Thomas Hardy
(Higher Bockhampton, Stinsford, cerca de Dorchester, 2 de junio de 1840 - Max Gate, 11 de enero de 1928), novelista y poeta inglés, superador del naturalismo de su tiempo.
Su padre, Thomas Hardy, era un constructor de Higher Bockhampton, localidad inglesa cercana a Dorchester, y, su madre, Jemima Hand, trabajó como cocinera y sirvienta. Ambos contrajeron matrimonio en Melbury Osmund el 22 de diciembre de 1839. El novelista, nacido el 2 de junio de 1840, fue el primogénito de la pareja. Su madre, una mujer cultivada, le procuró varias lecturas, como la traducción inglesa de Dryden de las obras completas de Virgilio, y el Rasselas de Johnson, que leyó con solo ocho años. De 1848 a 1856 asistió a la escuela local en Bockhampton, donde aprendió latín, francés y alemán.
A los 16 años, en 1856, comenzó su aprendizaje en Dorchester junto al arquitecto y restaurador local James Hicks, a cuyas órdenes trabajó hasta el año 1861. Durante esta etapa estudió a los trágicos griegos, bajo la tutela de Horace Moule. En 1859, leyó El origen de las especies de Charles Darwin. Ese mismo año escribió su primer poema, Domicilium.
En 1862 se trasladó a Londres como ayudante del arquitecto eclesiástico Arthur Blomfield, especialista en restauraciones de iglesias y constructor de otras nuevas en estilo neogótico. Asistió al teatro y la ópera y visitó casi diariamente la National Gallery. En esta etapa leyó a Herbert Spencer, Huxley, John Stuart Mill y los poetas románticos y postrománticos Shelley, Scott, Browning y Swinburne. En 1865 publicó su primer artículo titulado How I Built Myself a House. Envió varios de sus poemas a periódicos, pero fueron rechazados.
En 1867 regresó a Dorchester para trabajar con Hicks. Ese mismo año comenzó su primera novela, hoy perdida, que llevaba el título de The Poor Man and the Lady. Es posible que en este año mantuviera un romance con su prima Tryphena Sparks, modelo de sus personajes Fancy Day y Sue Bridehead. En 1868 concluyó The Poor Man and the Lady, pero desestimó publicarla siguiendo los consejos de George Meredith. Tras la muerte de Hicks, se trasladó a Weymouth para trabajar con su sucesor, Crickmay. En 1870 Crickmay envió a Hardy a St. Juliot, en Cornualles, para planear la restauración de la iglesia. Allí conoció a su futura esposa, Emma Lavinia Gifford, la cuñada del párroco.
Desarrollo de su obra narrativa (1871-1897)
En 1871 publicó su novela Remedios desesperados, que había comenzado a escribir dos años antes. A ella siguieron Bajo el árbol del bosque (1872), Unos ojos azules (1873) y Lejos del mundanal ruido (1874). Esta última, que había aparecido previamente como folletín en un periódico, alcanzó un éxito considerable. Contrajo matrimonio con Emma Lavinia Gifford en Paddington y, alentado por ella, abandonó la arquitectura para dedicarse profesionalmente a escribir. En 1876, tras varios cambios de residencia, la pareja se instaló en Sturminster Newton. Ese mismo año, Hardy publicó otra novela, The Hand of Ethelberta. En 1878 apareció El regreso del nativo, y Hardy se mudó con su esposa a Upper Tooting. En esa época su reputación como novelista y su amistad con el biógrafo Leslie Stephen le abrieron las puertas de los cenáculos literarios de la capital. En 1880 publicó The Trumpet-Major. Ese mismo año cayó seriamente enfermo, y debió guardar cama durante seis meses, que aprovechó para escribir The Laodicean, publicada en 1881. En 1883 se trasladó a Dorchester para supervisar la construcción de Max Gate, vivienda proyectada por él mismo, y a la que se trasladó con su esposa en 1885.
En los ochenta Hardy gozó de bastante prestigio y éxito económico y conoció en Londres a personajes como Matthew Arnold, Henry James, Tennyson y Robert Browning. En 1886 apareció El alcalde de Casterbridge y al año siguiente Los habitantes del bosque. En la primavera de 1887 viajó a Italia, donde visitó Génova, Pisa, Florencia, Roma, Venecia y Milán; en 1887 y, en 1888, a París. Ese año publicó su primera colección de relatos breves, Wessex Tales.
