Farid ud-Din Attar
Abu Hamed Mohamed B. Abu Bakr Ebrahim, más conocido como Farid al Din o Farid ad Din y Attar (en persa: فریدالدین عطار), fue un célebre poeta y místico musulmán persa que vivió durante la segunda mitad del siglo XII y en las primeras dos o tres décadas del siglo XIII en la ciudad de Nishapur, Jorasán, al noreste del actual Irán y cuya influencia formativa fue reconocida por su continuador y reconocido sucesor literario Yalal ad Din Rumi. Murió durante el saqueo mongol de Nishapur en abril 1221, n.e.
Nishapur, la ciudad de Attar, en un dibujo del s. XIX
Como acontece con muchos de los escritores persas de este periodo, no es mucho lo que con certeza se sabe de su vida, salvo su condición de farmacéutico (que es lo que significa la palabra Attar) en el bazar de Nashipur.
De joven viajó mucho, visitando Egipto, Siria, Arabia, India y Asia Central. Por su actividad de farmacéutico no tuvo necesidad de recurrir, como otros escritores persas de su tiempo, a la panegírica para su subsistencia.1
Parece haber tenido estrechos vínculos con el bien conocido sufí de Corasmia Machdoddín Bagdadí (m. ca. 1209) o con uno de sus discípulos, Ahmad Juarí, en Nishapur.
En todo caso Attar, sin embargo, apenas hace referencia a los sufíes de su tiempo, y nunca mencionó a ninguno como su propio maestro, aunque es obvio que, desde su niñez, animado por su padre, admiraba a los grandes santos sufíes ( awliya) del pasado, sus enseñanzas y formas de vida.
A diferencia de Rumi, no parece haber desempeñado un papel activo en el sufismo organizado. La historia a menudo repetida del encuentro de Attar con el entonces joven Rumi en Nishapur, pertenece al ámbito de los mitos retransmitidos de una generación a otra.
El historiador literario, Muhammad Awfi, quien visitó Nishapur alrededor de 1200, describe a Attar como un sufí piadoso, retirado y buen poeta místico. Awfi cita ejemplos de la poesía lírica de Attar pero no comenta sus masnavíes (poemas narrativos). Otra temprana referencia proviene del erudito y filósofo chií Nasireddín Tusí (1201-1274) que, cuando era un estudiante en Nishapur, visitó personalmente a Attar. Nasir Tusí quedó impresionado con la elocuencia del anciano poeta y su forma de interpretar el discurso de los maestros sufíes y guías espirituales, hecho que más tarde expondría su discípulo Ibn al-Fuwati (m. 1323). Este último añade en sus escritos una referencia a la colección completa de la poesía lírica de Attar y a uno de sus masnavíes, el Manteq ot-Teyr.
Obras
La extensa obra literaria de Attar ha sido valorada exhaustivamente, existiendo incertidumbre en cuanto a que algunos de los trabajos literarios tradicionalmente atribuidos a él, tal vez no fueran de su autoría.
De hecho, una serie de obras atribuidas a Attar fueron escritas por un poeta posterior que utilizaba su mismo seudónimo o han sido erróneamente atribuidas al reconocido poeta. Esto se aplica no sólo a las obras que lo señalan como un ferviente chií, sino también al llamado Khusraw Nama ( también conocido como Gul u Hurmuz), un romance que, considerado como auténtico hasta hace poco, ha sido demostrado convincentemente por eruditos iraníes contemporáneos, lo erróneo de su atribución a Attar.
Los trabajos auténticos de Attar incluyen, además del Diwan y una selección de cuartetos titulados Mukhtar-Nama, cuatro grandes mathnawis que en la introducción de esta obra, son mencionados en el siguiente orden: Ilahi-Nama, Asrar-Nama, Mantiq al-Tayr (o Maqamat al-Tuyur) y Musibat-Nama.
La hagiográfica obra en prosa de Attar acerca de los Santos, Tadhkirat al Awliya, no es mencionada por el poeta, pero no hay razones para cuestionar la autenticidad de su primera parte, es decir, aquella que concluye con la exposición sobre Al Hallaj.
El Diwan o recopilación de poemas de Attar, contiene unos 10.000 dísticos, que se distinguen por su visionarias y conmovedoras descripciones y evocaciones de la agonía y éxtasis de la vía mística. Estos poemas son notables no sólo por su unidad temática, sino también por su profundo y singular hermetismo y valores religiosos más allá de los convencionales.
