jueves, 13 de agosto de 2015

EDGAR RINCÓN LUNA [16.795] Poeta de México




EDGAR RINCÓN LUNA

Nació en Ciudad Juárez, Chihuahua, el 8 de septiembre de 1974. Poeta. Estudió diseño gráfico. Sus textos han sido incluidos en El silencio de lo que cae, UNAM, Ala del Tigre, 2000, Generación 2000. Literatura mexicana hacia el tercer milenio, CONACULTA, 2000 y El hacha puesta en la raíz. Ensayistas mexicanos para el siglo XXI, CONACULTA, 2006 y "Puño de Whiskey". Algunos de sus poemas han sido traducidos al inglés y publicados en las revistas Hunger y The Bitter Oleander.




Es ella quien escribe

Cada mañana descubro los trazos de su escritura nocturna
en los objetos rotos leo las sílabas de la furia y el desastre
en los breves cristales que decoran las orillas de los callejones
encuentro una invitación para un funeral que comienza cada tarde 
el cigarro sin encender es la advertencia de que vienen días peores 
la navaja de afeitar oxidada es una carta dirigida a los que despiertan
el pájaro muerto es un signo poderoso pero indescifrable
especie de asterisco en huesos y sombra para el sosiego de los insectos
después del ave la botella de cerveza pronuncia palabras más oscuras
la etiqueta rota me habla de un fastidio que lleva años rasgando la piel de las ventanas
un cristal limpio es un hombre que ha bebido solo esperando la visita de un fantasma
pero es en la botella rota donde puedo leer todas las firmas de la noche
alguien ha cerrado una puerta con el corazón sumergido en hielo
otro ha escuchado por teléfono que morir es inevitable
y el más viejo de los que habitan la orilla de este sitio 
lleva otra noche esperando la compañía de la muerte




CONOZCO ESTA CIUDAD,
NO ES COMO EN LOS DIARIOS

Tome el periódico del día
y colóquelo a una distancia prudente hasta que sin dificultades pueda leer:
Usted está vivo
El café se sigue sirviendo caliente aquí
Con cien pesos puede ir a desayunar algo caro
Luego arroje el montón de papel a la basura no son más que palabras muertas
hablando de personas muertas
entonces lea de nuevo los encabezados:
Usted está vivo Ellos no
Al final de la nota en letras rojas dice:
Y usted no hace nada al respecto.





Ciudad Juárez Unplugged

de la infancia sólo guardo el miedo
a que un extraño aprovechando la oscuridad
entre a casa
de ahí mi amor por los relámpagos
a esa luz perseguida por el ruido
a ese brazo fracturado de la muerte
que nos descubre las vertebras del cielo

entre la oscuridad y el relámpago
la palabra y la lluvia son un murmullo
los niños parecen negros cartones recortados

en la oscuridad
uno escucha el andar del agua entre las calles
y gracias al relámpago
podemos ver de nuevo nuestras venas
nuestros huesos afilados en cada esquina
de esta ciudad que ya no es

ahora suenan
el rio que regresa el barrio que se hunde
otra vez tierra y agua en los zapatos

en ese ruido nos damos cuenta
que la infancia es un relámpago
que aparece en la nube de los años

y en esta lluvia que 
en silencio cae de nuestros ojos
agradecemos esa luz que nos permite
ver las ruinas de una ciudad
que para nosotros ya no existe
y entonces comprendemos que
la constancia de la lluvia
la persistencia de la oscuridad
no borra el rostro ni los nombres
de los amigos muertos.

(Puño de Whiskey, Ediciones Sin Nombre, 2005)



Parque

No esta bien, dices
encontrar los restos 
de un rompecabezas en la banqueta

qué hace éste pedazo de árbol
a la sombra de otro árbol
esto debería estar encima de una mesa
o la familia aquí pero haciendo otra cosa
que no sea buscar las orillas
de un paisaje de cartón

no esta bien, dices
el columpio atado a la vértical del abandono
el puente de madera sin peligro que lo habite
las bellotas, las botellas y las piedras sin patear
no está bien la arena sin el salto

no esta bien el parque 
sin el parque





Tres fantasmas beben cerveza

Dejame decirte algo –me dijo el viejo-

es invierno y afuera los hombres
cubren sus huesos hasta el cuello
ataudes negros pasan por la ventana
las cervezas pierden su sabor en la tibieza
y la gran barra huele a gas consumiéndose

el viejo pide que le cambien el tarro
un muchacho entra y deja sus guantes en la barra
se frota las manos y pide una cerveza fría
de seguir así –pienso-
el invierno jamás saldrá de nosotros

en el espejo sólo hay tres fantasmas
los tres fantasmas de navidad digo
dirigiéndome a nadie
el cantinero ríe

el viejo nunca me dijo nada







A los 16 años escuché la historia de un hombre
que todo lo hacía con cerveza
dormía y se despertaba con cerveza
se bañaba con cerveza
su desayuno era huevos con cerveza
a su carro en vez de gasolina
le echaba cerveza
cogía con cerveza, es más
algunos me dijeron que se cogía
a sus botellas de cerveza.
este hombre se llamaba Bukowski
y lo más decente que oí de él
es que siempre olía a cerveza
de sus trabajos lo corrieron por eso
todo eso y más me dijeron los que leyeron al viejo Bukowski
porque aparte de beber cerveza
este hombre era escritor
y por supuesto escribió que bebía mucha… bueno, ya saben

14 años después leí los poemas del hombre cerveza
amigos míos, déjenme les digo
que este tipo nos ha mentido
ese tal Bukowski es un farsante
nos ha engañado a todos se ha salido con la suya

el viejo Buk al morir dejó muchos borrachos
pero muy, muy pocos poetas.

"Puño de Whiskey" 









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