Christophe Tarkos
Christophe Tarkos nacido en Marsella en 1963 y murió el 30 de noviembre 2004, es un poeta francés.
Su poesía es parte de un proyecto global para fortalecer y defender la lengua francesa:
"Yo soy un poeta que defendió la lengua francesa contra su degeneración, soy un poeta que guarda su lengua, por lo que es el trabajo, por lo que es vivir, lo que hace que se mueva."
El poeta francés Christophe Tarkos falleció a consecuencia de un tumor cerebral. Tenía 40 años.
Nacido el 15 de septiembre de 1964 en Marsella, Christophe Tarkos era uno de los representantes más creativos de la última generación de poetas franceses. Fue el fundador de la revista Poézi Prolétèr (con Katalin Molnar) y el codirector de otra publicación, Quadermo.
En los años noventa empezó a publicar libros inclasificables que exploraban las posibilidades e irregularidades del lenguaje. Sus obras más importantes se editaron en Al Dante y en POL (Caisses, 1996; Le Signe =, 1999; PAN, 2000, y Anachronismes, 2001).
Poeta de fluidez e intensidad verbal, Tarkos se presentaba a sí mismo como "fabricante de poemas y lecturas por improvisación". Su poesía en prosa, o prosa poética, estaba saturada de todos los signos y objetos de la modernidad más prosaica y del espíritu de la geometría.-
Obras
Oui (1996)
La Bâton (1998)
Caisses (1998)
La Valeur Sublime (1998)
Le Signe = (1999)
L'Argent (1999)
Cage (1999)
PAN (2000)
Anachronisme (2001)
Processe (2003)
Écrits poétiques , POL (2008)
cuadrado 21212155578637234251353
Es casi aquí, es, digamos, es casi bueno, a
distancia, acercarse, es bueno, casi, va hacia, eso va
hacia bueno, en lo bueno, eso no es nulo, es eso
casi, va, bien si un poco todavía va, es muy regular
pero, casi, eso es la mitad bueno pero eso va en la
buena dirección, es casi, agarra, pero, va, es si,
bueno, pero, casi eso, delante, detrás, el uno contra,
dentro, sobre la buena vía de hasta casi la mitad de
distancia tiende hacia este todo también bien.
yo barro
Yo paso la escoba. Eso no es físico. Yo paso la
la escoba sobre el suelo liso. La escalera sube hacia los cuartos,
paso la escoba en la pieza. El aire está en la pieza,
eso no es físico, lento, el silencio se hace día. Yo barro,
el espíritu llena el aire, eso no es físico, el espíritu está
en el aire. Paso la escoba, yo no paso la escoba sobre el
suelo, las escaleras suben hacia los cuartos, el espíritu,
barro, eso no es físico, ese es el espíritu, ese es el espíritu.
traducción al español por Lidia Añaños
je balaye
Je passe le balai. Ce n'est pas physique. Je passe le
balai sur le sol lisse. L'escalier monte vers les chambres,
je passe le balai dans la pièce. L'air est dans la pièce, ce
n'est pas physique, lent, le silence se fait jour. Je balaye,
l'esprit remplit l'air, ce n'est pas physique, l'esprit est
dans l'air. Je passe le balai, je ne passe pas le balai sur le
sol, les escaliers montent vers les chambres, l'esprit, je
balaye, ce n'est pas physique, c'est l'esprit, c'est l'esprit.
- yo me agrieto -
Yo busco, me agrieto, las manos me agrietan, es
pintoresco, yo no busco buscar por buscar, yo
averigüo en todas partes, por todas partes, eso cruje,
eso no está terminado, está también recortado
como una partenogénesis, busco todavía en las
fallas y los crujidos, eso revienta por todas partes, busco
otra vez, tengo las manos crujientes, no será fácil de atrapar, pero vale la pena
romperse los sesos para
encontrarlo en todos sus resquebrajamientos, no tiemblo, las
manos crujen, desciendo profundo, si yo desciendo tan
profundo no es por nada, atraparé eso es tan seguro
que crujo por todas partes, yo lo digo.
cuadrado 9947823411745777394584311
El dice yo estaba aquí antes de venir. Yo no había
venido todavía, después vine. El dice que él estaba aquí antes de venir. Al
comienzo yo no estaba aquí todavía porque no había venido, pero al comienzo
yo estaba ya aquí. Un lugar me espera. Mi lugar estaba presente antes de mi
llegada. Yo no venía pero
mi lugar estaba aquí. Yo existía antes de ser. El viene y toma
mi lugar. El dice mi lugar es una serie infinita. El dice yo
estoy ya en todos los lugares de la serie infinita de los lugares dispuestos desde
antes de mi llegada. El dice, yo pre-existo desde la disposición infinita de los
lugares en los cuales vengo
a deslizarme.