Moktar o Mukthar Nama, Libro de la elección es un divan o diwan conformado por una extensa colección de cuartetos o rubaiyat, en el que se describen diversos temas netamente religiosos y místicos: la búsqueda de la unión con lo divino, distanciamiento de lo mundanal, aniquilación del ego o nafs, asombro místico, dolor y conciencia de la muerte, así como temas tradicionales de la lírica poética amorosa que son adoptados por la literatura mística. Tiene una introducción en prosa dividida en siete partes.
Tadhkirat al-Awliya o Tazkirat al-Awliyā, Memorial de los Santos, la única obra en prosa de Attar, es una colección hagiográfica sobre la vida de famosos sufíes. El libro, en sus primeros manuscritos conservados, consta de una introducción a la que siguen 72 biografías, comenzando por el imán Ja'far al Sadiq (m.765), sexto imán de los chiíes y finalizando con el mártir místico Mansur Al Hallaj a quien Attar consideraba como la mayor figura del sufismo.
Ilahi Nama o Elahi-Nama, El Libro divino, debe su nombre a la intención del poeta de que se abriera con él «la puerta del divino tesoro». En esta obra es referida la historia de un califa que tiene seis hijos con grandes ambiciones. Un día les pregunta a cada uno de ellos sobre los más ansiados deseos de su corazón, tras lo cual va dándoles transcendentales explicaciones, particularizadas, a cada uno de sus hijos. En esencia esta obra transmite el mismo mensaje que el Mantiq al Tayr, es decir que la aspiración de plenitud espiritual del ser humano, puede encontrarla dentro de sí mismo, mediante el singular y continuo esfuerzo de purificarse íntimamente de todo aquello que lo aparta de su verdadera seidad que, en sí misma, es de naturaleza divinal.
Asrar Nama, El Libro de los misterios, es el primero de la mística poética narrativa de Attar. Su mensaje final es la esperanza de liberación del espíritu del hombre de las vanidades del mundo. En ningún otro trabajo como en éste, Attar expone la visión gnóstica de la caída del alma y el deber de liberarla de las ataduras mundanas y materiales. La creencia de que esta obra influyera en el preámbulo del Matnawi-e ma'nawi probablemente deviene de la leyenda de que, el ya anciano, Attar lo donara en su testamento al joven Yalal al din Rumi.
Mosibat Nama o Libro de la aflicción. En él, Attar expone un tema básico de su pensamiento filosófico místico: la posibilidad de ser rescatado de la agitación y aturdimiento interior es posible adentrándose en la senda sufí. En esta obra, quien tiene estas vivencias en un "Salek"(caminante) guiado por el maestro. Attar insiste aquí, explícitamente, en la necesidad de orientación de un Maestro. El identifica al Salek con el místico ideal y relaciona este ideal con el recuerdo continuo de Dios (dzikr) y muriendo en sí mismo totalmente, disolviéndose como una gota de agua lo hace en el mar, para sumergirse en el océano del alma.
Mantiq al Tayr, El Lenguaje de los pájaros o La conferencia de los pájaros, es considerada la mayor de las obras de Farid al Din.5 También intitulado Maqamat al tuyur, este singular masnavi está inspirado en la obra Resalat al-Tayr de Ahmad o su hermano Muhammad Al Ghazali y combina dos conocidos temas: la asamblea de los pájaros para elegir al más digno de ellos como su líder y el viaje de las aves a la distante morada del Ave Rey.
El uso del ave como símbolo del alma humana, implícita en esa historia y su anhelo de acercarse a Dios en vuelo espiritual, ya había sido utilizado mucho antes de Attar en la filosofía ( Ibn Sina) y literatura sufí (Ghazali); sin embargo, la adaptación de Attar, embelleció y amplió poéticamente la alegoría de Ghazali, confiriéndole un significado místico más profundo.
Es el relato del viaje místico de las aves por siete valles en busca de "Simorgh" o "Simurgh", mítica ave persa, a quien reconocen como su rey.
