
y así renacer en la brisa
porque sobre mí de amor lloraste.
Derrama tus lágrimas de alegría, empieza un diluvio
vacía tu pozo y abrázame
hasta que salga de esta cápsula de preguntas
hasta que calmes este mundo
y no quede de mí ninguna parte frágil.
METAMORFOSIS DE UN SUEÑO
Soy un pasajero de nubes
que vivió un sueño
mientras soñó que vivía.
Hoy desperté
oliendo a beso callejero,
a soledad inconclusa
a intención vana
a noesis de encierro
llevo mil ovillos dentro
y una fúnebre fotografía
tatuada en el pecho.
Soy de tinta incorregible
ya no soy tuya
a veces no lo recuerdo.
Creí que el amor era ubicuo
mientras me sostuve en hilos
y un tiempo delincuente
me estafaba robándome suspiros.
“SUNKIMOON”
Si me paso la mano por la frente, si acaricio los lomos de los libros, si reconozco el Libro de las noches, si hago girar la tercera cerradura, si me demoro en el umbral incierto, si el dolor increíble me anonada, si recuerdo la Máquina del Tiempo, si recuerdo el tapiz del unicornio, si cambio de postura mientras duermo, si la memoria me devuelve un verso.
Jorge Luis Borges
Sé, tus Apocalipsis diarios
son acuerdos contigo mismo
para olvidarnos
Frecuentemente pensás en el tiempo
nos esforzamos por despedazar
las heridas que llevamos
y fuimos valientes
nunca tan fuertes para curar.
Aunque tú no lo sepas
conozco las palabras
de todos tus poemas sin publicar
que te atemoriza tener cerca mi cuerpo
esta aburrida silueta del recuerdo
que a la rozadura de mi piel
caminás sobre tu casa
Sabés, aunque este con otro
no escribo sino de ti.
Te podría recitar una vez más
mi poema favorito
déjame cantarte Carry me Ohio
siete mil quinientas veces
mientras tú conduces sin destino
hasta descomponer la máquina del tiempo.
YANG-YING
Ya antes mi insomnio
ha logrado trastocar el reloj de arena
aunque tengo una corazonada de transitar por el presente
aún martiriza la memoria de mis alas de barrilete
que oscilaban a su antojo
y me mantenían desvelada de día y despabilada de noche,
mi calzado se rehúsa a caminar atándose al recuerdo de volar.
Ahora vislumbro, en el maldito espejo,
no me reconozco entre tanto alboroto…
¿A dónde fuiste, libertad?
Hablan del centro, de la huida, del limbo
del equilibrio y el control
no existe tal punto brutal
somos humanos,
seres bestiales.
RESIDENCIA
Te lo advierto
no va a ser difícil
conseguir el pasaporte
para estar conmigo
pero sí la residencia
para habitar en mí.
Este cuerpo es una metáfora del alma
TANGO PARA FELINOS
Te veo venir
con tus costumbres de felino
a buscar entre mis piernas cariño
tu mirada acecha profundidades
y tu beso de florifundia me adormila.
Cuando despertamos
estamos bailando tango
en un rio salado
y tus piernas fuertemente abrazadas
a todo lo que pensaste era yo
pero no soy.
CARTA A LAS SOMBRAS
a mi abuela Myriam Fernández Gradiz Vda. de Quiroa
Conocí la nostalgia antes que las palabras me conocieran
distante a lo que una vez fui, ahora soy otra
y tú ya no me ves. Es tan voluble el tiempo, me asusta.
La sombra de tu voz me da escalofríos
la que dejaste plantada a la orilla de algún árbol
la que quedó alojada en la lobreguez de un parque
la que recorre ahora mil lugares en tan sólo dos instantes
transitando por cada ángulo de una leyenda galopante.
Ahora las letras me arrinconan como si desearan no haber sido escritas
y apaciguando mis ansias nacen gotas que recorren el mapa de mi rostro,
como charcos en los que todavía se refleja tu mirada
arrebatada por los disturbios de tus ficciones.