Nací en 1963. No existo. Fabrico poemas.
1. soy lento, de una gran lentitud
2. inválido, en invalidez
3. estancias periódicas en hospitales psiquiátricos desde hace 10 años
Mátame mátame no me dejes reventar de nada no me dejes morir sin que nadie me toque por simple flocalización no me dejes acabar por nada no soy nada merezco que me mates que me apuñales por la espalda que me estrangules que me asesines pero no morir así con nada por la espalda con nada más con nada que me detenga en mi impulso y mi fuerza no quiero detenerme por nada mátame quiero que me mates que me asesines no tengo ningún poder sobre mi muerte no quiero morir por morimiento soy valor para matar soy un impulso que no se detiene que no se detendrá si no me matas en mi impulso mi combate es digno de un asesinato soy un combatiente mátame para que pueda defenderme y mirarte a los ojos verte a ti el chico que va a ganar me defenderé perderé seré asesinado por ti que vas a matarme por tu razón porque soy un valiente combatiente en su impulso excesivo mátame en mi impulso tengo la esperanza de estar de más para que haga falta liquidarme matarme asesíname por la espalda antes que nada ni nadie me mate antes de verme morir por desecamiento abandonado aún vivo para nada quítame la vida que amo de hombre valiente no me dejes desecarme abandonado como si no fuera nada hasta tal punto que ningún asesinato me asesina ninguna persona me estrangula ningún chico me apuñala durante mi combativa valentía no quiero que sea nada estaré muerto moriré sin razón moriré por el vacío.
Todo es totalmente monstruoso mi cara castigada a comer es monstruosa con pomos con agujeros a voluntad para engancharse a todo para engancharse es monstruosa mi boca abierta es asquerosa círculos ojos líquidos son monstruosos parpadean la cara es monstruo de mis mías fosas nasales solas mis fosas nasales las dos solas vistas la dos solas fosas nasales móviles mis fosas nasales se mueven solas mis fosas nasales son monstruosas lo que sale de mis fosas nasales orejas es monstruo monstruoso mi monstruosa boca todo es monstruoso lo que sale de las orejas y de los ojos se escapa fuera es asqueroso desborda fuera está fuera desbordado mi aliento es monstruoso lo que sale de mis fosas nasales que se mueve solo es monstruoso e irrespirable monstruos me sale por los ojos me sale por la nariz desborda fuera monstruoso es fuera piensa fuera quién piensa todo me sale por la nariz y por las orejas fuera ha desbordado ha preparado todo está bien instalado piensa todo está todo instalado todo es asqueroso desbordante fuera piensa monstruosamente como fuera monstruo.
Los nombres son hechizantes, me hechizan. Son utilizados, no entran en ninguna generalidad, no sirven a una causa, no quieren plegarse a una regla simple, general, común, no quieren descomponerse y extenderse doblegarse y modificarse y girar y hacer de modo que sirvan en varias ocasiones distintas y variadas. Tengo que ordenar todos estos nombres que me hechizan. No sé para qué sirven pero me sirvo de ellos, salen instintivamente sin avisar, proceden de un fondo donde no encuentran el sueño, donde siguen moviéndose, girando, intentando aglomerarse con los términos usuales, utilizables, con frases, con trozos de frases, no quieren quedarse solos en sí mismos, desprovistos de toda atadura, tendría que atarlos, que no vengan más por sí mismos a deslizarse en las frases, en el mismo medio de las frases que estoy pronunciando mezclados con palabras normales, bien deslizados, muy dentro de las palabras normales como si vinieran de la misma profundidad, no puedo hacer una frase sin que esos nombres indeclinados vengan a deslizarse como si nada, en el flujo continuo de las palabras, como si tuvieran el derecho de venir a mi boca como las demás palabras que lo tienen porque son palabras comunes, palabras de todo el mundo, palabras que se descubren, que no existen, que se cambian, que se declinan. No quiero grabarlas ahí donde las palabras que no existen son grabadas, no quiero que tengan un poder distinto, un efecto sereno, una certeza, como si todo lo que dijera no sirviera más que para poner de relieve los nombres.
