Poesía anónima africana
Selección, traducción y notas de
Rogelio Martínez Furé
De la poesía yorubá (2)
6. ORÍKÌ DE ÒSHUN
La llamamos y responde con sabiduría.
Puede curar aquellos con quienes ha fallado
el doctor.
Cura al enfermo con agua fría.
Cuando cura al niño, no le cobra al padre.
Podemos permanecer en el mundo sin miedo.
¡Ìyálóde 24 que curas a los niños,
ayúdame a tener un hijo!
Sus medicinas son gratis,
alimenta a los niños con miel.
Ella es rica y sus palabras son dulces.
¡Extenso bosque lleno de alimentos!
Deja que un hijo abrace mi cuerpo.
Es suave el roce de una mano de niño.
Dueña del bronce.
Dueña de las plumas de cotorra.
Dueña del dinero.
Madre mía, eres hermosa, muy hermosa.
Tus ojos brillan como el bronce.
Tu piel es suave y tersa,
eres negra como el terciopelo.
Todos te saludan cuando desciendes a la tierra
¡todos cantan tus alabanzas!
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24 Íyálóde: Título de una mujer jefe entre los yorubá. Òshun, la diosa de
la belleza, la coquetería, la maternidad y las aguas dulces y Yemayá
comparten el mismo sitial.
7. ORÍKÌ DEL ALÃFIN DE ÓYÓ
Hijo de la muerte,
Padre de todas las madres,
rey de todos los reyes.
Llevas la negrura del bosque
como una vestidura real.
Llevas la sangre de tus enemigos
como una brillante corona.
Sé misericordioso conmigo,
como la ceiba es misericordiosa con la selva,
como el águila es misericordiosa con los pájaros.
El pueblo descansa en la palma de tu mano,
ligero y frágil.
No lo destruyas:
nuestro destino descansa en tu mano;
empúñalo cuidadosamente
como tu cetro de cuentas.
Los enemigos que desean destruirte,
se destruirán ellos mismos.
Cuando quieran asar maíz
Le prenderán fuego a sus techos.
Cuando quieran vender agua
habrá sequía.
El tamiz siempre será dueño de la paja.
El lirio de agua siempre flotará en el lago.
Hijo de la muerte,
los pelos de tu pecho son tan numerosos
como las palabras de una mujer conversadora
Agarras las cabezas de tus enemigos
y hundes sus rostros en agua hirviente.
Tú cierras la puerta frente a sus narices
y guardas la llave en tu bolsillo.
Hijo de la muerte,
padre de todas las madres,
rey de todos los reyes.
8. ORÍKÌ DEL TIMI DE EDE
Tú que estás destinado a permanecer
en este pueblo.
Tú que embelleces el trono.
El hijo del gobernante poderoso
que compró un esclavo
por cada hijo nacido.
El hijo del rey que poseyó elefantes.
Tú eres hijo de tres reyes.
Óyó pertenece a tu madre.
Ede pertenece a tu padre.
Y Owu perteneció a tu madre.
Akanji, cúbreme con terciopelo nuevo.
Tú que eres hermoso como la rafia tierna
sobre la palmera.
9. ORÍKÌ DEL OGOGA DE IKERRE
Aunque es pequeña la aguja,
la gallina no puede tragársela.
El sapo salta contento en presencia del cocinero.25
Doscientas agujas no igualan una azada,
doscientas estrellas no hacen una luna.
El pelo blanco de un albino no puede ser teñido,26
un buen jinete no será lanzado de su caballo.
Si una mujer ha usado el pelo blanco de un albino
y aún no ha concebido,
¡no hay esperanzas para ella!27
El cazador cree que el mono no es sabio;
el mono es sabio, pero tiene su propia lógica.28
No es la serpiente la que tiene miedo,
sino quien la pisa.
El sapo camina con orgullo en presencia de la serpiente.
Hasta el caballo del rey tuvo ancas gruesas.
Un hombre puede ser molestado,
Dios no puede ser molestado.
La bendición de Dios no puede ser forzada.
El lagarto no puede pretender ser una boa.
Nadie puede ser rey mientras su padre viva.29
Brille la luna o esté muy oscuro,
el hombre poderoso será reconocido
cuando se le encuentre.
Él es el marido de la esposa negra
y de la esposa amarilla,
él es el marido de la esposa gruesa
que vende tabaco en el mercado.
Las hormigas blancas miran a la piedra
sin esperanza.
No debes luchar, no debes pelear,
si quieres ser padre de muchos hijos.
Él saca el aceite de palma rojo
del cuello de los hombres.30
El pájaro òkín sólo tiene una pluma blanca.31
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25 El sapo (òpoló) es considerado un animal venenoso entre los yorubá.
26 Es tan imposible deponer al Ogoga (rey de Ikerre) como teñir el
cabello de un albino.
27 El pelo de un albino se considera un medicamento poderoso en la
tradición yorubá. La implicación aquí es: si el rey no puede ayudar,
nadie podrá hacerlo.
28 Es poco inteligente subestimar al rey, porque nadie conoce los
motivos que han guiado sus actos.
