Cecile Cloutier
Cecile Cloutier es una poeta de Quebec, Canadá nacida el 13 de junio 1930.
Ha estudiado literatura, estética y psicoterapia en la Universidad de París. Tiene un doctorado de la Sorbona y una maestría en filosofía por la Universidad McMaster.
Fue la primera profesora de griego y latín en la ciudad de Quebec, enseñó literatura y francés en la Universidad de Ottawa, la Universidad Laval y la Universidad de Toronto.
Estudió varios idiomas, incluyendo el sánscrito, el esquimal y chino.
Obras
Poésie: Mains de sable, 1960; Cuivre et soies, 1964; Cannelles et craies, 1969; Paupières, 1970; Câblogrammes, 1972; Chaleuils, 1979; Springtime of Spoken Words, 1979; Près, 1983; L'Échangeur, 1985; L'Écouté, 1986; Lampées, 1990; Périhélies, 1990; Ancres d'encre, 1993; Ostraka, 1995; Bagues, 1996; Le Poaimier, 1996; Anthologie: Anthologie de la poésie québécoise contemporaine, 1968; Contes: La Girafe, 1984. Essais: Opuscula Aesthetica Nostra. A Volume of Essays on Aesthetics and the Arts in Canada. Un volume d'essais sur l'esthétique et les arts au Canada, 1984
El trabajo
En una soledad
De número uno
Antes de que el nacimiento
Hubiera sido
Ella hilaba
Ya
Una seda de bronce
Inquieta de duración
Y de hojas
Desdichada de raíces
Ausente de pájaros
Sembré árboles
Vivo en una jaula
De palos de corteza
Con un haz de apretón de manos
A la mano
La gran necesidad de las cosas
Me asaltaba
Encontraba la paz
En el ojo perfecto
De un gato
Dinastías
De huevos calientes
Permitieron los collares
De las primeras palabras
Tumba
No habías puesto todavía
todos los caminos a tus pies
como zapatos
Ni verificado la arena
de todas las riberas
entre tus dedos
Ni medido la profundidas de las raíces
de todos los árboles
ni dibujado todos los humos
de tus manos
Ni contado todas las horas
del mundo
No habías empezado todavía la vida.
Ser
En las patas de la noche
sin haber sido jamás visto
llegar hasta el fondo de la gravedad
sin sentir la parada de la isla
bajo su pie
se convence alguna vez
de su sombra
en lo opuesto del sol
buscar la sinceridad
al otro lado de la gota del agua
allí donde no podemos tocar
encontrar una estrella
sin distancia
al comienzo del índice
tener envidia de jugar con el mundo
de nuevo
VIII
Toma tu camino
por la mano
y condúcelo
al puerto
de un viento de piedra
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