ALBERTINA MANSILLA
Albertina Mansilla: (Curamin, Chile 1939). Poeta Chilena. Licenciada en educación por la Universidad técnica del estado. Profesora con mención en Educacion Diferencial. Trabajo por mas de treinta años en la (Dibam) Direccion de Bibliotecas Archivos y Museos. En 2007 participo como poeta invitada en la Feria Internacional del libro de Buenos Aires. Es miembro de la Sociedad de Escritores de Chile y del grupo literario femenino”Por la senda de Gabriela”. Entre sus publicaciones destaca:” Esta sal que trae el viento”, Editorial Semejanza, Santiago de Chile, 2003 (en coautoría con otras poetas).
Referirse a la poeta chilena Albertina Mansilla, es referirse no solo a una gran poeta chilena sino a un ser humano ejemplar, que tanto en su vida como en su obra ha sábido demostrar una consecuencia extrema y una fidelidad implacable a la palabra poetica. Nacida en la localidad de Curamin, provincia de Palena, su relación con esta zona del sur de chile es un aspecto preferencial en toda su escritura, a través de una capacidad evocadora y fabulesca, ella nos cuenta de su infancia y juventud como si nos estuviera narrando algo inmemorial y perdidamente entrañable, muchos de sus poemas son cuentos, tienen una estructura narrativa que subyace, lo que se debe también en parte a que ha sido una lectora voraz de narrativa chilena y universal. Volviendo a la biografia de esta poeta podemos consignar que muy joven arribo a Santiago de Chile, y que su vocación de servicio la llevo a matricularse en la carrera de licenciatura en educación en la mitica Universidad Tecnica del Estado, obteniendo el titulo de profesora con mención en Educaciòn Diferencial. Sin embargo este no será su destino definitivo, ya que el reino de los libros la llama y es asi como se desempeña por mas de treinta años en la Direcciòn de Bibliotecas Archivos y Museos, llegando a ser nada menos que directora de la Biblioteca Jose Maria Arguedas. Durante todo este periodo conoce y entabla amistad con grandes escritores chilenos como Francisco Coloane y Alfonso Calderòn, Pero el reino de los libros y el reino de la naturaleza no fueron excedidos el uno por el otro, nuestra poeta siempre ha vivido entre ambos reinos, logrando una singular ecuación de arte y vida. Albertina Mansilla es miembro de la Sociedad de Escritores de Chile, del grupo literario femenino “Por la senda de Gabriela”, también llamado “Grupo de las trece”, también esta vinculada al “Grupo Fuego de la poesía” y a la” Corporaciòn Cultural Caballo de Fuego”, además es activa colaboradora de la Revista del Taller Literario “Joan Brossa”, del Centre Catala. Y justamente de ese reino de los libros, mencionamos los que nuestra poeta ha publicado: “Esta sal que trae el viento”, Patricia Caruti, Alejandra Leal Ladròn de Guevara y Albertina Mansilla, Editorial Semejanza, 2003. “Crisol poetico”, tesòn y vuelo de ocho poetas hispanoamericanos, Elsie Wood, David Tijerio Osorio, Josè Sernà Andrès, Lucy Sepulveda Velasquez, Octavio Fernandez Zotes, Antonio Casado Da Rocha, Francisco Carrasco Iturriaga, Albertina Mansilla, impreso en Lom Ediciones, 2009. “Convergencia crepuscular”, Annabella Brunning, Edith Contador Villegas, Nelly Salas Vargas y Albertina Mansilla, Editorial Safo, 2012, además ha sido antólogada en diversas revistas y antologías chilenas y extranjeras entre ellas: "Nueva Siembra, 1997; "Mujeres frente al Mar", 2003; "El Libro de la Lluvia", 2006; "Primera Antología de Poesía Rayentru", 2007; "Palabra Peregrina", 2007; "Poesía de Fuego"2009, y “Antologia por la paz del mundo”, Volumen n 1, Australia. También nuestra poeta ha viajado a encuentros de poesía al extranjero, destaca su participación como poeta invitada a la Feria Internacional del libro de Buenos Aires en 2007, al Encuentro Internacional con la Palabra, Colombia 2013, y al Encuentro poesía por la paz, Ecuador en 2014. Sobre su obra extractamos algunos juicios de algunos escritores chilenos. Nain Nomez señala que en los poemas de Albertina Mansilla se advierte una fuerte critica a la modernidad falsa que adorna nuestro precario progresismo, asi como se ironiza acerca de la propia función del poeta y sus poderes fatuos. Esta visión negativa se intensifica con cieretas imágenes que recrean la represión y la muerte (la dual imagen del tren como nostalgia de un tiempo perdido y como memoria de la destrucción). Por su parte Ana Maria Vieira dice, Albertina Mansilla teje sus poemas pausadamente con una mirada sencilla y transparente que nos recuerda los arcoíris de su tierra natal: Chiloè. Quisiera concluir este artículo sobre la poeta Albertina Mansilla con la esperanza de que en un futuro no muy lejano, Lebu pueda contar con su visita, y pueda Albertina Mansilla conocer los mares y bosques de esta zona que sin duda seran parte de algunos de sus poemas.