29 Existe esta ley entre los yorubá, porque si el padre del rey viviera,
habría alguien que pudiera gobernarlo a él.
30 “Aceite de palma”: Metáfora empleada en lugar de sangre.
31 El pájaro òkín es el símbolo de la realeza por tener una larga y única
pluma blanca en su cola.
Odù de Ifá,
la poesía del oráculo yorubá
10. ODÙ DE IFÁ
Bendigo a dos, no a uno.
Esto fue profetizado al lirio de mar
que se alarga hasta el fango, origen de la creación
¡El momento de la creación ha llegado!32
*
Las mentiras viajan por veinte años
y jamás arriban.
Un mentiroso salió de viaje por seis meses
y jamás regresó.
Pero la verdad dice que es mejor
revelar la verdad y morir.
*
El cielo es inmenso, pero en él no crece yerba.
Esto fue lo que el oráculo
dijo a Obàtálá,
a quien el gran Dios
entregó las riendas del mundo.
Dios del Igbo, yo extiendo mis manos.
¡Dadme las riendas del mundo!33
*
Los musulmanes siguen mintiendo.
Ellos dicen:
hacemos vigilia por Dios cada año.
Un día Èshù fue hasta ellos y dijo:
¿Por qué hacen vigilia por Dios?
¿Creen que Dios está muerto?
¿Creen que está enfermo?
¿O quizás triste?
Odumare nunca se enferma
y nunca puede estar triste.
Nunca oiremos de su muerte,
a menos que los mentirosos mientan.
*
El río corre, el río se va.
Pone su cuello bajo una raíz
y la arranca.
Esto fue lo que el oráculo
dijo a mil iniciados,
quienes pensaron que las nueces de Ifá
no eran más que almendras de palma.
Los mil iniciados que consideraron
las nueces de Ifá cual simples almendras,
¡seguirán, sin embargo, a Ifá! 34
*
Los jóvenes nunca oyen la muerte del paño,
—el paño se convierte en jirones.
Los viejos nunca oyen la muerte del paño,
—el paño se convierte en jirones.
Los jóvenes nunca oyen la muerte de Olódùmarè,
—el paño se convierte en jirones.
Los viejos nunca oyen la muerte de Olódùmarè,
—el paño se convierte en jirones. 35
*
Orifusi, el padre de Elu,
deseaba vencer a la Muerte
para que no pudiera matarlo,
ni a sus esposas e hijos.
Deseó el consejo de Ifá,
y ellos le dijeron:
—si no quieres que la Muerte te mate,
debes ofrendar,
aunque si no agregas buen comportamiento
tu sacrificio será en vano.
Lleva las aves a tu casa y libéralas,
no mates nada a partir de hoy.
Alguien que no quiere que la Muerte lo mate,
que no mate tampoco.
*
¡Qué mañana, cuando el aire no está lleno con el ruido
del machaqueo del ñame!
¡Qué noche, cuando escucho en vano para oírles cernir la
harina!
Cuando las freideras no rebullen con el fricasé
de conejos y aves.
¡Qué perspectiva, cuando el experto se retira bajo la sombra
del hambre!...36
*
Oloirekoire Olorunkorun aplicó el oráculo
a ciento sesenta y cinco palmeras.
Les pidió que ofrendaran para que
sus hijos no fueran robados.
Pero ellas rehusaron sacrificar.
Entonces vinieron los pájaros
y se comieron sus frutos y los dispersaron.
Entonces vinieron las ratas
y se comieron sus frutos y los dispersaron.
Si este odù le aparece a alguien,
muchos de sus hijos morirán.
*
Cuervo y lechuza son los nombres
de Òrúnmilà.37
Protector de la ciudad es el nombre de Èshù.
El dinero se sienta sobre la cabeza.
Las deudas cuelgan de nuestros cuellos.
La desnudez adicta a nuestros traseros
es lo tercero.
Hoy, madre querida, el oráculo nos es favorable.
Déjame tener dinero para sacrificarle a mi cabeza.
Déjame tener dinero para librar de deudas mi cuello.
Déjame tener dinero para cubrir mi desnudez.
*
No hay mujer preñada
que no pueda parir a un padre de los secretos.
No hay mujer
que no pueda parir a Òrúnmilà mismo.
Si un padre se ha olvidado de un hijo,
por mucho que sea el tiempo que le lleve,
el hijo puede todavía implorar al padre.
Si una madre parió un niño,
puede todavía volver a nacer de su hijo.38
Esto es lo que el oráculo dijo a Òrúnmilà,
quien respondió:
—Traeré el cielo a la tierra
y la tierra al cielo.
Le dijeron que sacrificara
dos ovejas, dos chivos y dos aves.
Macho y hembra de cada uno.
Él comprendió y sacrificó.
*
La sabiduría es la belleza más refinada
de una persona.
El dinero no te evita volverte ciego.
El dinero no te evita volverte loco.
El dinero no te evita volverte cojo.
Se te puede enfermar cualquier parte del cuerpo.
Conque es mejor para ti ir y pensar de nuevo
y seleccionar la sabiduría y luego
venir y sacrificar,
para que puedas dar descanso a tu cuerpo,
dentro y fuera.
