Dieter M. Gräf
(Nació el 24 de noviembre 1960 en Ludwigshafen, Alemania) es un escritor y poeta alemán.
Obras:
Mein Vaterland , Berlin 1985
Niederlande, spät , Ludwigshafen 1987 (zusammen mit Günther Wilhelm)
Beine hoch Amerika , Berlin 1988
Aus-Schnitt , Offenbach 1989
Vorwerk , Dreieich 1991
Oben-Ode , Dreieich 1994
Rauschstudie , Frankfurt am Main 1994
Treibender Kopf , Frankfurt am Main 1997
Westrand , Frankfurt am Main 2002
Buch VIER , Frankfurt am Main 2008
TIFÓN
cielo, enjambres de scooters, camino
al Hotel de la Unión, su
nombre evocado a las cuatro (szu):
el número que falta en el ascensor
es muerte en la escala de coloratura
de la mujer amada en la pared contigua;
y por la mañana: la calle que
fluye y desaparece, colada
de barro con un arrastrado barril;
sobre él está sentado un muchacho. Tuertos,
somos tuertos que van a las pantallas
de las que mana agua y
agua y más agua, muerte (szu).
En la víspera de hoy había pantallas al
borde del estanque, esquinas
de karaoke. En el paisaje aludido
abrir una nueva, para cantar,
mientras los instrumentos
permanecen dentro de los bafles
o se instala un salto de agua
con el buen augurio de las carpas
de un templo. Pero ahora, alejarse a nado.
Übersetzung: Traducción de Juan Andrés García Román
TAIFUN
himmel, Rollerschwärme, zurück
ins Vereinigungshotel, sein
wachgerufener Name um vier (szu):
die im Aufzug fehlende Zahl
ist der Tod in der Koloratur
der geliebten Frau nebenan,
und am Morgen: die fließende
Straße, verschwindet, Schlamm
brühe mit treibender Tonne,
auf der ein Junge sitzt. Ein
äugig wir, zu den Bildschirmen
hin, aus denen mehr und
mehr Wasser kommt, Tod (szu).
Am Vortag standen Bild
schirme am Teich, Karaoke
ecken. In herbeizitierter Landschaft
eine neue eröffnen, zum Singen,
während die Instrumente
in den Boxen bleiben,
oder man installiert einen Wasser
fall mit glücksverheißenden Tempel
karpfen. Schwimmen davon, nun.
© Dieter M. Gräf
De: Buch Vier. Gedichte
Publicado en:: 2008, Frankfurter Verlagsanstalt
SUENAN DISPAROS SOBRE EL LAGO DI COMO
está lloviendo o brilla el sol.
Este aire de María
por el que su camino asciende hasta la visi
bilidad de la capilla. Drala
de la rama de no sé sabe quién
apoyada en un roce contra la mesa para excursionistas.
cuando, abajo, a la orilla del lago se suspende un
repique de campanas con las medias
horas, se te ocurre
el campanilleo de un
rebaño, disparos
que resuenan en esta dirección,
porque la salvación está
destinada a aquellos que - -
- - alguien besa y alguien mata;
aureolada paloma
que recuerda al murciélago
de camino al calvario, sobre el que se conducen divi
nidades, lagartos más viejos
que el hijo del hombre,
palpitando de vida.
Übersetzung: Traducción de Juan Andrés García Román
DAS KLINGEN DER SCHÜSSE AM COMER SEE
es regnet, oder die Sonne scheint.
Durch diese Marienluft
ihren Weg hoch zur Sichtbar
keit der Kapelle. Drala
des Astes, von irgend jemand
an den Rasttisch getupft;
ein unten am See schwebendes
Glockenspiel halber
Stunden, in das
Bergziegenglöckchen ein
fallen, Schüsse,
hier klingen sie
nach, denn alle
sind gerettet, die – –
– – jemand küsst und jemand tötet;
der Glorienschein um die Taube,
die der Fledermaus gleicht
auf dem Bildstock, darauf Gott
heiten, Eidechsen, älter
als der Menschensohn,
zuckend vor Leben.