Con la inquietud de poderlo ver, parten hacia su lejano palacio. El viaje se cobra la vida de muchas de ellas. Los pocos pájaros que logran llegar, treinta según Attar, son conscientes de la inaccesibilidad y real Majestad de Simorg y sólo después de haber comprendido la inmensidad de la distancia existente entre sus propios condicionamientos y la independencia o Unicidad de Simorg, se les permite una audiencia. Attar concluye entonces esta epopeya con la aseveración de que el hombre encontrará al Supremo Ser que busca, dentro de él mismo, expresándolo a través de un ingenioso juego de palabras: las treinta aves (si morg en persa) encuentran, para su asombro, que el Ser Supremo que buscaban, simbolizado alegóricamente por el mítico Simorg, no es otro que ellos mismos, en lo profundo. Las aves son instadas a limpiar sus almas, orar a Dios y recordar Su Nombre.
Características, influencia y legado
Desde el punto de vista de las ideas, temas literarios y estilo, la influencia de Attar se hizo sentir con fuerza no sólo en la literatura persa sino también en otras literaturas islámicas.
Así Rumi reconoce a Attar, junto con Sanai, como una de sus más grandes fuentes de inspiración:
Attar fue el espíritu, Sanai los dos ojos:
Caminamos en la estela de Sanai y Attar
Rumi
En las obras de Attar subyace en forma vívida que la liberación espiritual del alma, su regreso a su fuente original, puede ser experimentada en vida, por la vía mística de la purificación interior.
Se ha señalado como uno de los aspectos más importantes del pensamiento de Attar, el hecho de que todas sus obras están dedicadas a la vía espiritual sufí (tasawwuf) y a lo largo de toda su obra genuina recogidos, no existe ni siquiera un solo verso, que no esté impregnado de misticismo. De hecho, Attar dedicó su existencia literaria completa al sufismo, motivo por el que es considerado una de las más grandes figuras de la tradición poética persa sufí.
Título original: Mantic Uttair
(según la versión de Garcin de Tassy) 1986 by Edicomunicación
Traducción: Josefa García Diseño de cubierta: Julio Pardilla Edita: Edicomunicación S.A.Las Torres, 75 08033 Barcelona
EL RUISEÑOR
En primer lugar se presentó el enamorado ruiseñor; estaba fuera de sí por el exceso de su pasión. Expresaba un sentido en cada uno de los mil tonos de su canto y en los diversos sentidos se encontraba contenido un mundo de secretos. Celebró, pues, los secretos del misterio, hasta el punto en que cerró la boca a los otros pájaros. "Los secretos del amor me son conocidos -dijo-; toda la noche repito mis cantos de amor. ¿No hay algún ser desgraciado como David a quien pueda cantar melancólicos salmos de amor? Es en imitación de mi canto que gime la flauta y que el laúd parece hacer oír quejidos. Yo hago sobresaltar lo mismo a los parterres de rosas que al corazón de los amantes. Sin cesar enseño nuevos misterios; a cada instante repito nuevos cantos de tristeza. Cuando el amor me hace violencia, hago oír un ruido parecido al de las olas del mar. Cualquiera que me escucha pierde la razón; está en la embriaguez, no importa qué dominio guarde ordinariamente sobre él mismo. Si se me priva durante mucho tiempo de la vista de mi querida rosa, me desolo y paro mis cantos, que revelan los secretos. Cuando ella extiende por el mundo, al principio de la primavera, su suave olor, yo le abro alegremente mi corazón y, por su horóscopo feliz, mis penas cesan; pero el ruiseñor se calla cuando su bienamada no se muestra. Mis secretos no son conocidos por todo el mundo; pero la rosa sabe con certidumbre cuáles son. Sumido por completo en el amor de la rosa, yo no pienso en absoluto en mi propia existencia; sólo pienso en el amor de la rosa; sólo deseo para mí a la rosa bermeja. Esperar al Simorg está por encima de mis fuerzas, el amor de la rosa es suficiente para el ruiseñor. Es para mí para quien ella florece con sus cien hojas; ¿cómo, pues, sería yo desgraciado? La rosa que hoy se abre llena de deseos por mí me sonríe alegremente. Aunque sólo se muestre a mí bajo el velo. Yo veo incluso evidentemente que me sonríe. ¿Podría el ruiseñor quedarse una sola noche privado del amor de un objeto tan encantador?"