Ellos preguntaron, ¿qué era el sacrificio?
El sacrificio... un ratón, un pescado, doscientos panes
de frijoles y cinco monedas.
Rehusaron ofrendar.
Se burlaron del padre de los secretos.39
Rieron y se burlaron de él.
Pero la enfermedad llegó hasta ellos.
Sus cuerpos se debilitaron y su tristeza fue grande.
Estaban moribundos, pero se sentían avergonzados
de ir al oráculo.
Al fin fueron implorantes al padre de los secretos
¡desde ese día el oráculo fue respetado!40
*
El Señor del Bosque y el Señor de la Sabana
deseaban seducir a Amada, la esposa del Fuego.
Se les dijo que ofrendaran retama,
una gallina y hojas de Ifá.
Pero el Señor de la Sabana rehusó.
Y dijo:
“¿Por qué debo yo, Señor de la Sabana, sacrificar
sólo por seducir a una mujer?
¿No tengo acaso un ejército de ñames venenosos
y arbustos de espinas
listos para protegerme?”
Pero el Señor del Bosque sacrificó.
Llegó el día en que Amada, la esposa del Fuego,
se marchó a la casa de Sabana.
El Fuego corría abrasador
hasta el Señor de la Sabana y gritaba:
¡Amada, Amada, Amada!
Quemó los ñames venenosos
y los arbustos de espinas.
Toda la Sabana fue arrasada.
Pero cuando el Fuego se volvió hacia el Bosque,
ellos regaron hojas de Ifá sobre él,
y murió.
*
Ogbe estaba cazando en el monte.
Le dijeron que ofrendara, o sufriría allí
Una desgracia.
Cuando estaba cazando de nuevo,
la lluvia empezó a golpearlo con fuerza.
Corrió a refugiarse dentro de un gran hueco.
¿Era el hueco de un árbol?
¿Era el hueco de una hormiga?
No, era el ano de un elefante.
El elefante cerró su ano. Ogbe suplicó,
pero no pudo escapar.
Sus parientes lo buscaron en vano.
Entonces llevaron la ofrenda.
La misma ofrenda que Ogbe había rehusado hacer.
Y el elefante lo dejó salir con su excreta.
*
Nadie desprecia al fuego
y lo envuelve en un paño.
Nadie desprecia a la serpiente
y se la ata alrededor del talle
como un cinto.
Nadie desprecia al rey
y le pega en la cabeza.
¡Hoy el pueblo deberá honrarme! 41
*
Este es el oráculo de un cazador
que fue de cacería al bosque de Onikorogbo.
Le dijeron que ofrendara,
para que no se encontrara con la Muerte.
Que ofrendara huevos,
todos los huevos de su casa.
Pero rehusó hacerlo.
Entró en la selva,
y no halló animales que matar.
Después que había deambulado largo tiempo
se encontró con la Muerte.
Por un tiempo estuvieron cazando juntos.
Al fin hallaron dos huevos.
La Muerte le dijo al cazador:
“Puedes llevártelos a casa.”
Él propuso dividirlos,
pero la Muerte rehusó.
El cazador regresó a su casa solitario.
Poco tiempo después llegó la hambruna.
Coció los huevos
y se los comió con sus hijos.
Entonces la Muerte llegó y dijo:
“He venido por mi parte,
hay hambruna en el cielo,
y no tenemos nada de comer.”
El cazador exclamó: “¡Ay de mí,
ya nos comimos los huevos!”
Entonces la Muerte mató al cazador y a sus hijos.42
*
Iwori Wotura.
Todo aquel que encuentra la belleza y no la mira
Pronto será pobre.
Las plumas rojas son el orgullo del loro.
Las hojas nuevas son el orgullo de la palmera.
Iwori Wotura.
Las flores blancas son el orgullo de las hojas.
La galería bien barrida es el orgullo del patrón.
Iwori Wotura
El árbol erecto es el orgullo del bosque.
El ciervo veloz es el orgullo del monte.
Iwori Wotura.
El arcoíris es el orgullo del cielo.
La mujer hermosa es el orgullo del marido.
Iwori Wotura.
Los hijos son el orgullo de la madre.
La luna y las estrellas son el orgullo del sol.
Iwori Wotura.
Ifá dice:
La belleza y todo género de dicha se aproximan.43
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32 Si este odù le sale a una mujer, pronto concebirá un hijo.
33El que pregunta deberá adorar a Obàtálá.
34 El que pregunta deberá adorar a Ifá.
35 Este odù expresa la eternidad de Olódùmarè, el Dios Supremo
yorubá, también llamado Olórum.
36 Fragmento de un largo poema ritual del oráculo de Ifá.
37 Orúnmilà es uno de los nombres del Ifá, el fundador del oráculo.
38 Los yorubá creen en un ciclo de reencarnación. Los antepasados
renacen en la misma familia. A menudo se consulta el oráculo de Ifá
para identificar al niño recién nacido. El nexo entre los vivos y los
muertos que es creado a través de la reencarnación es semejante al
que Ifá ha creado entre los hombres y los dioses.
