lunes, 14 de septiembre de 2015

ALEJANDRA MACHUCA GUTIÉRREZ [17.063]

Alberto Polo Iañez


Alejandra Machuca Gutiérrez

Alejandra Machuca Gutiérrez (Piura, Perú   1993). Estudia letras en la Facultad de Letras y Filosofía de la UBA. Publica poesía en el proyecto virtual conjunto Tres Tristes Tigres, y en su blog personal.





Poema hikikomori grabado en 54 notas de voz

Los hikikomoris son espantos de la tierra
El cuerpo de un hikikomori
consiste en aparatos
que vibran según la orden
que le dicta otro hikikomori
oculto en la habitación
Ya casi nadie los diferencia
porque han mutado el síntoma
de sentirse enrarecidos
enfermos de poesía
enfermos de memoria hikikomori
enfermos de miseria
(sensación hikikomori)
enfermos de coronas de la desolación
enfermos de puentes hikikomoris
enfermos de distancia hikimomori
enfermos de discursos hikikomoris de hikikomoris que presumen la superación
Un hikikomori se distingue por la forma en la que arma flores
con platinas e historietas de gomas de mascar
{[Los hikikomoris son hijos cazadores
(de padres cazadores)
de mundos subrepticios que se construyen en la imaginación]}
Y un verdadero hikikomori nunca se agazapa
porque cualquier hikikomori espía el atardecer
cualquier hikikomri entiende el paso de los álamos
la muerte de las semillas
la dialéctica de los espejos
la diferencia entre un abrazo
y
el aleteo de un ave
que se transformó en ave
pero antes era pez
Cualquier hikikomori: conoce el abandono
Cualquier hikikomori: extraña los dorados de su casa que antes era el mar
Cualquier hikikomori: canta el canto de las orcas
Cualquier hikikomori: compone su propia canción
Cualquier hikikomori: construye fuertes
enciende fogatas
asiste a funerales
mezcla tierra y sangre
de bestia que adolece
tiñe telas
funda tribus
Cualquier hikikomori entiende los dialectos de las lenguas que se secan porque son hikikomoris
Ser hikikomori es llevar la sangre de una familia
que no se atreve a mirarse a la cara: porque es hikikomori
no se atreve a mirarse a la cara: porque rechaza la viscosidad
con la que el río humedece
los ojos hikikomoris
Y que por qué las golondrinas sólo nacen en los poemas!?
Todos los hikikomoris sueñan
con una nave tibia
que les lleve lejos del Polo Norte hikikomori
del insomnio hikikomori
de las metáforas hikikomoris que les encierran en la habitación
Un típico hikikomori guarda la sabiduría entre los dientes
todos los remedios en la garganta
todos los terrores en el paladar
Para entender a un hikikomori es necesario abrirle bien la boca
diseccionarle la palabra
la sensación de hojas secas
el hálito de los dulces que retiene en la sed
y hay que cuidarles bien el fuerte
(((no se nos vayan a perder)))
(Es necesario para la sangre
conservar la soledad hikikomori
llevarle campanas
perlas frescas
cofres hambrientos
y guirnaldas
treguas verosímiles
y dosis diarias de hiel)
Rogarle al hikikomori que no sea fuerte
rogarle al hikikomori que enferme
que encierre
fuerte
más
más
y más
Yo te canto hikikomori
pero quédate solo
Yo te canto hikikomori
pero no digas nada que se pueda descifrar
Yo te canto hikikomori
pero enséñame a ahogar
el calor exagerado de los que no son hikikomoris
esos otros que no saben nada
que no tiemblan
que no apagan
Y yo te canto hikikomori
como alguien desde el silencio
que aúlla a los hikikomoris
porque les puede ver




AL BORDE DE LA LINEA

yo pensé que te habías callado
porque algo con tus miembros  
andaba mal
qué tonta

cómo pude pensar
que
siendo tan vieja
seis miles de años aprox
las columnas habían soportado
el terror de los ataques
los imperios no se habían hecho polvo en las manos de arquitectos
y decoradores de interior
los castillos no se habían vuelto
babas de arena
en las palas de los niños
que no saben que están cavando tumbas
que se están muriendo en realidad

cómo pude si sabía
que lo único que dura es la náusea del océano

dejaste de empolvarte
y los muebles oxidados
salieron corriendo
detrás de tu cordura

erigiste un monumento de arcilla demasiado blanda
lo adoraste
le diste de beber
y apenas murió el verano
se vino abajo
sin vergüenza
como todo lo demás





TECNOCRACIA

quiero saber qué hacen los otros
pero no me alcanza con asomar la cabeza
¿deberé lanzarme del piso más alto?
¿deberé aprender a  caer con violencia?

quiero entender qué dicen los otros
pero los otros se mueven a la velocidad del esperma
llevan el motor diesel en las manos
dicen tan hábiles que no usan los dientes
y sin embargo dicen con fuerza




IMAGINA QUE UN POETA MODERNISTA 
ENTRA AL BAR

cuánto gusto cuando veo balancearse un par de piernas magras
imagino los fémures mohosos
olfateando el terreno
como si el lenguaje sucediera
en el contacto de los hombres con los hombres
porque así se relacionan los cuerpos extintos
esos que no sabes si son peces
o si vuelan
que se van con una burla
de asesino experimentado
que un abrir y cerrar de ojos
ha mordido la manzana





BACALAO, TÚ ME LLAMAS / 
YO TE LLAMO, BACALAO

eso que llamas cuerpo yo percibo como barco pesquero perdido ya hace tiempo en altamar
resto submarino de redes indecisas
te asemejas a las lámparas que cargan los sicarios
caballero del fondo con piel de almidón
lejos de tu flota el viento limpia la sequía
y gorriones y sirenas buscan muelles
desde donde saltar
mi querido fugitivo
tu corazón y el mío son primero manos,
cetáceos,
artrópodos,
tambores
ciliados;
y tu ruido de langosta
me estremece el camino fluvial
     









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