viernes, 16 de noviembre de 2012

ANIS MOJGANI [8409]




Anis Mojgani, de ascendencia persa es un poeta, artista visual y músico que reside en Austin, Texas.
Nacido en Nueva Orleans el 13 de junio 1977, es un Bachelor Of Fine Arts In Sequential Art por el Savannah College Of Art And Design y tiene un Master en Bellas Artes. Con influencias como Kerouac y Bukowski, este poeta ha ganado varios premios de poesía alternativa a lo largo y ancho de Estados Unidos.




Milo

Agarremos una bolsa con aerosoles y pasémosle aerosol a las pinturas.
Bailemos por París
besémonos a la sombra del Louvre
entremos a gatas por las ventanas
desenrollemos manifiestos sobre los lienzos
escribamos en código Morse sobre las esculturas
preparemos nuestras bolsas de dormir
contémonos historias a la luz de las linternas
desenterremos todo lo de antes
enterrémonos mutuamente dentro de los otros
démosle uvas a las hormigas
pongamos fuegos artificiales en los puños de los reyes dormidos
matemos a un monarca.
Volvamos afuera y encontremos un mundo para hacerle esto mismo,
rompamos los ladrillos, trepémoslos
y cuando las sirenas suenen
reíte fuerte, tomá mi mano y corramos rápido.
Corré conmigo por las calles llevando botellas,
un bidón con nafta,
la boca llena de fósforos,
los bolsillos llenos de pinturas
y una camada de policías fresquitos que persigan los incendios que prendamos.
Riámonos sobre un hombro de oro.
Yo pensé que los museos eran los cementerios donde los muertos pagaban
para que las paredes sostuvieran lo que tuvimos y así poder caminar
entre lo que una vez fuimos.
Los chicos toman sus cráneos para convertirlos en jardines,
para arrancar ancestros y estrellas lejanas
que algunas noches parecen una madre sin brazos rezando para que sus brazos vuelvan.
Cada diente que nos sacamos de la boca para tirarlo a los soldados anti disturbio enguantados de negro es otra sombra que nos queremos sacar de encima.
Dejemos que cada risa se infle de lujuria,
dejemos que la noche se vaya mientras nos reímos
y te cojo como si fueras una oración.
Me podría salvar poniendo mi boca alrededor tuyo
y después voy a tomarte como si fueras el púlpito y yo el cielo
y como si este amor que baila entre esta dureza fuera una línea telefónica sagrada
a través de la que esas dos cosas se hablan.
Llevame adentro tu corazón como si yo fuera un santo
y vos fueras un rostro de perdón floreciendo en un valle destinado a hundirse más allá.
Sé un río conmigo.
Sé la tormenta.
La curva en el camino.
El patio delantero.
El calor del sur.
Sé una bota con cuerdas de banjo.
Un puño lleno de canciones escritas.
Un mordisco de chocolate en rama.
Cuando vengan a llevarnos
clavales el puñal entre los ojos.
No sueltes tu mano de la mía.
Hacé un puño con la otra y golpeá espaldas como gremios,
escupí, transpirá, besalos como una abuela.
Aullá con la boca abierta por el terror y llena de amor.
Y cuando vengan a cortarnos el pelo y pidan escuchar nuestro arrepentimiento,
decí conmigo, fuerte y temblando
pero fuerte y claro:
“Ya me vacié a mí mismo. Me despedí con un beso del arrepentimiento
y tomé las manos de otro ángel de espaldas y me fui de espaldas hacia la lluvia”.
Cuando el verdugo de la mañana venga a decapitar el sol en su ejecución diaria,
decí conmigo: “Sara, somos manzanas, nuestro amor es una flecha.
Me estoy desabrochando la camisa; pintándome un círculo sobre el corazón.
Por favor, sólo dispará derecho”.

