miércoles, 8 de abril de 2015

TERESA AVEDOY [15.461]


TERESA LÓPEZ AVEDOY 

(Salvador Alvarado, Baja California, México  1979). Poeta.

En su poemario brevísimo Trilogía histérica (2009), define su poética como el rechazo a los moldes, a lo desgastado y repetido: “repelo las molduras del decir…”, dice como para que no quede duda alguna. Para añadir poco después: “prefiero un tendedero de palabras hechas jirones, / heridas por el cloro de mi rudeza” (“En la escritura molduras de yeso”).

Ya antes en las solapas del cuaderno Piedra, papel o poema (2003) había apuntado en la nota introductoria “Sobre la autora (Mini autobiografía)” ideas parecidas. Escrita por cierto en tercera persona: “Su perdición fue conocer a lhc y a mariana lazuli, pues le dijeron se-debe-escribir-como-se-habla, y entendió como-te-dé-la-gana; abandonó las pseudo metáforas litigantes que en el fondo la aburrían (y de cualquier forma, ni le salían). Así pudo acercarse más a las palabras y su relación con ellas tornose asidua e inmediata. En su juventud, reencontró a poncho. Él la obligó a escribir como prolongación de sus ya de por sí largas conversaciones en bancas, calles y demás inmuebles”.

Hay duda de que, entre lo declarado y lo escrito, entre lo expuesto de esa manera y lo leído en esos y los varios poemas de sus siguientes libros (Fraciona-miento, 2006; Pájaro y patrulla (o dicen que en esta ciudad sólo se deberían escribir novelas negras, 2009), hay una correspondencia difícil de ocultar. Como si dijéramos que no quiso ocultarnos el secreto de su proceder a la hora de escribir, ni las razones que la llevan a hacerlo de la manera como lo hace.

Del último título, por ejemplo, es el siguiente poema; uno de cuyos versos, referido a Tijuana, es un todo un acierto: “en esta ciudad sólo se deberían escribir novelas negras”. Parece un buen título de novela policiaca.



“CORREO QUE NO LE ENVIÉ A JOSEE KOZER

Que si he pensado en abortar rutas civiles o mejor ser voluntaria del paisaje organizado entre el ojo y el espíritu;

sí y no porque en las orillas de la meza con pseudos huesos/ martes en el hocico hueso/ miércoles la violencia como un perro al que hay que mantener con la guardia baja roe calendarios

y al final se anexan ya ve usted los mayores y los junios a sabiendas de que en esta ciudad sólo se deberían escribir novelas negras le abraza

a los tantos y los tantos días

Tijuana, Baja California, México

Su”



Hasta aquí todo parece marchar bien. Pues nada hay que se le pudiera objetar a quien ha decidido expresarse de esa particular manera. Cada quien escoge el espacio dentro del cual desea y puede moverse a sus anchas; también la manera de razonar o de justificar sus mejores esfuerzos. A fin de cuentas lo que importa son los resultados obtenidos, no tanto las razones que busquen justificar lo que se pretendió alcanzar.

Tenemos entonces que, si por una parte se declara perseguir una poética afincada en “la prolongación de la conversación”, por la otra se practica una poesía en la que creemos escuchar el tono y el ritmo de una conversación abierta. Porque es la suya, y a todas luces, una poesía hablada o conversacional, con un lenguaje coloquial, temas cotidianos y experiencias bastante reconocibles. Una experiencia que en América Latina ha dado sus mejores frutos en la poesía de Nicanor Parra, Ernesto Cardenal, Jaime Sabines, Rubén Bonifaz Nuño y José Emilio Pacheco.

