Nancy Montemurro
(Prov. Buenos Aires, Argentina, 1961). Poeta, docente, traductora. Miembro fundador de la Cooperativa Editorial NUSUD. Publicó la plaquette A doncella (Nusud, 1988); y los libros Craquelage (Nusud 1993), Arcanos Mayores (Edición Artesanal para Bibliófilos -1999- y Ediciones del Citrino, 2011), Rumbos del viento (Ediciones del dock, 2016).
de Craquelage
Mi poema es un dinosaurio blanco
Mi poema es un dinosaurio blanco
Se ha vuelto loco
dice haberme visto dentro de él
Me ha vuelto loca
digo haberlo visto dentro de mí
Quién nos viera así de locos
en propiedad privada
sin poder pasar
de Arcanos Mayores (Ediciones del Citrino, 2011).
I. El Mago
Quiébrate en mil pedazos.
Separa el desperdicio.
Busca entre tus ruinas
Los diamantes.
Coagúlate con ellos.
IV. El Emperador
En la fragilidad
de su línea
el horizonte domina
tierra e infinito.
Celoso emperador
lo imita.
Él,
es una línea
que tiembla.
VI. EL ENAMORADO
Camino bifurcado
obliga a una elección.
Avanzar con un pie
sobre cada sendero
tarde o temprano
parte a la mitad.
Optar por uno u otro,
también.
Imposible evitar el desgarro.
VIII. LA FUERZA
La maestría del gladiador
no consiste
en matar a la fiera
sino en transmutar
para sí
el poder de sus garras.
IX. EL ERMITAÑO
El tejedor que supo
tramar hilo por hilo
un dibujo imperfecto
puede ahora destejer
sin cortar
las hebras enredadas.
Del error
aprendió la perfección
y comprendió
el tramado de lo humano.
XII. El Colgado
Quien busca los orígenes
debe arañar la tierra
boca abajo
derramarse
hasta que sus entrañas
broten.
XVI. La Torre
Cúspide del rayo
en disonía
piedra sobre piedra
aplastan
las cortezas finales
cuando el trono
se desarma.
XVII. La Estrella
Tan alta la estrella
se asemeja
a una semilla del campo.
Cada cual en su sitio
multiplica profundidades.
XIX. El Sol
Yo que soy tú
que eres yo,
dos orillas
del mismo filamento,
fundaremos
un resplandor
tras las opacas corazas
que nos separan.
poemas de Rumbos del viento (Ediciones del dock, 2016).
La madre peina a su hija
una larga cabellera
de hilos en rebelión
Mientras, ella repasa la vida,
que también se enredó
Debe formular las preguntas correctas
para darle alguna respuesta
a su propia cabeza enmarañada
Lentamente se ordenan,
el amor en el amor
el desdén en el desdén
el pecado en el pecado
salvo un nudo
hecho de olvidos y miserias
Necesita
separar pelo por pelo
pero no hay tiempo, hoy
Ensaya un corte, tira
y la vida pasa
como quien pasa un peine
*
Soy una mujer que envejece
aquí, frente al papel
Los años pasan
y arrebatan
aquello que no quiero perder
Enhebro
la última palabra pronunciada,
retomo desde ahí
el discurso,
pero la vista falla
El ojo de la aguja
no es el mío
por eso veo
al mundo deforme
Debería ajustar la mirada
a la esencia de las cosas
atrapar su belleza
y serenarme
*
La palabra es engañosa
Si el viento la desnuda
se ve la faz austera del amor
No hay para siempre
ni jamás
Nada
es del todo
entero o parte
Mienten las palabras
miente el amor
Origen de la historia:
la hija
pide al padre
una manzana
Dan vuelta cada rincón
y no hallan
ni migas de pan
En el hambre no hay paraíso
Eva, distraída,
se paseaba desnuda
*
Fuerte sopla el viento
explota el horizonte
La polvareda es
esa pared blanca
que al tiempo detiene
Cada imagen se borra
en la ciudad fantasma
y segundos después
el mundo reaparece
nítidamente armado
una vez más
Mi vida
en calle de tierra
*
Puntada tras puntada
mi madre zurce
las medias rotas
Con cuánta precisión
la aguja toma un punto, otro,
y la herida se obtura
Siempre una cicatriz queda
de ese desgarro,
pero se puede seguir
andando
a medias
*
Entra oblicua la luz
por la ventana
a las dos de la tarde
y despliega
su temprano abanico de sombras
En la tenue opacidad
una vida se instala
taza de café
sobre la mesa
mansa,
esperando
que en el calor del rayo
alguien la consuma
*
A Diana
Tener un jardín
como si fuera un mundo
con leyes
de vida y muerte
entender la voz
que me habla de la tierra
caminar descalza
para que nazcan raíces
y sentir
cómo fluye la savia
mientras los brotes crecen
*
Para tío Abel, in memoriam
Que me quede quieta
viéndote partir
desde el umbral
envuelta en lágrimas:
eso esperaban
Habíamos sido cómplices
de nuestra travesía
en la metáfora del paisaje
donde el zanjón fue río
el montículo de tierra, las colinas
Sin noción de brújula o peligro
me escapé
tras tus pasos
como quien huye
a buscar la belleza
de una señal perdida
Crucé montes y ríos
en la resolana
Transgresores,
mis pies
caminaron
En los días de abril
preferí la intemperie
de la lluvia
Su canto, sobre el cuerpo
caló los huesos
buscó unirse al latido
de mi corazón
para elevarlo al mundo
en el ciclo continuo de las aguas
*
Al anochecer, ante la luna
blanca
se abría la flor
Damas de la noche
embriagadas
en mutua seducción
tuvieron en mis ojos
testigos
del milagro intangible
Por vez primera
algo dentro de mí
se abrió
al sensual despertar
de los sentidos
.
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