En 1891 aparecieron dos nuevas novelas suyas, Tess de d'Urbervilles y A Group of Noble Dames. En 1892 falleció el padre del novelista. Durante los noventa viajó también a Dublín en 1893 y a Bruselas y Waterloo en 1896 para ambientar su poema sobre las guerras napoleónicas The Dynasts. En 1895 apareció una de sus novelas más importantes, Jude el oscuro. Tras su publicación, recibió duras críticas por ser considerada inmoral (algún crítico habló absurdamente de «Jude el obsceno»). Por ello, Hardy tomó la resolución de no escribir más novelas y dedicarse en exclusiva a la poesía. No obstante, publicó La bienamada (escrita diez años antes) en 1897. Ese mismo año hizo un viaje a Suiza.
Lejos del mundanal ruido fue adaptada al cine en 1967; llevada al cine como Tess, de Urberville por Polanski en 1979.
Regreso a a la poesía. Años finales (1898-1928)
El primer libro de versos de Hardy, Poemas de Wessex, apareció en 1898, cuando el autor contaba 58 años de edad. En 1902 publicó Poemas del pasado y del presente. Esa fecha comenzó la redacción de su obra más ambiciosa, The Dynasts, cuya primera parte (de tres) vio la luz en 1904, año en que falleció la madre del poeta. Las dos partes siguientes aparecieron, respectivamente, en 1906 y 1908. En 1909 publicó un nuevo libro de poemas, Risas del tiempo. En el año 1910 el rey Eduardo VII le concedió la Orden del Mérito.
Su esposa, con la que había compartido su vida durante tres décadas, murió repentinamente en noviembre de 1912. Hardy escribió sobre su historia de amor uno de sus mejores libros poéticos, Lo que queda de una vieja llama. En 1913, el poeta realizó un peregrinaje sentimental a St. Juliot, donde había conocido a su esposa, y a Plymouth, donde ella había nacido.
En febrero de 1914 se casó por segunda vez con Florence Emily Dugdale. Recibió el doctorado honoris causa de la Universidad de Cambridge en 1913, y en 1920 de la de Oxford. En 1914 publicó otro libro de poesía, Sátiras de circunstancias. En 1923 dio a la imprenta una obra de teatro en verso, The Famous Tragedy of the Queen of Cornwall y, en 1925, Fantasías humanas, la última colección de poemas que publicó en vida. Por esta época comenzó a redactar su autobiografía, que aparecería póstumamente, en 1928, y de la que se sospecha que fuera en realidad escrita, al menos en parte, por su viuda, Florence Emily Dugdale. Falleció en su residencia de Max Gate en 1928 y recibió sepultura en el llamado Rincón de los Poetas (Poets' Corner) en la abadía de Westminster, pero su corazón fue enterrado en la tumba de su primera esposa, en Stinsford, muy cerca de donde yacen también los padres del autor.
Obra
A pesar de que publicó su primer libro pasada la treintena, Hardy no fue en realidad un escritor tardío. Su primera vocación fue la poesía lírica. Tras fracasar en sus intentos de publicar poemas, probó fortuna con la novela, aunque despreciaba el género a causa de su carácter excesivamente comercial y meretricious. La narrativa de Hardy obtuvo cierto éxito, si bien la crítica se encarnizó con él por la ideología materialista, naturalista y pesimista implícita en sus tristísimas y deprimentes últimas novelas. Desde 1895 abandonó definitivamente la novela para dedicarse con tenacidad al desarrollo de su interesante obra lírica.
Novelas
La acción de todas sus novelas se desarrolla en el campo inglés, en una región bautizada por el novelista como Wessex y que es en realidad su Dorset natal. Cada ciudad de Wessex tiene su equivalencia real en la toponimia de Dorset; así, Oxford recibe en las novelas de Hardy el simbólico nombre de Christminster. En este mundo se producen todos los acontecimientos de sus obras, si bien la obra de Hardy desborda todo posible costumbrismo en tanto que ese paisaje resulta simbólico de un pensamiento muy definido. Utiliza el dialecto de Dorset como ejemplo de inglés antiguo y noble en trance de desaparición por el destino de la modernidad.