Respondió la abubilla al ruiseñor: " ¡Oh tú que te has quedado detrás, ocupado con la forma exterior de las cosas! deja de complacerte en un seductor apego. El amor de la carita de la rosa ha clavado en tu corazón muchas espinas; ha manipulado en ti y te ha dominado. Aunque la rosa sea hermosa, su belleza desaparece en unos ocho días. Ahora bien, el amor de algo tan evidentemente caduco sólo debe provocar el hastío en las gentes perfectas. Si la sonrisa de la rosa excita tus deseos, es para atraerte día y noche a los gemidos de la queja. Deja, pues a la rosa y sonrójate; pues ella se ríe de ti en cada nueva primavera y
no te sonríe"
LA PRINCESA Y EL DERVICHE
Un rey tenía una hija, bella como la luna y a la que todos tenían simpatía y afecto. La pasión estaba continuamente alerta a causa de sus ojos medio cerrados por el sueño y por un dulce entusiasmo. Su rostro tenía la blancura del alcanfor y sus cabellos la negrura del almizcle. Los rubíes del agua más hermosa se secaban de celos ante el brillo de sus labios. Si manifestaba aunque fuera un poco de su belleza, la razón se entristecía al no poder apreciarla dignamente. Si el azúcar hubiera llegado a conocer el sabor de sus labios se habría coagulado o fundido de vergüenza. Por efecto del destino, un derviche, cuya vista recayó sobre esta brillante luna, se prendó de ella violentamente. El pobre hombre tenía en la mano un pequeño pan redondo, mientras que se había quedado en casa del panadero el pan que habría podido alimentarlo. Pero cuando su mirada cayó sobre la mejilla de esta luna, él panecillo cayó de su mano al camino. La joven pasó ante él como una llama de fuego y se alejó riendo. Cuando el derviche vio esta sonrisa, cayó sobre el polvo sumido en la sangre. Tenía aún la mitad de su pan y la mitad de su alma; fue privado de ambos al mismo tiempo. No tuvo reposo ni de día ni de noche; pero guardó silencio y se contentó con llorar y arder. Cuando se acordaba de la sonrisa de esta princesa, derramaba lágrimas como la nube que reparte una lluvia abundante. Este amor frenético duró siete años, durante los cuales él durmió con los perros en la calle de su amada.
Las gentes de la princesa acabaron por darse cuenta de la cosa y, como eran de un natural malvado, forjaron en común acuerdo el proyecto de cortarle la cabeza al derviche como se corta una vela. Sin embargo la princesa llamó al fakir en secreto y le dijo: "¿Hay algún acercamiento posible entre una persona como yo y una persona como tú? Pero sabe que mis gentes tienen algo contra tu vida; así que vete y huye; deja de permanecer ante mi puerta, levántate y desaparece".
El desgraciado derviche respondió: "El día que me enamoré de ti, lavé mis manos de la vida. Que millares de almas privadas de reposo como yo puedan sacrificarse por tu belleza a cada instante. Puesto que me quieren matar injustamente, di una palabra en respuesta a la única pregunta que tengo para hacerte. Puesto que tú eras la causa por la que me querían cortar la cabeza, dime ¿por qué te reías de mí?" -" ¡Oh ignorante! -le respondió ella-, cuando he visto que ibas a deshonrarte, he reído de piedad por ti. Me he permitido reír de piedad, pero no por burla." Ella habló y se retiró como el humo, lejos del desolado derviche.
LA COTORRA
Después vino la cotorra, con azúcar en el pico, vestida de verde como el pistacho y adornada con un collar de oro. En comparación a su brillo, el gavilán no es más que un mosquito y por todas partes el verdor es el reflejo de sus plumas. El azúcar destila de sus palabras, pues ella mastica azúcar desde por la mañana. Escucha cuál es su lenguaje: "Unas gentes viles con el corazón de acero -dijo-, me han encerrado, con lo encantadora que soy, en una jaula de hierro. Retenida en esta prisión, yo deseo con ardor la fuente del agua de la inmortalidad guardada por Khizr. Estoy vestida de verde, pues yo soy el Khizr de los pájaros. Yo querría beber en la fuente de esta agua, pero no tengo fuerzas para elevarme hasta el ala del Simorg; la fuente de Khizr me basta".
La abubilla le respondió: " ¡Oh tú que no tienes ninguna idea de la felicidad! sabe que el que no sabe renunciar a su vida no es hombre. La vida te ha sido dada para que puedas poseer por un solo instante una digna amiga. Busca sinceramente el agua de la vida; ponte, pues, en marcha, pues no tienes la almendra, sólo tienes la cáscara. ¿Quieres sacrificar tu vida por las damas? Imita a los hombres dignos de este nombre, entrando francamente en su camino".
