sábado, 7 de noviembre de 2015

AXEL HELIO TRONCOSO [17.405]


Axel Helio Troncoso

Axel Helio Troncoso (CHILE 1920 - ¿?). Poeta, profesor y periodista. Autor del libro “Renacer” (1961).



Renacer
Autor: Axel Troncoso
Santiago de Chile: Eds. Pequeño mundo, 1961




CRÍTICA APARECIDA EN EL SIGLO EL DÍA 28-01-1962
AUTOR: HERNÁN LOYOLA

Para Axel Troncoso –maestro, periodista y poeta-, la función de la poesía es la de expresar con autenticidad al individuo en medio de un mundo mediocre, falso y podrido hasta el tuétano. Algo así como el último reducto en que aún es posible encontrar vestigios de verdad y de decencia. Escribe el autor en un prefacio inicial para los poemas que comentamos: “En estos días en que domina la barbarie, me he levantado como un caballero sin espada para expresar mi pensamiento. Los otros, por interés creado, por temor al ridículo, por inercia conformista o porque se llaman fuerzas rectoras o usan calzones rosados, nada fundamental han dicho para expresar su cordura sin yodo, en forma solemne. He demostrado con hechos que mía ha sido la verdad”.

Como puede verse, la cosa está muy clara para nuestro modesto y equitativo don Axel. Desde el comienzo de su libro se apresura a notificarnos de que, en esta época de barbarie, su voz lírica es la única que se alza para hablar con sinceridad, para decir la verdad. Los demás, “los otros”, por variadas razones solo han logrado expresar algunas tonterías sin importancia y sin nervio. Sobrecogidos frente a tan categórica afirmación, nos hemos acercado a la verdad “axeliana”. He aquí su visión de la vida y de la realidad:


“Hermano:
el mundo yace ennegrecido;
el odio y la maldad tapan el camino.
Desde centurias
la envidia es rectora.
Todos los ismos
han pretendido definirnos,
solo han logrado limitarnos
pues
el sol sigue dorado igual
y el azul
siempre en lo alto.
Esto lo han olvidado
los que dirigen las angustias.
Hermano:
debemos detenernos
y decirnos
‘la civilización tapa
el camino’,
y, sin embargo,
la semilla
siempre busca su luz”

(Canto VI “Renacimiento y Diálogo”).



El enfoque no es muy original, ni tampoco es demasiado profundo, pero no se puede negar que está expuesto con arrogancia y con brío.

Sin embargo, nos atrevemos a acotar: es una lástima que un poeta de nuestros días (más aún: un maestro-poeta) fundamente su creación sobre bases de pensamiento en las que se observa, a nuestro juicio, una mezcla conceptual muy poco clara y menos convincente. Por una parte, un individualismo anárquico, escéptico y negativo que pretende dar por establecida una oposición absoluta e indiscriminada entre el individuo y la civilización moderna; por otro lado, una especie de “vitalismo” vago, amorfo y declamatorio, concebido como una puerta de escapa para el conflicto y una de cuyas manifestaciones es la “poesía sincera”, que se coloque por encima de la porquería reinante. En los momentos en que nuestra mejor poesía procura decididamente enfrentar la realidad tal como es, buscando desde distintos ángulos o posiciones ideológicas, conocerla y comprenderla mejor, pero en ningún caso negarla o condenarla a fardo cerrado: en estos momentos, digo, algunos poemas de “Renacer” suenan a literatura ya superada.

Es justo señalar, no obstante, que cuando Axel Troncoso deja de lado su tono altisonante y su prurito de filosofar en verso, sus poemas logran momentos de auténtica emoción y calidad. Ello ocurre cuando se mueven en el ámbito de los sentimientos familiares; son dignos de destacar, en tal sentido, los poemas titulados “Ulises” y “Abuela Antonia”.








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