La cosmovisión de Hardy es atea y de un radical y obsesivo pesimismo, de invasora negrura. Sus personajes luchan una y otra vez contra un destino hostil; las mediatizaciones sociales y morales les extravían irremediablemente y, aunque hacen lo que pueden por sobrevivir, se ven envueltos en el ciego determinismo de un universo dominado por la selección natural de Charles Darwin y la social de Herbert Spencer y por la filosofía pesimista de Arthur Schopenhauer. El destino de los personajes es, sin embargo, alterado a veces por una suerte momentánea que simula una ironía, puesto que funciona de anticlímax para una hecatombe dramática en la que la voluntad humana resulta vencida al cabo por una necesidad implacable. Hay intensas descripciones de los campos, montañas, estaciones y clima de Wessex, que reflejan como un espejo el interior sombrío de unos personajes sumidos en la desdicha.
Hardy clasificó sus novelas y sus colecciones de cuentos en tres clases:
Novelas de personaje y entorno
The Poor Man and the Lady («El pobre y la dama»; 1867, inédito y perdido)
Under the Greenwood Tree (1872)
Lejos del mundanal ruido (Far from the Madding Crowd, 1874); Espasa-Calpe, S.A. y en 2002, Alba Editorial, S.L.
El regreso del nativo (The Return of the Native, 1878); 2006, Ediciones de Intervención Cultural, S.L.
El alcalde de Casterbridge (The Mayor of Casterbridge, 1886); (1980, Edhasa); L'alcalde de Casterbridge (1998, Columna Edicions, Llibres i Comunicació, S.A.); Casterbridgeko alkatea (1997, Euskal Liburu eta Kantuen Argitaldaria, S.A.; 2007, Elkarlanean, S.L. Argitaletxea); Vida y muerte del alcalde de Casterbridge: historia de un hombre de carácter (1999, 2010, Alba Editorial, S.L.)
Los habitantes del bosque (The Woodlanders, 1887. Editorial Impedimenta, 2012)
Misterios de Wessex (Wessex Tales, 1888, una colección de cuentos); 1984, Ediciones Forum, S.A. En la edición del año 1896 apareció el relato «Una mujer con imaginación», posteriormente incluido en la edición de 1912 de Life's Little Ironies. Se encuentra, precedido de nota biográfica, en la pág. 283 ss de la antología Cuando se abrió la puerta. Cuentos de la Nueva Mujer (1882-1914), Alba Editorial, Clasica maior, 2008, ISBN 978-84-8428-418-5.
Tess of the D´Urbervilles (Tess of the d'Urbervilles, 1891); Teresa dels Urberbilles (1979, Aymá, S.A.); Tess d' Urberville (1981, Mundo Actual de Ediciones, S.A.; 1984, Fascículos Planeta, S.A.); Tess de los d'Urberville (2002, Círculo de Lectores, S.A.); Tess d'Ubervilles (1994, Ediciones Temas de Hoy, S.A.); Tess la de los d'Uberville (1981, 1999, Alianza Editorial, S.A.); Tess, la de los d'Urberville: (una mujer pura) (2006, Alianza Editorial, S.A.
Pequeñas ironías de la vida (Life's Little Ironies, 1894, una colección de cuentos); Ed. española de Navona Editorial, 2009. ISBN 13: 978-84-937393-0-0
Jude el oscuro (Jude the Obscure, 1895); Jude el oscuro (1972, Alianza Editorial, S.A.; 2002, Alba Editorial, S.L.); Jude, el oscuro (2002, Punto de Lectura, S.L.); Jude, l'obscur (1983, 2002, Edicions 62, S.A.)