El invierno es absorbente, el frío, la bruma, la envoltura del frío, no hay dónde meterse, la noche está ahí, no es una penumbra, qué es esa penumbra, es la noche que ya ha venido, no es más que la tarde, no es aún el final de la tarde sino el principio y hay una penumbra que se abate sobre la ciudad, esa penumbra es la noche ya llegada. Ya no se ve nada, los edificios a lo lejos ya están iluminados por lámparas eléctricas, las fachadas blanqueadas donde el alumbrado acciona la blancura, los faros de los coches, el cielo ha desaparecido tan rápido como vino, ya no hay más cielo, un resplandor gris, un resplandor azulado sombrío, una penumbra se ha abatido sobre la ciudad, aún no es tarde, el frío ha venido a apremiarnos, nos apremia a caminar más rápido, estamos cubiertos, el frío entra por las piernas, por las orejas, por la nariz, estamos envueltos en la negrura de la ciudad, nos hemos sumido en la penumbra, el invierno es frío, cuánto va a durar, durará más de un invierno, durará, estamos solamente al principio de la tarde, estamos sólo en los meses de otoño, la negrura ha venido rápido, caminamos a través de los faros de los coches que se mueven, caminamos a través de los alumbrados públicos, a través de las fachadas iluminadas blanqueadas de los edificios, de las entradas de los edificios, de los escaparates de las tiendas, ya no se ve el cielo a lo lejos, ya no se ven las nubes en el cielo, la negrura ha avanzado, ha envuelto las calles y la ciudad entera, el frío permanece.
de lo que se agita
de lo que se debate.
de lo que no quiere ser.
de lo que no quiere ser lo que se ha acumulado.
que ha acumulado.
que debe arrastrar.
que debe llevar.
de lo que ha visto todo lo que se ha acumulado.
de lo que se ha vuelto agitado.
de lo que se ha vuelto insoportable de llevarlo.
de deber llevarlo.
de saberlo pegado a la piel para siempre.
me agito.
por la decisión de no ser más de la materia que soy.
de la materia de la que estoy hecho.
de esa materia.
de esa cola.
de ese pegamento.
de esa piel.
de ese corazón.
si ya no quiero ser de esa manera.
no tengo otra solución que volver a marcharme.
unirme a otra materia.
dar marcha atrás.
hacer que todo pare.
lo que no podría seguir con esa materia.
se mueve.
se agita.
me muevo.
me agito.
no quiere reventar.
tiene una idea sobre cómo salir de esto.
sobre cómo salvarse.
tengo una idea de cómo salir.
quiero salir.
voy a salir.
voy a encontrar una solución para salir de esto.
no puedo quedarme así sin hacer nada.
sin salvarme.
sin evadirme.
no sabe.
me agito.
no sabe.
no sé sobre qué voy a apoyarme para saber.
para decir.
para apoyar lo que soy.
no sabe en qué apoyarse para decir lo que es.
para saber lo que es.
para probar.
para apoyarse.
no sé esto en lo que voy pronto a apoyarme para decir.
para decir que soy.
para saber.
Christophe Tarkos (1963).
Selección y traducción de Su Xiaoxiao.
Textes
Tue-moi tue-moi ne me laisse pas crever de rien ne me laisse pas mourir sans que personne ne me touche par simple flocalisation ne me laisse pas finir à cause de rien je ne suis pas rien je mérite que tu me tues que tu me poignardes dans le dos que tu m’étrangles que tu m’assassines mais pas de mourir comme ça avec rien dans le dos avec rien en plus avec rien qui m’arrête dans mon élan et ma force je ne veux pas m’arrêter pour rien tue-moi je veux que tu me tues que tu m’assassines je n’ai aucun pouvoir sur ma mort je ne veux pas mourir par mourrissement je suis de la valeur à tuer je suis un élan qui ne s’arrête pas qui ne s’arrêtera pas si tu ne me tues pas dans mon élan mon combat est digne d’un assassinat je suis un combattant tue-moi que je puisse me défendre et te regarder dans les yeux te voir toi le garçon qui va avoir le dessus je me défendrai je perdrai je serai tué par toi qui vas me tuer pour ta raison parce que je suis un vaillant combattant dans son élan en trop tue-moi dans mon élan j’ai l’espoir d’être en trop qu’il faille me descendre me tuer assassine-moi dans le dos avant que rien ni personne ne me tue avant de me voir mourir par dessèchement de laissé toujours vivant pour rien enlève-moi ma vie que j’aime d’homme vaillant ne me laisse pas me dessécher abandonné comme si j’étais rien à ce point qu’aucun assassinat ne m’assassine qu’aucune personne ne m’étrangle qu’aucun garçon ne me poignarde pendant ma combattante vaillance je ne veux pas que ce soit rien je serai mort je mourrai sans raisons je mourrai par le vide.
