Sigbjørn Obstfelder
Escritor y Poeta.
Nacimiento: 21 de noviembre de 1866, Stavanger, Noruega. Muerte: 29 de julio de 1900, Copenhague, Dinamarca
Es considerado como el primer poeta modernista en Noruega. Se formó como ingeniero y vivió un tiempo en Estados Unidos. También escribió cuento, novela, teatro y poesía en prosa.
A comienzos del siglo XX, el poeta simbolista Sigbjørn Obstfelder (1866-1900), se convirtió en el innovador más importante dentro de los círculos de poesía lírica noruega. Sus obras reflejan una admiración por la vida con una atmósfera de imágenes desenfocadas. Al mismo tiempo, su voz era intensamente personal, y se convirtió en un representante destacado del modernismo temprano.
Murió de tuberculosis en Copenhague el mismo día que nació su única hija.
OBRA:
Heimskringlam, 1889
Digte, 1893
To novelletter, 1895
Korset (roman), 1896
De røde dråber (skuespill), 1897
En præsts dagbog (roman), posth. 1900
Efterladte arbeider, 1903
Samlede skrifter I-III, 1950 inneholder mye tidl. utrykt materiale
El compositor Nils Henrik Asheim editó en 2007 un disco donde se musicalizan algunos de sus poemas, incluyendo los aquí presentados.
Poemas
Sigbjørn Obstfelder
Traducción de Osvaldo Rocha
Salme
Når den første tåre smelter,
da brister sorgen
O Gud, giv mig den første tåre.
Hos mig er tåren is
og min sorg er isens rose,
Hos mig er tåren is,
og mit hjerte fryser.
Himno
Al fundirse la primera lágrima
se detona la tristeza
Oh Dios, dame la primera lágrima.
En mí la lágrima es hielo
y mi tristeza es la rosa del hielo.
En mí la tristeza es hielo,
y mi corazón se congela.
Orkan
Blæst, storm, orkan!
Nøgen vil jeg bade mig i din susen!
Hei! Se mine hvide arme!
Mit hår flyver, hei!
Leg med mit hår, orkan!
Blæs!
Fold ud min sjæls brede vinger!
Min sjæl favner verden!
Uranos skjælver derinde!
Orkan! Orkan!
Jeg er nøgen!
Som du har jeg kastet mig i jordens vaiende græs!
Mine arme jubler mod rummet!
Verdensrummet!
Hei!
Kom!
Lad os lege!
Styrte os i havet!
Kom, hvirvlende blade!
Kom, ravne, haier, sjøer!
Kom, rasende skyer!
Vi danser, vi danser!
Jeg og I!
Huracán
¡Viento, tormenta, huracán!
¡Desnudo me bañaré en tu soplido!
¡Mira! ¡Contempla mis blancos brazos!
¡Mi cabello vuela! ¡Mira!
¡Juega con mi cabello, huracán!
¡Viento!
¡Despliega las anchas alas de mi alma!
¡Mi alma penetra el mundo!
¡Urano tiembla allí dentro!
¡Huracán! ¡Huracán!
¡Estoy desnudo!
¡Como tú, me arrojo a la mecida hierba de la tierra!
¡Mis brazos se extienden hacia el espacio!
¡El espacio exterior!
¡Mira!
¡Ven!
¡Vamos a jugar!
¡Precipitémonos contra el océano!
¡Vengan hojas arremolinadas!
¡Vengan cuervos, tiburones y mares!
¡Vengan las nubes furiosas!
¡Bailemos! ¡Bailemos!
¡Ustedes y yo!
_______________________________
Osvaldo Rocha (Guadalajara, Jalisco, 1984). Es poeta, traductor y ensayista. Maestro en Filología Nórdica por la Universidad de Islandia, ha residido también en Noruega. Es profesor en distintas universidades mexicanas y colaborador en Acequias, Armas y Letras, Este País, Opción, Periódico de Poesía, El Espectador (Colombia), BareBack Magazine (Canadá), Amsterdam Sur (Holanda) y Softblow (Singapur), entre otras publicaciones.
Sigbjørn Obstfelder by Oda Krohg
Rosas
¡Sí, rosas! ¡Marchitaos!
¡Marchitaos!
*
Fue en mitad del invierno, en pleno día. Los tañidos de las campanas de la iglesia se agrupaban allí arriba y desaparecían. Allí arriba, donde el aire es puro.
Eran rosas y rojo y nevaban pétalos de rosa.
Carmesíes de la primavera,
rubias del otoño,
blancas del invierno,
amarillas del verano.
*
¡No! ¡Yo no puedo!
¡Oh — así como — así como — cuando — — muere!
*
Ella tenía los ojos más dulces, sí, los más risueños. Estaba muy lejos. Lloraba.
*
Se reúnen sobre él, caen, gotean, gotean, se lanzan y se agrupan, se reúnen sobre él para formar un suave — los pétalos blancos, los pétalos rojos — un dulce beso de rosa, beso de pétalos de rosa.