Romances y fantasías
Un par de ojos azules (A Pair of Blue Eyes, 1873); Unos ojos azules (2009, Mondadori; 2010, Nuevas Ediciones de Bolsillo); Un par de ojos azules (2001, Ediciones del Bronce; 2005, RBA Coleccionables)
The Trumpet-Major (1880)
Two on a Tower (1882)
Un grupo de nobles damas (A Group of Noble Dames, 1891, una colección de cuentos); Ed. española de Alba Editorial, 2009. ISBN 978-84-8428-457-4
La bien amada (The Well-Beloved, 1897) (publicado por primera vez en forma de serie 1892); 2005, El Cobre Ediciones; Espasa-Calpe, S.A.
Novelas de Ingenuidad
Desperate Remedies («Remedios desesperados», 1871)
La mano de Ethelberta (The Hand of Ethelberta, 1876); en España, editado en 2009 por Editorial Belvedere.
A Laodicean (1881)
Relatos breves
Hardy también produjo una serie de cuentos menores y una novela en colaboración, The Spectre of the Real (1894). Una colección de relatos cortos, además de los ya mencionados, es A Changed Man and Other Tales (1913). Sus obras se han recopilado en 24 volúmenes en la edición Wessex (1912–13) y en 37 volúmenes en la edición Mellstock (1919–20). Su biografía, en gran medida escrita por él mismo, apareció bajo el nombre de su segunda esposa en dos volúmenes desde 1928–30, como The Early Life of Thomas Hardy, 1840–91 y The Later Years of Thomas Hardy, 1892–1928, hoy publicadas en una edición crítica de un solo volumen como The Life and Work of Thomas Hardy, editada por Michael Millgate (1984).
Colecciones de cuentos
Pequeñas ironías de la vida (Life's Little Ironies)
Short stories (con fecha de la primera publicación)
"How I Built Myself A House" (1865)
"Destiny and a Blue Cloak" (1874)
"The Thieves Who Couldn't Stop Sneezing" (1877)
"The Duchess of Hamptonshire" (1878)
"The Distracted Preacher" (1879)
"Conciudadanos (Fellow-Townsmen," 1880); en España, publicado en 2009 por Editorial Belvedere
"The Honourable Laura" (1881)
"What The Shepherd Saw" (1881)
"A Tradition of Eighteen Hundred and Four" (1882)
"Los tres desconocidos (The Three Strangers," 1883); en España, Los tres desconocidos y otros relatos (1991, Compañía Europea de Comunicación e Información)
"The Romantic Adventures Of A Milkmaid" (1883)
"Interlopers At The Knap" (1884)
"Sólo un intermedio (A Mere Interlude," 1885); en España, 2009, Editorial Nortesur S.L.U.
"A Tryst At An Ancient Earthwork" (1885)
"Alicia's Diary" (1887)
"The Waiting Supper" (1887–88)
"El brazo marchito (The Withered Arm)" (1888)1
"A Tragedy Of Two Ambitions" (1888)
"The First Countess of Wessex" (1889)
"Anna, Lady Baxby" (1890)
"The Lady Icenway" (1890)
"Lady Mottisfont" (1890)
"The Lady Penelope" (1890)
"The Marchioness of Stonehenge" (1890)
"Squire Petrick's Lady" (1890)
"Barbara Of The House Of Grebe" (1890)
"The Melancholy Hussar of The German Legion" (1890)
"Absent-Mindedness in a Parish Choir" (1891)
"The Winters And The Palmleys" (1891)
"For Conscience' Sake" (1891)
"Incident in Mr. Crookhill's Life"(1891)
"The Doctor's Legend" (1891)
"Andrey Satchel and the Parson and Clerk" (1891)
"The History of the Hardcomes" (1891)
"Netty Sargent's Copyhold" (1891)
"On The Western Circuit" (1891)
"A Few Crusted Characters: Introduction" (1891)
"The Superstitious Man's Story" (1891)
"Tony Kytes, the Arch-Deceiver" (1891)
"To Please His Wife" (1891)
"The Son's Veto" (1891)
"Old Andrey's Experience as a Musician" (1891)
"Nuestras hazañas en la cueva (Our Exploits At West Poley," 1892–93); en España, 1987, Editorial Escuela Española, S.A.
"Master John Horseleigh, Knight" (1893)
"The Fiddler of the Reels" (1893)
"Una mujer soñadora (An Imaginative Woman," 1894); en España, 1992, Compañía Europea de Comunicación e Información.