Caisses éd. P.O.L. 1998
Tout est totalement monstrueux ma face collée à manger est monstrueuse à pommeaux à trous à volonté à s’accrocher à tout s’accrocher est monstrueuse ma bouche ouverte est dégueulasse des ronds d’yeux liquides sont monstrueux clignent la face est monstre de mes miennes narines seules mes narines les deux seules vues les deux seules narines bougeantes mes narines bougent toutes seules mes narines bougeantes sont monstrueuses ce qui sort de mes narines oreilles est monstre monstrueux ma monstrueuse bouche tout est monstrueux ce qui sort des oreilles et des yeux s’échappe dehors est dégueulasse déborde dehors c’est dehors débordé ma haleine est monstrueuse ce qui sort de mes narines qui bouge tout seul est monstrueux et irrespirable des monstres me sort par les yeux me sort par le nez déborde dehors est monstrueux et c’est dehors pense dehors qui pense tout me sort par le nez et par les oreilles dehors a débordé a tout préparé est bien installé pense tout est tout installé tout est dégueulasse débordant dehors pense monstrueusement je mange dehors monstre.
Caisses éd. P.O.L. 1998
Je soulève le couvercle de la théière. La théière est en fer peint de fleurs sur un fond blanc. La théière est en fer-blanc, a la forme d’une cafetière. Je soulève le couvercle de fer-blanc de la théière, je le pose à ses côtés sur la table en bois. Je prends la bouilloire et je verse l’eau bouillante de la bouilloire dans théière en fer ouverte. J’enlève le couvercle, je pose le couvercle, je verse l’eau, je prends le couvercle, je repose le couvercle sur la théière en fer. Je referme la théière en fer qui fume. La théière de thé tiède est pleine d’eau chaude. Le thé dans la tasse blanche a le goût du thé couleur thé. Eclaircie par la tache blanche, la vapeur d’eau et l’eau chaude versée dans la tasse blanche aux bords chauds.Une goutte de thé versée goutte sur le bec de la théière qui verse le thé dans la tasse et glisse sous la gouttière courbée de la théière puis le long de la courbe de la théière de terre et tache la table. Je prends la tasse. Je bois une gorgée de thé chaud. Le thé fait mal au coeur. Je bois une gorgée, je repose la tasse. J’oublie la tasse de thé. J’ai mal au coeur. J’ai soif, je prends la tasse, je bois une gorgée. Je repose la tasse. Le mal au coeur s’adoucit. J’oublie la tasse. Je bois une gorgée de thé, le thé est froid.
Caisses éd. P.O.L. 1998
Les nuages sont beaux, blancs les nuages sont blancs, bleus, les nuages sont beaux, immondes, les nuagent nagent, les enfants font l’amour, lèvent, soufflent, grandissent, passent, ne reculent pas, se retournent, descendent, les nuages nagent, les nuages volent, sont beaux immortels, couvrent tout le ciel, remplissent le ciel, rendent le ciel plus blanc, ne tordent pas, s’élargissent font des nuées, les nuages ne servent à rien, au-dessus de nos têtes, glissent, sont sur le ciel, sont sur les yeux, il n’y a qu’à lever les yeux pour les voir glisser au-dessus de nous les mouvements sont si lents, il n’y a pas de mouvements dans le ciel, les nuages glissent lentement, si lentement les nuages volent, s’enfoncent, il y en a partout dans le ciel, ce qui reste est du bleu, le bleu du ciel, des taches bleues, les enfants sont jeunes et blancs, les enfants sont doux, les enfants sont jolis, les enfants font l’amour, se font l’amour entre eux, sont en train de faire l’amour entre eux, sont jeunes et doux, les taches bleues sont semblables aux taches blanches des nuages les nappes blanches des nuages s’étalent, se sont étalées, sont étalées, prennent la place dans le ciel, couvrent, sont couvrantes, les mouvements sont si lents, les masses blanches changent de forme sans qu’on les voie changer de forme, on ne voit pas, dans les yeux, les nuages sont sur le voile de yeux les nuages voilent les yeux, on ne voit que des nuages, le ciel se referme, ils peuvent couvrir le ciel de nuages [ ...]