39 Padre de los secretos —babaláwo— es el título de los sacerdotes del
oráculo.
40 Numerosos odù describen los efectos nefastos que han sufrido las
gentes que rehusaron ofrendar como les había indicado el oráculo.
41 Se le predicen honores al cliente.
42 Este odù predice la muerte.
43 Iwori Wotura es el nombre del odù que aquí se expone.
Ijálá,
la poesía de los cazadores
11. EL DÍA QUE ÒGÚN VINO DE LOS MONTES
El día que Ògún vino de los montes
yo sé las ropas que usó:
se puso una capa de fuego
y una túnica de sangre.
Ògún protege el hogar de los cazadores
mientras cazan,
Ògún protege el hogar de los cazadores
mientras cazan,
un amo vigila mientras su sirviente sale,
Ògún protege el hogar de los cazadores
mientras cazan.
Es a Ògún a quien adoraré,
no adoraré a un rey mortal,
porque si el rey mortal me mata,
Ògún lo matará en venganza.
Ògún protege el hogar de los cazadores,
Ògún protege el hogar de los cazadores,
un amo vigila mientras su sirviente sale,
Ògún protege el hogar de los cazadores.
Sólo los que están locos
dicen si Ògún va al arroyo.
Que ellos irán a la granja;
pero su ignorancia los ciega
al hecho de que Ògún es un dios,
que puede controlar granja y arroyo.
Ògún, te rogamos, bendícenos con hijos,
Ògún, te rogamos, bendícenos con hijos;
al primer bocado no le falta salsa,
Ògún, te rogamos, bendícenos con hijos.
Le rindo homenaje a Ògún
Para poder disfrutar del acceso al arroyo
Y no ser ahuyentado de la granja.
Ògún, que cruje como la leña seca,
un dios fornido que puede luchar
Con la cabeza y los pies.
Ògún, te rogamos, bendícenos con hijos,
Ògún, te rogamos, bendícenos con hijos;
Al primer bocado no le falta salsa,
Ògún, te rogamos, bendícenos con hijos.
Ire no era el hogar original de Ògún,
si preguntas te explicaré;
Ògún tan sólo llegó allí
para comprar vino de palma,
Onimogún, un aristócrata en Ire.
Ògún protege el hogar de los cazadores
mientras cazan,
Ògún protege el hogar de los cazadores
mientras cazan,
un amo vigila mientras su sirviente sale,
Ògún protege el hogar de los cazadores
mientras cazan.
Cualquiera que prepare ñame machacado,
debe reservarle un poco a Ògún;
si preparas harina de ñame,
también separa un poco para Ògún.
Ògún, mi señor, el que gobierna en Ire.
Ògún, el dios del hierro y del comercio auxiliar.
Ògún, te rogamos, bendícenos con hijos.
Ògún, te rogamos, bendícenos con hijos;
al primer bocado no le falta salsa,
Ògún, te rogamos, bendícenos con hijos.
12. ERIN, EL ELEFANTE
Elefante que traes la muerte,
elefante, un espíritu en el monte.
Con su única mano puede derribar
dos palmas al suelo.
Si tuviera dos,
rompería los cielos como un trapo viejo.
El espíritu que come perro,
el espíritu que come carnero.
El espíritu que come un fruto de palma entero
con sus espinas.
Con sus cuatro patas mortales,
pisotea la yerba.
Por doquiera que marcha,
la yerba tiene prohibido alzarse de nuevo.
Un elefante no es una carga para un anciano,
ni para un joven tampoco.
13. EFÒN, EL BÚFALO
Cuando oigas tronar sin lluvia,
es el búfalo que se aproxima.
Temblamos a su vista.
¡El búfalo muere enloquecido,
y hasta el jefe de la familia trepa
a un árbol!
Cuando el cazador se encuentre un búfalo
prometerá no volver a cazar.
Gritará y dirá: “¡Sólo pedí prestado este rifle!
¡Sólo cuido de él por mi amigo!”
¡El búfalo es la muerte que hace a un niño
escalar un árbol espinoso!
Aun el hombre que posea veinte caballos
no debe intentar acosar a un animal
con una piel tan dura.
Un animal maligno que usa un cuchillo
en la punta de sus cuernos.
¡Qué poco le interesan tus encantamientos de caza!
14. ETU, EL ANTÍLOPE
Hermoso antílope de cuello esbelto.
Tus ancas valen veinte esclavos.
Tus patas son más preciosas
que treinta servidores.
Tu cuello es elegante como una talla
sagrada.
Marchas como un noble,
agitando las yerbas cual campanillas.
Tus marcas faciales son hermosas
y audaces,
hasta como las del rey de Ogbomosho.44
Bañas tu cuerpo de blanco.
Dios te ha honrado con el blanco.
El cazador está contento cuando el dueño
del blanco aparece.
No puedo estar contento cuando te mato,
hasta que no encuentro tu cuerpo en el monte.
La mujer preñada pide tu piel.
Yaciendo sobre ella, tendrá un hermoso niño.45
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44 Los habitantes de Ogbomosho tienen tatuada una marca facial que les
cruza la nariz.
