martes, 15 de septiembre de 2015

ANTONIETA RODRÍGUEZ PARÍS [17.066] Poeta de Chile

Antonieta Rodriguez París 

Antonieta Rodríguez París (Puerto Montt, 1942) es una profesora y escritora chilena adscrita a la literatura infantil y juvenil1 vinculada al Grupo Polígono de Puerto Montt.

Estudió Castellano y Filosofía en la Universidad Católica de Valparaíso y actualmente es miembro correspondiente de la Academia Chilena de la Lengua.

Ha dedicado su vida a la enseñanza y a la difusión del hábito de la lectura. Ha sido participante activa de "Encuentros de Escritores" regionales como el Arco Iris de Poesía, de Puerto Montt, así como también de Ferias de Libros en diversas ciudades del país, como La Serena, Castro, Puerto Varas, Puerto Montt y Osorno. Ha sido colaboradora del diario El Llanquihue de Puerto Montt, con artículos sobre literatura y educación.

Por otra parte, ha escrito ensayos para revistas de temas culturales, y sus poemas han aparecido en varias antologías. Es hija Ilustre de la ciudad de Puerto Montt y actualmente profesora de literatura en la Universidad San Sebastián.

Obras

Cinco poemas y algunos diseños (1976).
Cartas desde Puerto Montt (1980).
Poemas infantiles y escolares (1981).
Cartas desde España (1983).
Poemas gramaticales (1994).
Las invisibles (2001).
Pan de luna y otros versos para niños (2006).
Armario (2008).



LA  DISIDENTE

            No sé como llegaste aquí,
Luisa Dorothea Paternoster Marquardt,
No figuras en ninguna lista de colonos.
Solo se sabe que tus padres eran de Prusia
Y que viste la primera luz del día en 1854.

A fojas 53 del libro de Matrimonios de Disidentes
De la Parroquia Matriz de Puerto Montt,
Se encuentra tu partida de matrimonio.

Todo era más lento entonces, la vida transcurría
De una, manera casi espesa,
De noche se podía oler las nubes
Se podía sentir sobre la espalda
El saco rosa del crepúsculo.
La compasión del fuego había dejado
Descansar a los alerces,
Se había estrellado contra la sensatez de los coigües
Y surgían en las calles los eucaliptos nuevos.
La indomable dialéctica de la lluvia
Mecía los inviernos.
Desde las ventanas de tu casa se veían los veleros.

El libro de recetas en alemán que copió tu hija
Se perdió en el terremoto del 60
Pero seguimos comiendo kuchen de manzana,
Torta de amapola y el manjar blanco me queda perfecto
Como si lo hubieras hecho tú.



CARTA  DESDE  PUERTO MONTT

            Recibe mi carta, amor
aquí las cosas no han cambiado mucho
desde que te fuiste,
la lluvia sigue siendo triste,
los volcanes tienen de corazón
un copihue.
El mar es azul
cuando el viento barre las nubes
yo puedo sentarme en un roca
bajo el cielo.

Algunos días se diluyen en la niebla
los contornos de las islas
siempre verdes
y en las noches claras
puede ver entre los rayos de la luna
alguna lancha
con sus velas bañadas en hilos de oro.
Puedo decir también
que el sol me hace olvidar los días grises
y el cansancio en cruz de los jazmines.
Yo tengo aún en las pupilas
un alerce de esperanza entre la nieve
y el ulmo blanco todavía no florece.

            Adiós, amor, no me contestes,
te espero en Puerto Montt
y para siempre.
                                                    
        ( de “Cartas desde Puerto Montt” )




NO  ESCRIBIRÉ  TU NOMBRE

         No escribiré tu nombre en mi libro de versos,
Lo escribiré, tal vez , en la calle mojada
En la playa ,en la nieve ,en las flores del cerro.

            Escribiré tu nombre, mi amor, en los recuerdos
En las nubes, en el pan ,en las mañanas.

            Cada ruido del mar sabrá que yo te quiero
Y estarán las letras tuyas en todas las playas
En la luz que se enciende , en la luz que se apaga
En mis manos, en mi frente, en mis ojos y en mi alma.

            Nadie podrá decirte que yo escribí tu nombre
Está escrito tan solo en la huella del viento
En la puerta del tiempo o en un vaso de vino.

            De  tanto repetir tu nombre
A solas, como una letanía,
Apareciste de pronto, rotundo y claro
Como un árbol  puro
Y casi no pude pronunciarlo en tu presencia .

            Nunca pude escribir tu nombre
En la corteza,
Lo tengo escrito con un buril de acero
En el lugar recóndito
De todos mis recuerdos .

            Y se me deshizo tu palabra,
No pude llamarte, hasta que tú,
Dijiste lenta y claramente
Cada sílaba de mi propio nombre.

            No quiero estar más allá de la esperanza.
No quiero ponerme a soñar otra vez
Contigo,
Como si fuera posible encontrarte
De nuevo, a la salida de un concierto.
Llueve,
Como siempre por estas latitudes.
Yo espero,
Volverás en las palabras,
Volverás tú mismo.
No podrás ser sin mí,
Ni yo podré ser sin ti.

Nos encontraremos juntos
En el mismo sueño
Y seremos, tú y yo,
Cada uno, uno  y nosotros
Al mismo tiempo.

Puerto Montt,  septiembre de 1999.           




TE ENCONTRARÉ EN PUERTO VARAS.

Te encontraré en Puerto Varas otra vez,
un día del cual tengo ya el recuerdo”
estaré casi triste, un poco pálida
como cuando esperábamos el bus
el que te llevaba a tí hasta la Ensenada
el que me traía a mí de Frutillar.

Los caminos sólo se juntan a veces
en el verano que florecen las quilas
y aunque se hayan cortado los teléfonos
y las palabras se hayan ido como un perfume
te encontraré en Puerto Varas otra vez.

NOTA: “El 2º verso se lo pedí prestado a CESAR VALLEJO”






1 comentario:

  1. No soy profesora de la U. Católica de Valparaíso. Estudié allí
    Pedagogía en Castellano.

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