¿Sabes lo que es convivir cada día
con el cadáver vivo de la nostalgia?
¿Tenerte a pasos de mi habitación
sin que recuerdes te quiero?
Me muerdo la lengua y te pienso
botines ortopédicos, vestidos de vuelos
chocolate y chimenea, muñecos de felpa
gatitos y sombreros. Todo me lleva a ti.
Hablarte a ti, fragmentada
hablar contigo, sin ti
verte superada por los sentimientos
a su antojo evoca tu memoria errante
de ayeres que en su día fueron celebración o pena
y tu mente esquiva descarta o retiene.
Y tú callas, alzas la voz, sollozas o deliras
recitas poesía y te inventas comediantes
visitas en sueños tu vida adormecida,
me duele comprender estás viva y ausente
y yo todavía te siento.
*** Textos extraídos de Carta cero (Fundación G&T Continental, 2011)
¿CUÁL ES EL CONTRATO?
El cielo es un exceso,
el mundo te reclama un teatro,
a la salida
no calientan las lenguas del sol nylon
ni hay diademas de laureles que maquillen fantasmas
decoren melenas
o cubran impecables las ausencias
De regreso a la muñeca rusa tricolor del negro
en las zanjas de mis cicatrices he sembrado
semillas brunas
y se me escucha la voz en erupción de pétalos
la sangre como un látigo
rompiendo el paisaje
por una pulgada
de calor
Duermo la siesta en el monólogo del rey
desajusto el carnaval con mi sonrisa blanca
desnuda
no necesito salvarme de la indecencia
del pecado, la locura
me he transformado en el títere escuálido
de la música
He perdido la dignidad vana con la muerte
en un trueque por amor
o por un trago,
habrá que ir lejos
el cielo
sale caro.
de La sobrevivencia de lo cotidiano
Somnífera estrella de mar
No te encuentro en ninguna parte,
ni en el soundtrack
que llegó a 1.15 gigabytes,
262 canciones exactamente si me has de preguntar
(…inéditas pensé 100 más).
De las fotografías ha huido tu expresión,
no estás más en la estatua-altar
ni en el desasosiego de mis gatos maullando.
Es triste sólo encontrarte en las letras
porque verte a diario es ver
silencio
no precisamente del bueno
silencio
no enigma,
no intriga, no intima.
Silencio
no porque quieres
sino porque temes,
silencio como escondite
no como búsqueda,
es silencio
porque por dentro se te ve gris
y no púrpura.
Somnífera estrella
que nunca despierta,
no te encuentro
ni te quiero encontrar,
porque quedaste justo
justo
en el punto divisorio
entre irte y quedarte,
entre la arena y el mar.
La sobrevivencia de lo cotidiano
Necesito una gaveta
para guardar lo que sobrepasa lo bello
y se revienta en mis ojos
(no puede durar más que el parpadeo)
me asusta su temblor en mis palmas,
es una estrella enferma,
me da temor mantenerla
como un sólo polvo
Por eso voy como una momia,
dueña del desvelo,
son tres días los que no duermo
por amontonar en un blog
las películas
que se hicieron voz propia,
ordenar maniáticamente
mi biblioteca de música,
el corazón abierto
desmembrado por categorías
en la sala del quirófano
de mi computadora
No puedo detenerme
soy una cleptómana de la belleza,
necesito fotografiar lo intacto,
tengo miedo de salir a la calle
andar entre la gente sin mi música,
tengo miedo
de que lo que siento no me sienta
de que lo que me mueve
no transforme mi caminar
en el tango de un cienpies.
No quiero sobrevivir lo cotidiano
sin una bolsa de sorpresas, unas gafas marcianas,
sin un sapo cantante, sin una lámpara mágica
no puedo amar sin el deseo
de deformar las facciones de lo bello, usar las manos,
ensuciarlas con otras formas, moldearlas en el fango,
arrancarle los ojos a las cosas,
hacerle un homenaje a las ruinas
y encontrar la belleza que demuela todos los moldes,
la belleza que aunque lo intente
no pueda guardar en una gaveta.
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