lunes, 19 de noviembre de 2012

FLORENCIA MINICI [8447]


Florencia Minici, Buenos Aires, ARGENTINA 1985.
Publicó Fen (2006, FyF ediciones) y "Las atracciones” (2010, editorial Gog y Magog)
Coordina, junto a Pablo Keyes, el ciclo Flora y Fauna y el sello editorial Flora y Fauno Ediciones.
Junto a Pablo Keyes encara un proyecto de escritura colectiva: la novela precariamente titulada "Buenos Aires no existe", así como la construcción de la zona: centro de fichaje, notas rápidas, exploraciones de los restos de Buenos Aires, la ciudad que no tiene luz.
Estudia Letras en la Universidad de Buenos Aires.
Participó de diversos recitales de poesía donde los y las poetas se dan la mano amablemente, entre 2006 y 2007, en la Biblioteca Güiraldes, la Facultad de Filosofía y Letras y el Centro Cultural "El Surco".






Dispersión del movimiento como 


Destino medio

echada a su pista de pliegues
aparece yéndose lejos o viniendo
la botella con el mensaje
no es un poema de amor o una
declaración de región separada
la botella con un barco adentro
es imposible que el agua destruya
la madera balsa y la vela andando.



2

Origen

la palabra del mensaje
despegada del órgano
configuró el órgano sin cuerpo
después de que uno quedara vacío
hubo un pulmón reptando en la playa
y una botella encima y después
el viento deshermanó las partes
la tela respiratoria en ansiedad
anclada en los granos marrones
y su instrumento navegando, al descubrimiento.



3

Destino y actividad de los cuerpos

adentro del barco hay un muñeco
tirado en popa con los pies hartos
del punzón o compás abriendo los deditos
un genio de tortura
sacándole con succión todos los músculos
intestinos, pulmones y más
hasta que la botella es un cortejo
con mojarritas primero
tiburones después mar adentro
y después nadie sabe, quizás América
Las Antillas, Canadá;
hay autores para todo esto
escuelas de técnica de aviación
penetración, extracción de riquezas
el genio fue estudiante, encaramado
su Dios le dio
viajar a las costas preciosas, reconocer
al enemigo, abarcarlo, hacerse
del tamaño aunque sea
un muñequito de cera y sin vida
embarcado sin mecánica
adentro de la botella
un insignificante y claro mensaje:
el genio
el marino soldado, cirujano
puede hacerse de un tamaño al azar
perderse en la aventura mínima
con rigor, disciplina
reducirse a la popa y la tarea
abarcar todo su cuerpo de intervención
sin conocer los pliegues del mar
sin ser un héroe sin embargo
hace muy bien lo que tiene que hacer.







a nadie le molesta una piedra
que cavó su territorio en la arena
hasta la mitad, en donde comienzan
las puntas erosionadas que el niño
atrapó, confundiéndolas
con la abertura de una almeja grande y oscura.

la punta del bloque de hielo
es inmutable más allá de estas costas
turísticas de buceo;
la piedra- almeja
realmente no interesa; si bien
su apariencia ambigua,
sobre todo la costra dura y gris,
resplandece de huellas y horas
de tibio anclaje, envión de la marea,
de nuevo anclaje y excavación.
ese tiempo abstracto, hoy apenas
pinchosa fisura del suelo mutante
es el velo verdadero, la garantía
de un paisaje que se repite
a lo largo de veintidós kilómetros.




de Fen (2006):

Enceguecimiento con lámpara de 300W

alguna vanguardia nueva
coloca y colocó
un gran sol/ blanco 300 Watts
Instalado en la sala
frente al Niño Fen

¿pero tuerto ya? ¿o antes de tuerto?
¿cuál es el efecto si luego de tuerto?

los autores escuchan
abren la bolsa
sacan guantes
palpan a tientas
cavidades de ojos
confirman el campo
de trabajo impersonal
disparan la luz pedestre







Un momento de la primera navidad

el tío gordo
hermano que asa la carne
mientras come las partes
del cabrito de navidad
(habría que pensar
en sus horas de estar
asando de frente
son para al humón
del carbón mutando
ceniza suave como
cabrito quemado)
el tío con cuidado
pervierte el excedo
lo hace control
en el rol de futuro
aplaudido asador
con el vaso de vino
apoya el brazo en las rejas
la parilla tiembla
de diferencia
con que se enfrentan los pelos
del tío al fuego
el asador asado
no tiene miedo
ya se quemó
el pecho y los chicos
un día practican
la buena atención
de hacerse nombrar
al clamor, antes
de un mal entendido
saben calcular
el bien de la sal
en el punto empírico
donde la sabiduría filial
pincha chorreada
con sus instrumentos,
como un reloj puesto
cerca del animal







(sin título)

un caballo, un cerdo
no puede desear 
mantener la paz con los padres
los dioses y el estado

si la paz se hace con los dedos
y al animal le cortaron las partes
agujerearon cachetes y visión
la fisiología fue excitada en
múltiples combinaciones para mutarla
no abolir, sino perturbar
el mapa genético

el Fen está solo en su casa nueva
de mudo sin herramientas de padre
impedido de ser soldado
perdido para la patria
un mutante-la visión-de un posible-pantano
para la especie actual
la gran amenaza del último lenguacortada
en una epidemia de autismo
(no prudencia, fin del exceso
economía de la palabra)
el monstruo actual repele opositores
enemigos, hermanos, progresión
finita o infinita de cadenas de relaciones
nuestro producto de Sala donde probamos
las transgresiones posibles
se convirtió por arte del Afuera y del Adentro
en el reino de lo privado excesivo
engendra incluso en arterias
una sequía que puede inundar la nación
el Virus: muchos niños Fen






