Edwin Morgan (poeta)
Edwin George Morgan (Glasgow 27 abril 1920 - 17 agosto 2010) fue un poeta escocés y traductor asociado con el renacimiento escocés. Es ampliamente reconocido como uno de los poetas escoceses más importantes del siglo XX. En 2004, fue nombrado como el primer poeta nacional de Escocia: The Scots Makar.
Frutillas
Nunca hubo otras frutillas
como las que comimos
esa tarde agobiante
sentados en el escalón
de la ventana abierta
uno frente al otro
tus rodillas en las mías
platos azules en las faldas
las frutillas reluciendo
bajo la luz quemante
las metíamos en azúcar
y nos mirábamos
sin apurar el festín
para pasar al que vendría
los platos vacíos
juntos sobre la piedra
tenedores cruzados
y me incliné hacia vos
dulce en el aire aquél
sin resistencia entre mis brazos
de tu boca deseosa
el sabor de las frutillas
en mi memoria
me recliné otra vez
que pueda amarte
que pegue el sol
sobre nuestro abandono
una hora de todas
el calor intenso
relámpagos de verano
en las colinas de Kilpatrick
que la tormenta lave los platos.
Traducido por Laura Wittner
Un día libre para el demonio
Forma oscura en la playa blanca de Durrës,
oscura y no obstante resplandeciente también, los miembros extendidos,
desovillándose como una libélula recién nacida,
ese es él, mirando fijo hacia arriba, tan benévolo
como el azul sobre él, acogiendo
toda brisa que llegue del mar
y murmurándole falemnderit* al sol por brillar.
No mira hacia abajo a los perfectos zigzagueos
que sus filosas uñas trazan en la arena, tampoco
los inquietos diodos de su mente que preparan
caminos de dragones, no libélulas, estorban
su somnolencia, su desatención, su goce.
¿Por una vez en cuántos miles de años ya,
esta paz, esta pausa, este punto despojado de cielo e infierno?
No sabe; no piensa; sueña.
Los naufragios hundidos no resurgen, y Skanderberg
está petrificado en su caballo. No hay nada,
ni siquiera clima, nada de nada.
Yace allí pálido como algo devuelto por el mar _
por eso no te lo llevarás contigo a casa.
* Gracias en albanés
A Little Catechism From The Demon
What is a demon? Study my life.
What is a mountain? Set out now.
What is fire? It is for ever.
What is my life? A fall, a call.
What is the deep? Set out now.
What is thunder? Your power dry.
What is the film? It rolls, it tells.
What is the film? Under the Falls.
Where is the theatre? Under the hill.
Where is the demon? Walking the hills.
Where is the victory? On the high tops.
Where is the fire? Far in the deep.
Where is the deep? Study the demon.
Where is the mountain? Set out now.
Study my life and set out now.
'Demon'; , Glasgow: Mariscat Press, 1999, p. 28.
At Eighty
Push the boat out, compañeros,
push the boat out, whatever the sea.
Who says we cannot guide ourselves
through the boiling reefs, black as they are,
the enemy of us all makes sure of it!
Mariners, keep good watch always
for that last passage of blue water
we have heard of and long to reach
(no matter if we cannot, no matter!)
in our eighty-year-old timbers
leaky and patched as they are but sweet
well seasoned with the scent of woods
long perished, serviceable still
in unarrested pungency
of salt and blistering sunlight. Out,
push it all out into the unknown!
Unknown is best, it beckons best,
like distant ships in mist, or bells
clanging ruthless from stormy buoys.
One Cigarette
No smoke without you, my fire.
After you left,
your cigarette glowed on in my ashtray
and sent up a long thread of such quiet grey
I smiled to wonder who would believe its signal
of so much love. One cigarette
in the non-smoker's tray.
As the last spire
trembles up, a sudden draught
blows it winding into my face.
Is it smell, is it taste?
You are here again, and I am drunk on your tobacco lips.
Out with the light.
Let the smoke lie back in the dark.
Till I hear the very ash
sigh down among the flowers of brass
I'll breathe, and long past midnight, your last kiss.
Strawberries
There were never strawberries
like the ones we had
that sultry afternoon
sitting on the step
of the open french window
facing each other
your knees held in mine
the blue plates in our laps
the strawberries glistening
in the hot sunlight
we dipped them in sugar
looking at each other
not hurrying the feast
for one to come
the empty plates
laid on the stone together
with the two forks crossed
and I bent towards you
sweet in that air
in my arms
abandoned like a child
from your eager mouth
the taste of strawberries
in my memory
lean back again
let me love you
let the sun beat
on our forgetfulness
one hour of all
the heat intense
and summer lightning
on the Kilpatrick hills
let the storm wash the plates
La sombra de las jugadas
[Minicuento. Texto completo.]
Edwin Morgan
En uno de los cuentos que integran la serie de lo Mabinogion, dos reyes enemigos juegan al ajedrez, mientras en un valle cercano sus ejércitos luchan y se destrozan. Llegan mensajeros con noticias de la batalla; los reyes no parecen oírlos e, inclinados sobre el tablero de plata, mueven las piezas de oro. Gradualmente se aclara que las vicisitudes del combate siguen las vicisitudes del juego. Hacia el atardecer, uno de los reyes derriba el tablero, porque le han dado jaque mate y poco después un jinete ensangrentado le anuncia: Tu ejército huye, has perdido el reino.
FIN
No hay comentarios:
Publicar un comentario