Versión de Tom Maver




Milos 

Let us take a sack of spray paint and spray paint over the paintings.
Let us dance through Paris;
kiss in the shadow of the Louvre,
crawl inside its windows,
scroll manifesto's over its canvas',
write Morse code on the sculptures,
roll a sleeping bag on the floors to sleep inside of, tell one another a story by flashlight,
unearth everything from before,
burry each other inside the other,
feed grapes to the ants,
light fireworks in the fists of sleeping kings; kill a monarch.
Break back outside and find a world to do all these same things to;
up and upon against break the bricks, climb over them,
and when the sirens scream,
laugh aloud, hold my hand and run fast.
Run through the streets with me with a bunch of bottles,
a bucket of gasoline,
a mouthful of matches,
a pocket full of paintings and a fresh faced batch of policemen to chase the fires we are lighting,
laugh on a shoulder of gold.
And I thought that the museums where cemeteries where the dead paid the wall to hold what we had so that we could walk through what we once were,
And children take their sculls to turn into gardens,
to pluck for forefathers and farther stars,
that on some nights resemble an armless mother praying for her arms to return.
Every tooth that we tear from our jaw to fling at the black gloved riot soldiers is another shadow that we are trying to lose.
Let every giggle be filled with lust; let us laugh this night away and i will fuck you like you were a prayer.
I could save me by having my mouth around you,
and i will hold you afterwards like you were the pulpit and i was the sky,
and this love that danced between that hardness was a telephone line of holiness that those two things spoke through.
Take me into your heart like i was a saint,
and you were a face of forgiveness blooming in a valley destined to sink further.
Be a river with me;
Be the storm;
the bend in the path;
the front porch; the heat in the south;
be a boot full of banjo strings;
a fist full of written songs;
a mouthful of chocolate dust.
When they come to take us,
stab them between the eyes.
Do not take your hand from around mine.
Make a fist with the other, and punch spines like guilds, spit, sweat, kiss them like a grandmother. Howl opened mouth terror love filled.
And when they come to cut out hair and ask to hear penance come from inside us,
say with me loud and trembling,
but loud and clear:
"I have already emptied myself. I kissed regret goodbye, took the hands of another backwards angel, and rode backwards into the rain"
When the hangman of morrow comes to hang the sun in its daily execution say this with me: "'Sarah, we are apples, our love is an arrow; I’m unbuttoning my shirt; painting a circle over my heart, please, just shoot straight."






El pescador

El pescador tira sus redes.
De noche, cuando come,
se sienta solo.
Su plato es redondo como la luna,
pone una vela en su mesa.
Corta el pescado con el cuchillo y el tenedor
sacándole la piel como si estuviera en la cama, destapándolo.
Suele levantarse antes de que el sol salga
porque los peces no duermen mucho.
Algunas de esas noches
en que estuvo tomando mucho,
va a la escollera y les lee a los peces.
Les lee poemas,
poemas que están en libros,
poemas sobre la condición humana,
sobre los músculos que, dentro suyo,
cuestionan y tiemblan y se estremecen y duermen.
Con la botella en una mano, el libro en la otra,
los libros agarrándose de los poemas
como si fueran madres con miedo
de dejar que sus hijos salgan
al suave miedo de la noche eléctrica,
y como si él fuera el atrevido que les muestra este mundo.
Su madre nunca va a tomarlo como ahora.
Piensa: Soy muy grande.
Con el libro en una mano, la botella en la otra,
mientras las tormentas forman detrás suyo un rebaño
como cadáveres inflados que se acercan,
él recita a gritos estos poemas, gritando las palabras
como si fueran dientes que ya no se necesitan más.
Arrastra sus gritos como un predicador borracho
cortando las sogas. Levanta los poemas como piedras
para arrojar a los pies del trono de Dios,
seduciendo una palabra con otra palabra
y otra, esperando que alguna puerta se abra
dentro de alguna nube negra pero no pasa nada.
La lluvia cae, las olas van y vienen
y los peces duermen y se despiertan y duermen
y se despiertan una y otra vez
en medio de las sacudidas del océano. Él está parado
como un Noé rodeado de baldes
rebalsados y todo lo que tiene para atrapar
este relámpago mojado es esta boca abierta
y así les sigue leyendo.
Les lee sobre cosas que ninguno de ellos
va a ver jamás. Sobre las flores abriéndose,
sobre pájaros grandes como acantilados
agarrando héroes con sus alas plateadas,
llevando guerreros hacia la gracia abierta
de los dioses y hacia la sagrada providencia
donde este pescador está parado,
los escudos y los hombros pulidos
lo suficiente como para cegar al sol.
Se vacía a sí mismo
y las olas van y vienen.
Se va a su casa, se tira en su cama.
Todo el día siguiente lo duerme.
La noche entra por su ventana como un sueño,
una fiebre, una madre viniendo a abrazarlo.
Despierta dentro de sus brazos, va a la cocina,
prende una vela, pone la mesa, cocina su audiencia
y le saca la piel como si estuviera destapándolo
antes de meterse adentro. 

