martes, 27 de noviembre de 2012

NATSUME SOSEKI [8604]


Natsume Sōseki
Natsume Sōseki (1867 - 1916) es el seudónimo literario de Natsume Kinnosuke (en japonés, Natsume Kin'nosuke 夏目 漱石 ), novelista japonés, profesor de literatura inglesa y escritor de haikus y poesía china. Sus obras más conocidas son Kokoro, Soy un gato, Botchan y Sanshiro.
Sōseki nació en el seno de una familia de funcionarios públicos, descendiente de una familia de samuráis venida a menos. Sus padres lo entregaron en adopción a uno de sus sirvientes a la edad de dos años; vivió con éste y su mujer hasta los nueve años. En 1884 se matriculó para cursar Arquitectura en la Universidad Imperial de Tokio (hoy la Universidad de Tokio o Tōdai) a instancias de su familia, aunque acabó estudiando Lengua Inglesa. En 1886 conoció y trabó amistad con el poeta Masaoka Shiki, que le inició en el arte de la composición de haikus, momento en el que adoptó el seudónimo de Sōseki, que en chino significa «terco».1
Tras licenciarse, fue profesor de inglés en esa capital, y a los 30 años aceptó un empleo en Matsuyama en la Isla de Shikoku, en aquel tiempo considerada como una zona fuera de los confines de la civilización. Sus amigos intelectuales le dieron el pésame, porque aquel trabajo parecía más bien un destierro que un trabajo.
Pese a ello, Sōseki enseñó durante un par de años a aquellos rudos escolares, que describe con mucho sarcasmo en Botchan (1906), y se casó con Kyoko Nakane hija de un político local, pero luego recibió una beca de la Universidad de Tokio para estudiar inglés en Londres. Los tres años que pasó en Londres fueron de soledad, miserables pagas del gobierno japonés, aunque leyó cuanto pudo en las bibliotecas de Londres. Por eso también debe mucho a los escritores ingleses.
A su vuelta a Tokio, Sōseki enseñó 4 años en la cátedra de Filología Inglesa en la Universidad Imperial, como estaba pactado, sustituyendo a Lafcadio Hearn. Pero esa ocupación le resultaba odiosa, así que empezó a ocupar casi todo su tiempo libre en escribir.
La carrera literaria de Sōseki comenzó con unos relatos cómico-satíricos por entregas que aparecieron en revistas literarias del momento, como Hototogisu; en 1905 esta narración humorística se publicó con el título Soy un gato (Wagahai wa neko de aru), donde el animal protagonista analiza la civilización en una sátira descarnada de la burguesía Meiji.1 Este mismo año publicó Rondon to (La torre de Londres).
En 1906 escribió Botchan, que algunos entienden como su primera novela y que obtuvo un gran éxito de crítica, en la que narra de forma semi-biográfica las experiencias de un profesor de Tokio destinado a provincias. A partir de ese momento comenzó a escribir casi una obra por año, y la temática gira siempre alrededor de la mezcla de comportamientos japoneses y occidentales que vivía Japón y las contradicciones que producía en la gente. Abundan los triángulos amorosos, las traiciones entre "amigos", el sarcasmo y la sátira. Su Sanshiro, publicada en 1908, es asimismo una novela con una capacidad introspectiva fuera de serie, considerada la novela puente entre sus dos obras capitales.
A los 40 años comenzó a escribir artículos y críticas literarias en el diario Asahi Shimbun, el segundo mayor de Japón en aquel momento y líder actual del mercado japonés. En este periódico se publicó por entregas, desde el 6 de diciembre de 1912 al 5 de noviembre de 1913, El caminante (Kōjin), obra de madurez que destaca por la honda caracterización psicológica de los personajes (novela psicológica) y el lúcido análisis de la sociedad nipona inmersa en la profunda transformación política, económica y social que se produjo durante el periodo Meiji. En 1914 escribió Kokoro, su obra cumbre. De obligada lectura en cualquier escuela japonesa de hoy, está considerada como el Don Quijote para los hispanohablantes, o como Romeo y Julieta para los anglosajones. Su literatura es sarcástica, pero muchas veces cómica y agridulce.
Murió en Tokio en 1916, a los 49 años de edad, a causa de una úlcera de estómago, dejando una obra sin terminar: Luz y oscuridad.
Natsume Sōseki, uno de los escritores más importantes de Japón, es de obligado estudio en la escuela secundaria, tanto en humanidades como en ciencias. Es el autor que mejor plasmó en su obra la inestabilidad que provocó en la sociedad japonesa, y particularmente entre los intelectuales, la apertura del país a occidente que se dio en la llamada era de restauración Meiji. Por su importancia el gobierno japonés incluyó en 1984 su efigie en los billetes de 1000 yenes.

Obra

Soy un gato (1905)
La torre de Londres (1905)
Botchan (1906)
Almohada de hierba (1906)
La herencia del gusto (1906)
El día 210 (1906)
La amapola (1907)
El minero (1908)
Diez noches de sueños (1908)
Sanshiro (1908)
Daisuke (Y entonces...) (1909)
La Puerta (1910)
Miscelánea primaveral (1910)
Al equinoccio de primavera y más allá (1912)
El camino del faro (1912)
El caminante (1912)
Kokoro (1914)
Mi Individualismo (1914), un famoso discurso
En mis puertas de cristal (1915)
Hierba junto al camino (1915)
Luz y oscuridad (1916), inconclusa



En la fragancia de este incienso en el que me consumo,
cuando estoy fatigado, aparentemente,
tu alma aparece en el humo que se retuerce y gira
de amor correspondido. Desdichado, desdichado de mí.
Quién en un mundo tan agrio como éste
no anhelaría en la niebla de sus anhelos
el fuego de uno de tus apasionados besos.







Los hombres mueren
y las grúas nacen.
Translúcidas y heladas



Bajo el velo de luna 
¡Sombra de flor!
¡Sombra de mujer!



Cae lánguidamente
en el césped
la humedad del calor.



Cuando la lámpara se apaga
las primeras estrellas
entran por la ventana.



En este mundo que balancea.
¡Hágase gran maestro
y usted dormirá la siesta!



Golpeado
El pez de madera 
Espanta los mosquitos al medio día (*)

(*) Se trata del gong inmóvil del templo, en el que a la sombra es guarida de mosquitos.



Las piedras del fondo
Parecen mover
El agua clara



Sobre el ataúd
lanzar crisantemos.
Nada más  (*)

(*) Soseki saluda la muerte de su amigo Masaoka Shiki (1867-1902)



Reverencias y sonrisitas.
Del moño
resbala un granizo



El frío y más frío.
El agua azula
Y el cielo se estrecha



La piel y los huesos.
¡La borrasca arrastraría 
mi cuerpo enfermo!



Guardián de la noche.
Escucho
el continuo lamento de la lluvia



Por aquellos que partieron
Por aquellos que se quedaron
Las ocas salvajes retornan



Sin saber porqué
Amo este mundo
Donde venimos a morir









El gato en celo
ha adelgazado tanto
es solo ojos



Arroyo primaveral
que fluye
abrazando la roca



Con una mano
no bato palmas, pesco
un pez en el reflujo



Volviendo a ver las cosas
al subir y bajar como antes
el monte de otoño es nuevo



Ahora me atrevería
a entrar en la cueva del tigre
esta mañana de intensa nevada









No hay comentarios:

Publicar un comentario