martes, 14 de julio de 2015

NEZAMÍ GANYAVÍ [16.567]


Nezamí Ganyaví

Tapiz moderno mostrando al poeta Nezami Ganjavi.
Nezâmí-ye Ganŷaví (persa: نظامی گنجوی; kurdo: Nîzamî Gencewî, نیزامی گه‌نجه‌وی; azerbayano: Nizami Gəncəvi, نظامی گنجوی; 1141 a 1209), o Nezāmi (farsi:نظامی ), cuyo nombre formal era Niżām ad-Dīn Abū Muḥammad Ilyās ibn-Yūsuf ibn-Zakī ibn-Mu‘ayyad, es considerado el más grande poeta épico romántico de la literatura persa quien aportó un estilo coloquial y realista a la épica persa. Su herencia es ampliamente apreciada y compartida en Afganistán, Azerbaiján, Irán, y Tajikistán.

Cosroes descubre a Shirin tomando un baño.

El ejemplo más antiguo disponible de poesía persa de la zona es la producida por Qatrán Tabrizí que sirvió en las cortes de las dinastías Shaddadid y Rawadid. A Qatrán Tabrizí algunos estudiosos del último siglo lo denominan como fundador de la escuela de "Azerbaiyán" o "Transcaucásica" de la poesía persa. Esta escuela desarrolló un estilo distintivo de poesía persa, que contrastaba con el estilo "jorasaní" en cuanto a su sofisticación retórica, el uso inovativo de la metáfora y el uso de terminología técnica e imágenes cristianas. En 1075 los Selyuquíes le quitaron el control de Ganja a los Shaddadid y diseminaron la literatura persa hacia el oeste a sus cortes. A mediados del siglo XII, el control ejercido en la región por los Selyuquíes se debilitó y los gobernadores de sus provincias, prácticamente príncipes locales autónomos, promovieron aún más la cultura, el arte y la poesía persa en sus cortes. Nezami estuvo bajo el mecenazgo de diferentes gobernantes y dedicó sus épicas a diferentes dinastías rivales incluidos los Seljuqs, Eldiguzids, Shirvanshah, el gobernante de Ahar y Ahmadilis (Atabekan-e-Maragheh). Aunque gozó del mecenazgo de varios gobernantes y príncipes, evitó la vida en la corte y en general se cree que vivió una vida retirada.

Según el profesor Chelkowski: Parecería que el pasatiempo favorito de Nezamí era la lectura del Shahnameh (El libro de los Reyes,) la épica monumental escrita por Ferdousí.7 Nezamí menciona a Ferdousí como el sabio (hakim y daná) y el gran maestro del discurso: que posee palabras que engalanan como una novia nueva. Nezamí le aconseja al hijo del Shirvanshah que lea el Shah-nama y recuerde los dichos y lecciones de los sabios. Nezami utilizó el Shahnameh como fuente en sus tres épicas "Haft Paykar", "Cosroes y Shirin" y "Eskandar-nameh".

La historia de Vis y Ramin también ejerció una influencia importante sobre Nezami. Si bien Nezami toma las bases para la mayoría de sus argumentos de Ferdousí, la base para su retórica proviene de Gorgani. Esto es especialmente evidente en "Cosroes y Shirin", que tiene la misma métrica e imita alguna de las escenas de Vis y Ramin. El interés de Nezami por la astrología también tiene un precedente en una elaborada descripción astrológica del cielo nocturno en Vis y Ramin. Nezami ejerció una gran influencia en la tradición romántica, y se puede afirmar que Gorgani fue el que inició mucha de la retórica distintiva y atmósfera poética de esta tradición, con la ausencia de la influencia Sufi, que se puede observar en la poesía épica de Nezami.

La primer obra monumental de Nezami, el Majzan al-Asrar está influida por el "Hadikat al-Hakika" de Sanai.10 Nezami reconoce esto, pero considera que su obra es superior. Las principales similaridades entre los poemas de Sanai y de Nezami se encuentran en el género ético-filosófico, si bien Nezami utiliza una métrica diferente y organiza la obra de una manera distinta.

La imaginería elaborada de Khaqani Sherwani, ejerció una influencia transitoria en Nezami Ganjavi y sobre la poesía persa posterior en general.




ALABANZA DEL PROFETA

La noche oscura de tu pelo
Es el día de la salvación.
¡El bramante fuego de tu amor
Es el refrescante arroyo de la vida!




