Gabriela Podestá Sánchez
(Arequipa, Perú 1991).
Promesa de las nuevas letras peruanas. A temprana edad (16 años) alcanza el título de Poeta Precoz de Arequipa, felicitada y reconocida por la crítica regional y nacional. Su sorprendente genialidad decanta en la temática social, poética y mística de la realidad regional, nacional y global. Su obra se encuentra dentro de los estudios de la cátedra de Literatura Regional (UNSA). Se ubica dentro de estudios históricos de la década del 2000.
Obra Poética.
Convivencias y Dientes Rotos (2007). Poesía y Urbe (parir entre ácida lluvia) (2008). Sillar y otras Banderas (2010). Sed como males sociales (2011a). Espejos & Maniquíes (2011b). Dios Ingresó a mi hogar (2012a) [Co-autora]. Muro (2012a). Memoria de Cascajo (2012b). Avenida Urbana (2012c). La Guerra del Verso (2013). Prosa Cortada-Ambedue”, 2013.
NOTICIAS
Centro Histórico
Eso sí, tú eres esa loca
que a las cuatro de la madrugada trae la hora
punta
(recreo de infantes)
Una que otra manía sorprendía de ti
camino, punto, apuro
(una estructura de X en tu cuerpo)
Es un gusto ver cómo pierdes la conciencia
y me dejas volar entre tus manos
Tu cerebro era una cocina de resbalosas cáscaras
de plátanos
pecosos, sólo mías
En eso llegaron: tu madurez, tus ganas de vivir
la vida, tu responsabilidad
¿cuánto tiempo nos quedaba?
¿dos milésimas?
entonces te forrabas de ideas, jaulas
para encerrarte entre duchas hasta evaporarte
era la cita
…ahora, un bostezo y a dormir.
VERSO
Podría guardar en mí cada pieza
podría poner cajas en mis zapatos
podría contener el aire sobre los lápices
y luego ahogarme en ellos
como muñeca o punto
pero el cine del dolor
hincha mis venas de serpientes
que suben y bajan
y otra vez la vanguardia me calza
luego un útero
la voz como gato
y me pican las uñas en los tejados insolentes
así llegan los zumbidos
el aleteo de los partos y la guerra sobre el
blanco.
[Fragmento]
Hoy, desperté cuadrúpedo y arrugado. Todo me
hace pensar que soy reptil.
Desaparecer, desaparecer…; nada he soñado
contigo, aunque me has susurrado Champion.
Poco lo soy. Me doy cuenta que soy un marica. Sí,
mariquita.
Traigo un listón en los testículos de impotencia.
Pero es metáfora. Entonces me obsesiono más.
Cojo vuelo.
La hermana que tengo en el hemisferio izquierdo
viene abucheada. Ya le expliqué que el mun- do es para bestias salvajes. Pero, ella necia, ha
traído un monstruo consigo. Ahora este último,
también, habita acá.
La Guerra del Verso
Gabriela Podestá Sanchez
2013
Editorial Ambedue (Arequipa)
La Guerra del Verso es el último poemario de Gabriela Podestá, cuya prolífica carrera está sorprendentemente llena de títulos en pocos años, recordemos que Gabriela comenzó a publicar cuando solo tenía dieciséis y que desde ese entonces lo ha hecho con algunos aciertos.
La Guerra del Verso aborda el uso de la poesía como un frente de batalla de cara a una sociedad poco humanizada, o pseudo- humanizada. Además es una larga oda al valor y la fuerza de la poesía ya sea como un arma contra el mundo o una herramienta de catarsis por la cual los dolores se derriten para convertirse en fuerza.
Ahora bien, si consideramos los riesgos formales que la autora ha tomado desde sus inicios ( Muro, su poemario de 2012, fue un análisis del espíritu joven alienado en las páginas de facebook) este volumen no escapa de esa postura, aunque lamentablemente solo con algunos contados brillos. Creo que a pesar de tener una autora con una fuerza de voz potente, que generalmente (no en todos los casos) logra armar imágenes igual de fuertes, que por cierto se adhieren más a una retórica neo-surrealista de lección rimbaudariana “contra el mundo” que a la retórica de contar cosas, esta se deshace durante el manejo de grandes estructuras. Haciendo una breve analogía con la música, Podestá es más una poeta de “singles” que de “álbumes”. Puede el lector tomar un poema del conjunto , de los logrados que son alrededor de 14 de los 27 poemas enumerados y sin título, (uno solo) leerlo y encontrarlo redondo.
De prontos entre las aldeas
Vale buscarte entre mitos
A hurtadillas
Sorteando inquietudes
Tratando de soldar el mundo
Que quisiera que vivieras
Poemas pequeños como haikus en un estilo contundente y en algunos casos irónicos. Cuando Podestá conjuga estos elementos logra los mejores momentos del poemario, aunque como ya lo he mencionado, es más placentera la lectura de los poemas por separado, a diferencia de la lectura del poemario de corrido que resulta por momentos monótona y muy previsible.
La Guerra del Verso, a pesar de tener aciertos formales y una voz fuerte que indague en los límites del mundo de los Otros y el mundo que abre el verso, no acaba nunca por cuajar. El lector no siente una explosión a pesar de estar aparentemente frente a un cubículo de dinamita. Lo cual es raro y explico por una falla en la estructuración general del poemario. De ningún modo pienso que Podestá sea una poeta descartable y prueba de eso son los versos del poema 22
Decido seguir más allá de las orillas
Del invierno que los dioses
De la ciencia que traga y concede
Me arranco del presente
Y de las grandes explosiones
Esta yuxtaposición de imágenes logra una densidad y una retórica alejada del cánon con singular brillo. A diferencia de poemas de puro ingenio que pululan entre las partes destacables del poemario
Hoy después
De la bruma
No sonreíste
En este caso el sentido del poema es más plano y las imágenes son totalmente flojas y poco efectivas.
Gabriela Podestá es sin duda poseedora de una voz potente y una capacidad en crecimiento, cuando las luces se encienden frente al papel donde escribe salen chispazos de una futura poeta que nos sorprendería. Pero cuando no; patina. Y se rompen piernas al caer. Creo que las estructuras que maneja o propone a la hora de escribir deberían ser revisadas con mayor lentitud y autocrítica. Para este momento, y especialmente para los años venideros, la promesa de la poesía joven, como los editores la presentan, no debe conformarse con poemarios cumplidores, y debe dar el gran salto dándonos un poemario logrado totalmente, no solo a medias. Al menos sus movimientos estéticos no se concentran en el armazón de la lección inglesa que traga la movida limeña, sin embargo, de seguir dándonos poemarios como el presente la gran promesa de la poesía arquipeña podría empañarse para siempre en una inesperada decepción.
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