http://traslahuelladelebu.blogspot.com.es/2015/05/albertina-mansilla-una-poeta-ejemplar.html
EL HUERTO QUE NUNCA EXISTIÓ
Coger frutos del huerto.
Rogar a la higuera
que florezca,
pero ella inmutable permanece
cubierta en su sombra.
Mirar la luna en el agua
en la noche de San Juan,
y no ver tu rostro
en el reflejo del cristal.
Lavarme desnuda en el arroyo
Al amanecer,
y sentir que la nada
cabe en la punta de un alfiler.
Salir de mi casa con una maleta
cargada de frutos amargos
y alejarme para siempre
en el túnel del tiempo.
Llegar a una aldea remota
donde los hombres caminan al revés,
pero nadie lo nota.
Seguir a una mujer virgen a punto de parir,
perseguir a un ebrio que canta canciones de Gardel,
cabalgar en el océano persiguiendo al Caleuche,
vivir en un hoyo negro alumbrado por un cometa
de millones de años luz.
Tragarme una lágrima
cuando está a punto de caer la noche
con su estruendo de penas.
Ver a los niños que caminan en la calle
Sin saber del regazo tierno de una madre.
Y la soledad vestida de negro
que se asoma por las ventanas
de una casa deshabitada en la ciudad
que nunca existió.
Del libro: "Convergencia Crepuscular", antología poética (Editorial Safo, 2012)
MODERNIDAD
No logro desprenderme de mis pesadillas.
El mismo bus,
un hombre vendiendo helados
me da un pisotón en el pie
mientras me roba la cartera.
La oficina, marcar tarjeta,
la cara de pocos amigos de los clientes,
el letrero que pusieron los jefes
que lo saben todo:
"hay que sonreír".
Hago una mueca diplomática.
Termina la jornada.
Nuevamente los vendedores
vocean sus productos.
Los cantantes desafinados
con la misma cantinela,
los limosneros disfrazados.
¡Pobres de nosotros
asalariados indefensos!
Somos bombardeados día a día
por la guerra de la modernidad.
LA PARTERA DE CURAMÍN
(Homenaje a doña Lorenza)
Las manos vuelan como aves.
se posan suaves en el telar
y recorren, hebra a hebra, la lana
con la rapidez del viento
en busca del algodón.
Construye con esmero la tela
que abrigará al niño recién nacido.
En el rústico telar de madera noble
confecciona la suave mantilla
para el niño que nacerá
uno de estos días
en la pequeña aldea de Curamín.
El niño se llamará Isaías
tal vez, Juan o Rubén.
Ella no lo sabe
es la partera del lugar.
Ella cuidará del pequeño niño
y de la madre también.
Durante cuarenta días,
recolectará yerbas
para las infusiones
que beberá la parturienta.
Cuidará con ternura
al lactante,
con cariño y paciencia,
hasta el término de la cuarentena.
Santiago Cavieres Korn, junto a la poeta Albertina Mansilla.
SUEÑO
Ciudad luminosa
estelar, ciudad esférica lunar.
Ciudad flotante, alba de plata,
brillante de oropel.
Era yo una elegida,
una habitante planetaria.
La vida era tan bella
allá arriba,
tan claro el firmamento,
y tan gris y opaco abajo:
se veían tan pequeños
los habitantes del planeta
que lloré por ellos.
Yo, arriba, la elegida,
y ustedes abajo castigados por el tiempo.
Con angustia los observo,
y dejo escapar
un grito desgarrador...
Despierto -de pronto-
y el cielo y la tierra otra vez están juntos.
Salgo a la calle,
la lluvia resbala acariciadora
por mi rostro,
respiro y lloro largamente...
Aún es bueno el mundo -pienso-
y me voy por calles, charcas, ríos,
lagos y montañas,
paisajes sin fin
hasta perderme en la nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario