Álvaro Pereira
(Santiago de Chile, 1980)
En Pájaros en la ciudad, 2010
La copia feliz del edén
Cuando al fin desperté tuve un libro entre las manos:
de las páginas emergían calles:
árboles: pájaros:
personas.
Certificadas las alambradas,
desplegados los hechos
pretendí que las personas se reconocieran con tan sólo mirarse:
sin abecedario.
Yo adelgacé las luces de la casa para aumentar el efecto dominante de la lluvia:
sobre cada escalón.
Digamos una patria como ella pero no conseguí olvidar
y esta fue la primera visión que tuve:
muerto y a pocos años de experiencia fuimos capaces de la vida que nos espera.
Porque siendo capaz de la poesía presentí un poco de ciudad
que nos iban removiendo a culatazos,
porque si callamos tanto fue porque otro tanto
queremos decir:
es una terrible mentira como los payasos
que van sacando un trapo de la boca,
un piano por la puerta, o el alma de los ojos.
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