Nikolái Nekrásov
Nikolái Alekséyevich Nekrásov, en ruso original Николай Алексеевич Некрасов (Nemírov, Gubernia de Podolia, 1821 - San Petersburgo, 1877), fue un poeta y autor teatral ruso.
Nació en una familia de terratenientes y su niñez transcurrió a las orillas del río Volga, cuyas grandezas y miserias cantó en sus versos. Desde muy niño padeció un ambiente familiar tenso, con las cacerías y ruidosas bacanales que organizaba su padre, y las escenas de castigos, maltratos y desprecios que éste, hombre despótico y cruel, infligía a sus siervos campesinos dejaron honda impresión en la mente y espíritu del futuro poeta. Cursó estudios en distintos internados y en el instituto público de Yaroslavl, donde empezó a escribir algunas poesías satíricas y se interesó por el teatro; pero estudiaba mal y apenas fue capaz de hacer cinco cursos en seis años. En 1838 llegó a Moscú e intentó dos años consecutivos ingresar en la Universidad, pero no logró superar los exámenes de ingreso. Malvivió los tres años siguientes, durmiendo en albergues para vagabundos y escribiendo cartas de encargo en la plaza del mercado a cambio de comida. Su primera poesía, "El pensamiento", se publicó en 1838 en la revista El Hijo de la Patria. Su primer libro de poesías, Sonidos y ensueños, 1840, de aire romántico ya algo trasnochado, pasó desaprcibido.
Buscando su identidad literaria, escribió varios vodeviles que se estrenaron con éxito y buena crítica: Lezna en saco mala es de guardar, moza casadera mala es de cuidar, El actor (1841), El prestamista de San Petersburgo, 1844; Una mañana en la redacción, 1841; Tedio otoñal, 1848 etcétera; pero tampoco era este el camino que quería seguir.
Su verdadera actividad llegó con la adquisición de los derechos de publicación de las revistas El Contemporáneo en 1847 y Anales de la Patria en 1866, donde colaboraron las plumas más importantes de las letras rusas. En la medida que se iba radicalizando hacia la izquierda la postura de la primera de ellas, se fueron saliendo de ella los aristócratas Lev Tolstói, Iván Turguénev, Goncharov, Saltykov-Shchedrín, etcétera y entraron los naródniki o "populistas" y "heterogéneos", hombres más afines a las ideas social-revolucionarias, como Nikolái Dobrolyúbov, Nikolái Chernyshevski, Visarión Belinski, Nikolái Pomyalovski, Fiódor Reshétnikov y otros, amigos y colaboradores de Nekrásov.
La obra poética de Nekrásov es amplia, polifacética y rica, con una temática variada: poesía lírica e intimista, cívica y social y, muy especialmente, de temática campesina, pero siempre con un carácter de denuncia social, protesta e inconformismo. La actitud crítica y negativa ante el estado de las cosas constituye la característica esencial de su creación poética. Entre sus obras poéticas destacan En el camino, 1845; La troika, 1846; El poeta y el ciudadano, 1856; Ayer, a eso de las seis, 1848; Entrada principal, 1858; El ferrocarril, 1864; La mies abandonada, Feliz el poeta sin ira, de 1852; Canción para Yeriómushka, 1858; Año tras año merman mis fuerzas, 1861; Sepelio, 1861; Libertad, 1861; El verde son, 1862; Caballero por una hora, 1860; Niños campesinos, 1861; La curandera, 1860; En el Volga, etcétera, todos ellos de profundo lirismo.
Entre sus poemas extensos destacan Los buhoneros, de 1861, de ambiente campesino; El Señor del Frío, de corte folklórico; El abuelo, de 1870, poema histórico; La mujer rusa, 1872, auténtico canto de amor y exaltación dedicado a las esposas de los decembristas que acompañaron a sus maridos al exilio siberiano. Otros son poemas dedicados a sus amigos, como Belinski, dedicado al gran crítico literario; En memoria de Dobroliúbov, consagrado al crítico y ensayista muerto en la flor de la vida; Chernyshevski, que tiene por tema al ideólogo de los socialistas populistas rusos, No le llores con tanto desespero, dedicado a la escritora María A. Markóvich con motivo de la muerte prematura de Dmitri Písarev, pariente y amigo suyo y, muy especialmente, su obra maestra, el poema-epopeya ¿Quién es feliz en Rusia? (1877), donde el autor, con verso de claro sabor popular, describe un vasto panorama de la Rusia rural, sus tradiciones, las penas y alegrías de sus gentes. Admirador de la mujer de cualquier condición social y edad, le consagró algunas de las más bellas páginas en la poesía rusa tituladas La madre (1877), el poema anteriormente mencionado a las mujeres de los decembristas rusos y algunos pasajes del poema ¿Quién es feliz en Rusia?.