EL LOCO Y KHIZR
Había un loco, "por exceso de amor de Dios", que ocupaba una posición elevada. Khizr le dijo: " ¡Oh hombre perfecto! ¿quieres ser mi amigo?" -"No me convienes -le contestó-, porque has bebido grandes tragos de agua de la inmortalidad, de manera que subsistirás siempre. Ahora bien, yo quiero renunciar a la vida porque estoy sin amigo y no sabría soportar así la existencia. Mientras que tú estás ocupado en preservar tu vida, yo sacrifico todos los días de la mía. Más vale por lo tanto que nos separemos, como pájaros escapados de la red. Adiós".
EL MAESTRO Y EL ALUMNO
Un discípulo preguntó a su maestro: "¿Por qué fue obligado Adán a salir del Paraíso?" El maestro le respondió: "Cuando Adán, la más noble de las criaturas, entró en el Paraíso, oyó una resonante voz del mundo invisible, que le dijo: ` ¡Oh, tú al que cien lazos atan al paraíso terrena! sabe que cualquiera que en los dos mundos se ocupa de otra cosa que de mí, lo privo de todo lo que existe visiblemente, a fin de que sólo se apegue a mí, su verdadero amigo'. ¿Qué es un alma en comparación con millares de almas? ¿Pero para qué serviría si no se dedicara al ser digno de ser amado por excelencia? Aquel que ha vivido para otra cosa que para él, aunque fuera el mismo Adán, ha sido rechazado. Los habitantes del Paraíso saben que lo primero que deben dar es su corazón; pero, si no son gente del Paraíso, recularán ante el sacrificio de su corazón".
EL ANILLO DE SALOMÓN
Ninguna piedra tuvo jamás la eminente prerrogativa del engaste del anillo de Salomón. La fama y la reputación de este anillo eran extremas y, sin embargo, el engaste era simplemente una piedra del peso de medio dang. Cuando Salomón cogió esta piedra para engaste de su sortija, toda la superficie de la Tierra estuvo bajo su poder. Salomón vio así su reino establecido; vio el horizonte bajo su ley. La superficie de su reino era, pues, inmensa; el viento lo llevaba por todos sitios a su antojo y, en realidad, sólo poseía su piedra de medio dang. Y dijo: "Como mi reino y mi gobierno sólo son estables por esta piedra, no quiero que en el mundo espiritual o temporal pueda nadie poseer desde ahora tal potencia".
¡Oh rey mío! he visto claramente este reino precario con el ojo de la razón; es un diminutivo del que vendrá después. A partir de ahora no lo des nunca a nadie más; no quiero tener nada que ver ni con el ejército ni con el imperio; sino que escojo para siempre la alforja del derviche. Aunque Salomón fuera un rey poderoso a causa de la piedra de su anillo, esta piedra era, sin embargo, la que detenía su marcha en el camino espiritual.
Si esta piedra producía este efecto a Salomón, ¿qué no haría con respecto a un ser como tú, pobre perdiz? Y puesto que el diamante es una simple piedra, no la busques; no des tu alma más que por el rostro de tu amada; aparta tu corazón de la vulgar joya, ¡oh tú que buscas la joya verdadera! y está siempre en la búsqueda del buen joyero.
EL REY Y SU ESCLAVO
Había un rey, de noble carácter, que sentía afecto por un esclavo cuya belleza había llamado su atención. Estaba tan apegado a él que no podía pasar ni un momento sin ocuparse de él. Le daba un vestido más hermoso que a los otros esclavos; lo tenía siempre delante de sus ojos. Cuando el rey se divertía tirando flechas en su castillo, este esclavo se pasmaba de miedo, porque el rey se servía como blanco de una manzana que ponía sobre la cabeza de este esclavo. Ahora bien, cuando el rey atravesaba esta manzana con su flecha, el esclavo estaba, de miedo, amarillo como el tinte llamado "zarir".
Alguien que ignoraba lo que pasaba dijo un día al esclavo: "¿Por qué tu rostro tiene el color de oro? ¿Por qué, a pesar de la consideración que gozas cerca del rey, tienes esta palidez mortal?" -"El rey -respondió el esclavo-, coge para blanco de sus flechas una manzana que coloca encima de mi cabeza. Si su flecha me toca, él dice renegando de mí: `El esclavo no se ha mantenido bien, pues yo soy el más hábil tirador de mi reino'. Si, por el contrario, la flecha va directa al blanco, todo el mundo dice que es por efecto de la habilidad del rey. En cuanto a mí, en esta cruel alternativa, estoy en la turbación sin que el rey se dé cuenta de ello".