Pero justo en este punto es donde las cosas no siempre resultan como se tenían pensadas. Digo esto porque a veces el frágil equilibrio entre la poesía que finge ser lenguaje hablado y la mera expresión sin relieve alguno se rompe por lo más delgado. Y lo más delgado es caer en las expresiones de muy escaso sentido poético. Como sucede en varios de los libros enlistados. ¿Ejemplos? Helos aquí: a) “En este instante se construyen megacentros comerciales, / uno de los cuales será el Más Grande del Noroeste del País”; b) “En una línea del discurso anterior publicamos / la inauguración de cabelleras con recubrimiento duradero; / dos caderas nuevas, listas para llevar agua a zonas conflictivas”. Imposible ignorar que se trata de expresiones en prosa llana y directa o de una notable falta de oído para advertir la total ausencia de ritmo alguno. Prosaísmo puro y liso, lenguaje crudo, sin tratamiento. Más que poesía parecen líneas de anuncios publicitarios, acaso notas de periódicos.

En fin, parece que la escritora juega a moverse en el filo de una poesía coloquial y una dicción directa, sin muchos adornos ni figuras retóricas. Si bien, aunque con algunos tropiezos, por ahora las cosas parecieran marchar por el camino correcto. Este año, por ejemplo, Teresa López Avedoy obtuvo el premio de poesía convocado en La Paz, BCS. Habrá que esperar la publicación de ese nuevo poemario para ver si se mantiene al filo de la navaja o ha logrado salvar los escollos que amenazan alcanzar un trabajo de mayor calidad.

-Pájaro y patrulla (o dicen que en esta ciudad sólo se deberían escribir novelas negras. México, Letras de pasto verde, 2009.

-Piedra, papel o poema. Tijuana, BC, Proyecto Editorial Existir, 2003, 52 pp.

-Fracciona-miento. Tijuana, BC, Sitiohabitable Editorial, 2006, 72 pp.

-Trilogía histérica. México, Instituto de Cultura de Baja California, Fondo Editorial de Baja California, 2009, 75 pp.




INSTRUCCIONES PARA SUBIR UNA ESCALERA ELÉCTRICA
(M M)

No se deje frecuentar por el hallazgo.

Por su izquierda le rebasan porque no saben la Hora
déjelos: tal vez expirarán antes que usted.

No se deje convencer no se intimide
por diagnósticos como ¨trastorno bipolar¨
¿qué sabe usted de los polos, por ejemplo?
los glaciares de derriten y se comen la playa
(adjunte previamente a su memoria qué era la playa)

 Easy, la tala selectiva del amazonas no ha pensado en sus pies como raíces
(todavía)
ni en su torso como madera preciosísima, digna de púlpitos o estrados,
Así que la calma en el ascenso
será su mejor aliado.





QUIERO

…cambiar de look interior.
C. G. A.


Una sonrisa más alta o más baja,
tacón cuadrado para disimular la apetencia del abrazo
¿o me olvido y sonrío puntiaguda?

Decir debajo de la rodilla de las ganas o tres dedos encima.

¿garganta especuladora sobre la esperanza primogénita
o lengua secreta bisutera, duplicada y al acecho?

Silencio rosa pálido sobre mis labios divididos o
provocador insulso escarlata de vena.





(LA NOTA ES MÍA*)

para pablo


Remato plancha para el azar:
tenga un futuro menos sarcástico o estriado;
enchúfela al muro irreflexivo
a la caja rotunda con dos agujeros abismales
que sin embargo acaba en medidor- conteo -y- total a pagar.

No la ofrezco por descomposición o menoscabo
la subasto porque la coincidencia        porque…
(el por qué no es de su incumbencia)*

Simplemente liquido:
digo adiós a maniobras para no atropellar botones,
hasta nunca, chaleco del destino
al que le prosperan nidos de pájaro en las mangas
y puños boicoteadores de juramentos;

Me libro de esta máquina que alisó tanta coincidencia de saldo.





ZINC


I

Exploró su lengua: concavidad adiestrada al ir y venir de la carne
 a las angustias fugitivas de la sal y lo amargo. La cuchara.


II

Rasgada
mojada
restregada
sucia.

La esponja mira al lavaplatos
cómplice.


III

El plato es sus bordes
la medida del infinito que sueña contener
y se le escapa.







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