Versión de Tom Maver




SACUDAN EL POLVO

Esto es para las chicas gordas.

Esto es para los hermanos menores.

Esto es para los tímidos en el patio del recreo, y para los chicos malos que los atormentaban.

Esto es para la ex reina del baile, y para los que juegan al fútbol con latitas pisadas.

Esto es para los que comen cereal a la noche, para los jubilados que trabajan dando la bienvenida a la gente en la puerta de un Shopping.

Sacudan el polvo

Esto es para los bancos de plaza y la gente que está sentada en ellos,

para los colectiveros manejando un millón de himnos quebrados,

para los que tuvieron que trabajar en tres lugares distintos sólo para mantener a sus hijos,

para los que van a la escuela nocturna y para los que ciclistas de medianoche tratando de volar.

Sacudan el polvo.

Esto es para los bebés de dos años que nadie los entiende porque hablan un poco en castellano y un poco en dios.

Sacudan el polvo.

Para los chicos con hermanas hermosas

Sacudan el polvo.

Esto es para las chicas con hermanos que se están volviendo locos,

para los que mienten su SAF (Sin Actividad Fisica) en las clases de gimnasia y para las chicas de doce que temen darse duchas en público,

para el chico que siempre llega tarde a clase porque se olvida de la combinación de su locker,

y para la chica que ama a otro.

Sacudan el polvo.

Esto es para los hombres duros, hombres duros que quieren amar pero saben que eso no va a pasar.

Para los que todos olvidan, para aquellos que las reformas no defienden.

Para los que les dicen que deben hablar sólo cuando les hablan y a quienes después nadie les habla jamás. Hablen cada vez que se pongan de pie así no se olvidan de ustedes mismos.

No dejen pasar un solo momento que no les recuerde que su corazón late 900 veces por día y que hay suficientes litros de sangre para hacer un océano.

No se conformen con dejar que estas olas se calmen y que el polvo se junte en sus venas.

Esto es para el pedófilo célibe que sigue luchando,

para las profesoras de poesía y para la gente que se va sola de vacaciones.

Para las gotitas de transpiración que salian de los labios de Michael Jackson cuando cantaba y para la pollera de Tina Turner sobre sus agitadas caderas, para los cielos y los infiernos en los que Tina vivió.

Esto es para los cansados y los soñadores y para esas familias que nunca van a ser como los Pérez Companc con cenas perfectas e hijos jugadores de polo para La Martina.

Esto es para los racistas,

esto es para los sexistas,

esto es para los asesinos.

Esto es para la casa grande, los gatos condenados por la pluma convirtiéndose en redentores y para la primavera que siempre aparece después del invierno.

¿Esto? Esto es para vos.

Asegurate de que cuando el pescador vuelva vos ya no estés ahí.

