Sesi García
(San Sebastián de los Reyes, Madrid 1992) Graduado en Estudios Hispánicos por la Universidad Autónoma de Madrid. Desde 2011 ha participado y organizado numerosos recitales en Madrid y otras localidades; asimismo es uno de los impulsores del proyecto de difusión poética De verso en pueblo. Fue finalista del XIV certamen de poesía Centro Cultural Blas de Otero y del XIII certamen de poesía de la UAM, ha publicado poemas en los libros Antología poética Bukowsky Club (Madrid, Canalla Ediciones, 2011). En legítima defensa. Poetas en tiempos de crisis (Madrid, Bartleby Editores, 2014) "Ya nada ahora" y otros cuentos, "Mi vida es como splif" y otros poemas (Madrid, UAM Ediciones, 2014). En 2012 publicó su primer poemario Tabaco de liar (Madrid, Canalla Ediciones), Otro perfume de hablar ha sido publicado por Eirene Editorial, Madrid, 2014.
El que duerme, y sueña
¡Si amanece, nos vamos! ¡Si amanece, nos vamos!
Antonio Buero Vallejo,
El sueño de la razón
Esta no es la primera vez que duermo
sin almohada. Creo que en siete
ocasiones más vino el sueño, y sobre
el brazo me quedé muy, muy dormido,
sin contar, eso sí, las muchas veces
en que dormir durante la lectura
de los apuntes era un placer bello.
Descansaba y, atento a la negrura,
veía todo lleno de suspensos
y también cómo me acostaba en altos
rascacielos con jóvenes actrices
pelirrojas del otro lado del
mar. Qué contento se ponía uno dentro
de esos quince minutos en un mundo
tan inverosímil que parecía
cierto. Pero mi pobre barco siempre
se despeñaba por la gran cascada
que es el abismo, dejando atrás varias
especies de dragones y sirenas,
muchas sirenas. Así despertaba
y volvía a tener delante el tema
que tocaba estudiar y mi letra, tan mala,
aunque, para mi asombro, siempre, cuando
me llevaba la mano al cuello, hallaba
un delicado resto de carmín
justo en el recodo donde la carne excita.
Mediocre a veces
Mediocre a veces, llena de cervezas,
envidias, galería de todo
aquello que rechazo; aunque a veces
me encantas, a veces es mi Alcobendas
más capital que tu vida de techos
y bigotes, que los adjetivos
que te describen en los libros. Siempre
vas a tener un lugar en mis cosas,
aunque a veces me falles. Si me pongo
a pensar en los momentos en los
que te veo oscura y más extranjera
que amiga o mi ciudad, hay algo tuyo
que modifico con las manos, algo
que no tiene mi muy querida
periferia y que me completa
el sueño que quedarme aquí para siempre:
hablo de esa luz que vuelve de tonos
más claros el pelo de ella, esas vidas
que cuándo llevaré a los escenarios,
esas figuras más perdidas
que encontradas o esa facultad
de la que tanto me quejo y tanto
necesito. No te entiendo, mapa
madrileño, no me acabas de llenar
de casa, pero sé que cuando
lo necesite no te vas a mover
para que así pueda llenar
todas tus aceras con mis lágrimas.
El emigrante
Lejos de casa existen ciudades
europeas que no tienen acceso al mar.
Ciudades donde el frío -recuerdo
las ciudades que había dentro de Bruselas
y Frankfurt- atraviesa los cristales,
los recuerdos, la situación diaria.
Aun así existen ciudades únicas
dentro de las casas, los abrigos,
la gente, la compañía, los vasos.
Ciudades únicas que desprenden
calor, porque algo bueno tiene
que tener eso de ser feliz.
El misterio. El fiel secreto tuyo
Por todas partes te busco
sin encontrarte jamás,
y en todas partes te encuentro
sólo por irte a buscar.
Antonio Machado
Si hasta aquí hemos llegado, si me has dicho
tantas veces que todo lo haces porque
es el amor aquello bien tatuado
en el ritmo de pies, caricias, noches...
es mi palabra contra tu verbo ancho
la sombra inquieta que me ha separado
de tu cariño siempre que es la luz.
Solo son tus dos muslos, tus tres llagas
en las uñas, tu vientre el lugar donde
se desprende el misterio de las cosas
sencillas. El misterio. El fiel secreto
tuyo que hoy percibo en el olor
de su coño, en su piel llena de vello
leve, en el mapa blanco que a partir
de vergüenza y vida recreaste
en un cuerpo, rompiendo estrechamente
los siglos de los siglos.
Mucho ser
yo desde hace tantísimos momentos
y nunca imaginé que tú pensaste
toda esta anatomía del camino
mucho antes de ser yo mis mismos ojos.
Modo
Me pongo las gafas de vivir.
Víctor Sierra
La vida no es preciosa (esto es así),
a la vida tenemos que hacerla nosotros
preciosa. Con saber esto podemos
caminar de manera tranquila, saltar
obstáculos, meternos de lleno en el mar.