"The Spectre of the Real" (1894)
"A Committee-Man of 'The Terror'" (1896)
"The Duke's Reappearance" (1896)
"The Grave By The Handpost" (1897)
"A Changed Man" (1900)
"Enter a Dragoon" (1900)
"Blue Jimmy: The Horse Stealer" (1911)
"Old Mrs. Chundle" (1929)
"The Unconquerable"(1992)
Poesía
La poesía de Hardy utiliza un lenguaje preñado de arcaísmos y expone una cosmovisión tan sombría, materialista y desengañada como la de sus novelas. La belleza es sólo una ilusión pasajera. Ezra Pound dijo en 1937, tras el descubrimiento de la poesía de Hardy: "Ahora sí que es esto claridad: aquí está la cosecha de haber escrito primero veinte novelas".
A los 55 años, Hardy retomó la poesía que había abandonado en su juventud. Poemas de Wessex (Wessex Poems, 1898) y Poemas del pasado y del presente (Poems of the Past and the Present, 1901) son colecciones de poemas escritos bastante tiempo atrás. Dinastías -The Dynasts I(1904), II (1906), III (1908)- es un drama épico irrepresentable escrito entre 1903 y 1908, en 19 actos y 130 escenas, en los que se narra la lucha de Inglaterra contra Napoleón. Siguieron Risas del tiempo (Time Laughing-stocks, 1909), Sátiras de circunstancias (Satires of Circumstance, 1914), Momentos de visión (1917), Poemas líricos (1922), Fantasías humanas (Human Shows, 1925) y Palabras en invierno (1928). Entre sus más conocidos poemas se encuentran "Abril de 1914", "Wessex Heights", "En tinieblas, yo", "El funeral de Dios", "La naturaleza que interroga" y "A un ruiseñor".
CONOCIMIENTOS GEOGRÁFICOS
(RECORDANDO A CHRISTIANA C.)
Ella no habría podido siquiera señalar
dónde se encuentra Blackmoor, el camino
que conduce hasta Bath, o indicar el lugar
del horizonte en que se halla el pueblo vecino.
Mas sabía hacia dónde se encontraba Catay,
el cabo de Hornos o la ciudad de Bagdad,
y dónde estaba Boston y en qué lugar Bombay
podía señalar con toda claridad.
Ella no conocía el camino desierto
de Froom Mead o de Yell’ham su bosque concurrido,
pero sabía el modo de atracar en un puerto
austral y con el mar enfurecido.
Veía rielar las playas de Pattaya
bajo el ciruelo de su hortal
y escuchaba el bramido del golfo de Vizcaya
en la pequeña presa del canal.
"Mi hijo es marinero y ha surcado
todos los anchos mares del mundo conocido,
y cada vez que ha vuelto a casa me ha enseñado
dónde se encuentra cada país que ha recorrido."
El Gamo ante la casa solitaria. Edición y traducción de Francisco M. López Serrano.
Colección La Cruz del Sur, Editorial Pretextos, 1999, Valencia.
ROMA: EN LA PIRÁMIDE DE CESTIO, CERCA DE LAS TUMBAS
DE KEATS Y SHELLEY
¿Quién fue, pues, este Cestio,
y quién es para mí?
Entre mil remembranzas y vagos pensamientos,
uno solo me trae.
No recuerdo ni el eco
de nada que él hiciera.
Para mí es sólo un hombre que murió y fue enterrado
y dejó una pirámide
cuyo fin se expresó
no en su plan primigenio,
sino cuando andando el tiempo dos compatriotas míos
juntos allí reposaron.
Vivo, Cestio quizá
dio muerte, amenazó.
No lo sé. Sólo sé esto: en silencio y ya muerto,
hace algo más noble,
guiar al peregrino
con un dedo de mármol
junto al umbroso muro y calles centenarias
donde estos bardos yacen.
Di que vivió y murió
porque su nombre en piedra
con el tiempo señalara dos inmortales sombras.
Le bastará esa fama.
Versión de Antonio Rivero Taravillo
Algo yace en el campo, en algún sitio,
confiada a la tierra ciega y olvidadiza,
algo que estimuló en un poeta la profecía,
un poco de polvo invisible y abandonado.