( extrait)
La poésie est la pensée humaine.
Le poète est intelligent. Il prépare la pensée difficile.
La pensée est engoncée, dure et pâteuse, le poète la masse, l’amollit, la réchauffe. Il entraîne l’intelligence à sortir de son engourdissement, il entraîne sa tête, les membres de sa cervelle, sa nuque et ses dix doigts à sortir. Il veut se désincruster. Il décortique la bouche et rogne le bras droit de son maître. Il s’entraîne à bouger la tête à l’intérieur de la pensée.
Le poète prépare sa pensée.
L’intelligence ne sort pas d’elle-même. Il masse le crâne, il entraîne sa vision de voir au-delà de ce qui, tari, se colle, séché, dans les plis de la pensée, il déchire son ventre. Il ne se lance pas sans préparation, le poète est intelligent, le poète va entrer dans la pensée difficile. Le poète, mouvant, se déplace dans l’espace, il s’entraîne d’être, pensant, il se pare à translater les images.
Le poète se prépare pour penser.
Il se laisse tomber dans les escaliers, il laisser tomber un filet de sable, un filet de riz fin, un filet de poudre de biscottes écrasées à la masse, il tombe de haut, il laisse échappe les kilos des sacs, il tombe des chaises, tombe des tables, tombe des arbres, il s’abandonne à tomber. La poésie est l’intelligence même, en train de naître.
Le poète crie
La personne
Prendre un individu de l’espèce humaine.
L’important sera le visage (pour la photo), s’il a un sosie changer quelque peu le visage ; les doigts (pour les empreintes digitales) ; et les dents (pour le cas où l’on retrouverait que la tête)
Prendre un individu de l’espèce humaine qui a toute sa tête ;
(Cela ne se voit pas au premier coup d’œil.)
né ;
vivant ;
qui ne se suicide pas.
S’il se met à mourir
en prendre un autre
cela n’est pas grave.
Le destin
Le destin n’est pas notre destin, comment dissocier nous de notre destin comme si nous étions spectateurs étrangers au déroulement d’une somme dont nous serions aussi l’objet-sujet.
Nous n’avons pas de destin.
Nous sommes un destin.
Ce destin que nous sommes est baroque.
Comment le tirer :
Voir un destin : selon quels découpages ?
Le destin d’un homme : nous ne saurons jamais ce que de son destin passé il a gardé afin de vivre le destin qu’il vit selon sa mémoire, ses sentiments, son émotion, sa personnalité.
Ce qui se passe : À quels carrefours de flux visibles se trouve-t-il ?
Quel sera le dernier mot de ce cahier pour le cas où vous joueriez au jeu idiot de prendre le dernier mot d’un cahier quelconque pour savoir ce qu’il faut décider dans un moins moins baroque que votre tête ?
Tarkos, le baroque (cahier), édition Al Dante, 2009, pp. 88, 99 & dos du livre.
Christophe Tarkos dans Poezibao
'Cuando sueño no pienso' o por qué todos los grandes poetas están locos
10 años sin Christophe Tarkos
Por: Luna Miguel
En noviembre de 2004 apareció una nota en El País en la que se anunciaba la muerte prematura de un joven y desconocido escritor francés. Un tumor cerebral había acabado con el que entonces era uno de los pocos poetas franceses contemporáneos que realmente estaban haciendo cosas novedosas, extrañas e interesantes. Su nombre, Christophe Tarkos; sus ojos, de un azul intenso; su voz, la de un loco que perteneció a la llamada corriente neovanguardista de los poetas “sonoros”. Esa que los críticos utilizaban para designar lo que en realidad sólo quería decir riesgo y libertad.
