Daniel Gutiérrez Pedreiro
Daniel Gutiérrez Pedreiro (La Paz (Baja California Sur), 1964) es un poeta mexicano. Su obra ha merecido análisis y antologías.
Estudió Letras Hispánicas en la UNAM. Perteneció al Consejo Editorial de la revista Equipo Mensajero. Editor del Frente de Afirmación Hispanista, A. C., a cargo de antologías, facsimilares y la revista Norte, de distribución internacional. A su cargo han estado las ediciones facsimilares, entre otras, de El Quijote de la Mancha (1608), La poesía cubana en 1936, La poesía moderna en Cuba (1926), Poetas jóvenes cubanos (1922), Cien sonetos a la muerte de Lope de Vega (1636), Edición facsimilar selecta de El hijo del Ahuizote (2010). Ha publicado poesía, cuento, crítica literaria, pintura, dibujo y fotografía, todo a nivel internacional.
Obra
Es autor de los siguientes poemarios publicados:
Ángel de una sola noche (1993)
(Universidad Autónoma de Baja California Sur, México. UABCS).
Danza de los lagartos (1994)
Piedras en lamento (1995)
Ícaro triste (1995)
Sombra bajo la piel (1995)
Canto sediento (1997)
Cielo imposible (2001)
Viento solar (2002)
Cantos a Silvana (2003)
Babel en nocturno (2006)
Los cristales derretidos (2007)
El sueño de Dánae (2009)
Eva Canta (2009)
Baja Crepuscular (2010)
Los otros (2010)
Eco en sedición (2011)
Nocturno Náufrago / Angel perfecto (2011)
De amor para la anónima (2012)
Zoología calafia (2012)
Silencio temporal (2012)
Monólogo de Lázaro (2012)
Obra adjunta: Antología Cósmica de Daniel Gutiérrez Pedreiro (1999) por Fredo Arias de la Canal. Editado por Frente de Afirmación Hispanista A. C., México.
Está incluido en las siguientes antologías:
Lecturas de Baja California Sur (INEA, México, 1990).
Poetas hispanoamericanos para el tercer milenio, tomo III, por Alfonso Larrahona Kasten (Valparaíso, Chile, 1995).
Las dedicatorias (Mi artículo, edición de José Ríos, Montevidio, Uruguay, 1996).
Poesía Latina hacia la centuria XXI (Pegaso ediciones, Argentina, 1998).
Poesía y cuento hacia el III Milenio (Pegaso ediciones, Argentina, 1999).
Colección Diez, antología 99 (Pegaso ediciones, Argentina, 1999).
En la agonía del milenio, una tormenta de letras. Un ciclo de lecturas y más. 1999. (Y la nave va).
Homenaje a Alfonsina Storni, Poesía hispanoamericana (Argentina, 1999).
Homenaje a Jorge Luis Borges (Argentina, 2000).
Poesía Latino americana. Argentina-México. (Ediciones Poesía del Rosdario. Argentina, 1999).
Homenaje a Federico García Lorca (Argentina, 2001).
Homenaje a las letras hispanoamericanas (Argentina, 2002).
Homenaje a Octavio Paz (Argentina, 2003).
Eco de voces (Generación poética de los sesentas). Selección, presentación y notas de Juan Carlos H. Vera. (Ediciones Arlequín. Fondo Nacional para la Cultura y las Artes. Sigma. Servicios Editoriales. México, 2004).
Across the line. La poesía en Baja California (San Diego, California, USA, 2002).
Del silencio hacia la luz.
Artículos publicados por Daniel Gutiérrez Pedreiro:
Alejandro Ruiz González, creador de su propio universo (Presentación exposición de pintura Hechizo, de Alejandro Ruiz González, 23 de sep. 1999).
Azul en llamas. (Poesía de Salomón Villaseñor Martínez, poeta mexicano. Suplemento La tinta suelta No. 391. Diario Acontecer. 10 de septiempbre de 1996).
Carmen Morales o la belleza sublime. (Libro Temporada con los mortales de Carmen Morales, poeta cubana.) Publicado por primera vez en La tinta suelta. Diario Acontecer. Por segunda ocasión en Alhucema No. 8, julio-dic. 2002. Albolote, Granada, España).
Dondelanada (Poesía de María Luisa García. Poeta española. Suplemente La tinta suelta No. 394. Diario Acontecer. 1 de octubre de 1996).
El ojo poético de Guillermo H. Vera. (Fotógrafo mexicano). Suplemento La tinta suelta No. 489. Diario Acontecer. 1 de septiembre de 1998).
