jueves, 27 de agosto de 2015

NIDIA MARINA GONZÁLEZ VÁSQUEZ [16.921] Poeta de Costa Rica


NIDIA MARINA GONZÁLEZ VÁSQUEZ

(1964) Costarricense. Licenciada en Artes Plásticas con énfasis en pintura, profesora Asociada de la Universidad de Costa Rica, Sede de Occidente. Como artista plástica tiene a su haber 22 exposiciones colectivas y 8 exposiciones individuales. 

Ha sido parte de varios talleres literarios : Primer Taller Piloto del Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes, Taller de Chico Zúñiga, Asociación Rafael Estrada, Taller de los lunes, entre otros. Actualmente miembro del grupo Ceniza Huetar y de la Asociación Costarricense de Escritoras. Participante en encuentros nacionales e internacionales de escritores dentro y fuera del país, entre ellos el Encuentro de Artistas en Chiriquí, Panamá, 1993, Encuentro nacional de escritores 1996 (Taller de Chico Zúñiga y Asociación Rafael Estrada), Encuentro de mujeres poetas en el País de las nubes, Oaxaca, México 2008, VII Festival Internacional de Poesía-Costa Rica, 2008, Casa de Poesía, y VII Encuentro Internacional de escritores, Costa Rica, 2010.  En el 2003  recibe Mención honorífica en el primer concurso Lisímaco Chavarría, y Mención honorífica en el concurso “La porte des poètes”. Paris, Francia.

Su poesía ha sido publicada y citada en varias antologías, ensayos y revistas, entre ellas “Voces tatuadas”, crónica de la poesía costarricense 1970-2004, Jorge Boccanera, 2004, “Poesía del Encuentro” Antología del VII Encuentro Internacional de Escritores, Costa Rica 2010. Adriano Corrales. Editorial Meidaisla, Miami,  “Mujeres poetas en el País de las Nubes”, 2008 Emilio Fuego, compilador.  XVI Encuentro Internacional, Oaxaca, México, “Sostener la palabra”, Antología de poesía costarricense contemporánea, Adriano Corrales, compilador. Instituto Tecnológico de Costa Rica, Editorial Arboleda. 

Tiene publicado el poemario "Cuando nace el Grito" por el Instituto del Libro, Ministerio de Cultura Juventud y Deportes (1985) y por la editorial EUNED   “Brújula Extendida”, 2013, y “Objetos perdidos” en proceso de impresión. 




Frontera

De este lado
llueve del mismo color
la tierra  tiene la misma roca viva
la misma muerte 
De este lado 
idénticos huesos
Pocos signos distintos:
el dejo en las palabras
alguna que otra contraseña
De este lado
y de aquel otro
hambre
dolor 
y sangre
se manchan del mismo pigmento 
molido en la piel.



Autorretrato con la mano en el pecho

He perdido el pelo largo de mis 15
y el respeto a las sagradas escrituras. 

Consagro los equinoccios
la transparencia de las clepsidras
y todo lo que no está clasificado
en las listas oficiales del mal y el bien. 

Perdí las tijeras de mi cordón umbilical 
(Me hubiera  gustado reconocer 
su chasquido en el costurero de mis abuelas)

Como hija secreta de Lilit
confundí por un tiempo mi origen
y perdí el tiempo buscándome en una costilla
que a ningún hombre le faltaba.

Tengo una noticia desteñida sobre la furia de Lorena Bobbit
una declaración de renuncia a la ablación
y una apostasía sin registrar por falta de pago
a los tesoros administrativos del clero.

Cosas 
que no se pueden cargar de golpe en unos huesos
simplemente humanos. 

Un milagro de sobrevivencia
me permite atestiguar cómo se desarma este sistema.

Y busco entre objetos inútiles 
sin encontrar respuestas de sangre o tierra. 

Hago esta lista de cosas perdidas
para interpelar nuevas preguntas
y seguir el cauce de los ríos
el camino de los árboles que saben nacer
en lugares inesperados. 