Autor de varios libros de poesía y ensayo poético, Tarkos consiguió reunir una buena cantidad de poemas difíciles y brutales en los que el lenguaje, la burla y los sueños eran sus temas principales. La célebre editorial P.O.L fue la encargada de publicar la gran mayoría de sus obras. Este 2014, con motivo del décimo aniversario de la muerte del poeta, el sello ha editado una selección de sus mejores recitales, en donde la voz de Tarkos permanecerá inmortal y eterna, tal y como esta se merece.
Radiografía de un poeta loco
No hace falta buscar mucho en la memoria literaria para encontrarse con aquellos poetas a los que uno suele llamar locos. La familia de los escritores delirantes es grande y productiva, y es probable que ellos sean de los pocos a los que todos miramos con cariño, pues sus mentes nos parecen de una maravilla brutal. Ahí están por ejemplo nombres como los de Leopoldo María Panero, con su oscuro corazón lleno de babas, y un mito que a principios de este año también abandonó el mundo. Pero de entre los más locos, el nombre que más resuena y vence siempre será el Antonin Artaud, con sus cejas despeinadas y su voz de brujo antiguo.
Circula por YouTube una pista de audio de Artaud, en la que el autor dedica un poema a la caca. No es casualidad que entre los primeros vídeos relacionados del reproductor siempre se nos aparezca el nombre de Christophe Tarkos, con la pista de un recital en el que el autor leyó en voz alta su cochino poema “El hombre de mierda”. Podría decirse que Tarkos es una suerte de Artaud moderno. Ambos nacieron en Marsella, ambos murieron de cáncer en París, ambos revolucionaron las letras francesas de su tiempo, amos pivotaban entre la poesía y el teatro, y ambos guardaban en sus cuerdas vocales la rabia y la fuerza necesarias como para hacer enloquecer no sólo a sus palabras improvisadas, sino también a quienes religiosamente les escuchamos.
«Je suis né en 1963. Je n’éxiste pas»
Christophe Tarkos. (1963-2004) Nací en 1963. No existo. Fabrico poemas. 1. Soy lento, de una gran lentitud. 2. Inválido, en invalidez. 3. Pasé estancias regulares en hospitales psiquiátricos durante 10 años. Tarkos es un poeta de la sonoridad.
Las líneas que se pueden leer aquí arriba las transcribimos directamente desde una nota que encontramos en uno de los ejemplares de su obra, escrita a mano quizá por algún librero generoso que quiso explicar en pocas palabras quién era este genio olvidado. Y cuando decimos olvidado, nos referimos a que tristemente su obra ha quedado sepultada quizá bajo su propio mito, impidiendo que sea difundida no ya más allá de sus fronteras, sino también en su propio país. Poner un pie, de hecho, en una librería francesa y preguntar por su nombre puede que sólo provoque muecas de desconcierto. Y aunque se hayan realizado ciertos homenajes desde 2004 hasta la fecha, su talento sigue siendo accesible sólo para unos pocos.
En España la obra de Tarkos permanece prácticamente inédita, sin embargo, hace tan solo unas semanas el poeta y traductor Antonio F. Rodríguez publicó en Revista Kokoro un pequeño fragmento del francés en nuestro idioma. Este gesto por parte de la joven revista literaria, sumado a la publicación en P.O.L de todos sus recitales, y al inminente aniversario de la muerte del autor, quizá terminen por convertirse en pequeños empujones para que la poesía salvaje y obsesiva de Christophe Tarkos comience a resurgir de sus cenizas. Para que nosotros podamos de una vez contradecir al autor y corregir su trazo: «Naciste en 1963. Sí existes.»
Mientras tanto, para los curiosos y los enamoradizos, la red guarda algunos vídeos y algunos poemas que nos permitirán recordarlo. Su poesía, su locura, su enorme capacidad de enlazar imágenes reales, con sueños y con trabalenguas. Incluso si no lo entendemos: lo entendemos. Incluso si sus ojos están cerrados: podemos verlos brillar muy azules.
10 años sin Christophe Tarkos
Por: Luna Miguel
En noviembre de 2004 apareció una nota en El País en la que se anunciaba la muerte prematura de un joven y desconocido escritor francés. Un tumor cerebral había acabado con el que entonces era uno de los pocos poetas franceses contemporáneos que realmente estaban haciendo cosas novedosas, extrañas e interesantes. Su nombre, Christophe Tarkos; sus ojos, de un azul intenso; su voz, la de un loco que perteneció a la llamada corriente neovanguardista de los poetas “sonoros”. Esa que los críticos utilizaban para designar lo que en realidad sólo quería decir riesgo y libertad.