45 Creencia común entre las mujeres yoruba.
15. ÌJÁLÁ
Etu, te saludamos, Etu, te llamamos.
Tus patas son delgadas como varillas
de hojas de palma.
Tu cuerpo es pesado sobre el hombro del cazador.
El cazador mata camino de su casa,
en la granja y en el camino de Owu.
Mencionas el nombre del antílope suavemente,
pero no debes reírte de él,
porque dije que cazaría una guinea,
y cacé una hoja seca.
Dije que cazaría un antílope,
y cacé un hormiguero.
Dije que cazaría un cerdo,
Y cacé una palma seca.
El cerdo rosado vive en el río.
Tiene una azada en su boca.
Todas las palabras dentro de mí
golpean mis labios;
una golpea a la otra
y la empuja afuera.
El oído que pregunta por palabras
las oirá.
Cuando una madre es adúltera,
su hijo la atará con sogas.
¡Ògún, no dejes que me ocurra a mí!
Yo vi un tallo de maíz
que no cargaba hijos sobre su espalda.46
¡Ògún, no dejes que me ocurra a mí!
Ahora volveré a la casa de mi padre,
yo, Asunmo, dueño de un pájaro,
de un pájaro encantador.
Soy el hijo de las hojas del árbol okan
que dicen “kankan” cuando caen.
Soy el hijo de las hojas del árbol ogan
que dicen “ganke, ganke”
cuando caen.
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46 Generalmente se compara el tallo del maíz con la madre, pues lleva
su mazorca sobre “la espalda” como acostumbran hacerlo las mujeres
africanas con sus niños.
16. ALOGONIGIN, EL VALIENTE
En aquel tiempo,
todo cazador que quería matar un leopardo
seguía al animal por su habitual sendero del bosque,
furtivamente y con paso tembloroso.
El cazador corría un poco, caminaba otro poco,
siempre furtivamente.
Cuando estaba bastante cerca para apuntar sin miedo,
le tiraba al leopardo por detrás, y lo mataba.
Luego, con la piel del leopardo en la cabeza,
regresaba a la aldea con altanero paso,
lleno de vanidad por su pretendida hazaña.
Pero cuando mi abuelo Alogonigin decidía
matar un leopardo en la selva,
bajo el reinado del Oba Abiodun,
sus amigos y parientes le preguntaban, al verlo
abandonar la aldea:
“¡Oh padre!, ¿qué le harás al leopardo?”
Él respondía que iba a luchar con él.
Le preguntaban de nuevo: “¡Oh padre!, ¿qué le harás
al leopardo?”
Él respondía que iba a provocarlo a un combate singular.
Le preguntaban entonces por tercera vez:
“¡Oh padre!, ¿qué le harás al leopardo?”
Él respondía: “El leopardo y yo cambiaremos unos golpes.
Ojo por ojo, diente por diente.”
Así era Alogonigin, el valiente.
No tenía igual en muchas cosas.
Fue el primero en poseer una inmensa mansión
antes de cumplir los treinta años.
Fue en su juventud cuando construyó
su grandiosa residencia.
¿He terminado ya mi historia de la caza del leopardo?
Sean indulgentes conmigo... esta es la conclusión:
Alogonigin regresaba a la aldea
con la pesada y voluminosa piel de un leopardo
al hombro.
¡Pero sin una sola señal visible de bala!
Ofò u ògèdè,
la poesía que cura
17. SORTILEGIO PARA PROTEGERSE DE UN
ENEMIGO
Cuando intentan atrapar un camaleón bajo una estera,
toma el color de la estera y se confunde con ella.
Cuando intentan atrapar un cocodrilo en el lecho del río,
toma el color del agua y se confunde con la corriente
Cuando intenten atraparme a mí, el Hechicero,
que yo pueda adquirir la ligereza del viento
y escapar como un soplo.
La lluvia no azota nunca a las nueces del orisha
en sus cáscaras, nunca.
La tormenta no desaloja nunca a las nueces del orisha
de sus cáscaras, nunca.
El gran pez marino no se atreve a afrontar
al demonio de la selva en las peñas de la orilla.
Si el poderoso cocodrilo se atreve a medirse
en la sabana con el búfalo,
acabará mal eso para él.
Que pueda ser oído mi deseo.
La muerte no golpea nunca una roca.
Un río no corre nunca hacia atrás.
La lengua de mi enemigo no podrá ser
bastante larga para llegarle a los ojos.
¡Que así sea, Criatura de todas las cosas,
me remito a ti para el resto!
Iwi,
la poesía de los enmascarados yorubá
18. EL HAMBRE
El hambre hace a una persona subirse al techo
y agarrarse a las vigas.
Hace a una persona echarse,
pero no sentirse en reposo;
a una persona echarse,
incapaz de moverse.
Echarse
y contar las vigas.
Cuando el musulmán no está hambriento, dice:
“Tenemos prohibido comer mono.”
¡Cuando Ibrajim está hambriento
se come hasta un mandril!
Cuando el hambre golpea
a una mujer en el harén,
ella se echará a la calle en pleno día.