Porque igual a los días, yo quemo ambos extremos y todo el tiempo escribo, cada vez que abro mis ojos estoy cortando un pedazo de mí para dártelo a vos.

Así que sacudí el polvo y llevame con vos cuando lo hagas, porque nada de esto fue alguna vez para mí.

Todos esos tirones y empujones, tirones y empujones, fueron para vos.

Así que tomá este mundo por las puntas y sacudílo una y otra vez y saltale encima y vayan a dar una vuelta y cuando te bajes de un salto, sacudílo de nuevo, porque esto es tuyo.

Hacé valer mis palabras, no hagas de éste un poema más escrito por mí, un simple poema más como otra simple noche que pesa encima de todos nosotros.

Entrá a él caminando, respiralo, dejá que atraviese por los pasillos de tus brazos hasta penetrar en los millones de años de millones de poetas viajando como la sangre que empuja y te recorre haciéndote vivir sacudiendo el polvo.

Así que cuando el mundo golpee a tu puerta, agarrá la manija, abrí rápido y salí corriendo hacia sus brazos extendidos, dándote la bienvenida con tus propias extremidades hacia delante, con la punta de los dedos temblando… como si aun pudieran.

Versión de Seba Kirzner y Tom Maver






SHAKE THE DUST

This is for the fat girls.

This is for the little brothers.

This is for the school-yard wimps, this is for the childhood bullies who tormented them.

This is for the former prom queen, this is for the milk-crate ball players.

This is for the nighttime cereal eaters and for the retired, elderly Wal-Mart store front door greeters.

Shake the dust.

This is for the benches and the people sitting upon them,

for the bus drivers driving a million broken hymns,

for the men who have to hold down three jobs simply to hold up their children,

for the nighttime schoolers and the midnight bike riders who are trying to fly.

Shake the dust.

This is for the two-year-olds who cannot be understood because they speak half-English and half-god.

Shake the dust.

For the girls with the brothers who are going crazy,

for those gym class wall flowers and the twelve-year-olds afraid of taking public showers,

for the kid who's always late to class because he forgets the combination to his lockers,

for the girl who loves somebody else.

Shake the dust.

This is for the hard men, the hard men who want to love but know that it won't come.

For the ones who are forgotten, the ones the amendments do not stand up for.

For the ones who are told to speak only when you are spoken to and then are never spoken to. Speak every time you stand so you do not forget yourself.

Do not let a moment go by that doesn't remind you that your heart beats 900 times a day and that there are enough gallons of blood to make you an ocean.

Do not settle for letting these waves settle and the dust to collect in your veins.

This is for the celibate pedophile who keeps on struggling,

for the poetry teachers and for the people who go on vacations alone.

For the sweat that drips off of Mick Jaggers' singing lips and for the shaking skirt on Tina Turner's shaking hips, for the heavens and for the hells through which Tina has lived.

This is for the tired and for the dreamers and for those families who'll never be like the Cleavers with perfectly made dinners and sons like Wally and the Beaver.

This is for the biggots,

this is for the sexists,

this is for the killers.

This is for the big house, pen-sentenced cats becoming redeemers and for the springtime that always shows up after the winters.

This? This is for you.

Make sure that by the time fisherman returns you are gone.

Because just like the days, I burn both ends and every time I write, every time I open my eyes I am cutting out a part of myself to give to you.

So shake the dust and take me with you when you do for none of this has never been for me.

All that pushes and pulls, pushes and pulls for you.

So grab this world by its clothespins and shake it out again and again and jump on top and take it for a spin and when you hop off shake it again for this is yours.

Make my words worth it, make this not just another poem that I write, not just another poem like just another night that sits heavy above us all.

Walk into it, breathe it in, let is crash through the halls of your arms at the millions of years of millions of poets coursing like blood pumping and pushing making you live, shaking the dust.

So when the world knocks at your front door, clutch the knob and open on up, running forward into its widespread greeting arms with your hands before you, fingertips trembling though they may be.




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