miércoles, 1 de julio de 2015

ELVIRA LARUELO DE LA ROZ [16.436]

Foto: Alejandro Nafría


ELVIRA LARUELO DE LA ROZ

Asturias, España.
Escribe en el blog: http://versosamedianoche.blogspot.com.es/



SOY PALABRAS
que me invaden,
que me tejen,
y me viven
escondidas en mis huesos:
las que nunca pronuncio
porque apenas presiento;
las que me hacen soñar,
volar, llorar;
las que me emocionan;
las que me hieren
porque soy,
como ellas,
efímera música al viento.
Las que morirán conmigo,
las que susurro en sueños.



DESESPERANZA

Gira el globo 
regalándonos una nueva oportunidad
cada veinticuatro horas.
Pero entre el maravilloso espectáculo
del amanecer
y la puesta del sol
desperdiciamos hasta el último segundo
empeñados en demostrar al resto del universo
nuestra impasible capacidad de destrucción
a pesar de tanta belleza.




Nacer, crecer,
sufrir, querer...
Ensin aliendu, ensin descansu.
Suañar, medrar,
dormir, amar...
dioses d’un mundu emprestáu,
fumos d’eternidá
y, a la fin:
pación de gusanos,
semienta de flores.





Si siento la to mano na mía
seré quien a andar.
Abriré los güeyos,
zarraré’l pasáu,
y entamaré –otra vuelta– a crecer, a confiar.
Si tengo nos mios llabios los tos besos,
si me mires,
si m’abraces,
si me fales,
atroparé la fuercia pa lluchar.





DUDAS LINGÜÍSTICAS

¿Por qué es tan larga la palabra Injusticia?
¿Por qué Guerra tiene el doble de letras que Paz?
¿Por qué comienzan igual Lluvia y Llanto?
¿Por qué duele Hambre?
¿Por qué Luz es tan breve?
¿Por qué Mal tiene tantas derivadas?
¿Por qué Música, Viento, Mar… esponjan el alma?
¿Por qué Hija e Hijo hacen palpitar más fuerte el corazón?
¿Por qué besan los labios cuando digo Tú?
¿Por qué,
por qué  riman 
Amor y Dolor?




MI ABUELO

                            A Enrique de la Roz Pedraces, n'alcordanza.

tenía diecinueve años y
nunca se había alejado de casa,
me pregunto qué sueños le arroparían
atormentarían
en las largas noches del Atlántico;
qué sentiría al ver la costa cubana
por vez primera;
si las gentes y sus voces
le fueron ajenas, lejanas
a su acento áspero del norte.
Pero encontró paz pese a todo,
pese a las fiebres que casi lo arrastran,
al calor y al trabajo de sol a sol,
al mal de la distancia,
a la soledad...
porque un día supo que no deseaba volver.
Cuando las cartas se convirtieron en aguijones
para hacerle regresar,
maldijo a la miseria que caprichosa
lo desarraigaba de nuevo
y obedeció.
Esta vez no miró atrás la tierra que dejaba
la llevaba tatuada en la mirada y el alma.
Una guerra,
cinco hijos
y un puñado de nietos después,
febril en sus últimas horas,
olía de nuevo el café que servía a los clientes
mientras en el malecón,
como siempre,
rompían las olas.




HACERSE MAYOR

Voy encontrándome
a trozos
en lugares
bastante previsibles:
en mis juguetes de niña,
en los gestos de mi madre,
en los cuadernos amarillentos,
en canciones de hace décadas,
en los libros que encendieron
mi amor por las palabras,
en la mirada de mi hijo…

Hacerse mayor
debe ser eso:
saberse un puzzle
de uno mismo.




ANTE EL JUEZ

-¿Tiene usted algo que declarar?
Interrogó con gesto adusto.
Y yo,
sin abogado defensor siquiera
y que había hecho firme propósito
de ejercer el derecho al silencio,
le declaré
mi afición al beso;
mi asco por la prepotencia
y los egos desmedidos;
mi debilidad por el chocolate y los libros;
mi odio a la violencia, la indiferencia,
el servilismo y la injusticia;
mi sueño con una cabaña
y un jardín;
mi adicción a las caricias;
mi terror a los telediarios y los truenos;
mi deseo de volar alto y lejos;
mi empatía con todo y casi todos;
mi amor por las palabras;
mi pasión por la poesía.





IN MEMORIAM

¿Quién llora por vosotros?
cadáveres sin nombre,
ni fama, ni fortuna.
¿Quién se acuerda de vosotros?
fantasmas anónimos,
pasajeros de un barco que navega
en lo más hondo de la nostalgia.
¿Quién reza por vosotros,
quién os cuida y os acuna y os canta
en este viaje sin fin,
en esta noche eterna?
¿Quién os ama?
Algún día, seguro,
vuestra memoria surgirá
de los lodazales del olvido.




IN MEMORIAM

¿Quién llora por vós,
calabres ensin nome,
nin fama, nin fortuna?
¿Quién s´alcuerda de vós,
pantasmes anónimes, 
pasaxeros d´un barcu que navega
no más fondero de la señaldá?
¿Quién reza por vós,
quién vos curia y vos aña y vos canta
nesti viaxe ensin fin,
nesta nueche eterna?
¿Quién vos quier?
Dalgún día, de xuru,
la vuesa memoria surdirá
de les llamargues del escaezu.




DE HOJA CADUCA

Este extraño otoño que no llega
ha dejado los caminos 
cubiertos de palabras;
los árboles de mis labios
intentaron detenerlas,
pero no pudo ser,
las ganó el ansia
de ir a a besar
los pies de los que pasan.



ARDER

No concibo la frialdad,
la indiferencia
ni el pasotismo;
de poder hacerlo
seguramente
sería feliz.
No lo puedo remediar,
he nacido libre,
loca,
borracha de amor
y dolor.
Es mi destino ser ola tenaz
estrellándome y muriendo
en el acantilado
para regresar apasionada
con cada nueva marea;
ser llama viva o no ser nada,
vivir ardiendo hasta extinguirme,
chispa,
brasa,
volcán,
hoguera.





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