de 
LAS ATRACCIONES


Sexo sin amor entre caracoles hermafroditas
A tres milímetros de tus ojos
lo veo: es el Dardo del Amor,
y en esta maceta, quisiera esconderme;
sin embargo doy vueltas, una y otra vez
hasta el lugar de donde partí,
en donde me encuentro ahora
frente a frente con tu protuberancia calcárea.
Entonces, nada queda por hacer;
salvo convertirnos en dos amantes
para que después
yo esconda la cabeza en la tierra
y expulse huevitos blancos.
Pero debo admitirlo:
tengo miedo por el futuro de los chicos.
Quizás no pueda
darles la humedad suficiente, ni taparlos pacientemente
con tierra; y así
no sobrevivirían al cuarto día.

Me imagino los órganos interno, transparentados
por estructuras nacaradas.
El mayor se llamará Theo,
el del medio Jacobo,
la menor, Teresa.
Para los demás, que serían
unos setenta y tres aproximadamente,
no tengo todavía un nombre,
y quizás nunca lo tenga.
Nunca les escriba cartas
ni pueda revelarles amor, y tu Dardo
será un misterio para ellos.

Estoy delirando, ya sé.
Después de todo soy una chica superficial,
perdida en mundos posibles.
Creo que podés perdonarme, y eso es todo. Mañana
te espero, nos encontramos.







Vietnam

1

odio Vietnam,
cada año
más y más occidental
cae de todas las bocas
que voy tocando; me comentan
batallas que nunca elijo, me caen
como una bomba al fondo:
una cara, amor, viajes
cortados por la mitad, cintas,
películas que siempre dejaste
por la mitad,
miércoles o sábado, de repente
un estallido. La luz violeta
titila, en la punta de allá:
la selva por la bomba.





2

Es verdad, yo tengo
un elefante en la cabeza
que galopa como una cebra
y se come a las moscas que atacan
la fruta y dejan rastro.
Tengo el Síndrome de Vietnam,
por la guerra más larga
del que la tiene más larga
contra el que no la tiene
y vive en la falta, a la sombra
del único árbol en todo el desierto; así
no se puede:
elefantes, moscas, millones de dólares
un solo árbol y desierto: todo junto,
la cabeza herida






3

Estoy acá
para entregarte Saigón
y que me dejes de abrir la herida humana,
y le diste la carta
al huerfanito que cruza las minas
hasta la línea enemiga; todo
a cambio de casa y comida
en el país
que ibas a armar
con diplomáticos en el exilio;
yunkies que vieron
morir a Dios
o la guerra.
No voy a ocultarte
que siento mucha satisfacción
de recibir al ayo 
desnudo y lleno de tus promesas:
“exilio, país, diplomacia”;
no importa si todos me escuchan
amar al enemigo en la radio oficial; saben
que si no te respondo
un telegrama
o una circular
es porque quiero irme en el aire
con los que van ahora con vos, decirles
que también tuve un nombre
y cuando me diste Saigón
no hice caer una sola gota de sangre
ni una; a tu pueblo
y a tus ministros
los dejé salir
antes de volar las puertas, y decir:
Yo declaro que el gobierno de Saigón
está completamente disuelto
en todos sus niveles.
A lo mejor, cuando se termine la guerra
y no haya nada
parecido a Vietnam
entre tu pueblo y el mío
no solo haya paz






¿Por qué es brutal, y viene del cielo
un fuego
muy inteligente
a martillar mi cabeza?, como si vos
sacaras una foto, y no; abajo
me confundo,
no es que alguien
dispare desde el cielo o escupa:
no es la lluvia, no la de enero; no es un misil
este mensaje; el arco iris
con colores equivocados; no sé
si sos vos o el avión
que se pincha y cae;
el relámpago
casi me alcanza, distingo
unas manchas como de ojos,
o bien podrían ser bocas
de un bicho, qué inteligente,
ni chico ni chica; algo
cae del cielo y no sé qué es
y no es justo ni bello.







Tokio se desplomó en el 23
cuando las casas eran bajas,
anchas, de madera,
de bambú y de papel. Desde la playa
me mordí los labios sin dolor,
en Mar del Plata,
con la noticia de que
para 2010
van a reformar el código Japonés de 1955
que calcula los principios fundamentales
en la defensa contra sismos. Entonces
iba a poder tener una casa
con vista al mar, enrejada
indestructible. Todos los edificios
deben ser construidos
según la enseñanza de Tokio:
teniendo en cuenta una fuerza sísmica
lateral y proporcional
al peso del complejo habitacional,
Torres de Manantiales
o cualquier corporación del tiempo libre.
Tenía cerca una familia bien bronceada
con el mismo Clarín:
qué buena la línea de Tokio, mi amor,
ahora con el suelo y el riesgo
que su naturaleza nos pone en cada verano,
no se puede ir al mar
sabiendo si se va a volver
o si se va a flotar
entre las mesas de un restaurant
y los perros, y las cucarachas
que habrán sobrevivido a la bomba atómica
pero que a un tsunami
no; no volvemos
a Manantiales nunca. Con el mismo Clarín
la mujer más práctica que vi en mi vida
envolvió unos churros
y les dijo, vamos, está el viento
soy esta mujer, y no quiero
ser tragada en el mar, ni en los escombros,
no veraneemos
hasta que Tokio vuelva a derrumbarse
y la ingeniería de refugiados del MIT
conciba un código más perfecto
todavía
que el que está por venir.



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