Eduardo Bechara Navratilova
Nació en la ciudad de Bogotá, Colombia, el 9 de noviembre de 1972. Es hijo de padre de origen libanés y madre checa. Se graduó de derecho en 1999, y literatura en 2005 de la Universidad de los Andes, Bogotá, Colombia. En 2009 terminó una Maestría en Escritura Creativa en la Universidad de Temple, Filadelfia, Estados Unidos, en donde fue profesor de escritura creativa y escritura de negocios en 2009 y 2010. Publicó “La novia del torero”, 2002, Editorial La Serpiente Emplumada, “Unos duermen, otros no”, 2006, Editorial Escarabajo, “Poemas a una ciudad, un insecto y una mujer”, 2010, coedición entre Editorial Escarabajo y El Copista de Córdoba, Argentina, “Mendigo por un día”, 2012, coedición entre Editorial Escarabajo y Ediciones del Boulevard, Córdoba, Argentina y “El juego de María”, 2016, Editorial Escarabajo. Desde enero de 2013 realiza un viaje continental por Sur América en el desarrollo del proyecto “En busca de poetas”, con el objeto de descubrir poetas editados e inéditos, documentarlos y publicar una serie de antologías de poesía suramericana. Ver más del proyecto en: www.enbuscadepoetas.com.
Luz
VI
Un ser humano bajo la luz
es un actor,
un sospechoso de homicidio,
una estrella de rock,
un torturado,
una mujer pariendo,
un cadáver en su autopsia…
IX
Cerrar los ojos te deja ver…
XI
La luz es un grito
en el silencio de la oscuridad.
Oscuridad
I
A Aristóteles España en casa de César Hidalgo
La oscuridad es un vínculo entre la nada y yo,
esa ausencia en donde los perros aúllan
tu nombre,
el aliento del gato que medra entre los muebles…
La oscuridad es tu silencio cargado de piedras,
la cordura perdida del poeta
entre voces caídas,
la oscuridad cubre los bajos fondos
en los que un hombre
dejó de ser el hombre que era,
y una mujer dejo de ser
la mujer que soñó…
La oscuridad es un vestido de novia pintado
de rojo,
un pájaro que picotea un árbol seco,
un árbol de espinas puestas al viento,
unos ojos que miran y no ven…
II
En la oscuridad los reflejos
adquieren forma de pasado,
el canto se vuelve mudo
y la bahía se hace grande…
En la oscuridad se dibujan
los hombres y mujeres que
se perdieron en el camino…
La inmensidad se hace grande
y los hombres
se pierden con las palabras en
sus bocas…
III
Una oscuridad vale las rodillas
temblorosas de un niño,
la estrella fugaz en la que el
enamorado pide amor eterno,
el grito de un hambriento
que reclama un plato lleno,
el anhelo del hijo
que quisiera
el regreso de ese
papá que la misma
oscuridad
raptó…
Silencio
I
El silencio es un arma poderosa,
un ruido blanco en el que los
pájaros
cantan su desesperanza,
la ausencia de la lengua,
un pálpito mudo
en el que se ahogan
las miradas.
III
Nuestro silencio se
raja con cuchillo.
De él corre la sangre,
ese grito mudo en el que
tú y yo somos
esclavos de esta lejanía
que nos ha vuelto
extraños…
VI
El silencio también asfixia.
Pone su mano de hierro
sobre la boca
y hace que
las palabras mueran.
XI
El silencio es un látigo con púas,
y yo la espalda encorvada que lo recibe.
Quisiera ser viento,
soplo que levanta
el pelo de una joven que
se pasea en el parque.
Quisiera la voz,
tus labios en mi boca,
las palabras hiladas
como una jauría de perros
ladrando en la madrugada.
El silencio desgarra mi piel,
la levanta de cuajo
y grito…
Grito en silencio…
A la memoria del poeta Manolo Graña, deansfunence, que despertó en nosotros la idea de salir a buscar poetas y darles el reconocimiento que se merecen…
El poeta es ese bicho raro
de cinco patas que cojea
en su andar enclenque
y silencioso…
Un Gregorio Samsa
salido de su alcoba,
al que le falta esa pata
que su hermana le arrancó
en un rapto de incomprensión…
El hombre, el niño, el anciano
que es mirado con recelo
por apreciar la belleza
en lo cotidiano,
señalar la fealdad
e importarle su arte.
El cisne mirado en desorden
sobre un estanque de patos…
El desadaptado al que le rehúyen
por lucir su traje viejo
y tener los zapatos descoloridos…
El poeta es un paria
que despliega las alas,
vuela sobre el mar como canto…
El poeta es un escarabajo
de alas verdes
en las que se refleja el mundo…
El silencio en la boca de un hombre
Para Randall Roque & Robert Max Steenkist por importarles el mundo y la vida de los 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa.
El silencio en la boca de un hombre es
un pájaro muerto en estado de putrefacción
una espada que atraviesa la garganta,
la deja expuesta,
desnuda y solitaria
en un grito sin voz…
un puño que lo aprieta con su palma de hierro,
lo estrangula,
rapta y sepulta
en un sótano…
una vida dejada al amparo de un buitre
que rasga su vientre,
picotea sus entrañas
y las devora en silencio
desde su mirada de asesino…
El mundial ha sido fiesta
Una especie de carnaval llega
a las ciudades brasileras en las
que juega Colombia.
La alegría tricolor
se mezcla con la brasilera
y felicidad invade las calles.
Todo es alegría
hasta que resaca
GolpeA
y realidad
se hace
penetrante:
nuestro aliento
apesta
como el de
todos
los políticos…
Del poemario “Conexión Brasil”
Emociones opuestas
De la realidad de un pueblo
que grita su dolor al viento,
expone la corrupción
y muestra la furia
de saberse engañado,
objeto de burla,
juguete de político
a la algarabía del fútbol
hinchas con camisetas,
nacionalismos
y cánticos
que definen colores
delirio grupal,
esa especie de borrachera
colectiva en la que
ahora gritamos de alegría…
La realidad del Brasil se fue
al
olvido…
Del poemario “Conexión Brasil”
.
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