Jean-Luc Maxence
(París, Francia, 1946)
Es hijo del sesenta y ocho, editor, escritor de panfletos y ensayista. Acaba de publicar una antología personal que recoge poemas escritos entre 1969 y 2011. Repetir lo que han dicho de él los más grandes es de justicia: esencial, ácido, herético, un funámbulo que se pasea sobre el hilo de una tela de araña mientras se ríe de la muerte. Maxence nos ofrece en su poesía rebelde un lirismo, una provocación y un reproche ante los que no podemos permanecer indiferentes. Incluso en las antologías más respetadas pueden navegar poemas prescindibles. En Soleils au poing [Soles en el puño] (Le Castor Astral, 2011) no sobra ninguno. Lástima que en la selección de estos inéditos no se pueda incluir por razones de extensión el extraordinario ‘Violons, kleenex et revolvers’ de 1988.
Soleils au poing de Jean-Luc Maxence
Traducción y nota: Manuel Ángel Gómez Angulo
Éluard et Coca-Cola
Sobre el asfalto de los caminos hundidos
En los autocares de los trabajadores imberbes
En la mirada de los niños de La Paz
Que venden viento para sobrevivir
Sobre los hombros encorvados del eterno desempleo
En los suburbios y en los Sheraton
En la termitera de los explotados
En los cascos militares
En pleno corazón de la bandera de la vergüenza
Junto al Parlamento-guiñol
A la manera de Éluard
Han escrito tu nombre
Coca-Cola
(1992)
Éluard et Coca-Cola
Éluard y Coca-Cola
Sur l’asphalte des chemins défoncés
Sur les cars des travailleurs imberbes
Dans le regard des enfants de La Paz
Qui vendent du vent pour survivre
Sur les épaules voûtées de l’éternel chômage
Sur les bidonvilles et les Sheraton
Sur la termitière des exploités
Sur les casques militaires
En plein coeur du drapeau de la honte
Près du Parlement-guignol
À la manière d’Éluard
Ils ont écrit ton nom
Coca-Cola
Borrar los paisajes arrugados de la infancia
Borrar los paisajes arrugados de la infancia
Huir de las ciudades donde el alma se disuelve
Desposar un silencio que ora más de lo que habla
Izar la bandera blanca en un último esfuerzo
Pedir piedad a los dioses por tanta sinrazón
Morir al fin como un verano vivido al límite
Effacer les paysages ridés de l’enfance
Effacer les paysages ridés de l’enfance
Fuir les cités où l’âme se dissout
Épouser un silence qui prie plus qu’il ne parle
Hisser le drapeau blanc dans un dernier élan
Demander grâce aux dieux de tant de déraisons
Et puis mourir comme un été à bout de souffle
(1972)
http://www.elcoloquiodelosperros.net/numero29/esp29je.html
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