lunes, 5 de noviembre de 2012

MERCEDES HALFON [8.278]





Mercedes Halfon 

Nació en Buenos Aires, ARGENTINA en 1980. 
Es periodista y crítica de teatro.
Participó como actriz y asistente de dirección en algunas obras teatrales.
Actualmente escribe en el suplemento Radar de Página/12, en la revista Etiqueta negra de Perú, y en Teatro del Teatro San Martín.
WEB: http://www.autobombo.blogspot.com.es/ 
Publicó la novela Te pido un taxi, (Plaza & Janés, 2009) y las plaquetas  Dormir con lo puesto (2008, Zorra Poesía) Un paisaje que nunca vi (2010, Color Pastel) y el Epub Tres Islas (2011, Determinado Rumor). Forma parte de la Antología de poesía argentina contemporánea Lo humanamente posible (2008, El fin de la noche).



En la mesa frente a mí
largas hileras de droga que venderé
la niña a la que le regalo una copa de helado
pronto estará de vuelta con su padre
el humo y la llovizna que me eriza el pelo
rubia como nadie
soy la heroína de esta película:
no cuenten conmigo para nada
nada.





esa remera está vacía

Cierro y abro los postigos
es invierno es verano
es todos los veranos
es todos los inviernos
es el día que empieza la estación
de tu regreso.





Él prefiere que hable de cosas lindas 
(pero sueña con una silla de ruedas)

como les decía
me sacaron una pierna
pero no fue a
causa del accidente
ni del músculo desgarrado
ni del muslo

me sacaron una pierna
te lo prometemos:
sin dolor
sin dolor
pero después vino el recuerdo
de la pierna
el hueco.

las otras que me ofrecían
de plástico encerado
con sonidos musicales
no encajaban
querían meterse
con dolor
con dolor
como corchos hinchados

ahora planean sacarme
la pierna que me queda
no me resisto
hay que saber que
ya no habrá
pasto verde
pasto húmedo.






lavalle y uriburu

cruzo la calle
y me pisa un auto

el paragolpes clavado en la cadera
el hueso que se quiebra
clac
el hueso que se astilla
se desgarra el músculo
el muslo
antes tenso
se deshace en tiras
late
rojo morado negro

cruzo la calle
lo veo
gris plateado brillante
calculo
setenta kilómetros por hora
tres pasos y se clava
perfecto
en la cadera.

allá voy.




Como el pan, endurecemos


Este es el sonido del agua rebotando contra el parejo asfalto de la autopista
este es el sonido del agua rebotando contra los capots
este es el sonido del agua rebotando contra los techos de las casas que rodean la autopista
este es el sonido del agua rebotando contra las cabezas de los que esperan que cambie la luz para cruzar
este es el sonido del agua rebotando contra la piedra que divide la autopista, la calle y mi casa
este es el sonido del agua rebotando contra los perros que no encontraron refugio
este es el sonido del agua rebotando contra una esquina peligrosa
este es el sonido del agua rebotando.






Un día las cosas dejan de ser simples para vos
todos tienen su verdad pero la tuya
como el pan, no tiene huesos.
De noche nos amigamos con el aire
las luces del cerebro
la capa que nos envuelve se agita
como el pan, endurecemos.






Los árboles pierden su carácter en la noche
pero hay algo que entre los muebles se destaca
vos mirando la luna desde dentro del colectivo
imagino eso
como querer correr hacia muchos lados a la vez
como una montaña de precipicios
imagino eso
una larga distancia
un colectivo rodeado de viento.


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