La creación cósmica intemporaria de Alejandro Ruiz González (Pintor mexicano). Publicado en suplemento La tinta suelta No. 512. Diario Acontecer. Miércoles 3 de marzo de 1999).
Libro de la inasible. (Poesía de Ileana Alvarez González, poeta cubana). Publicado por primera vez en suplemento La tinta suelta No. 410. Diario Acontecer. 11 de febrero de 1997. Por segunda ocasión en revista Videncia No. 1/98, Ciego de Avila, Cuba. Enero-junio 1998).
Revelaciones poéticas de Francis Sánchez. (Libro Revelaciones atado al mástil. Poesía de Francis Sánchez, poeta cubano. Suplemento La tinta Suelta No. 501. Diario Acontecer. 24 de noviembre de 1998. Por segunda ocasión en revista Vitral, Pinar del Río, Cuba. Marzo-abril de 1999).
Una poesía admirable. (Libro Taller del admirable. Poesía de Miguel D. Torres, poeta argentino. Publicado por primera vez en Chivilcoy, argentina, Diario de la mañana, s/f, 1998. Por segunda ocasión en La tinta suelta No. 511 (24 de febrero de 1999), por tercera ocasión en Chivilcoy poético No. 8 y 9, febrero 2000, Chivilcoy, Argentina).
Rituales poéticos de Carmen Hernández Peña. (Libro Rituales del viajero. Poesía de Carmen Hernández Peña, poeta cubana. (Publicado en Alhucema No. 10, segunda época. Julio-diciembre de 2003, Albolote, Granada, españa).
Artículos publicados sobre la obra de Daniel Gutiérrez Pedreiro:
Cara a cara con Daniel Gutiérrez Pedreiro (Angel Roldán. El Aleph. Suplemento cultural diario La Extra. La Paz Baja California Sur, México. 14 de agosto de 1994).
Comentario literario [Sobre Danza de los Lagartos]. Manuel Cabrera. Semanario Todo Coquimbo. Coquimbo, Chile. 12 de agosto de 1995).
Daniel Gutiérrez Pedreiro: Ascenso y caída [Sobre Icaro triste]. Ariel Fernández, crítico chileno. Publicado en suplemento La tinta suelta No. 349. Diario Acontecer. Edo de México. 14 de noviembre de 1995.
Daniel Gutiérrez Pedreiro en Cuba. (Sin autor). Artículo sobre exposición gráfica en Holguín, Cuba. Suplemento La tinta suelta No. 502. Diario Acontecer. Edo. de México. 2 de diciembre de 1998).
Daniel Gutiérrez Pedreiro, lagarto de sí mismo. (Janitzio Villamar, México. Publicado en suplemento La tinta suelta No. 562. Diario Acontecer. Edo. de México. 15 de marzo de 2000).
Danza y muerte (Daniel Gutiérrez Pedreiro. Autoanálisis de Danza de los lasgartos. El Aleph No. 107. Diario La Extra, La Paz, Baja California Sur, México. 21 de agosto de 1994).
Danza de los lagartos, danza de la creación (Rubén Rivera. 10 de mayo de 1994. Contratapa del libro Danza de los lagartos, primera edición).
El valle de los espejos (Luis Fernando Gómez Cota. Diario La Extra. La Paz Baja California, Sur. 16 de abril de 1992).
Icaro triste (Antonio González-Guerrero, español. Publicado por primera vez en suplemento La tinta suelta No. 345. Diario Acontecer, el 17 de octubre de 1995 y por segunda ocasión en El Día, de Toledo, España el 24 de diciembre de 1995).
Lagartos (Judith Coronel. Suplemento La tinta suelta No. 242. Diario Acontecer. Edo. de México, 24 de junio de 1994).
La sedición poética de Daniel Gutiérrez Pedreiro (Francis Sánchez, cubano. Publicado por primera vez en La tinta suelta No. 581. Diario Acontecer. 2 de agosto de 2000. Por segunda ocasión en Alhucema No. 5, segundo semestre 2000 en Albolote, España; en una tercera publicación en la revista Norte No. 423/424, noviembre-diciembre de 2001, en México, D.F.).
Presentación Angel de una sola noche (Gabriel Rovira. Panorama, serie "Pasos poéticos". UABCS, La Paz Baja California, Sur, 1993).
Sombra bajo la piel (Mary Rodríguez Herrera. Diario Equinoccio No. 24, Caracas, Venezuela. Noviembre-diciembre de 1996).