El que está hambriento no se preocupa
por los tabús.
El que está hambriento no se preocupa
por la muerte.
El que está hambriento tomará del dinero
de la ofrenda.
Cuando la muerte cierra la puerta,
el hambre la abrirá.
El “llené mi barriga ayer” no le incumbe.
No hay dios como nuestra garganta,
tenemos que ofrendarle diariamente.
Orisha Oko,47 el Dios de las siembras,
está hambriento.
Corre a sus plantíos de ñame.
El ñame tierno no puede comerse.
Pero cuando se enfrenta con el fuego,
imita a la garganta.
Cuando come un saltamontes:
¡produce tanta saliva!
Orisha Oko le pegó fuego a las siembras.
Todos los ñames se cocieron en el fuego.
Quince mil ñames se cocieron,
¡Orisha Oko no pudo ni comerse uno solo!
Furioso por el hambre.
¡Ha arruinado quince mil ñames!
Luego bajó los ojos apenado.
Que el que coma no se regocije,
que el que esté hambriento
no dé paso a la pena.
La satisfacción sucede al hambre.
El hambre, a la satisfacción.
___________________________________
47 Orisha Oko es el dios de los terrenos labrantíos. Se le representa por
una teja y un pequeño arado.
19. ORÍKÌ DEL PUEBLO ÈRÌN
No hubo día tan hermoso como el día
en que un árbol cayó,
un enorme árbol cayó
a través del camino de Èrìn.
Los jóvenes osados de Èrìn
se pusieron en marcha.
Llevaban sus hachas
para cortar el árbol.
El árbol gritó: “¡ka!”,
el árbol gritó: “¡ko!”
Algo dentro de él sonaba:
“güirin, güirin”.
Ruidos extraños brotaban de su vientre.
Los jóvenes soltaron sus hachas
y corrieron
uno
y todos.
Entonces los ancianos de Èrìn
se pusieron en marcha.
Llevaban sus hachas
para cortar el árbol.
Descargaron sus hachas contra el árbol
Que de nuevo dijo: “ka”
y de nuevo dijo: “ko”.
Los ancianos soltaron sus hachas
y también todos huyeron.
Pero la esposa del rey,
más sabia que el rey,
dijo: “Unan dos a tres,
pónganse en camino
Y vean al babaláwo
en su granja.”
Unieron dos a tres,
fueron hasta el padre
de los secretos,
y el sacerdote aconsejó:
“Escojan a un sordo
y a un ciego también.
Y pongan las hachas en sus manos,
porque ellos cumplirán el trabajo.”
Cuando el sordo empezó
a cortar el árbol,
el árbol gritó: “ka”
y el árbol gritó: “ko”,
pero él no tenía oídos para oír.
El ciego también vino.
Y descargó su hacha contra el árbol,
y el árbol dijo: “ka” y el árbol dijo “ko”,
Pero él no tenía ojos para ver.
Cortaron el árbol,
ellos cortaron el árbol.
¡Y de repente fue transformado
En bronce precioso y en corales!
20. HAMBRE
El dueño del ñame pela el ñame en su casa.
Un vecino toca a la puerta.
El dueño del ñame oculta su ñame
en el dormitorio.
El vecino dice: “Acabo de oír
un sonido ‘kerekere’
y por eso he venido.”
El dueño del ñame responde:
“No era nada, estaba afilando
un cuchillo con otro.”
El vecino dice: “Todavía oigo
algo que suena ‘bi’ detrás de tu puerta.”
El dueño del ñame contesta:
“Tan sólo probé la puerta con un mazo.
El vecino pregunta de nuevo:
¿Y ese gran fuego en tu cocina
para qué es?”
“Caliento agua para bañarme.”
Otra vez pregunta el vecino:
“¿Por qué está tu piel blanca
como si hubiera harmatán?”48
“Me tiré en el suelo y rodé por el piso
cuando supe la muerte de Agadapidi.”
El vecino exclamó: “Salaam Alekum.”
El dueño del ñame empieza a gritar:
“¡No hay Salaam Alekum que valga
a menos que dejes al dueño de la comida
comerse su alimento!”
_________________________________
48 El harmatán deja una película blanca sobre las pieles negra.
21. LOS HIJOS
Un hijo es como un ave rara.
Un hijo es precioso como el coral.
Un hijo es precioso como el bronce.
No puedes comprarlo en el mercado,
ni por todo el dinero de la tierra.
El niño que puedes comprar con dinero
es un esclavo.
Podemos tener veinte esclavos,
podemos tener treinta trabajadores;
sólo un hijo nos traerá felicidad.
Nuestro hijo es nuestro hijo.
El trasero de nuestro hijo no es tan liso
que debamos atar las cuentas
en las caderas de otro.
Nuestro hijo es nuestro hijo.
Puede tener una cabeza insulsa
o una cabeza cuadrada.
Nuestro hijo es nuestro hijo.
Es mejor dejar detrás un niño,
que permitir a los esclavos
heredar nuestra casa.
Un hijo es el principio
y el fin de la felicidad.
No debemos alegrarnos muy pronto con un niño.