El polvo de la alondra que escuchó Shelley
y que inmortalizó desde entonces,
aunque sólo vivió como los otros pájaros
sin saber que sería inmortal;
vivió su mansa vida y un día cayó,
una pequeña bola de plumas y huesos:
y cómo murió, cómo cantó cuando
se despedía, nadie lo sabe.
El gamo ante la casa solitaria
Afuera, en las tinieblas, alguien mira
a través del cristal de la ventana
desde la blanca sábana aterida.
Afuera, en las tinieblas alguien mira
cómo, en vela, aguardamos la mañana
junto a la lumbre de la chimenea.
No alcanzamos a ver esos dos ojos
que nos contemplan desde la intemperie
y reproducen los destellos rojos
del fuego. No advertimos esos ojos,
ojos maravillados, rutilantes,
y sus pasos furtivos, vacilantes.
El acantilado de Beeny
Oh, el zafiro y el ópalo de este errante mar de occidente,
y una mujer en lo alto con el cabello al viento cabalga sonriente,
la mujer que amé tanto y que me amó fielmente.
A nuestros pies el rugido continuo y las lejanas olas de la mar
semejaban un cielo inferior, engolfado en su propio palpitar,
mientras reíamos alegres en aquel mes de marzo que no podré olvidar.
Una pequeña nube nos ocultó, y brotó una lluvia irisada,
y se tiñó el Atlántico de una imprecisa y leve pincelada,
luego salió de nuevo el sol y de un tono purpúreo quedó la mar bañada.
En su profunda y abisal belleza aún el viejo Beeny ocupa bajo el cielo su lugar,
pero ella y yo el próximo mes de marzo no volveremos allí de nuevo a pasear,
ni las dulces palabras que dijimos se volverán a escuchar.
Pues aunque todavía la abisal belleza se alza en aquella agreste ribera de occidente,
la mujer, a la que el pony llevaba a paso de andadura está ahora ausente,
ya no sabe de Beeny ni le importa y no volverá a reír jamás alegremente.
Después
Cuando el Presente cierre sus puertas tras mi paso
y, cual recién hilada seda, las tiernas rosas
de mayo acune el viento, ¿dirá el vecino acaso:
“Era de los que suelen apreciar estas cosas”?
Si es al ocaso y cruza sobre el denso follaje,
como en un parpadeo, un halcón por la umbría
y se posa en la zarza que el viento arquease,
pensará quien lo vea: “También él lo vería”
Si en la noche oscura y tibia, de insectos poblada,
cuando el erizo corre furtivo por el prado,
tal vez alguien dijera: “Porque nadie dañara
a estas pobres criaturas veló, y poco ha logrado”
Si al oir que he partido, junto al umbral se quedan
contemplando los astros en el cielo de invierno,
¿pensarán los que ver mi rostro ya no puedan:
“Fue alguien que meditó sobre el misterio eterno?
http://www.davidzuker.com/wikilydia/2011/09/13/2103/
No viene nadie
HACIA arriba y abajo se estremecen las hojas
Y, a través de sus huecos, la luz que se desmaya
Se va difuminando, mientras llega la noche.
Fuera, en la carretera, los hilos del telégrafo
Que van a la ciudad, desde la tierra obscura
Suenan al caminante como una espectral lira
Rozada por la mano de un espectro.
Un coche se aproxima con luces encendidas
Que brillan sobre un árbol:
Es claro que no tiene nada que ver conmigo
Y prosigue ruidoso en mundo sólo suyo,
Pero dejando atrás el aire ennegrecido;
Mudo me quedo solo junto a la puerta, pero
Nadie hasta aquí se acerca.
En Los poemas del novelista.
Traducción de Adolfo Sarabia.
Editorial Hiperión.
The Dead Man Walking
They hail me as one living,
But don’t they know
That I have died of late years,
Untombed although?
I am but a shape that stands here,
A pulseless mould,
A pale past picture, screening
Ashes gone cold.
Not at a minute’s warning,
Not in a loud hour,
For me ceased Time’s enchantments
In hall and bower.
There was no tragic transit,
No catch of breath,
When silent seasons inched me
On to this death ….
