Carlos Velásquez
(Colombia, Bogotá, 1969). Poeta, traductor y académico. Se doctoró en University of ArizonaHa publicado dos libros de poemas Vesos del insilio (1999) & Es de tontos el regreso (2004). En la actualidad enseña en New Mexico Highlands University.
AUC
Será la sangre más fértil
Que la hierba en el desierto
Plagado de ruinas y de tumbas
Los crucifijos
Son pasto de ganados
Enajenados por el dolor
Que escapó como alarido
De las gargantas desgarradas
Por el inmundo hierro de los esbirros
Quién será la peste
Que nos libre
Del suplicio
De la blasfemia
De la mentira a gritos
Que proclama certidumbres
Tan alocadas
Como el fragor de los traidores
En la tumba de los caídos
Aun cuando
La vergüenza
Huye aterrada por los campos
Miles de extravíos
Se regodean
Pero las puertas de emergencia
Han sido clausuradas
Para evitar una estampida
¿Habrá más obscenidad
Que presenciar impávidos el acto
Del payaso sangriento
Que nos aterró en la infancia?
El grotesco de la muerte
Cínico se posa
A nuestra diestra
Y su carcajada
Hiela la sangre del más temerario
Oh corazón
Cómo he de evitar
Que la agonía yazca ridícula
En la feria estruendosa
De mi cobardía
Y las palabras
Como ruedas locas
Siquiera perturben
La insolencia
He de abandonar mi voz
O lo que me queda de vida
Y que se disloque aún más
El estupor
Y la metralla…
El horizonte
La mirada
Y yo en medio del infierno
CARLOS E. VELÁSQUEZ
por Marta de Arévalo
Carlos E. Velásquez Torres nació Bogotá, 1969.Realizó la carrera de Estudios Literarios en la Universidad Nacional de Colombia. Cuentista y poeta. Ha sido director de "Fénix", revista trimestral de cultura. Colaboró en el periódico "Carta Universitaria" Trabajos suyos han sido publicados en "Revista de Estudios Colombianos de The George Washington University."
En nuestra mira, su libro: "Versos del Insilio", 1999, proyecto editorial, Bogotá, Colombia. El libro consta de treinta y dos poemas distribuidos en tres partes tituladas: Versos del Insilio, Bestiario y Fabulario. En la primera parte: Versos del Insilio aparece por instantes sombrío, intelectual siempre. Doce poemas inspirados en lecturas literarias o históricas (Borges -ruinas circulares-, Caín, Tiresías, la Madre Tierra -dioses y hombres indígenas-, el novelista colombiano Tomás Carrasquilla y su "Marquesa de Yolombó…)
Poemas referenciales que buscan - y encuentran- similitudes con nuestro tiempo presente: " ahora en cada esquina / la ciudad ensordece a los clamores / uno a uno funden su desdén / en el tráfico pesado…"/ (Tiresías, p.31)Tal vez el poema más representativo de esta primera parte sea "Generación X" donde dice: "¿Qué te diferencia, tarde secular, / de las remotas cantigas de los Reyes?"
La segunda parte: "Bestiario", la más lírica y acendrada, está constituida por nueve poemas de gran originalidad donde el poeta-amante se metamorfosea idealmente en diversas bestias y otras personificaciones (Ballena, 60 (número), Manatí, Sabueso, Catador, QUIROMÁNTICA, Ojo del Hechicero, y Correo, extraño símbolo erótico en la figura del chasque indígena). Metamorfosis amatoria para saborear, tragar, mirar, oler, degustar con sibaritismo de catador, y atropellar salteando obstáculos. Y al fin, en los dos últimos poemas del ciclo, transformarse en quiromántico y hechicero y conjurar esotéricamente su deseo, su amor, su embelesamiento hacia su amada, para, como dice en versos: " Como el ojo del hechicero absorto canto / la ubicuidad eterna resolana de tu amor"
Y en la tercera parte, "Fabulario" los poemas se hacen concisos, mucho de ellos con aproximación al hai-kai, que expresivamente no envidiarían a poemas de creadores japoneses, como cuando leemos: "Noche serena / como todas puntual / amor de gatos." Y finaliza esta parte (y el poemario) con un poema ya no breve, donde pronostica un tiempo crítico para los poetas ( y para la poesía) " tejerán metáforas / con cañutillos coloquiales (…) idólatras del ruido quizás serán / mientras se derrumben ciudades / por la sangre de inocentes." Aunque nos deja una esperanza en los versos finales: "O tal vez no, / quizás ese día nunca llegue."
Merece atención el inteligente enfoque de la prologuista, Luz Mary Giraldo.
Veamos poemas de Carlos E. Velásquez:
TOMÁS VE VENIR LA TARDE
Las nubes en la montaña son de plomo,
la aurora del siglo no toca los sueños,
el carriel en que guarda el alma
tiene las costuras hechas de sones de la tierra.
El rumor de la brisa enreda la mirada señera,
La marquesa sonríe, y de Yolombó llegan
contradanzas y murgas
las hortensias serenas perfuman los tiestos
mientras las hornillas tuestan
la labor de los hombres.
El bordón del patriarca suave golpea la tierra
y al ir y venir de la mecedora
la tarde bebe del anís los aromas.
METAMORFÓSIS OPTOMÉTRIC
Cuando llegas
mis ojos se nutren
de esencia amatoria
y se convierten ansiosos
en una parte,
la más amada,
de mi aparato digestivo
saboreo tu área visual
y tu lado oscuro
te digiero y penetro
hasta el minúsculo y delicioso fondo
y asimilo
todo tu bello cuerpo
tu sustancia alimenta
mi latente creatividad
y planifico
la polifuncionalidad de tus formas
empantanadas de calor
redondo y suave.
te saboreo
y te amo cuando llegas
en esos días
sobre todo
en que la hambruna
es tan fuerte
que mis ojos han llorado
la inanición perpetua y fría
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