LA GARZA
Vino después la garza a toda prisa y habló así a los pájaros sobre su posición: "Mi encantadora vivienda está cerca del mar, allí donde nadie oye mi canto. Soy tan inofensiva, que no hay quien se queje de mí en el mundo. Vivo preocupada en el borde del mar, triste y melancólica. Ensangriento mi corazón con el deseo del agua; ¿qué sería de mí si ella me falta? Pero, como yo no formo parte de los habitantes del mar; muero con los labios secos, en la orilla. Aunque el Océano esté muy agitado `y sus olas vengan hacia mí', no puedo beber ni una gota. Si el Océano perdiera una sola gota de agua, mi corazón ardería de despecho. A una criatura como yo le basta el amor del Océano; esta pasión es suficiente para mi cerebro.
Actualmente sólo me preocupo del Océano; no tengo la fuerza de ir a buscar al Simorg; pido perdón. ¿Podrá el que sólo busca una gota de agua unirse al Simorg?"
“¡Oh tú que no conoces el Océano! -le respondió la abubilla-, sabe que está lleno de cocodrilos y de animales `peligrosos', que tanto su agua es amarga, tanto salobre, tanto tranquila, tanto agitada. Es algo cambiante y no estable; algunas veces en flujo y otras en reflujo. Muchos grandes personajes han preparado un pequeño navío `para ir sobre este Océano' y se han caído en el abismo, donde han perecido. El nadador que se zambulle en él no encuentra allí más que aflicción para su alma y, si alguien toca por un instante el fondo del Océano, pronto reaparece muerto en la superficie, como la hierba. De un elemento tal, desprovisto de fidelidad, nadie debe esperar afecto. Si no te alejas por completo del Océano, él terminará por sumergirte.
El mismo se agita por amor por su amigo; tanto hace rodar sus olas, tanto hace oír ruido. Puesto que no puede encontrar por él mismo lo que desea, tampoco encontrarás en él el reposo de tu corazón. El Océano es más que un pequeño riachuelo que tiene su fuente en el camino que conduce al amigo; ¿cómo te contentarías, pues, y te privarías de ver su rostro?".
EL SABIO Y EL OCÉANO
Un observador de las cosas espirituales fue cerca del Océano y le preguntó por qué estaba vestido de azul; por qué este vestido de luto y por qué hervía sin fuego.
El Océano dio esta respuesta a este hombre de atento espíritu: "Estoy emocionado a causa de la separación de mi amigo.
Como, a causa de mi insuficiencia, no soy digno de él, he tomado vestidos azules en señal del pesar que siento por ello. En mi turbación, se han secado mis labios y es a causa del fuego de mi amor por lo que experimento esta agitación parecida a la ebullición. Si pudiera encontrar una gota de su agua celeste del Kausar, yo gozaría a su puerta de la vida eterna. Sin esta gota que busco, moriré de deseo con los miles de individuos que perecen día y noche en su camino".
EL BÚHO
Vino después el búho con aspecto pasmado y dijo: "Yo he escogido por vivienda una casa en ruinas. Soy débil; he nacido en las ruinas y me complazco en ellas; pero no para beber vino. He encontrado centenares de sitios habitados; pero unos están con problemas, otros con odio. El que quiere vivir 'en paz debe ir, como el borracho, entre las ruinas. Si tristemente resido entre las ruinas es porque es allí donde están escondidos los tesoros. De esta forma, .el amor a los tesoros me ha conducido a las ruinas, pues sólo existen en medio de ellas. Yo escondo allí mi solicitud a todo el mundo con la esperanza de encontrar un tesoro, que no esté defendido por un talismán. Si mi pie encontrara un tesoro, mi anhelante corazón sería libre. También creo que el amor hacia, el Simorg no es fabuloso, pues no es experimentado más que por insensatos; pero yo estoy lejos de mantenerme firme en su amor, yo sólo amo mis ruinas y mi tesoro".
La abubilla le dijo: " ¡Oh tú que estás ebrio de amor por las riquezas! Supongamos que llegues a encontrar un tesoro; ¡y bien! morirás sobre este tesoro y tu vida se habrá acabado sin haber alcanzado el elevado fin `que se debe uno proponer'. El amor al oro es propio de los infieles. El que hace del oro un ídolo es otro Tharé.
