FERENC KÖLCSEY
Ferenc Kölcsey (8 de agosto de 1790 — 24 de agosto de 1838) fue un poeta, crítico literario, orador y político húngaro, vinculado a las corrientes liberales dentro del Imperio austríaco.
Kölcsey nació en Szatmárcseke, Hungría. Se quedó huérfano a muy temprana edad, y también siendo muy pequeño perdió uno de sus ojos. Con quince años conoció a Ferenc Kazinczy, que se convirtió en una gran influencia en su vida. En 1809 se trasladó a Pest y se convirtió en notario real. Sin embargo, pronto se desencantó con la vida de burócrata y se dedicó por completo al estudio estético, a la poesía, la crítica y la defensa de las posturas de Jazinczy respecto a la reforma del idioma húngaro.
Las primeras composiciones poéticas de Kölcsey no tuvieron mucho éxito, mientras que sus críticas, frecuentemente feroces, de la obra de otros escritores, como Mihály Csokonai Vitéz, János Kis o Dániel Berzsenyi lo hicieron impopular en los ámbitos literarios. Entre 1821 y 1826 publicó diversas poesías independientes en revistas como Aurora, Hebe o Aspasia, y se unió a Pál Szemere en una nueva publicación, denominada Élet és Literatúra (Vida y literatura), que apareció entre 1826 y 1829, con la que Kölcsey logró por fin el reconocimiento como crítico.
Entre 1832 y 1835 ocupó un lugar en la Asamblea Nacional de Hungría, en la que sus posturas liberales extremas y la elegancia lo convirtieron en un líder político. También fue elegido miembro de la Academia Húngara de las Ciencias, en cuya primera gran reunión tomó parte. En 1832, hizo un discurso sobre Kazinczy, y en 1836 otro sobre su antiguo oponente, Dániel Berzsenyi, que obtuvieron un gran reconocimiento. En 1838, cuando el líder de la oposición Miklós Wesselényi fue encarcelado por traición, Kölcsey se encargó de su defensa, aunque sin éxito. Murió el 24 de agosto de 1838.
El estricto sentido moral de Kölcsey, y su profunda devoción hacia su país, se manifiestan tanto en su oratoria como en su obra poética. Sus obras completas, en 6 volúmenes, se publicaron en Pest entre 1840 y 1848. Se erigió
un monumento en su memoria en Szatmárnémeti el 25 de septiembre de 1864.
Su poema Himnusz (1823), que evoca las glorias pasadas de Hungría, se convirtió en el himno nacional de Hungría.
Himno
De los siglos tormentosos del pueblo húngaro
Dios, bendice al húngaro
Con abundacia y buen ánimo,
Bríndale tu brazo protector,
Si se enfrenta al enemigo;
A quien la mala suerte carcome,
Tráele un año alegre
Ha sufrido este pueblo bastante
¡El pasado y el porvenir!
A nuestros ancestros trajiste
Al santo monte de los Cárpatos,
Por ti obtuvo una bella patria
La sangre de Bendegúz.
Y donde murmuraba la espuma
Del Danubio y del Tisza
La heroica progenie de Árpád
Florecía.
Por nosotros, en los campos de Kunság
Agitaste espina madura,
En los viñedos de Tokaj
Instilaste néctar.
A menudo plantaste nuestra bandera
En fortín de salvajes turcos,
Y vertió las tristes tropas de Matías
El castillo orgulloso de Viena.
Ay, pero por nuestros pecados
Se inflamó la ira en tu pecho,
Y esparcías tus rayos,
En tu cielo atronador,
Ahora la flecha del mongol ladrón
Hiciste silbar sobre nosotros,
Luego el yugo turco
Nos pusimos a los hombros.
¡Cuántas veces resonaba en los labios
Del salvaje pueblo otomano,
En los osarios de nuestras vencidas tropas
El canto de la victoria!
Cuántas veces te atacó tu propio hijo
En tu seno, mi bella patria,
Y por tu retoño te convertiste
En su urna funeraria.
Se escondía el perseguido, y hacia él
Una espada se extendía en su cueva,
Miraba a todas partes no hallando
Su patria en su tierra,
Sube al monte, baja al valle,
A su lado hay dudas y tristeza,
Mar de sangre ante sus pies,
Y de llamas sobre su cabeza.
Castillo fue, ahora un montón de piedras,
Buen humor y alegría reinaban,
Ahora agonía y lamento
Hay en su lugar.
Y ah, la libertad no goza
De la sangre de los muertos
Caen lágrimas de prisión atroz
De los ardientes ojos de los huérfanos.
Compadécete, Señor, del húngaro.
Al que catástrofes arrojaban,
Bríndale tu brazo protector
Para el mar de sus torturas.
A quien la mala suerte carcome
Tráele un año alegre
Ha sufrido este pueblo bastante
¡El pasado y el porvenir!
Himnusz
A magyar nép zivataros századaiból
Isten, áldd meg a magyart
Jó kedvvel, bőséggel,
Nyújts feléje védő kart,
Ha küzd ellenséggel;
Bal sors akit régen tép,
Hozz rá víg esztendőt,
Megbűnhődte már e nép
A múltat s jövendőt!
Őseinket felhozád
Kárpát szent bércére,
Általad nyert szép hazát
Bendegúznak vére.
S merre zúgnak habjai
Tiszának, Dunának,
Arpád hős magzatjai
Felvirágozának.
Értünk Kunság mezein
Ért kalászt lengettél,
Tokaj szőlővesszein
Nektárt csepegtettél.
Zászlónk gyakran plántálád
Vad török sáncára,
S nyögte Mátyás bús hadát
Bécsnek büszke vára.
Hajh, de bűneink miatt
Gyúlt harag kebledben,
S elsújtád villámidat
Dörgő fellegedben,
Most rabló mongol nyilát
Zúgattad felettünk,
Majd töröktől rabigát
Vállainkra vettünk.
Hányszor zengett ajkain
Ozman vad népének
Vert hadunk csonthalmain
Győzedelmi ének!
Hányszor támadt tenfiad
Szép hazám, kebledre,
S lettél magzatod miatt
Magzatod hamvvedre!
Bújt az üldözött, s felé
Kard nyúlt barlangjában,
Szerte nézett s nem lelé
Honját e hazában,
Bércre hág és völgybe száll,
Bú s kétség mellette,
Vérözön lábainál,
S lángtenger fölette.
Vár állott, most kőhalom,
Kedv s öröm röpkedtek,
Halálhörgés, siralom
Zajlik már helyettek.
S ah, szabadság nem virul
A holtnak véréből,
Kínzó rabság könnye hull
Árvák hő szeméből!
Szánd meg Isten a magyart
Kit vészek hányának,
Nyújts feléje védő kart
Tengerén kínjának.
Bal sors akit régen tép,
Hozz rá víg esztendőt,
Megbűnhődte már e nép
A múltat s jövendőt!
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