Gaëlle Le Calvez, (Paris, FRANCIA 1971). Poeta y editora. Tiene estudios en Letras por la Universidad Iberoamericana y la UNAM, así como la diplomatura de la Escuela de Escritores de Sogem. Ha trabajado como editora de distintas publicaciones (Dónde ir, Guía Chilango) y es socia fundadora de PLAN C Editores. En 2003 obtuvo la beca de Coinversiones Culturales para llevar a cabo la publicación de cinco libros de la colección la Mosca Muerta entre los que destacan: El cementerio marino (poesía) de Paul Valery, Gran hotel para extranjeros (poesía) de Claude Beausoleil en coedicion con Ecrits Desforges Días de Québec, antología de narradores quebequenses, La Joven Parca de Paul Valery. Publicó Beirut o de las ruinas en la colección Margen de poesía (UAM, 1998), Otra es la casa (UAEM, 2000) editada por la Universidad Autónoma del Estado de México, Juntos andan, antología de cuentos del México contemporáneo con Bernardo Ruiz y La isla más alta (La piel de judas, 2004). Su más reciente libro de poesía Los emigrantes (UAM-X, 2007) fue escrito gracias a la beca de Jóvenes Creadores (2004-2005).
De la infancia
5.
En el desierto donde todavía vives
Aparece intermitente la casa amarilla
ventanas grandes y puertas abiertas
simulan siempre
un jardín circular de cerezos
donde pájaros y aves de plumas rosas
a veces cantan para ti
(no es que las ventanas estén cerradas
es que el aire no entra ni sale)
no son mis piernas las que te llaman
es mi vientre
eje de mi cuerpo
que me sostiene que te sostiene
en medio de un jardín que imaginábamos afuera
lejos verde también rojo a veces
lejos del desierto
Yo también escucho los rosarios demenciados
que todavía por las madrugadas te acosan
eco de un pasado que aún no termina
Enarbolan la torre, se enredan
como hiedra enferma
plaga casi invisible aprieta
imperceptiblemente aprieta
Fragmento de Beirut o de las ruinas
Dicen que terminó la guerra
en mi casa siguen cayendo bombas
Dicen que hicieron las paces
el rencor abre zanjas en los cuerpos
Dicen que todo quedó enterrado
el perdón no llega
Los cuerpos quebrados se defienden
Dicen que no hay nadie contra quien pelear
no consigo terminar la batalla
Dicen que hay que perdonar
yo no entiendo
Dicen que no hay fantasmas
las piedras gritan por las noches
Dicen que hasta el mar murió en la guerra
sólo duerme
Dicen que entre sueños
las olas arrullan a sus muertos
de "LA ISLA MÁS ALTA"
SOL ADENTRO
DÍAS de luz
(hay que decirlo, como se dicen los días negros
o
[los grises,
la bruma sobre los hombros, la mirada fija en
el
[pavimento)
Adentro amanece
No hay nube que detenga
El cielo abierto nos espera.
EN RUTA HACIA QUÉBEC
PARA cruzar el cielo
Sólo faltan tus zapatos
Nuevos
De goma ancha
antiderrapante
Para llegar lejos
A ese lugar donde tú y yo
Para llegar
En las alas llevas mi deseo.
AMBOS EXTREMOS
ALCANZAR tus orillas
Esta vez
Tocar contigo
Otro lado de la tierra
Vuelo hacia el sitio
Prometido
Sombras y luces
Se corresponden.
ATRAPA TONTOS
CIUDAD enferma
A dos días de tu ausencia
Ya nada tiene sentido.
UNA CIUDAD AMURALLADA
EN defensa propia
Construyo el paisaje
De mis próximos días
TELEGRAMA AL VIAJERO
No ME OLVIDES ALLÁ LEJOS
Y SI HAS DE REGRESAR
QUE (POR FAVOR) SEA CONMIGO.
ULISES
NO es la vuelta al mundo
Ni la batalla de Troya
Y sin embargo,
la ciudad bañada en sangre suplica:
Que mueran los fantasmas
Y se entierren a los muertos
Que los funerales sean breves
Y redondo el regreso.
EL FIN DEL MUNDO
TU abrazo es Más grande que la noche
(Más grande que mis miedos)
huérfano de ti el cuerpo
desorientado
sólo sueña:
agua tibia cintura rodeada de peces
Más allá de los ojos la sal todavía en mi boca
despierta el deseo
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