Adorar al oro es infidelidad; ¿no serás tú por casualidad de la familia del israelita que fabricó el becerro de oro? Todo corazón podrido por el amor al oro tendrá la fisonomía alterada, `como una moneda falsa', el día de la resurrección".
EL AVARO
Un necio tenía un cofre lleno de oro, que dejó al morir. Un año después, su hijo lo vio en sueños bajo la forma de un ratón, con los ojos llenos de lágrimas, que rondaba trotando alrededor del lugar donde estaba enterrado su oro. Su hijo contó que lo había interrogado, diciéndole: "¿Por qué has venido aquí? Dímelo". El padre contestó: "He escondido oro aquí; vengo a ver si alguien lo ha descubierto". Su hijo le preguntó: "¿Por qué tienes la forma de un ratón?" El dijo: "El corazón en el que ha crecido el amor al oro tiene esta forma. Mírame y benefíciate de lo que ves, renunciando al oro, ¡oh hijo mío!"
EXCUSAS DE UN QUINTO PÁJARO
Otro pájaro dijo a la abubilla: "Yo soy mi propio enemigo; ¿cómo aventurarme en este camino si tengo conmigo al ladrón que debe detenerme? Mi alma concupiscente, mi alma de perro no quiere someterse; no sé siquiera cómo salvar mi alma espiritual. Yo reconozco bien al lobo en el campo; pero esta perra alma, hermosa en apariencia, no me es bien conocida aún.
Estoy estupefacto a causa de esta alma infiel, pues yo querría saber si ella podría serme finalmente conocida".
La abubilla respondió: "¡Oh tú que eres como un perro siempre errante! ¡Tú que eres pisoteado como la tierra! Tu alma es al mismo tiempo bizca y tuerta. Es vil como un perro, perezosa e infiel. Si un hombre falso se ampara de ti, es porque se ha deslumbrado con el falso brillo de tu alma. No es bueno que esta perra alma sea mimada y que se engrase artificialmente. En el comienzo de la vida todo ha sido inutilidad, infantilismo, debilidad y despreocupación. En la mitad de la vida todo ha sido singularidad y demencia de juventud. Al final, cuando la vejez se ampara de nosotros, el alma se vuelve lánguida y el cuerpo débil. Con semejante vida dispuesta por la locura, ¿cómo podrá el alma adornarse `con cualidades espirituales'? Vivimos en la despreocupación desde el principio hasta el fin, también es nulo el resultado que obtenemos. Y el hombre acaba por obedecer al alma concupiscente que somete a tanta gente. Miles de corazones han muerto de pena y esta perra alma infiel no muere nunca".
EL VIEJO SEPULTURERO
Un sepulturero llegó a una avanzada edad. Alguien le dijo: "responde a la pregunta que te voy a hacer: tú que has pasado tu vida cavando fosas en la tierra, ¿no has visto en ello nada maravilloso?" El sepulturero respondió: "Lo que más me admira de lo que he visto es que mi perra alma me ha visto cavar fosas durante setenta años y no se ha muerto ni una vez, ni ha obedecido un solo momento a la ley de Dios
EXCUSAS DE UN UNDÉCIMO PÁJARO
Otro pájaro dijo a la abubilla: " ¡Oh tú cuya fe es sincera! no tengo ni un aliento de buena voluntad. Me he pasado la vida en el dolor, deseando la bola del mundo. Hay tal tristeza en mi corazón lleno de sangre, que sin cesar está de luto. Siempre he estado en la estupefacción y la impotencia y, cuando he estado contento, he sido incrédulo. A consecuencia de todo este pesar, me he hecho derviche y estoy en la duda cuando entro en el camino espiritual. Si no estuviera tan triste, mi corazón estaría encantado con este viaje; pero mi corazón está lleno de sangre, ¿qué haré? Te he expuesto mi estado, ¿qué debo hacer ahora? “¡Oh tú cuyo orgullo te ha vuelto insensato! -respondió la abubilla-, tú que estás sumido por completo en la locura, por más que te agites, la despreocupación por las cosas espirituales y el amor del mundo pasan en un momento. Puesto que el mundo pasa, pasa tú más allá, abandónalo y ni siquiera lo mires; pues quien apega su corazón a lo que es pasajero no participa de la `vida espiritual'."
