Abdallah Ibn al-Mu'tazz
Poeta árabe medieval era Abdallah Ibn al-Mu'tazz (861 - 908). Era un miembro de la dinastía abasí, califato Bagdad.
Nació en Samarra (en el norte del Irak de hoy), nieto del califa Harun al-Rashid.
Abdallah Ibn al-Mu'tazz, también conocido bajo el nombre de Abu-l-Abbas Abdallah ibn al-lah Mútazz es un príncipe árabe, pero es más conocido como un crítico literario y poeta árabe líder, autor del Kitab al -Badi, uno de los primeros estudios de las formas de la poesía árabe desde el punto de vista de la teoría de la literatura y la crítica literaria.
Nacido en la familia Califato Ibn al-Mu'tazz experimentando una infancia marcada por conspiraciones bizantinos del califato abasí: su abuelo, el califa al-Mutawakkil fue asesinado cuando tenía sólo seis semanas y ocho años en Más tarde, su padre también fue asesinado. El muchacho se escapó esta purga huyendo a La Meca con su abuela.
A su regreso a Bagdad, se distanció de la política y conoce la vida hedonista de un joven príncipe. Fue durante este tiempo que él escribió su poesía dedicada a los placeres de la que es familiar. Su Kitab al-Badi, quien también compuso en este momento, sentando las bases para futuros estudios de la poesía por eruditos árabes.
Aunque a regañadientes, le persuadieron para asumir el papel del califa de la dinastía abasí después de la prematura muerte de su primo al-Muktafi 908. Esperamos que pone fin a las intrigas que habían plagado la dinastía en vano: se las arregla para gobernar un día y una noche antes de que él se vio obligado a esconderse para evitar una conspiración dirigida por el visir Ibn al-Hasan al-Abbas. Sin embargo, se encontró y estrangulada.
Una noche maravillosa, pero tan corta
Le di vida: después la estrangulé.
Una camisa que doblo y aparto.
(traducción Alberto Manzano)
Si eres rico, entonces eres desafortunado.
Lo único que necesitas es un rostro que diga
soy un descendiente de Adán.
*
Nos ahogamos en olas de lluvia
(Alguien debió rezar por ella).
El sol con ojos legañosos
intenta romper la blanca nube
como un eunuco esforzándose
por penetrar a una virgen.
*
Presurosa una muchacha vino a mí una noche
impaciente por huir de la inocencia.
Cuando caminaba, su cuerpo le dijo al viento,
si fueras serio así es como deberías agitar las ramas.
*
Me torturaste con aplazamientos
y débiles excusas. No debes despreciar
el pelo gris de un hombre. Es tu trabajo.
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