Piedra (Nizami Ganyaví)

Tal vez no tienes suficiente paciencia. Sólo te empeñas en apartarte de mí, que soy tu amigo. Casi ni me miras. Pero aquel que evita a los demás y se mantiene apartado, se queda sólo con el anhelo de su corazón ¿no lo entiendes? Tratas de embriagarte sin vino, adoras el deseo por el deseo mismo. Has huido y te has desatendido de todo, abandonándome a la maligna satisfacción de mis enemigos. Recobra el juicio antes de que sea demasiado tarde. No lo olvides: mientras tú tañes el arpa de tu amor, yo lloro por ti; y cuando tú te rasgas la ropa, me estás desgarrando el alma. Cuando tu corazón se abrasa, consumes también el mío. No desesperes. Una cosa insignificante, por inútil que pueda parecerte, puede traer la salvación. La desesperación puede conducir a la esperanza, como la noche lleva a la mañana, si tienes fe. Trata de conseguir la compañía de gente alegre, no huyas de la felicidad. Ésta puede deshacer todos los nudos. Es la turquesa que hay en el sello de Dios. Te llegará, pero has de tener paciencia. Deja que la felicidad vaya creciendo lentamente. Incluso el inmenso mar se compone de pequeñas gotas; y la montaña, que toca a las nubes, se compone de granos de tierra. ¿Y no dispones acaso de todo el tiempo del mundo? Con paciencia, puedes buscar tranquilamente la piedra preciosa. Sé prudente. El estúpido se queda atrás, como el ápodo gusano; pero el astuto zorro puede vencer al fuerte lobo. ¿Por qué le das tu corazón a una rosa? Ella florece sin ti, mientras tú permaneces en el lodo. Ella tiene el corazón duro como la piedra, y, en efecto, el tuyo está siendo lapidado. ¿Por qué?
Nizami Ganyaví (Ganja (Azerbaiyán), 1141 - 1209)




LAYLA Y MAJNÚN. 

HISTORIA DE UN AMOR ETERNO.
LA HISTORIA DE LAYLA Y MAJNÚN
(Nizami, poeta persa)



El amor, si no es verdadero,
no es más que un juguete de los sentidos, 
que dura tan poco como la juventud.
El tiempo es perecedero, el amor no.
El brasero de carbón en el que arde es la eternidad misma,
sin comienzo ni fin.

Nizami: Layla y Majnún.


Los orígenes de la historia de Layla y Majnún se remontan a las traciciones populares de los desiertos árabes. Según la leyenda, hacia el S. VIII, vivió en Arabia un poeta beduino llamado Qais o Keis que dio fama con sus versos enamorados a una hermosa joven llamada Layla. La obcecación de sus amores y sus correspondientes desventuras - por la oposición de sus familias, ambas rivales - le valieron el sobrenombre de Majnún, que significa loco o poseído por los djinns (demonios).

Bajo la influencia persa, la leyenda de Layla y Majnún inspiró numerosas versiones a través del mundo musulmán llegando hasta Occidente. 

Es una obra de clara inspiración sufí, una alegoría de la relación mística entre el hombre y Dios, a través de un simbolismo erótico que expresa una "mística nupcial". en efecto, Layla, que significa "noche" en árabe, encarna la "tiniebla más luminosa de la luz" de la esencia divina, reflejada en la belleza de la mujer, por la que suspira el amor del buscador místico simbolizado en Majnún, nombre que significa "loco", que encarna al "loco de Dios", al místico arrebatado por la belleza de la faz divina. Los amores entre Laya y Majnún, expresan una concepción platónica del amor, fundamento de la mística sufí musulmana y de otros fenómenos culturales como el de los trovadores franceses.


Arte popular de Azerbaijani basado en Layla y Majnun de Nizami.



EL LAMENTO DE MAJNÚN.

Soy tuyo, por muy lejos que estés de mi.
Tu pena, cuando sufres, me da pesar a mí.
No hay soplo de viento que no me traiga tu perfume.
No hay pájaro canoro que no pronuncie tu nombre.

Cada recuerdo que ha dejado su huella en mi, 
permanece enteramente como si fuera parte de mí.
No te demores, no sea que me encuentres muerto.
Atrapada por el lobo, la oveja oye demasiado tarde 
cómo la flauta del pastor llora por su cruel destino.

Abrasándome de sed, busco en vano en el cielo 
la nube que traiga la salvadora lluvia.
Me atormentas cruelmente, 
pero mientras viva tu belleza 
me hace amarte y perdonar.