EL SCHAIKH QUE SE REHUSA A BEBER
Un hombre de ideas elevadas y con los ojos fijos en la vía espiritual no aceptaba de beber nunca de la mano de nadie.
Alguien le dijo: " ¡Oh tú que estás en relación con Dios! ¿por qué no quieres aceptar de beber?" -"Es -respondió-, porque veo de pie, delante de mí, a la muerte dispuesta a ampararse lo más rápido posible del brebaje que yo aceptara. Con semejante perspectiva, la bebida que tomara sería veneno para mí. ¿Cómo podría ser agradable para mí una bebida en estas circunstancias? No sólo sería una medicina para mí, sino fuego".
Lo que sólo tiene un instante de estabilidad no vale ni medio denario, aunque fuera el mismo universo. ¿Cómo tener confianza en algo que dura tan poco y que incluso es una pura nada? Si estás animado por una noble ambición, deja de complacerte en el deseo de un momento de placer y, cuando tu estado esté oscurecido por la despreocupación, no te quejes si ésta no dura más que un instante. Tu dolor y tu aflicción son gloriosos y no envilecedores. Los sufrimientos que han soportado los profetas no son nada comparado con la Karbala. Lo que exteriormente te ha parecido un dolor en realidad es un tesoro
para el vidente. A cada instante te llegan cien favores; el mundo entero está lleno para ti de beneficios celestiales. Sin embargo, tú no te acuerdas de estos beneficios, no les prestas atención. ¿Dónde está el índice de tu amor? De la cabeza a los pies no eres más que una piel que envuelve a un oscuro cerebro.
UN ESCLAVO AGRADECIDO
Un rey, benévolo por naturaleza, dio un día una fruta a uno de sus esclavos. Este se puso a comer esta fruta con placer diciendo que nunca había probado una fruta más deliciosa. Estas palabras le dieron el deseo al rey de probarla también y le pidió al esclavo la mitad de esta fruta que él encontraba tan excelente. Este le dio, pues, al rey esta mitad y, cuando el monarca la hubo probado, encontró amarga esta fruta. Frunció las cejas y expresó su asombro de que su esclavo hubiera encontrado dulce semejante amargura. Pero este esclavo, que había entrado en la vía del espiritualismo, le respondió: "Señor, he recibido de tus manos tantos regalos, que no podría rechazar el amargo fruto que me das. Si a cada instante me llega un tesoro de tus manos, ¿por qué me afligiría sólo por una amargura? Puesto que me has colmado de tus beneficios, ¿por qué me alejaría de ti una amargura?" Así, ¡oh servidor de Dios! si experimentas dolor en la vía espiritual, persuádete de que es un tesoro para ti. La cosa parece sin sentido; ¿pero no debes actuar entonces como este esclavo? ¿Cuándo las gentes experimentadas en la vía espiritual, que marchan con pie firme en esta vía, han probado un bocado de las cosas celestiales sin que haya estado teñido por la sangre del corazón? Mientras no se esté sentado para comer a la vez el pan y la sal, no se podrá romper el pan sólo sin una gran energía.
Ary !Pyrmard(el viejo)a su lire assez au sujet de notre Attar, mais il n'a jamais trouve commentaires et explications aussi clairs et precis. Ce n'est pa une exageneration d'ecrire qu'on lit dans cette Anthologie ce qu'on ne trouve pas toujours dans les encyclopedies. Pyrmard a vu les jeunes portant des ailes de plumes jouer le role des oiseaux sur les arbres d'un bois au sud de Bogota... Mais j'ai trouve que le message de l'auteur n'a jamais etait rendu assez transparant; ce que Hallaj a voulu dire , ce que Molavi aussi clairement souligne : "C'est bien toi-meme, celui que tu cherches, ce que toi-meme a voulu transmettre a un tout puissant supreme; "Toi-meme est l'esprit du monde" "revient a toi-meme et ne cherche pas en vain ailleurs" ecrit Molavi.
ResponderEliminar"ّبه تو سر بسته و در پرده بگویم... خود تو جان جهانی"
"اگر این راز شنیدی و نترسیدی و بیدار شدی... تو خود اوئی به خود آی..."
Et Hafez non plus n'arrive pas a garder le secret:
"Comme ils ne sont pas arrives a connaite la verite , ils se sont mis a fabuler...
"جنگ هفتاد و دو ملت همه را عذر بنه چون ند ید ند حقیقت ره افسانه زدند