Ya no será mi boca quien le cante a un punto
final, pues solo hallamos a este fantasma
en la muerte. La vida es un paréntesis
lleno de puntos suspensivos, y esto
tiene que ser la marca de agua
en los días que vienen como viene el sol.
No podrá perturbar esta evidencia
el sitio más indescriptible de nuestra fe.
De noche y de día
(una antología familiar)
Coge el coche, recoge el coche de la calle
a las ocho y cuarenta y cinco minutos
de la mañana, con una noche por
detrás de no haber dormido nada,
para llevar algunas maletas y a tu padre
hacia el aeropuerto para volver a ver,
después de más de treinta años, la tierra
a la que se mudó mi abuelo para
criarle.
—Papá, mañana ya nos vemos
en Frankfurt.
Y después piensa por qué
diablos escribo, por qué dioses escribo.
Piensa, Sergio, que Blanca no desea
que creas en Dios, piensa en fumarte
otro pitillo mientras conduces
a las nueve y cuarenta y cinco minutos
de la mañana.
Piensa, luego, en Rober
con sus cosas, en Chapa con sus cosas,
en mamá con sus cosas y piensa
qué trabajo estarán haciendo mientras
tú conduces cansado y con triples ladrillos
en el cuerpo de vuelta a tu piso, expectante.
Límite generacional
No es el mío, este tiempo
Jaime Gil de Biedma
Mi noche que es de Dios, mi voz que es
diaria. Esta ventana, este andamio
y el mundo. La mañana ya cansada
se come los pellejos de sus dedos,
y luego escupe en tierra de nadie la carne transpa
rente, la carne transparente. Y otra
vez la noche cansada, urbana, horror
de los hombres cansados y la noche,
cansada. Otra parodia y este drama.
Este drama, mujer. Este drama.
Porque se lee menos, mujer, porque somos,
dicen que somos una generación
perdida. Perdidos, en efecto, por la
vida.
Tabaco de liar
Género: Poesía
Autor: Sesi García
Año de publicación: 2012
ISBN: 9788493968564
Idioma: Castellano
Páginas: 117
"Sesi García ha volcado en él lo vivido, lo observado, los sueños que le viven, la memoria. Se ha mirado por dentro y ha salido su mundo propio, un mundo en el que nos canta, siempre acompañado de un humeante cigarrillo en la mano izquierda, lo que ve, lo que siente, lo que intuye, del modo más sincero ha construido esta realidad poética en relación a su necesidad".
-Manuel López Azorín-
SESI GARCÍA: OTRO PERFUME DE HABLAR
El libro Otro perfume de hablar me parece el fruto de unos años, los dos o tres últimos de su joven vida, un fruto que ofrece la pulpa de una voz propia, de una vivencia, experimentación, observación, interiorización propia que traslada, a través del sujeto poético, a tres conjuntos de poemas que establecen, me parece a mí, un dialogo interno con el propio sujeto en primer lugar al tiempo que un monólogo cara al público (lectores en este caso)
Tres grupos de poemas con un lenguaje cotidiano que sin embargo (y especialmente en el segundo grupo de poemas) aunque familiar en el hablar algo nos dice que el procedimiento, la sintaxis, la medida (todo el edificio del poemario se basamenta en la métrica, en la norma, aunque de tal manera que parece que solo existiera el ritmo, la cadencia), el encabalgamiento de los versos es el producto de un trabajo, un estudio premeditado de una herencia que nunca debe despreciarse, la de nuestros predecesores en poesía, y con un lenguaje que siendo el familiar, el de siempre, al estar dispuesto de otro modo parece otro lenguaje.
Y esto, lo digo muchas veces, me recuerda a Claudio Rodríguez cuando me decía que en poesía, que es lenguaje antes que nada, no importa la temática, ya se han empleado todas, sino la forma de expresarse, de tal modo que digas lo que digas parezca que se escucha como si fuera nuevo y eso es lo que consigue Sesi García con este libro: otra manera de decir, otro perfume de hablar.
Lo dicho anteriormente: una joven vida, un fruto que ofrece la pulpa de una voz propia, de una vivencia, experimentación, observación, interiorización propia y entonces sucede que se convierte en Otro perfume de hablar, otra manera de decir, otra forma de mirar, de ver, de sentir, de expresar, con un lenguaje familiar y cotidiano sí, pero alejado ya de la realidad y convertido en esa otra realidad que es la realidad poética.
En el prólogo nos dice, con mucho acierto, el poeta Diego Medina Poveda: De las trasparencias de otras voces ha nacido la voz propia de un poeta, tan joven como un tempranillo que en la boca a reserva sabe.
La voz propia de un jovencísimo poeta, la voz, el sabor de un vino joven que sabe a reserva y de seguir así se convertirá en un crianza y quién sabe que más con el tiempo.
En definitiva una familiar manera de hablar que convierte la realidad en realidad poética, ya nos hable de su experiencia personal en temática amorosa, familiar, cívica o cualquiera que sea la elegida.
Manuel López Azorín
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