También se ocupó de los niños escribiéndoles una serie de poemas como El abuelo Mazái y las liebres, 1870; Los ruiseñores, 1870; El tío Yúkov, etcétera.
En sus últimos años, cansado de luchar y enfermo, escribió hermosas elegías y poesías líricas intimistas, en las que intenta resumir su vida, próxima a su fin: Pronto moriré, 1867; Cómo se alegra mi enemigo, 1866; ¿Por qué me desgarráis?, 1867; Angustia y Elegía, de 1874, etcétera.
Las Obras completas de Nekrásov, del grupo de poetas populistas y cantor del campo y de las libertades cívicas, ocupan doce tomos. Está enterrado en el cementerio Novodévichi de San Petersburgo.
“Vlas.”
En sacón, con cuello abierto,
Descubierta la cabeza,
Lentamente, pasa por la ciudad
El “tío Vlas,” un anciano canoso.
Sobre su pecho un icono de cobre,
Pide para la construcción del templo de Dios.
Lleva cadenas de penitencia de hierro.
Su calzado es pobre y tiene
Una cicatriz profunda en la mejilla.
Y en la mano un palo largo con punta de hierro.
Dicen, que antes, era un gran pecador.
En el hombre no había Dios.
A golpes llevó a la tumba a su esposa.
Escondía a bandidos y cuatreros de caballos,
Compraba el grano en toda su vecindad pobre.
Y luego en un “año negro” (año de mala cosecha)
No fiaba ni un centavo
Y cobraba por triplicado al indigente.
Despojaba al pariente y al pobre.
Tenia la fama de un gran avaro.
Era de carácter duro y severo.
Al final, cayó el trueno.
Vlas se siente mal. Llaman al curandero.
Pero como puede éste ayudar
Al que sacaba la camisa al campesino
Y robaba la bolsa al pordiosero?
Sólo empeora su salud.
Pasó un año, y Vlas sigue postrado.
Jura de construir un templo
Si se salva de la muerte.
Dicen que tuvo visiones en su delirio.
Veía el fin del mundo
Y a pecadores en el infierno.
Los atormentan los diablos listos,
Los pica la bruja mala,
Etíopes negros de ojos de ascuas,
Cocodrilos, serpientes, alacranes,
Los queman, cortan e incineran.
Aúllan los pecadores en su angustia
Muerden sus cadenas herrumbradas.
Unos están ensartados en largo palo,
Otros lamen el piso caliente.
Allí, escritas en unas tablas
Vlas leyó sus pecados.
Vlas vió las tinieblas totales
Y dió su ultimo voto.
El Señor lo escuchó
Y el alma pecadora
Devolvió al libre mundo.
Donó Vlas su patrimonio
Quedó descalzo y desnudo
Y se fue a reunir medios
Para la construcción del templo.
Desde entonces, Vlas camina
Ya cerca de treinta años.
Come lo que le dan,
Cumple fiel y severamente su voto.
La gran fuerza de su alma
Se centró en la obra de Dios,
Como si nunca, la codícia salvaje
Tuviera incumbencia en él.
Pleno de congoja inconsolable,
De tez oscura, alto y derecho
Camina con paso pausado
Por aldeas y ciudades.
No existe para él, camino largo.
Estuvo en la madre Moscú,
Estuvo cerca del ancho Caspio,
Y a las orillas del imperial Neva.
Camina con el icono y el libro,
Habla consigo mismo,
Y suenan suavemente sus cadenas de hierro.
Camina durante el frío invierno,
Camina en los calores del verano,
Llamando a la Rusia bautizada
A dar según sus posibilidades.
Y dan, dan los transeúntes.
Así, del óbolo del trabajo
Crecen los templos de Dios
Sobre la faz de nuestra tierra.
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