Cosas de piel 

La piel es a veces un ser aparte
su desnudez contundente no se despacha
con simples trapos algodonados.
El sol igual la seduce y la desgasta
y ella se va persiguiendo noches. 
Asombra o aterra su máscara
-obsesión de anuncio comercial-
Es lo que es con sus pecas y depresiones.
Con el tiempo la piel 
se acerca al silencio
y se pierde en palabras usadas.
Desteñida y distinta
su envoltura de pronto 
refleja dibujos desconocidos
personajes
otros seres
que lejanamente se parecen al retrato en la repisa.  




”La jaula se ha vuelto pájaro
Qué haré con el miedo”    Alejandra Pizarnik

La ciencia registra el gen 
donde reside Dios
secuencia ordenada de nucleótidos
para  pies invisibles
unos cuantos electrodos  llevan a ese sitio
al que Buda llegaba después de horas a pie
El pájaro que somos
ya no tiene jaulas
o libros sagrados 
sino un nombre eléctrico
una luz orgánica
aunque nos seguimos perdiendo en la bruma
aunque nos devora la demencia
y el miedo es un ala enorme
con posible origen en otro gen.





Pájaro inconcluso

El poema es un especie imaginada
que nació de lo concreto
un dibujo de madera
a veces de viento
un Alebrije más bien pequeño
que se aguarece bajo la almohada
acecha detrás del minutero
Familia del pájaro cucú
anuncia la primavera y el invierno
cruza el desierto del Sahara
Su huevo en otros nidos
rompe el cascarón antes de tiempo
El poema es un animalito arqueológico
recolector de signos
busca huesos, trampas sin silencios
busca ternuras posibles
se asquea con las sobras 
que incuban las ciudades
a veces amorfo
a veces algo loco
sube a punta de alas donde Venus no alcanza la mirada
Salta como un niño
a ras de tierra
se brinca la barda
el muro
la frontera
Es un pájaro inconcluso
mudando  plumas
manchando de color
las esquinas del aire.




Brújula extendida

Me construyo a punta de mapas 
en papel de pan
a mano alzada
sin G.P.S.
brújula extendida
al octavo chacra. 
El planeta me queda a veces 
como pijama ajeno
y ambiguamente mío
por tanto incendio 
en las pupilas de la Pacha Mama
bajo el fuego
que nos deja de rodillas
los zapatos ajenos duelen
y no hay  distancias 
en los mapas
sino pájaros de niebla sostenida
lluvia para invocar todo lo que respire.





Virus

Que deje de perseguir arañas
y resbalar en cáscaras de vino
Que deje de morderme las uñas
que vuele con alas de papel crepé
que llore con el sol a la deriva
que vuele
aunque me duela la ventana
aunque las arañas
se hayan llevado las ganas
por las rendijas de mi costado
A mitad de esta semana de escalofríos
he leído todas las contraindicaciones
y la fiebre sigue llenándome de frío.




En defensa propia

Haberse quedado callada
levantar despacito el velo
llorar cuando nos toca el sol por vez primera
-es confuso dejar de escuchar el agua
y los latidos que nos tenían envueltos-
en defensa propia
chapear los caminos uno a uno
y aprenderse el abecedario
tatuarse los estereotipos
en el iris de los ojos
en defensa propia
levantarse aun aquellos días
cuando no sabemos dónde poner el cuerpo
resistir al desamor y la melancolía
para darse cuenta
lo inútil de gastar tanto desamparo 
en defensa propia. 






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3 comentarios:

  1. Preciosos poemas, de gran significación y emotividad, abrazos

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  2. Siempre he creido que cuando alguien hace poesía sobre la poesía, esta reflejando quién es como poeta, aun más que cuando hace un poema de si mismo.
    Me gusto en especial Pájaro inconcluso, y "el papel de pan" de Brújula escondida, me recordo cuando me mandaban a traer la piña de pan a la pulperia. XD

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