NELSON ORDOÑEZ (HONDURAS)
Memento Mori
Lo esperaron a la salida del cine.
Cuando apareció se le fueron encima;
Lo maniataron y
lo metieron en el baúl del carro.
El hombre imploró “no soy yo”.
Ellos respondieron que eso era ya
saberse alguien.
Cuando lo sacaron del baúl,
y lo vieron bien bajo la luz,
se dieron cuenta
Que no era la persona que buscaban,
Pero ya era demasiado tarde para rectificar.
Le prometieron una muerte indolora,
el imploró diciendo que daba lo mismo sufrir o no
Porque no quería morir;
Ellos se encogieron de hombros y le dijeron “vamos, hombre; más le duele a las
Mujeres cuando paren, de todas formas no sabés quien sos”.
El lloró y dijo “pero cometen un error…”
Uno de ellos no lo dejó terminar porque le clavó un puñal
en medio de los ojos con la naturalidad
Con la que se extiende la mano para coger un cigarrillo.
Cuando conducían de regreso, otro de los hombres preguntó al resto
si realmente no habían cometido un error y los demás
coincidieron, en mayor o menor grado, que la muerte
no conoce de verdades o mentiras
Empeño de una Noche
Me quedó hasta tarde por las noches
Para quitarle tiempo a los horarios.
Enciendo un cigarro y pienso
Que con esto cada día se hace más corto,
Pero olvido que por cortos que sean,
Mi tamaño apenas cabe en un sueño
Y mi sueño dice cada vez más y más:
Despierta, no camines por la vereda;
Usa un uniforme y olvida
Poetas del Grado Cero
Los poetas del grado cero decidieron un día
No escupir la mujer
Ni levantarle la pollera
Decidieron darle la espalda
E ir por pares similares
Travestis desvelados
Dudosos dichos de saltimbanqui
Plantaron la vida
La vida sucia que se da como escupitajo lenitivo
Para aguar el ojo de un ciego
Bajo su orbita decidí juntar nuevos versos
Hacer de cada día
El desperdicio de un poema
Algunos murieron jóvenes
Antes de terminar su primer poema
Otros decidimos durar un poco más
Y llegar a la frustración de un poemario
No faltó alguna que colgase de la catedral
Su bandera hecha de ropa prestada
O en el mejor de los casos, que siempre es el peor,
Robada.
El grado cero
Poetas felices al amanecer
Contando sus experiencias de muerte
Y lujuria con una mano de palo
Y poniendo en los versos
La prótesis de vida.
Vacío
Tal vez no me necesités
Plenitud en donde no se sabe
La diferencia entre pecho y corazón
Seguramente nunca me mirés
Media luna del espejo
Mujer premeditada al deseo
Aunque yo solo sea una concha
Sin perlas
Tan vacía que a tu oído sordo
Guarde todo el eco del océano
A vos te lo digo
Promediará el futuro un descanso
Donde mi vacío sea lleno
De la calidez confusa de tu cuerpo
Veladoras
Y hablo a solas sobre las estrellas del cielo,
Sin embargo estoy condenado a yacer en la tierra
Para dormir y saber de vos sólo en sueños.
Al despertar el cielo es un ojo ciego
En donde vuelan pájaros que nunca sueñan
Verdad
A la bella durmiente del bosque
Me da pena decir que amo.
Prefiero esconder el amor,
Hablar de ebriedad y
De pasos alejándose de un destino
que ojalá fuese en común,
Como una gran casa llena de manchas infantiles.
Me da pena confesar que amo.
Prefiero mentir diciendo que quiero y
apetezco;
Me confundo entre sabanas
De mujeres que luego olvido.
Prefiero demorar indiferencia
Cuando en verdad me quemo en puro hielo.
Ya soy un hombre viejo
y el amor es cosa triste
Como los besos que nunca me darás.
Pilato Nacido en los Años 70
La cara del mundo hecha para los rostros del espejo. Grandes relatos que van de uno a otro tratando de anticipar lo que simplemente esta ahí. Lo que subyace a sí mismo y se basta en sí. Las calles llenas de personas y los rostros con ojos entrecerrados frente a la pantalla del ordenador. La gran disección en la que nadie quiere mancharse las manos de sangre y mierda. Las palabras que nadie quiere sacar porque ya hay poco que nombrar. Los altares vacíos a los cuales ya no llega ni la tea o bota del profanador. Los reyes convertidos en nuevos becerros minimalistas dentro de frías oficinas antisépticas. Los cadáveres hechos para menester de una cámara.Argos, te veo y luego existes. Y queda la cara del mundo cuando se rompe el espejo.
Tiempo Roto
Hacia donde me lleve la mirada desconocida
Las calles semejan un carnaval
Al amanecer,
Y yo vuelvo los pasos
Al principio de todo,
Al momento en que el amor
No era ni certeza,
u oráculo;
Y mis afanes confundidos apenas
Despuntaban con leves sonrisas
De hombre contrariado o abandonado
por los presagios;
ahora
Precipito la copa que ya no puede
Mancillar nada porque está vacía,
Recojo las sobras de lo que fuiste:
Espejo quebrado con ternura,
improperio interrumpido por deseos;
Pagina blanca donde de feliz
Al despertar
Nunca apunté ningún sueño.
Infancia
De niño vivía
Criaba alimañas
Me embadurnaba con mi propio excremento
(Ni siquiera tenía entrecejo)
En esos días
La luz ajustaba a cada rincón
De niño corría
Y lo que necesitaba no cabía en la mano
Las piedras no hicieron falta
Y la sangre siempre estuvo dispuesta
Pero mis heridas apenas eran un parpadeo
Asumía un rol diferente cada día
Y la máscara era la misma
Todo lo pequeño estaba para ser aplastado
O apedreado
Y las risas no hacían falta
Ante tanta carne inútil
De niño eran mucho mejor las cosas
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