Un joven gran poeta: Daniel Gutiérrez Pedreiro (Miguel D. Torres. Revista Chivilcoy poético No. 4. Chivilcoy, Argentina, enero de 1997).
Piedras en lamento (Romeo Tello, catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM. Suplemento La tinta suelta No. 309. Diario Acontecer. Edo. de México, 10 de marzo de 1995).
Daniel Gutiérrez Pedreiro, el poeta de la personificación (Adalberto Hechavarría Alonso, cubano. Revista La Urpila No. 66. Montevideo, Uruguay, enero-junio de 2002).
Daniel Gutiérrez Pedreiro, viento solar (Norma Suiffet. Revista La Urpila No. 67. Montevideo, Uruguay. Julio-diciembre de 2002).
Cielo imposible (Emilio Ballesteros. Revista Alhucema No. 8, Julio-diciembre de 2002. Albolote, Granada, España, 2002).
Cantos a Silvana (Emilio Ballesteros. Alhucema No. 10, segunda época. Julio-diciembre de 2003. Albolote, Granada, España).
Rasgos del nuevo discurso poético. [Comentario sobre Babel en nocturno], por Pedro Alberto Assef, poeta cubano. Diario Mi gente. Enero 16 de 2007. Charlotte, NC, USA), Carolina del Norte.
Babel en Nocturno (2006), Daniel Gutiérrez Pedreiro. (Norma Suiffet, revista La Urpila No. 76, enero-junio de 2007. Montevideo, Uruguay).
Daniel Gutiérrez Pedreiro, Los cristales derretidos (Juan Ruiz de Torres, español). Asociación Prometeo de Poesía, Madrid, España, octubre de 2007).
El recreacionismo de Daniel Gutiérrez Pedreiro en la Danza de los lagartos (Roberto Mendoza Ayala. 14 de junio de 1994. Leído durante la presentación del libro Danza de los lagartos en la aula magna, facultad de Filosofía y Letras, UNAM, México).
TIGRE
En la boca nocturna
brillan dos astros de sangre
los ojos de fuego del tigre.
Dos brasas como dos puñales
que abren el pecho nocturno
desgarrándole
dejando escapar una lengua
de insectos de fuego.
Es un cuerpo gelatinoso,
puro como la mirada de un pájaro,
como la sincera caricia de un puñal
sobre la espalda de un ojo
que celeste brilla
en la estrella del viento.
Animal de furia y relámpago,
látigo de sangre,
estrella amarilla en la esfera lunar
de un caballo,
árbol que raíces largas ha sembrado en el cuerpo
que nocturno agita sus garras
en pájaros de sangre
y diamantinas estrellas.
EL CADÁVER
Han traído, madre
los hombres cara de ángel
un rojo envoltorio.
He visto llorar una lágrima cara de sol
sentada sobre la rota ventana del agua:
de su boca salían sirenas silencias.
Un gallo negro cantó en el frío.
La luna cayó desde la nariz del prohibido árbol.
He visto llorar en el reloj
un pecho seco:
hormigas negras cabalgaron la amarga leche.
He visto, madre
un ángel cristalino bailar en tu mirada.
Hombres de negro vuelo
han traído, madre
mi cadáver.
CALAFIA
Soy el hijo de las aguas,
el ancestral.
He llegado de otros tiempos.
Pertenezco al sol.
Soy hijo del siempre.
En aguas cósmicas bebí mi aliento.
Mi palabra pertenece al universo.
Soy el ángel.
He construido la luz
en la pupila de los pájaros.
Soy el eterno.
Brillo en el vacío como un diamante.
Escucha correr mi sangre
como un leopardo en la luz horizontal.
Mira cómo corren los pájaros por mis ojos.
Escucha cómo de mi vientre abierto
surgen cascadas de estrellas y mariposas.
Soy el árbol petrificado sobre la cadena del hielo:
el eterno, el siempre:
el hijo del sol y los relojes celestes.
HOMBRE QUE Amó
LVI
La tarde tiene SED
y BEBE LOS PECHOS delgaditos de la ARENA.
La tarde busca una razón para la MUERTE,
ebria diamantina de piel desnuda,
mujer aletargada en la marisma,
cascajo del ÁSPID vuelto a su cola:
la tarde en su ladrido se desnuda.
El cuerpo tiene SED:
BEBE SU FUEGO
AHOGÁNDOSE en la copa de la tarde.