© Dieter M. Gräf
De: Buch Vier. Gedichte
Publicado en:: 2008, Frankfurter Verlagsanstalt
FELTRINELLI REGALA UN CENICERO COMO REGALO DE BODAS
“y el fracaso en la vida… eso mola”
Th. Kling, Leopardi: L’infinito
un cenicero naranja que ocupa toda la mesa es el
regalo de Giangiacomo Feltrinelli para la boda
de Renate y Walter Höllerer, como si quisieran todos
apagarse dentro, ser ceniza y formar parte del diseño:
aquí están los muertos, antes incluso de que lleguen
las balas. Sobre uno de los bellos sillones puede verse,
como arrojado descuidadamente, el cinturón del que
cuelga una enorme pistola. Ahora en la Habana, en un
pequeño apartamento de setenta u ochenta metros
cuadrados que pertenece a Fidel Castro. Parlotea
como un libro, como si nunca fuera a alcanzar
un final, mientras Inge, desde este momento la
Feltrinelli, lo fotografía con el pijama que hoy
todavía gusta de llevar. Giangiacomo llevaba
dos pieles y adquirió un extraño aspecto cuando
finalmente logró desembarazarse de ellas. Luego corría
por el prado, los dientes se le echaron a perder,
conseguía volver cultivables legumbres secas,
mostrando cómo se incrementaba su volumen en el agua,
cómo una placa de metal era impulsada hacia arriba,
provocando un proceso de ignición; mézclense astillas
de cloruro potásico de la farmacia con azúcar en polvo
o parafina líquida y serrín, todo en un convoluto con recortes
de jabón de lavar. La editorial se volvió fauvista,
amarillo cadmio, verde oscuro, rojo de semáforo. Él se iba
extinguiendo y ahondando en sí mismo; aún podía
ser reconocido por sus dedos color nicotina, las inyecciones
de capital, pero sería de mal gusto afirmar que era
de su pertenencia el solar en el cual quiso hacer volar
por los aires un poste de alta tensión, saltando él
mismo por los aires. No es fácil tocar fondo ni el hacerlo
carece de sentido, pero nadie en tales condiciones,
conserva buen aspecto. Recurrió a cartuchos cromados
y brillantes, la curvatura de una intensa luminosidad
y color. Yo le pedí que me regalara uno (Morucci).
El cenicero se encuentra todavía después de cuarenta
años en Berlín-Charlottenburg, en la Heerstraβe,
pero en el suelo, como una escudilla de perro que nunca
ha conocido a su perro. Se han depositado dentro sellos,
pegatinas de correo prioritario y también
aquellas cosas bellas que nunca nadie más precisará.
Übersetzung: Traducción de Juan Andrés García Román
FELTRINELLI SCHENKT ZUR HOCHZEITEINEN ASCHENBECHER
„und scheitern, ja, das bringts in diesem leben“
Th. Kling, Leopardi: L´Infinito / Das Unendliche
einen so großorange tischfüllenden Aschenbecher
schenkt Giangiacomo Feltrinelli zur Hochzeit
von Renate und Walter Höllerer, als wollten sich
alle darin ausdrücken, Asche im Design sein:
hier sind die Toten, noch bevor die Schüsse fallen.
Auf einem der schönen Sessel liegt, achtlos
hingeworfen, der Gurt mit der daran angehängten
riesigen Pistole. Nun in Havanna, in einer
kleinen Wohnung von siebzig, achtzig Quadrat
metern, sie gehört Fidel Castro. Quasselt
wie ein Buch, so dass es nie zustande kommt, und
Inge, nunmehr la Feltrinelli, fotografiert ihn
im Pyjama, den er bestimmt heute noch gern trägt.
Giangiacomo trug zwei Häute und sah seltsam
aus, als es ihm endlich gelungen war, sie loszuwerden.
Lief dann über Wiesen, die Zähne verkamen ihm,
getrocknete Hülsenfrüchte machte er nutzbar, indem
er zeigte, dass sie ihr Volumen in Wasser
vergrößern, so dass ein Metallplättchen nach oben
gedrückt werden kann, einen Zündmechanismus
auslösend; mische chlorsaure Kaliumtabletten aus
der Apotheke und Puderzucker oder flüssiges
Paraffin und Sägemehl, kombiniert mit Schnitzeln
von Waschseife. Der Verlag war fauve geworden,
kadmiumgelb, dunkelgrün, signalrot. Er grub sich
allmählich weg, noch konnte man ihn an
nikotinfarbenen Fingern erkennen, den Geldspritzen,
doch ist es gemein, zu sagen, dass das Grundstück
ihm gehört habe, auf dem er einen Hochspannungsmast
sprengen wollte und selbst in die Luft flog.
Es ist nicht leicht, nach unten zu kommen, und
nicht sinnlos, aber keiner sieht gut dabei aus.
Er griff zu Patronen, verchromt und glänzend, die
Rundung von intensiv leuchtender Farbe. Ich
bat ihn darum, mir eine zu schenken (Morucci).
Der Aschenbecher befindet sich nach vierzig
Jahren noch immer in Berlin-Charlottenburg, in
der Heerstraße, nun auf dem Boden, wie ein
Hundenapf, der nie seinen Hund sah. Briefmarken
wurden hier abgelegt, Expressaufkleber, auch
das schöne Sachen, die bald keiner mehr braucht.