Sólo el que ha sido enterrado por su hijo,
es quien ha tenido de verdad un hijo.
El día de nuestra muerte,
nuestra mano no podrá
Sostener ni un solo cauri.
Hace falta un hijo que herede nuestros bienes.
La poesía de los niños
22. CANCIÓN DE CUNA, I
¿Dónde está Taiwo?
¿Dónde está Taiwo?
Taiwo está en casa.
Que no tenga demasiado calor,
que no tenga demasiado calor.
Modales de príncipe,
modales de príncipe
Taiwo tendrá.
23. CANCIÓN DE CUNA, II
Duérmete mi niño y no llores.
Te traeré un sapo
de nuestra granja en Awututu.
Duérmete mi niño y no llores.
No llores mi niño,
tu madre fue a la granja,
con su gran pecho.
No llores mi niño,
pronto ella vendrá,
con su gran pecho.
¿Por qué debes llorar, Olukorondo?
Una espina nunca pincha el pie de un niño.
¿No te cargo siempre sobre mi espalda?
¿Por qué debes llorar, Olukorondo?
24. POPULARIDAD
Tú no puedes disputarte la sabana con el búfalo.
Tú no puedes disputarte la selva con la rata.
Un niñito no puede golpear a su madre.
Un viejo no puede enojarse con su mierda.
¿Por qué tendría alguien que estar enojado conmigo?
¿Puede acaso una mujer ver un pene sin alegrarse?
¿Por qué no estás contento cuando me ves?
Los niños se divierten con los pájaros.
Niños de la casa, mayores de la casa,
hombres, mujeres, jóvenes y viejos,
Cualquiera que vea un bebé recién nacido debe estar contento
Yo soy ahora un bebé recién nacido:
vengan y bailen conmigo.
25. CANCIÓN
Cuando vamos al río Oya,49
Ayifenike lleva el jabón,
Ojinowe lleva la esponja
y mi esposa más antigua
lleva el cayado de metal blanco.
El cayado suena “suish, suish, suish”.
Aleja la muerte y aleja la enfermedad.
Uno vende especias.
Uno vende sal.
El otro suplica:
no dispares la flecha en mi boca,
la gruesa boca,
la protuberante boca,
la boca vacía.
Él vende bananas verdes
en el bosque.
¿Quién es el dueño de la hoja amarga?
No puedo comer hojas de quimbombó,50
me picaría la boca.
No puedo comer bananas,
me llenaría mucho.
En los tres próximos años,
en los seis próximos meses,
limpiemos la casa
convenientemente.
Carguemos al esposo sobre nuestro muslo,
sigamos comiendo ñame machacado.
¡Oh mi machete!
Tú puedes matar a un buitre.
Tú puedes matar como un hombre valiente.
Tú puedes matar a un tucán.
Tú puedes matar como el cuchillo de un blanco.
Llámalo como quieras,
¡mi machete tiene ojos de pájaro!
_____________________________
49 El río Níger
50 Hibiscus esculentus: Ilá en yorubá.
26. EL PÁJARO MALO
Yo maté al pájaro malo.
Maté a Atekate.
Se lo di a comer a mi padre.
Él dijo:
—este es alimento prohibido.
Se lo di a comer a mi madre.
Ella dijo:
—este es alimento prohibido.
Se lo di a comer al rey.
Él probó y comió.
Al tercer día me enviaron un mensajero.
Pregunté: —¿qué ha ocurrido?
Dijeron que el rey había muerto.
—¿Con qué clase de paño lo enterraron?
—Fue enterrado con antílope de cuernos largos.
Compré muchos tocados y telas
en los días de Abíódún.
Abíódún, el hijo de Shàngó,
que poseyó dinero y paños.
27. CANTOS DE BURLA
Quien no me quiera,
se volverá una rana
y saltará
saltará
saltará.
Se volverá un mono
de una sola pata
y cojeará
cojeará
cojeará.
*
Vuela, vuela, vuela,
vuela como todas las aves.
Pero la mala fe no deja
que el gallo vuele.
El gallo con su cresta roja,
testa coronada de todas las aves.
28. LA GALLINA
Gallina, tú eres un guerrero.
Gallina, tú eres un guerrero.
Gallina, eres el vengador
que acaba con la arrogancia
de la cucaracha.
29. EL HARAGÁN
Los pantalones del haragán
no llegan al suelo.
Los pantalones del haragán
ni siquiera le llegan a las rodillas.
30. JACTANCIA
Soy el dueño de mi brazo:
si se rompe, que se rompa.
Soy el dueño de mi ojo:
si se queda ciego, que se quede.
Soy el dueño de mi barriga:
si me estalla, que me estalle.
31. UN JUEGO
¿Quién tiene sangre?
Coro:—Sangre, sangre.
¿Tiene una cabra sangre?
—Sangre, sangre.
¿Tiene una oveja sangre?
—Sangre, sangre.
¿Tiene un caballo sangre?
—Sangre, sangre.
¿Tiene una piedra sangre?...
32. ADIVINANZAS (ÀLÓ)
I. Una escalera que desciende
de los cielos a la tierra...
—La lluvia.
