Olga Carrizales
(Monterrey, México 1989)
Ha publicado en diferentes revistas del país (Urbanario, Kátharsis XXI, Revista El Humo, entre otras) y ha participado en diversos ciclos de lecturas de la ciudad, así como en los Slam Poéticos organizados por el colectivo Slam Poetry Monterrey desde el 2012. Su trabajo aparece en la antología “No se toca, no se viola, no se mata” de la editorial chilena La Fonola Cartonera (2015), así como en la antología digital “Ecos del grito, Vol. II” de la organización Mujeres Poetas Internacional (2014) y en la primera antología virtual de Slam Poetry Monterrey (2013). Es autora de “Mi Barbie nunca tuvo un Ken” (Poetazos, 2014).
I
mi niña
en la esquina del salón
es porcelana
si la toco
¿se rompe?
II
¡niña mala!
grita entre los muros:
no sabes tener
las manos quietas
III
las niñas
se rompen
caen como ríos
por las mejillas
púrpuras
IV
niña mala:
al borde del suicidio
tus ojos como
gotas de cianuro
V
en la esquina del salón
no hay niña mala
no es
niña
no
es mala
es un reloj
sin cuerda
otra muñeca rota
Introducing Barbara Millicent Roberts
I
sobre el volante del Volkswagen Beetle
tiene los brazos estáticos
tiene los pies estáticos
en el suelo
junto al acelerador
la sonrisa distorsionada en el espejo
de plástico
lentes de plástico también y el cabello
quieto ante un viento falso
cabeza torcida cabeza torcida
hay un pequeño pasaporte en el asiento
y un maletín que no cierra
en la cajuela
es otro día para Barbara Millicent Roberts
el mismo día que no empieza y no termina
II
Barbara Millicent Roberts
el nombre de la mujer ejecutiva
todas las niñas de los 90
queríamos ser como tú
alta bella inteligente
rubia de ojo azul
la imagen de la perfección
en rosa
Barbie Hollywood
cotizada siempre en dólares
diosa de plástico
tú eres la verdadera
Queen B
Dear Barbie Butterfly Princess
todas las mujeres estamos rotas
somos versiones fallidas de ti
somos cuerpos
vendidos por separado
carne sangre huesos
sin tu talento para controlar
las mariposas
I’m Barbie
fuimos creadas a tu imagen y semejanza
para vendernos mejor en el mercado
de muñecas
nos cortaron los dedos para usar tus zapatos
nos inflaron el pecho para llenar tus brassieres
rompieron huesos de brazos y piernas
para colgarnos del cielo
arrancaron dientes y cabello
bajo la consigna:
la belleza cuesta
Barbie Mommy
Barbie mamá
no quiere ser mamá
no quiere enfrentarse
a una prueba de embarazo
no quiere saber si es niño
o niña
lo que hincha su vientre plano
con amor y patadas
no quiere cicatrices
ni leche rancia
saliendo de su cuerpo
Barbie mamá
no quiere ser mamá
y soltera menos
(papá se vende por separado)
hubiera preferido ser
Barbie astronauta,
karateca, abogada
o policía
(y tener una colt .45
escondida en el bolsillo de su abrigo
de mink)
MI BARBIE NUNCA TUVO UN KEN
mi Barbie nunca tuvo un Ken
y sin embargo
para sentirse poderosa
sacaba el mayor provecho
del marketing sexual
su cama siempre fue
un campo de batalla
entre Max Steel
un saiyajin
y Action Man
así la infancia:
mi Barbie
nunca tuvo
un Ken
ni por dónde
perder
la virginidad
Poeta infiel
Esos versos
me suenan conocidos.
Ese beso
es fantasma de otros besos.
Poeta infiel,
mi lápiz está desamparado
y yo te amo casi al borde
del soneto.
Si escribes para otras
no me engañes.
Si me das lo que ya has dado
no lo quiero.
No manches mis amores
con tus labios
si en tu piel hay derramados
poemas traicioneros.
.
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