jueves, 1 de octubre de 2015

EDER HERNÁN SARAO [17.161]


Eder Hernán Sarao 

Eder Hernán Sarao nace en Villahermosa, Tabasco, MÉXICO, pero dejemos que sea el mismo quien se presente en su ficha curricular: “Nacido en tierra azteca, donde antes los mayas, donde antes los Olmecas y donde antes -tal vez- dinosaurios habitaron el lugar. 04:20 de la mañana del 20 de Noviembre de 1983. Mis lágrimas pasaron desapercibidas como en cualquier hospital donde abunda el dolor de la muerte y la enfermedad, aunque, la felicidad de la nueva luz transfigura el contenido del llanto. Actualmente estudio el último año de la licenciatura en Sociología; disciplina dentro de las Ciencias Sociales que al combinarse con la literatura hace de cada hombre y mujer un kamikaze del cambio social”.



INVITACIÓN A LA NADA

Difiero de la luz y la razón al estilo posmoderno,
pero tampoco les creo
a los excéntricos; 
mucho menos a los faranduleros.

No ejercen sobre mí, influencia alguna,
las desbandadas de fieles tras las faldas
del que ponen de cabeza.
Nivel cero de atención, a los que llaman a la puerta 
con intenciones subversivas: 
¿como confiar en una torre convertida en papel reciclable?

Los rockeros estaban por convencerme:
agitaba la cabeza, caminaba por allí con el ceño fruncido
vomitaba con gusto después de la ingesta cervecera
hasta que tiré algunas hilachas de hígado
y me suspendieron la beca de niño bueno.

Eslóganes más comerciales menos
prefiero mantenerme sobrio.
Ahora watcho programas culturales
escucho al Mozart y al Ludwig Van
me olvidé de los porros y las grupies
de los buffers y las liras.

No vaya a ser la de malas y me quede sin oficio ni oficina.
No vaya a ser la de malas y me quede sin esposa y sin carrera.
(¡No vaya usted A-SER!)





SABIDURÍA TIERNA

Los niños juegan y dicen, 
se ríen y burlan, 
nunca recuerdan. 
Los niños pasan el dedo por el pastel.

Cuando dicen:
-si tú lo haces… ¿yo por qué no?
No imitan, 
en realidad sólo abandonan su lado blanco 
para acreditarse en el club 
de los nuevos inquilinos de la gran curiosidad compartida.






SIN PROBLEMAS DE HORARIO 

No hay reloj que lo detenga,
no hay cifra que siga su ritmo,
ni siquiera pueden hacerlo pasar
como desgracia o signo de vida.
Todo ceso tiene un retro o un pro:
provengo de los sitios
que se descubren
después de la era para los fueron moldeados;
de los cuerpos empolvados
por la efervescencia de las espadas,
de la demolición insistente
que desapareció los rastros del dolor ajeno:
construir el porvenir no es como sembrar un árbol:
un hoyo no edifica un vacío cuando se trata de ocultar raíces deudoras.
El para siempre ofrece tranquilidad a los inquilinos
pero la fuga del agua
crea un estado de ansiedad
que no se detendrá a menos que sincronicen sus
tic-tács. 






PREMIER

Llego a la butaca 
me siento en primera fila 
de la primera función:
parecería matinée si no te conociera.

Las noches las confundes con el primer farol
que te topas
después de salir del after.
Tú no dices algo que no quieras,
pero sí besas a todo el que te halaga.

Por lo primero no tengo reproches,
por lo segundo no existe reclamo
ya que haces lo que te viene en gana 
sin el menor prejuicio.

Menos mal que siempre te agarro 
a primeras horas
y me hago la ilusión 
de que soy el que inaugura tus días.






El poema después del salto.

Tengo un perro que ladra
cuando se le antoja
y muerde
cuando siente agredido
un garage con portón eléctrico
y a un costado -en mi jardín-
una docena de bonsáis que adorna el portal
(el estilo minimalista
hormiguiza elefantes)

Por eso de las cosas
chic
he bautizado a mi gato
con el nombre de Pánfilo
pero no Pánfilo cualquiera
un Pánfilo encamisado
y zapatitos de goma

El hermanito de mi novio
contempla risueño
la imitación del ligeramente de Iordanoff
que adorna el pasillo
-esas manchas se parecen tanto
a las que hice hoy en mi clase de educación artística
cuando derramé la pintura en el suelo

Las nimiedades siempre pasan desapercibidas
para los visitantes que frecuentan esta casa
por eso he decidido
que cuando pasemos a la sala
-para amenizar la charla-
té en mano
actitud fresca
mis contertulios dejen reposar
sus pertenencias fisonómicas
en onduladas y divertidas sillas
estilo Bauhaus

Para no desentonar con la plasticidad
en mi cuarto albergo una pantalla plasma de 50″
que desde mi cama estilo zen
-a ras de suelo-
disfruto de las excentricidades
de Graham Norton y Paty Chapoy

En mi Mercedes
cuando salgo de shopping
me doblegan el corazón
los niños desamparados
que hacen malabares en los cruceros

yo les regalo unos cuantos pesos
-lo suficiente-
para que Dios esté contento conmigo

Mi perro sigue ladrando
come pedigree cuatro veces al día
mi novio y mis amigos me siguen queriendo
y así
derrochando felicidad
soy un hombre moderno.












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