En la frente, en la boca, en el cuello.
*
Ay, yo no puedo, no puedo — yo sólo quiero —
¡Suavemente querría yo morir! Querría sentarme en sus rodillas y besarla y abrazarla y morir como un niño obediente que se queda dormido.
En ella, que es la muerte.
*
Su vestido estaba tejido de rosas y cosido con tallos. Su aliento era el aroma de las rosas. Su sonrisa era la sonrisa de las rosas. Pero, ¿los ojos?
Su llanto era el llanto de las rosas.
Yo lo vi.
*
Nieva. Rosas del sol. Rosas de las estrellas, millones de rosas de meteoros que han perdido el rumbo. Sobre el corazón se deposita el manto de rosas y el corazón se calienta tanto y late tan ligero.
*
Hojas y hojas —
Palpita. — Palpita
Yema tras yema.
Palpita. Palpita.
*
Hay muchos ojos. Hay tantos ojos como rosas. Son ojos moribundos.
*
No, son dos ojos.
*
Son dos. Son dos
p. Palpita. — Palpita.
Son dos. Son dos
pp. Palpita. — Palpita.
*
Magnífico.
Estoy ciego. No veo.
*
Dios.
*
Son dos. Son dos.
Muere.
Son dos. Son dos.
Muere.
*
Es uno.
*
Él yace en un mar de rosas. El mundo es — rosas, todo es rosas, los pensamientos son rosas.
Oscurece. El sol se oculta. Todo se hace uno. No hay aire ni agua ni tierra ni gentes. Hay solamente un ser humano y — rosas.
No hay cielo con estrellas, sino un alto mar —de rosas— y más allá del límite de las rosas vuelve a haber — rosas.
El corazón se relaja. El corazón se convierte en una — rosa — que se marchita. Y el jugo se seca. Y los pétalos se encogen.
Salvajemente hacia el horizonte, rosas, salvajemente fija la mirada, salvajemente, rosas, rosas, (furioso) pétalos de rosa, capullos de rosa:/:cálices de rosas:/:aroma de rosas, llanto de rosas, rosas — colores de rosas,— (mor.) rosas.
*
¿Yo?
*
Salvajemente fija los ojos en el horizonte mirando hacia — rosas.
Y muere.
* *
*
¿Tú?
Sigbjørn Obstfelder (en 1899), incluido en Poesía nórdica (Ediciones de la Torre, Madrid, 1999, ed. y trad. de Francisco J. Uriz).
Jeg ser
Jeg ser paa den hvide himmel,
jeg ser paa de graablaa skyer,
jeg ser paa den blodige sol.
Dette er altsaa verden.
Dette er altsaa klodernes hjem.
En regndraabe!
Jeg ser paa de høie huse,
jeg ser paa de tusende vinduer,
jeg ser paa det fjerne kirketaarn.
Dette er altsaa jorden.
Dette er altsaa menneskenes hjem.
De graablaa skyer samler sig. Solen blev borte.
Jeg ser paa de velklædte herrer,
jeg ser paa de smilende damer,
jeg ser paa de ludende heste.
Hvor de graablaa skyer blir tunge.
Jeg ser, jeg ser...
Jeg er vist kommet paa en feil klode!
Her er saa underligt...
Navnløs
Mørkets taage sænker sig over trær, over plæner,
bladene har ingen farver, græsset har intet grønt.
Lygternes blus er mørkets gule pupiller —
gule pupiller, som vider sig ud saa sælsomt.
Ingen er der, som ler eller sukker i parkens gange.
Jeg hoster. Min hosten lyder som spøgelseharken.
Jeg gaar. Mine skridt er som spøgelseskridt.
Men i parkens mørkeste gang, hvor lygter ei brænder,
sidder skjult mellem trær paa en ensom bænk en skjøge.
Der er slør for de blege kinder, sort slør —
bag det sorte slør er der øine, som sælsomt glimter.
Og jeg gribes af en vemodig, natlig glæde,
ved at møde i mørket, i den døde nat, et menneske.
Jeg sætter mig ned stille, drar sløret tilside taust,
nærmer mine øine til hendes, min sjæl til hendes.
Lydløst daler nogle blade.
Varsomt lægger jeg øret til hendes hjerte . . .
Og brister i graat, graater i hendes kolde hansker,
graater og graater, og ved ikke, hvorfor jeg graater.
Hun støder mig ikke bort.
Hun tørrer mine øine nænsomt.
Og jeg griber hendes hænder i angstfuldt tungsind
og ber hende gjemme mig, gjemme mig, gjemme mig.
Mørkets taage sænker sig over trær, over sjæle.
Løvet har ingen farver, græsset intet grønt.
Men i taagen daler lydløst sorte blade,
og i mørket sidder skjult på en ensom bænk en navnløs,
og gjemmer ved det hede bryst en sygs ansigt,
og gjemmer i de myge hænder en ræds øine,
og ingen uden Gud hører hans saare hulken,
og ingen uden Gud hører hendes trøstende hvisken.
.
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