© Dieter M. Gräf
De: Buch Vier. Gedichte
Publicado en:: 2008, Frankfurter Verlagsanstalt
JIHAD VÉZELAY
1
(las tiernas patas del órgano)
(a nuestra espalda, luminosas
reliquias de Magdalena) (oh
columnas que estáis a su servicio, fuerzas
ejecutoras de milagros)
Vézelay occidente habitantes 615
la 616 mi huésped americana Julia,
reza antes
del anochecer en casa de rusos ortodoxos,
que serían: el artesano,
el cura y su mujer,
el obispo y su arzobispo.
El 617 la lápida de Georges Bataille.
El 618 Ricardo Corazón de León, 619 Le Corbusier,
620 Claudel, 621 Pacificus.
622 el Jesucristo petrificado,
incrustado en el tímpano el día del taumaturgo:
Un caballero de Cristo, digo, está a salvo
- oh gigantes, pigmeos, pueblos
orejudos, pelícanos, animales
de fábula, dragones, basiliscos -
cuando mata y
más a salvo aún cuando muere.
Cuando muere, se necesita
a sí mismo; cuando mata, necesita
a Cristo. San
Bernardo 623, que entregó aquí la cruz,
la jihad, con la combustión
de su cuerpo mutilado por el ascetismo.
Vomitó antes y después y continuó,
tomó el tren a París,
allí donde ardían los suburbios.
2
(Pero
es ahora una tan dulce
colina la que nos iza …
… al santuario
de Magdalena, sus sacramentos …)
*
((Oh podríais ser
ciertas, despreciadas reliquias*))
En los márgenes en los arcenes de las
carreteras de la sociedad
del ocio el gran equiseto
enrollados brotes jóvenes de helecho en forma de báculo de ovispo
en el jardín de Fontenay, mesembriántemos, hierbas del rocío, todo en la cámara
de Blossfeldt semillas cantos a María en la radio del auto
pero qué coche es éste que he alquilado para ir a ver a monjes del Zodiaco
el mundo lento el mundo lento el mundo lento
el mundo lento el mundo lento el mundo lento
el mundo lento el mundo lento el mundo lento
el mundo lento el mundo lento el mundo lento
el mundo lento el mundo lento el mundo lento
el mundo lento el mundo lento el mundo lento
el mundo lento el mundo lento el mundo lento
despéñate no te despeñes ** despéñate no te despeñes
rayo que atraviesas dos rodillas distintas rayo que atraviesas a un distinto arrodillado
hado fin he ahí al fulgurante he ahí a la fulgurada
monja que preserva a arrodillados fulgurantes fulgurados
ante yo creo fin yo creo hado yo creo
yo no creo en el infierno no creo en el paraíso creo
en un genuflexo fulgurante y en una genuflexa fulgurada
ésos serán los últimos hombres, lo que viene
después lo desconozco.
* todos los objetos tienen que devenir verdad,
RELIQUIAS DE SÍ MISMOS - -
** se equivoca aquí Abelardo
en la inmarcesibilidad
del cálculo de las fechas,
Cluny IV (1989-)
Übersetzung: Traducción de Juan Andrés García Román
VÉZELAY DSCHIHAD
1
(die sanften Pfoten der Orgel)
(in den Rücken leuchtende
Magdalenenreliquie) (ihr
Säulen, die ihr dienende, wunder
wirkende Kräfte seid)
Vézelay Abendland Einwohner 615.
616 mein amerikanischer Gast Julia,
betet vor
der Nacht bei den Russischorthodoxen,
die da wären: der Handwerker,
der Priester und seine Frau,
der Bischof und sein Erzbischof.
617 der Grabstein von George Bataille.
618 Richard Löwenherz, 619 Le Corbusier,
620 Claudel, 621 Pacificus.
622 der versteinerte Jesus Christus,
eingefügt ins Tympanon am Tag des Thaumaturgen:
Ein Ritter Christi, sage ich, tötet
– ihr Riesen, Pygmäen, groß
ohrige Völker, Pelikane, ihr
Fabeltiere, Drachen, ach Baselisk –
in Sicherheit, und
in noch größerer Sicherheit stirbt er.
Wenn er stirbt, nützt er
sich selber; wenn er tötet, nützt er
Christus. Heiliger
Bernhard 623, der hier das Kreuz gab,
Dschihad, flammte aus
seinem askeseverstümmelten Leib.
Erbrach sich davor und danach,
fuhr weiter, mit dem Zug nach Paris,
dorthin, wo die Vorstädte brannten.
2
(Aber
es ist so ein nunsanfter
Hügel, der uns hochwindet ...
... zum Magdalenen
heiligtum, ihre Sakramente ...)