Yo soy el candil, tú eres el sol; 
tu poder triunfa de mi luz declinante.
El fuego tiene envidia del resplandor de tus ojos; 
los tulipanes y las rocas se marchitan al verte.
¿Separarnos? ¡Nunca! 
De rodillas te profeso amor y devoción, 
fiel hasta la muerte.
Atormentado, soporto tus golpes con resignación; 
tuya, si muero, será la sangre que corra.

¿Quién soy yo, tan lejos de ti y sin embargo tan cerca?
Un mendigo que canta. Layla ¿me oyes?

Libre del trabajo arduo de la vida, 
mi soledad, mi pena y mi aflicción son para mí felicidad.
Y, sediento, en la corriente del dolor me ahogo.
Hijo del sol, padezco hambre por la noche.
Aunque separadas, nuestras dos almas amantes se unen, 
pues la mía es toda tuya y la tuya es mía.

Dos enigmas somos para el mundo, 
uno responde al hondo lamento del otro.
Pero, si nuestra separación nos divide en dos, 
una luz radiante nos envuelve en común, 
como procedentes de otro mundo.
Lo que allí es uno, aquí está separado.

No obstante, si bien los cuerpos se separan, 
las almas libremente vagan y se comunican.
Yo viviré para siempre: 
compartiendo tu vida por toda la eternidad, 
yo viviré si tú permaneces contigo.

Fuente: Alma Espiritual



The Labours Of Ferhad - Poem by Nizami Ganjavi


On lofty Beysitoun the lingering sun 
looks down on ceaseless labors, long begun: 
The mountain trembles to the echoing sound 
Of falling rocks, that from her sides rebound. 
Each day all respite, all repose denied-- 
No truce, no pause, the thundering strokes are plied; 
The mist of night around her summit coils, 
But still Ferhad, the lover-artist, toils, 
And still--the flashes of his axe between-- 
He sighs to ev'ry wind, 'Alas! Shireen! 
Alas! Shireen!--my task is well-nigh done, 
The goal in view for which I strive alone. 
Love grants me powers that Nature might deny; 
And, whatsoe'er my doom, the world shall tell, 
Thy lover gave to immortality 
Her name he loved--so fatally--so well! 

A hundred arms were weak one block to move 

Of thousands, molded by the hand of Love 
Into fantastic shapes and forms of grace, 
Which crowd each nook of that majestic place. 
The piles give way, the rocky peaks divide, 
The stream comes gushing on--a foaming tide! 
A mighty work, for ages to remain, 
The token of his passion and his pain. 
As flows the milky flood from Allah's throne 
Rushes the torrent from the yielding stone; 
And sculptured there, amazed, stern Khosru stands, 
And sees, with frowns, obeyed his harsh commands: 
While she, the fair beloved, with being rife, 
Awakes the glowing marble into life. 
Ah! hapless youth; ah! toil repaid by woe-- 
A king thy rival and the world thy foe! 
Will she wealth, splendor, pomp for thee resign-- 
And only genius, truth, and passion thine! 
Around the pair, lo! groups of courtiers wait, 
And slaves and pages crowd in solemn state; 
From columns imaged wreaths their garlands throw, 
And fretted roofs with stars appear to glow! 
Fresh leaves and blossoms seem around to spring, 
And feathered throngs their loves are murmuring; 
The hands of Peris might have wrought those stems, 
Where dewdrops hang their fragile diadems; 
And strings of pearl and sharp-cut diamonds shine, 
New from the wave, or recent from the mine. 

'Alas! Shireen!' at every stroke he cries; 

At every stroke fresh miracles arise: 
'For thee these glories and these wonders all, 
For thee I triumph, or for thee I fall; 
For thee my life one ceaseless toil has been, 
Inspire my soul anew: Alas! Shireen!' 

What raven note disturbs his musing mood? 

What form comes stealing on his solitude? 
Ungentle messenger, whose word of ill 
All the warm feelings of his soul can chill! 
'Cease, idle youth, to waste thy days,' she said, 
'By empty hopes a visionary made; 
Why in vain toil thy fleeting life consume 
To frame a palace?--rather hew a tomb. 
Even like sere leaves that autumn winds have shed, 
Perish thy labors, for--Shireen is dead!' 

He heard the fatal news--no word, no groan; 

He spoke not, moved not, stood transfixed to stone. 
Then, with a frenzied start, he raised on high 
His arms, and wildly tossed them toward the sky; 
Far in the wide expanse his axe he flung 
And from the precipice at once he sprung. 
The rocks, the sculptured caves, the valleys green, 
Sent back his dying cry-- 'Alas! Shireen!' 




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