miércoles, 13 de mayo de 2015

SABINO ESTEBAN FRANCISCO [15.942] Poeta de Guatemala


Sabino Esteban Francisco

Ixcán Grande, Guatemala 1981
Poeta y maestro de educación primaria. Durante el conflicto armado interno, su familia se refugió en Chiapas, México, durante dos años. En 1984 regresó a Guatemala para incorporarse al campamento Los Limones de las Comunidades de Población en Resistencia. Ha publicado los libros de poesía Sq’aqaw yechel aqanej / Gemido de huellas (Editorial Cultura, 2007), Yetoq’ junjun b’ijan aq’al / Con pedazo de carbón (Editorial Cultura, 2011) y la antología Xik’ej K’al Xe’ej / Alas y raíces (Catafixia Editorial, 2013). Desde hace varios años ha acumulado experiencia como promotor educativo en el Ixcán, donde ejerce actualmente su profesión magisterial.




Aunque sea

Aunque sea
Pero es aquí
donde consigo
lo que se escasea allá
Aunque sea
de todas formas
sigo deseoso
de ser de aquí
porque es aquí
donde me sobran risas
para desenojar a cualquiera
porque aquí lavamos
miradas enojadas
con chorritos de agua
que caen de la montaña
Aunque sea
pero es aquí
—entre el color rojizo
de la salida del sol—
donde pongo en remojo
mis ganas de vivir
Porque también hablo bajo susurro
por no perder mis palabras
entre los soplos del viento
Y es aquí donde
—respetuoso del murmullo del aire—
con palabras agregadas
cierro alguna grieta
que dejó el silencio.




Xik’ej K’al Xe’ej / Alas y raíces (Catafixia Editorial, Guatemala, 2013).


“Sabino Esteban tiene la capacidad de convertir un árbol en un libro, y a los pájaros que en él cantan en poemas; hacer del río la palabra que se alarga por sus páginas, y al sonido del agua que corre, la armonía de sus versos. Los ojos del poeta otorgan profundidades inesperadas y el paisaje que entra por ellos se devuelve en la palabra, como recién nacido envuelto en novedad ante los ojos del lector.

La paz que habita en estas páginas no es una paz cualquiera, es más bien el reposo de una voz que estuvo agitada y que por momentos hila recuerdos, traumas, denuncias, asombro. La vida corre como el agua fluvial, pacífica, sin olas que rompan constantemente contra una orilla; es por ello también que la conciencia del pasado, el detalle del presente y la claridad del futuro se unen en un discurso que termina por despojarse del tiempo y quedarse hecho conciencia”.  [Carmen Lucía Alvarado]



Azulado

Recosté mis ojos
en el fondo azulado del arroyo.

Mi sed calló y cayó al fondo
y siempre acalla
mientras el arroyo serpentea.

Llevo el arroyo arrullado
en el fondo de mis ojos.

Mis ojos se vuelven fuente
y mi mirada
aguas que van a lo lejos.





Canto

Limpiemos
en la flauta los agujeros
donde la tierra
llora.

En el arpa
apretemos las cuerdas
de los siglos flojos de silencio.

Ejecutemos
las teclas de nuestra palabra.

Reduzcamos con hechos
los espacios de silencio
entre nuestras palabras.





Hay que hablar

Hay que hablar:
soltar palabras
amanecidas
como gotas de rocío
al fondo
de un silencio en la tierra
abierto por una bomba.






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