*
((O möget ihr
echt werden, verpönte Reliquien!*))
An den Rändern an den Straßen
rändern der Spaß
gesellschaft der Große Schachtelhalm
der Bischofsstab aus jungen eingerollten Blättern
Fontenay Wurmfarn Zaserblume Mittagsblume Bloss
feldt Samen Marien gesänge im Autoradio
was für ein Leihwagen zu den Zodiaquemönchen hin
die langsame Welt die langsame Welt die langsame Welt
die langsame Welt die langsame Welt die langsame Welt
die langsame Welt die langsame Welt die langsame Welt
die langsame Welt die langsame Welt die langsame Welt
die langsame Welt die langsame Welt die langsame Welt
die langsame Welt die langsame Welt die langsame Welt
die langsame Welt die langsame Welt die langsame Welt
stürzt ab stürzt nicht ab** stürzt ab stürzt nicht ab
Blitz durch zweierlei Knie Blitz durch zweierlei Knie
ende da ist der Blitzende da bewahrt die geblitzte
Nonne blitzender Kniender bewahrt und geblitzte Knie
ende ich glaube ende ich glaube ende ich glaube
nicht an die Hölle ich glaube nicht ans Paradies ich glaube
an einen blitzenden Knienden und eine geblitzte Kniende
das werden die letzten Menschen sein aber
wie’s weitergeht weiß ich nicht.
* a l l e Gegenstände sollen echt werden,
RELIQUIEN IHRER SELBST – –
**hier irrt Abälard
herum in der Größe
des Datensatzes,
Cluny IV (1989–)
© Dieter M. Gräf
De: Buch Vier. Gedichte
Publicado en:: 2008, Frankfurter Verlagsanstalt
GINSBERG DESNUDO
se ha encaramado a la zeta de la escalera de incendios,
está enseñando a todos los que viven debajo de él:
¡yo he visto a Dios! Todavía
está ahí, a la altura del serafín que vuela
más bajo, aproximadamente
en la esfera de la cornisa
del Bayardbuilding con sus seis ángeles;
los brazos completamente extendidos
como si fueran todos juntos
a lanzarse al vacío. La ciudad
está pasada de moda,
al menos desde que los pilotos fedaiyines
legitimaron sus películas, las coronaron,
desde que el siglo XXI sublimó su coliseo
hasta hacerlo fosa, nada.
Los que escapaban tenían
la apariencia de tribu.
Sol, luna y estrellas
son hoy igual que siempre rascacielos;
ahora sobre aquellos que hospedaron
el desnudo de Ginsberg crecen árboles.
Y hasta el más riguroso nos dispensa una luz coloreada.
Montañas tales, cubiertas de bruma,
y en sus desfiladeros brota de las bocas
de las fallas el vapor, en la Madison Ave.,
en la Quinta Avenida. Donald Trump
anuncia su propósito de reconstruir las Torres
Gemelas, ¡aún más alto! Mientras, sentarse
en un restaurante Shabu Shabu
junto a la casa de Edgar Allan Poe
y echar un ojo a los agentes de la policía
montada. John Lennon está muerto. Eso lo comprendemos
todos los que estamos encima o debajo de los tanques de agua.
Übersetzung: Traducción de Juan Andrés García Román
DER NACKTE GINSBERG
ist auf das Feuerleiter-Z geklettert,
zeigt denen, die unter ihm wohnen:
ich habe Gott gesehen! Immer
noch dort, auf der Höhe eines
niederen Seraphim, ungefähr
in der Sphäre der sechs Gesims
engel des Bayardbuildings;
ihre weit ausgebreiteten Arme,
als würden alle gemeinsam
herunterspringen. Altmodisch
ist die Stadt geworden,
spätestens seit die fedayin-Piloten
ihre Filme echteten, toppten,
seit das 21. Jahrhundert sein Colosseum
reinschlug als Grube, Nichts.
Die Entkommenden sahen
aus wie ein Stamm.
Sonne, Mond und Sterne
sind nach wie vor Wolkenkratzer,
und auf denen, die den nackten Ginsberg
beherbergen, wachsen Bäume.
Selbst gewaltigere spenden farbiges Licht.
Solche Gebirge, nebelverhangen,
und aus den Gullies der Schluchten
steigt Dampf, in die Madison Ave,
in die Fifth Avenue. Donald Trump
verkündet, die Twin Towers nach
bauen zu wollen, höher! Derweil
in einem Shabu Shabu Restaurant
sitzen, am Haus von Edgar Allen Poe
der berittenen Polizei zusehen.
John Lennon ist tot. Das verstehen
wir alle, unter und über den Wassertanks.
© Dieter M. Gräf
De: Buch Vier. Gedichte
Publicado en:: 2008, Frankfurter Verlagsanstalt
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