Erick Blandón
(Matagalpa, Nicaragua, 1951). PhD en literatura, Universidad de Pittsburgh. Máster en Escritura Creativa, Universidad de Texas, El Paso. Graduado en Ciencias de la Educación, con especialidad en Español por la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua.
Su poesía se dio a conocer en la década de 1970, en revistas y suplementos literarios de Nicaragua. Fundó y dirigió la Editorial Vanguardia, en Managua. Fue profesor de la UNAN-Managua, la UCA, Arkansas Tech University, y profesor visitante de URACCAN en Bilwi y Bluefields. Recibió la beca Fulbright en dos ocasiones. Es profesor e investigador en el Departamento de Lenguas y Literaturas Romances de la Universidad de Missouri-Columbia, se especializa en Literatura Hispanoamericana, y Estudios Culturales de Centroamérica.
Ha publicado tres libros de poemas en prosa: Aladrarivo (1975); Juegos prohibidos (1982), y Las maltratadas palabras (1990). Uno de cuentos, Misterios gozosos (1994) y la novela Vuelo de cuervos (1997). El de crítica cultural, Barroco descalzo: Colonialidad, sexualidad, género y raza en la construcción de la hegemonía cultural en Nicaragua (2003). Tradujo al español el libro de Matilde Zimmermann, Carlos Fonseca y la revolución nicaragüense (Publicado en Managua y La Habana).
En 2009, su ensayo “El culto a los ancestros garífunas en la televisión nicaragüense”, fue publicado por Negritude. Revista de Estudios Afro-latinoamericanos y la revista Chasqui, de Arizona State University, publicó su ensayo “Rubén Darío: Mutilación y monumentalización”, que ha sido incluido en el libro Rubén Darío, cosmopolita arraigado, publicado por el IHNCA-UCA, en 2010. Estrago No 5 publicó su ensayo “CMR: el revés del esplendor”. En la revista electrónica Istmo No. 20 viene un ensayo suyo titulado “Parias y jinetes en la poética de Carlos Mártínez Rivas”. La versión definitiva de su cuento “Simetrías Cine Aladino”, fue publicada en La Habana Elegante revista de literatura y cultura cubana, caribeña, latinoamericana y de estética.
Ha participado en actividades en conferencias y simposios en Estados Unidos, Alemania, Costa Rica, México y Nicaragua. En la actualidad trabaja sobre las obras de Rubén Darío, y Carlos Martínez Rivas, desde la perspectiva de los Estudios Culturales; y prepara nuevos estudios sobre el mestizaje cultural en Nicaragua.
NEGRA
Negra nació en el norte un jueves santo de abril y llegó a ser la más hermosa de la casa. Un día Negra se vio muy grave y los doctores, que se muere; pero Negra los burló y no hubo llanto, y madre que sonríe. Negra creció jugando y escapando hassta los patios de donde regresaba, heridas las rodillas, porque Negra en el Kickball era campeona y a los mansos defendía con sus puñoso su lengua airada. Iba al colegio con las monjas y ganaba los primeros puestos en servicio y las niñas de su clase la escuchaba con asumbro cuando hablaba del dolor, del hambre y del yugo en algún sitio. Negra, que cantaba, fue Contralto en el coro del Conservatorio y amanecía a días-- cantarina tarareando algunos trozos del Messias o bien, a la hora del oficio, dulce: la guerrillera tiene, vidita, sangre en el alma. Y Negra un día abandonó la escuela y militó en la resistencia y su voz se oía, entre la multitud, coreando las consignas del odio y del amor. Y fue en primera fila y peleó movida por cierto aire milenario de mujer en el combate. Y después de idos los valientes, en los muros de la ciudad rezó su nombre entre los muertos y su casa se llenó de sobras y de pasos enemigos que buscaban una seña de su rostro, de sus manos y su pelo. Y sus hermanos, tristes, esperan los pies de un mensajero que les diga que no es cierto, que aún vive, que acaso halló un modo de quedarse entre los suyos.
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