viernes, 30 de noviembre de 2012

ROBERTO PUENTES QUENGUAN [8618]




Roberto Puentes Quenguan Nace en Bogotá (Colombia).
Licenciado en Física y Matemáticas. Toma talleres en la Casa de Poesía Silva en donde publican sus primeros poemas en una Antología en 1989, luego publica su libro de poemas "Las sombras de las huellas" en 1991 y en 1995 publica "Los suburbios del sueño".En el 2006 publica "La Arena de los días". 
Ha trabajado en el sector educativo y privado como profesor y lideró el programa de fomento de la lectura y la escritura en los colegios de Bogotá desde la Secretaría de Educación del distrito, donde ahora asesora los colegios privados.




Reloj

¿Cómo evitar las voces constantes
de estas horas nocturnas?
¿Cómo apagar mis oídos
sumergirlos
ahogarlos?

Sigo sosteniendo el vidrio de la ventana
con mis labios
y un vacío sin fondo y obscuro
habita el hondo espacio de la noche

Un gran cortejo emerge
de la entraña de la espesa noche
va ocupando lentamente
un trozo cóncavo de cielo

Caminantes taciturnos
de negras y largas gabardinas
y obscuras mantas
como saladas máscaras
van tejiendo una nostalgia indócil
una tristeza santa
en su vólatil marcha cíclica

Sólo se escuchan
como un lamento persistente
el coro seco
y uniforme de sus pasos

Mis ojos cansados se doblegan
mientras la péndola prosigue
recordándome un sueño y unos pasos
su incesante y nocturno trasegar






Vahos

Nacen con sus sogas y sus dagas
entre el vapor de las cebollas fritas
creando círculos de jugos en la lengua

Los ojos traen la deliciosa sangre
de los tomates fritos
y el hada de especias resbalando
entre calientes acéites olivados

Sólo la llovizna
de un vino delgado entre la boca
creciendo en la garganta
podrá salvarnos
ayudarnos
a demorar los mayúsculos deseos

Como un beso
antes del abismo de las pieles







CUANDO DUERMES

Déjame deslizar la miel sobre tus labios
en el ala vencida
cuando duermes
y recoger con mis labios esos hilos
esas huellas que me dejas en tus viajes
por el sueño
donde te acaricia el minotauro en vela







DIBUJO

Haz la madrugada con las yemas
deslízate en las sedas
entre las sombras de aceites y de fuegos
sonámbula y sedienta
busca en las fiebres


Haz el barco de niebla
atravesando el alba
con tu ciego índice
sobre mi espalda
lentamente

Déjame los faros habitándome la boca

Los guardianes que te surcan
y que combaten tus fiebres en el vientre
duermen

Quiebra entonces tu cintura
déjate yacer
en el lecho del río que me ahoga

Hazme
invéntame en la sombra envenenada
deambula circular sobre mis yemas

Luego duerme

Sueña

Sueña







REGRESEN NIÑOS

Cae el fuego de hielo en sus gargantas
La escarcha se acumula entre sus cejas
en los rostros de los niños madrugados
y canta la lluvia de las dagas
en la espiga de sus ojoj levantados

Para nosotros sean los dardos
y los hielos
las talas del sueño
y las lluvias
que sólo son visibles desde las farolas

¡Para los niños no!
los niños zambullidos en el frío
en la indócil tiniebla de cuchillos
los de párpados de sedas
que adelantan su desvelo
y deambulan oscuros por las calles
los que aprenden ateridos las vocales
de la resignación y la vigilia
los niños soltados de los dedos del sueño

Dónde los planetas del único país
y el vasto desayuno
dónde la bondad de los párpados de brisas
la plaza universal del corazón sin fondo

Regresen
niños
ya no vayan a la escuela
ya no salgan
ya no busquen el tesoro de otros ciegos
ya no crean más en las zalemas del futuro
vuelvan a las plazas y terrazas de leche
donde danzan los ríos del tiempo
y las horas son lunas y balones
vuelvan
donde las telas calientes les aguardan
y el pan de los ojos crece fresco
como unn árbol de largos chocolates

Vuelvan
todos nos hemos vuelto locos
y nos nutrimos de la mezcla venenosa
y queremos que los niños se beban la misma porquería

Vuelvan a las casas verdes niños
a la cuna imaginada de las sagas
a las calles, los patios y los parques
donde vuela la hoja ancha de las risas
enniñezcan los días que nos quedan






CARAVANA

Hay una caravana de voces que se acerca
atravesando dunas y aguaceros
inundando umbrales y avenidas

Se acerca en medio de huracanes
de soles sedientos que tapizan el alba
y ancla su vuelo entre mi pecho

Todo lo ciega y modifica
todo lo toca
y suple todo
para poner su espuma y se estatura
y su perfume de astros y venenos
su nombre
doble en fiebres y dolores

No habrá caléndulas ni gasas
que paren este tránsito de tigres
de avispas
y de alas ardidas que cruzan mi corazón
lleno de heridas
como una señal de rojas avenidas
que pasa por su acero de vigilias.




MEDUSAS

Esos hilos de mares y de selvas
Esas olas cayendo hasta mi pensamiento
Llenos de sándalos
Son mi dosis de pecado en este día
La porción de secreto que mi sangre necesita
¡Ah esos cabellos en cascadas!
Húmedos de sal
Desnudos en tus hombros
Llenos de todas las fiebres del invierno
Me deshacen
Me despedazan
Me vuelven a los círculos de sedas y de pieles
Me desamparan al delirio
Desatan los chubascos
Rasgan tu espalda con aceites
Te circulan desnudas
Me vuelven a la muerte entre las sienes
Y me entregan de lleno a las vigilias








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