— A Troubadour-youth I rambled
With Life for lyre,
The beats of being raging
In me like fire.
But when I practised eyeing
The goal of men,
It iced me, and I perished
A little then.
When passed my friend, my kinsfolk,
Through the Last Door,
And left me standing bleakly,
I died yet more;
And when my Love’s heart kindled
In hate of me,
Wherefore I knew not, died I
One more degree.
And if when I died fully
I cannot say,
And changed into the corpse-thing
I am to-day,
Yet is it that, though whiling
The time somehow
In walking, talking, smiling,
I live not now.
Hombre Muerto Caminando
Como a un viviente ellos me saludan
¿mas no saben acaso
que he muerto de años tan tardíos,
aunque insepulto?
No soy aquí sino una sombra inmóvil
mohosa forma ya sin pulso, pálida
fotografía del pasado, proyectando
cenizas frías que se alejan.
Ni en la advertencia de un minuto,
ni en el barullo de una hora,
cesaron para mí los hechizos del Tiempo
en el salón o en la alcoba.
Trágico tránsito no hubo,
ni suspensión del hálito,
cuando las estaciones silenciosas
con tiento me acercaban a esta muerte.
Trovadoresco joven, deambulaba,
tañendo esta lira que es la Vida,
y el incesante son del existir
rabiando en mí como una hoguera.
Mas cuando yo aguzaba el ojo
sobre las ambiciones de los hombres,
me congelaba, y perecía entonces
un poco más.
Cuando a través de la Postrera Puerta
cruzaron mis amigos, familiares,
dejándome aquí tan desolado
morí incluso más.
Y cuando la que es dueña de mi Amor
por mí su odio despertó,
no supe ya entonces si morí
un grado más aún.
Y si completamente he muerto, cuándo,
decir no lo podría,
y si he mutado en este cuerpo inerte
que soy hoy día.
Si así esto fuera, y pese a que
paso las horas de algún modo
en charlas, caminatas y sonrisas
no vivo ya jamás.
Traducción: Patricio Grinberg
Crédito de la foto: http://www.telegraph.co.uk/culture/books/10563431/Top-15-most-depressing-books.html
THE VOICE
La voz
Mujer que tanta falta me haces, me llamas, me llamas a mí
Dices que ahora no eres como eras
Cuando cambiaste de quien lo era todo para mi
Si no al principio, en nuestra Primavera
¿Será a ti a quien oigo? Deja que te vea entonces
De pie como cuando iba cerca del pueblo.
En donde me esperabas: sí, como te conocí entonces,
En ese primer vestido azul-cielo.
¿O es tan solo la brisa, en su letargo
Que viaja por la húmeda aguamiel hasta mí, acá,
Y tú disuelta en pálido olvido
Nunca más oída, ni lejos ni cerca?
Entonces yo, tropiezo hacia adelante
Las hojas a mi alrededor se desparraman
El viento se escabulle suave por la espina del norte
Y la mujer que llama
Traducido por Cecilia A. Vietri
ROMA, EN LA PIRÁMIDE DE CESTIO CERCA DE LAS TUMBAS DE SHELLEY Y KEATS
¿Quién era, entonces, Cestio,
y quién es para mí?
De las mil ocurrencias y los muchos recuerdos
uno solo me evoca.
Nada de lo que hiciera
me viene a la memoria;
para mí es un hombre que murió y fue enterrado
para dejar una pirámide
cuya intención fue expresada
no por su primer diseño,
no hasta que, mucho Tiempo después, junto a él
descansaron dos compatriotas míos.
Cestio en vida, tal vez,
asesinara, arrojara amenazas;
lo ignoro. Esto sé: su muerte y su silencio
hacen algo de mucha más nobleza
al guiar los pies de tantos peregrinos
con un marmóreo dedo hasta donde,
junto al muro sombrío y la calle donde ronda la historia,
descansan estos cantores sin igual…
—Di, entonces, que vivió y murió
para que esas piedras que llevan su nombre
señalaran, con el Tiempo, el lugar donde moran dos Sombras inmortales;
es una fama que le basta y sobra.
(Thomas Hardy)
(Traducción, A. Catalán)
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