MARCOS DÍEZ MANRIQUE
(Santander, 1976). Periodista
Marcos Díez Manrique es licenciado en Periodismo y Publicidad y escribe poesía y relatos, habiendo realizado, así mismo, varios cortometrajes. Ha dirigido la colección de poesía Línea 2016 y publicado diferentes antologías como Palabra e Imagen (1999), Aliendos. Haikus para un mundo sostenible, Con tu piedra, Poemas para cruzar el desierto (2004), Tiempo de Poesía. La creación poética en Cantabria (1977-2004), Reclamos de luz ( 2006). Antología. XXV años de premios José Hierro, ( 2006) y los poemarios, "Quince pequeños apuntes sobre la longitud de la tristeza" (Premio José Hierro, Santander, 1998), "Puntos de apoyo" (Creática, colección Grúa de Piedra, 2011), "Aprendiendo a ser Clint Eastwood" (Humus, 1999) y Combustión, (Visor, 2014).
En el terreno de la narrativa, ha publicado el libro de cuentos "Desdoblados" (Valnera, 2012).Aprendiendo a ser Clint Eastwood (Humus. Santander, 1999)
Ha recibido diferentes premios como Premio de poesía José Hierro con la obra Quince pequeños apuntes sobre la longitud de la tristeza. 1998. Accésit del Premio de Relato José Hierro con la obra La tarde de los ceniceros. 1998.Accésit del Premio de Relato José Hierro con La huída. 2001. Premio de Relato Santoña la mar… con la obra La leyenda negra del faro del averno.2002. Premio de Relato José Hierro con la obra El sospechoso de Torcastle. 2004, etc
Así mismo, como cortometrajista obtuvo una mención especial al mejor guión y mejor película de ficción en el certamen Notodofilm Festival. 2010. Finalmente obtuvo el premio Cantabria Infinita en el Festival Internacional de Cortometrajes de Torrelavega. 2010. Actualmente es el director de la Fundación “Santander Creativa “ del Ayuntamiento de Santander.
Dices: "el plomo es pura espuma",
y parece que pudieras deshacer un nudo con los labios,
tornar el peso en aire y respirar en él.
"El plomo es pura espuma"
PLACEBO
Lo más sencillo es inventar
recetas para dormir tranquilo,
un poema,
por ejemplo,
denunciando el fin del mundo.
Y después irse de cañas y lamentar la guerra,
como si hubiésemos arriesgado algo más que saliva,
como si el pellejo que está en juego fuese el tuyo.
Placebu
Lo más cincillu es inventar
recetas pa durmir tranquilu,
un poema,
pinto´l casu,
denunciando la fin del mundu.
Y dimpués dise de cañas y lamentá-la guerra,
cumu si biéramos arresgáu daque más que cuspe,
cumu si la pelleja qu´está en juegu juera la tuya.
EL SOLDADO NO DECIDE
Seamos sinceros,
todos escondemos un animal dispuesto a enfurecerse,
en realidad sólo hace falta una trinchera,
miedo a perder algo o ganas de alcanzarlo,
todo depende del grado de desesperación.
Seamos sinceros,
es fácil hablar de paz desde la tranquilidad de la oficina,
a este lado del televisor no retumban las bombas,
lo difícil es hablar de paz en medio de un combate.
Lo digo yo, que nunca he estado en una guerra:
para matar sólo hace falta
tener un buen motivo y estar acorralado,
observen la naturaleza,
piénsenlo.
PREMONICIÓN
No te esfuerces,
por mucho que te empeñes
no llegarás a ver el fin del mundo,
no observarás la luz a punto de extinguirse
ni el momento último que antecede a la nada.
Te morirás,
mucho antes te morirás,
te morirás mucho antes de que ocurran cosas hermosas y terribles
que ni siquiera imaginamos,
antes de que la humanidad se exilie en naves espaciales,
antes de que el planeta pierda su color.
Te morirás,
mucho antes te morirás:
mírate en el espejo,
date cuenta del tiempo mastodóntico,
de nuestro tamaño de bacteria,
ayer fue hace sólo diez mil años,
te morirás,
mucho antes te morirás,
no importa lo que hagas:
por mucho que lo intentes
no llegarás a ver el fin del mundo.
"Combustión (Visor, 2014; XLVI Premio Internacional de Poesía Hermanos Argensola)".
DESVELOS
Te digo:
los sueños son la isla. Tú, su naufrago.
Te dicen:
mantenlos al vacío,
allí nada se pudre y nada duele.
Te digo:
que arriben los veleros a las playas,
que desembarquen ratas, predadores,
especies invasoras
que arruinen esa escena virginal.
Te dicen:
la vida daña todo lo que toca.
Te digo:
que sea lo real o que no sea.
PALEONTOLOGÍA
No recuerdas quién captó
tu rostro en ese instante,
tampoco cuándo o cómo te tomaron
esa fotografía que hoy contemplas.
Su fondo es neutro.
Neutros también los ojos que te miran.
Apenas reconocen al niño que hubo en ti,
niño casi extinguido,
como esos animales prehistóricos
que recomponen con delicadeza:
sin un rastro de carne
en el puzle de huesos.
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