Autor de varios libros de poesía y ensayo poético, Tarkos consiguió reunir una buena cantidad de poemas difíciles y brutales en los que el lenguaje, la burla y los sueños eran sus temas principales. La célebre editorial P.O.L fue la encargada de publicar la gran mayoría de sus obras. Este 2014, con motivo del décimo aniversario de la muerte del poeta, el sello ha editado una selección de sus mejores recitales, en donde la voz de Tarkos permanecerá inmortal y eterna, tal y como esta se merece.
Radiografía de un poeta loco
No hace falta buscar mucho en la memoria literaria para encontrarse con aquellos poetas a los que uno suele llamar locos. La familia de los escritores delirantes es grande y productiva, y es probable que ellos sean de los pocos a los que todos miramos con cariño, pues sus mentes nos parecen de una maravilla brutal. Ahí están por ejemplo nombres como los de Leopoldo María Panero, con su oscuro corazón lleno de babas, y un mito que a principios de este año también abandonó el mundo. Pero de entre los más locos, el nombre que más resuena y vence siempre será el Antonin Artaud, con sus cejas despeinadas y su voz de brujo antiguo.
Circula por YouTube una pista de audio de Artaud, en la que el autor dedica un poema a la caca. No es casualidad que entre los primeros vídeos relacionados del reproductor siempre se nos aparezca el nombre de Christophe Tarkos, con la pista de un recital en el que el autor leyó en voz alta su cochino poema “El hombre de mierda”. Podría decirse que Tarkos es una suerte de Artaud moderno. Ambos nacieron en Marsella, ambos murieron de cáncer en París, ambos revolucionaron las letras francesas de su tiempo, amos pivotaban entre la poesía y el teatro, y ambos guardaban en sus cuerdas vocales la rabia y la fuerza necesarias como para hacer enloquecer no sólo a sus palabras improvisadas, sino también a quienes religiosamente les escuchamos.
«Je suis né en 1963. Je n’éxiste pas»
Christophe Tarkos. (1963-2004) Nací en 1963. No existo. Fabrico poemas. 1. Soy lento, de una gran lentitud. 2. Inválido, en invalidez. 3. Pasé estancias regulares en hospitales psiquiátricos durante 10 años. Tarkos es un poeta de la sonoridad.
Las líneas que se pueden leer aquí arriba las transcribimos directamente desde una nota que encontramos en uno de los ejemplares de su obra, escrita a mano quizá por algún librero generoso que quiso explicar en pocas palabras quién era este genio olvidado. Y cuando decimos olvidado, nos referimos a que tristemente su obra ha quedado sepultada quizá bajo su propio mito, impidiendo que sea difundida no ya más allá de sus fronteras, sino también en su propio país. Poner un pie, de hecho, en una librería francesa y preguntar por su nombre puede que sólo provoque muecas de desconcierto. Y aunque se hayan realizado ciertos homenajes desde 2004 hasta la fecha, su talento sigue siendo accesible sólo para unos pocos.
En España la obra de Tarkos permanece prácticamente inédita, sin embargo, hace tan solo unas semanas el poeta y traductor Antonio F. Rodríguez publicó en Revista Kokoro un pequeño fragmento del francés en nuestro idioma. Este gesto por parte de la joven revista literaria, sumado a la publicación en P.O.L de todos sus recitales, y al inminente aniversario de la muerte del autor, quizá terminen por convertirse en pequeños empujones para que la poesía salvaje y obsesiva de Christophe Tarkos comience a resurgir de sus cenizas. Para que nosotros podamos de una vez contradecir al autor y corregir su trazo: «Naciste en 1963. Sí existes.»
Mientras tanto, para los curiosos y los enamoradizos, la red guarda algunos vídeos y algunos poemas que nos permitirán recordarlo. Su poesía, su locura, su enorme capacidad de enlazar imágenes reales, con sueños y con trabalenguas. Incluso si no lo entendemos: lo entendemos. Incluso si sus ojos están cerrados: podemos verlos brillar muy azules.
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