II. El gallo de mi padre
no se alimenta de granos
sino de monedas...
—La alcancía.
III. ¿Quién cena con un oba51
y deja que sea este el que limpie los platos?
—La mosca.
IV. ¿Qué es lo que pasa por delante del palacio del oba
sin hacerle reverencia?
—La corriente del aguacero.
V. Camino de Óyó, su rostro está hacia Óyó;
al regreso de Óyó, su rostro aún está hacia Óyó.
¿Qué es?
—Un tambor de doble parche.52
VI. Llamamos a los muertos,
ellos responden.
Llamamos a los vivos,
no responden...
—Las hojas.53
______________________________________
51 Oba: Rey yorubá.
52 Por el estilo de nuestros tambores batá e iyesa.
53 Las hojas secas crujen cuando se pisan. Las verdes, no.
Cantos funerarios
33. CANTOS FUNERARIOS
I
Ven más cerca de casa,
madre de Ainá.
Oh madre,
sabías cómo parir hijos
pero nunca aprendiste a reprenderlos.
Ven y recibe el sacrificio
de tus queridos hijos.
¿Vosotros, gentes del camino,
dónde la encontrasteis?
Madre de Kujusola,
madre de Alawede,
ellos la encontraron en el camino de Ede.
Gracias les doy a los árboles
que no cayeron sobre ella,
gracias le doy al río54
que no la arrastró.
Con la cabeza y los pies cubiertos,
como una novia recién casada,
mi madre viaja por el camino subterráneo
y nadie puede obstruir su camino.
II
Lentamente la charca cenagosa se convierte en río,
lentamente la enfermedad de mi madre se convierte en la
muerte.
Cuando la madera se rompe, puede ser reparada.
Pero el marfil se rompe para siempre.
Un huevo cae para revelar un sucio secreto.
Mi madre marchó y se llevó su secreto con ella.
Ella ha marchado lejos:
la buscamos en vano.
Pero cuando veas el antílope kob en el camino de la granja,
cuando veas el antílope kob en el camino del río,
deja tus flechas en el carcaj
y deja a los muertos marchar en paz.
III
Voy al mercado, está lleno.
Hay mucha gente allí,
pero él no está entre ella.
Espero, pero él no viene.
¡Ay de mí!
Estoy sola...
IV
Yo tenía tres amigos.
Uno me pidió que durmiera en la estera.
Uno me pidió que durmiera en la tierra.
Uno me pidió que durmiera en su pecho.
Dormí en su pecho.
Me vi cruzando un río.55
Vi al rey del río y al rey del sol.
En aquel país había palmeras
tan cargadas de fruto,
que se doblaban bajo su peso
y los frutos las mataban.56
V
No puedo cargarlo,
no puedo cargarlo.
Si pudiera cargarlo,
lo cargaría.
Cuando el elefante muere en la selva,
algo se lleva para casa.
Cuando el búfalo muere en el bosque,
algo se lleva para casa.
Pero cuando el ratón muere en la casa,
¡algo es lanzado a la selva!57
VI
Los ojos del leopardo son de fuego.
La cola del leopardo nunca duerme.
Pero más poderosas son sus garras,
las ocultas.58
VII
La muerte es feroz,
la muerte es cruel.
Si la muerte fuera guerrera,
los miembros de la familia
ya habrían disparado su fusil.
La muerte es feroz,
la muerte es cruel.
¿Dónde están nuestros bienamados?
Ya aquí no los encontramos.
VIII
Que la muerte es feroz,
y no hay escalera para descender del cielo.
Si el cielo fuera un mercado,
ya lo hubiera visitado.
Las lágrimas se convierten
en un río sobre mi pecho.
Ya lo hubiera visitado.
IX
Mejor sería adorar a la muerte
y abandonar a nuestros dioses.
Cuando la muerte mata a la gente,
¿en qué están ocupados nuestros dioses?
X
La muerte no hace nunca amistad con nadie.
Así que sigue comiendo todo lo que poseas.
La muerte no hace nunca amistad con nadie.
XI
Cuando la muerte todavía no está lista,
es que sirve propiciar a Osun;59
cuando la muerte todavía no está lista,
es que sirve propiciar al orisha;
cuando la muerte venga de verdad,
la muerte no aceptará ofrendas.
_____________________________________
54 El difunto debe atravesar un río para llegar al país de los muertos.
55El cruce del río en este poema simboliza la muerte, como en muchas
otras mitologías del mundo.
56El “árbol doblado por sus frutos” es el anciano que muere dejando
tras sí muchos hijos. No es un suceso aciago, porque murió bajo
“peso de sus propios frutos”.
57Las alusiones de este poema no pudieron ser explicadas por el
cantante de quien se recogió en Nigeria.
58 Los muertos son más poderosos que los vivos, de la misma forma
que las garras ocultas del leopardo son sus armas más poderosas.
59 Los osun “son especie de bastones de hierro que representan a un
antepasado y que sirven igualmente de altares portátiles para honrar
a la muerte” (Verger, Pierre: Dieux d’Afrique. París, Paul Hartman
Editeur, 1954, p. 191).
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