De Piedras en lamento
NOCTURNO EN EL VIENTO
III
Sobre la cara fracturada del ESPEJO
el cielo sostiene su última pestaña.
La soledad sigue desnuda cabalgando su NAVAJA.
PÁJARO que cae en la garganta del abismo: eco:
se repite la LUZ sobre la cara demacrada
de la SANGRE.
Amor.
¿Qué voy a hacer si la historia me alcanza
y ya nunca recupero tu cuerpo?
Amor.
Si el espacio abre su gran garganta
y NAUFRAGA mi guitarra
¿el AGUA seguirá cantando en la MIRADA
de los PÁJAROS?
¿Dios estará desnudo en mis paredes
escuchando la MUERTE DEL AGUA
CON LA PUPILA EN LLAMAS?
Amor.
¿Y si la historia desnuda se DECAPITA
entre mis dedos?
Blando reloj en las LUCIERNÁGAS...
¿Seré silencio en las guitarras?
De Sueño de Lázaro
FUEGO negro
Es un FUEGO negro
(Negra lengua que me ABRASA).
Es un PÁJARO gigante
(FÉNIX AZUL de nocturna LLAMA).
Es el corazón de una HOGUERA
que con dedos delgados descubre
la flor de llorosa HERIDA
que en el cuerpo sostiene a su CABALLO.
Es la caída del AGUA
desmembre negro que mi cuerpo arranca,
cadena que con cada eslabón DESGARRA
el prisionero cuerpo
en su propia LLAMA.
De Sueño de Lázaro
GABRIELA
Te quiero
porque tienes la piel
ABRASADA
por la lengua LLAMADA del silencio
y porque eres AZUL:
MAR, estela por cuyos caminos corre mi venado
AGUA, orquídea que se abre
a mi PÁJARO SEDIENTO
DESIERTO, CARACOL de sal
abrazo para mi guitarra sin ALAS.
Te quiero
flor de AGUA-DIAMANTE:
NAUFRAGIO para mi barca y mi GAVIOTA,
piélago de miedo-cuerno añil,
rosa perfumada de la sombra,
madurez del eco,
noche de largas piernas,
ABEJA que abandona sobre mi boca
los pétalos azucarados del pubis.
De Sombra bajo la piel
El sueño de Dánae
1
En tu cuerpo cabalga mi existencia entera,
Mujer de beso en labio sorprendido,
En tu sexo florece el escondido
Sol de rosas que ilumina tu cadera.
Desnuda mariposa en primavera,
Luna blanca de alabastro despedido
En cuyo corazón la luz ha sido,
Construyendo mi efímera quimera.
Mujer de pechos blancos como fuego,
Animal abandonado a mi mordida,
Eco del cuerpo en cuyo juego
Brilla la sangre profunda de la herida
De donde brotan ángeles que luego
Han de contarse en la historia de mi vida.
—
6
Busco en tu boca mi sustento,
El pan, el vino y el reposo,
El aliento que termine el soledoso
Caminar de ciego que lamento.
Busco en tu lengua mi alimento,
El fruto maduro que amoroso
Abandonas con abrazo sigiloso
En mi boca multiplicada en tu aliento.
Busco en tu saliva los ardores
Que corren dulcemente mi garganta
Embriagándome el alma en tus licores.
Busco, Dánae, ambrosía tanta:
Llenarme la boca con sabores
Que sólo tu boca me decanta.
—
10
Beberé en tu cuerpo el vino eterno.
Libaré tu sexo de manzana abierta,
Cruzaré la noche como bestia incierta
Que sangra mil gritos del Averno.
Cruzaré tus muslos de afilado interno,
Clavaré mi lengua por tu puerta:
Templo hecho mujer en la desierta
Cabalgata de mi ardiente infierno.
Lameré tus jugos de fruta iluminada
Y seré tu caminante enceguecido
En la noche que lenta se degrada
Con relojes de un tiempo ya vencido.
Correré tu sexo de granada
Ebrio de tus jugos y perdido.
(19 de septiembre de 2008)
—
18
No puedo cantar sino tu cuerpo,
Pan tibio que me sacia el hambre,
Caliente mesa en que devoro vientos,
Internos pájaros del eco y el desangre.
No soy poeta, apenas hombre,
Cansado y viejo ángel desarmado,
He perdido vida, he perdido alas,
Si canto a tu cuerpo es sólo agonizando.
Mis manos flacas, cansados mis ojos,
El pecho quebrado por la vida dura,
Mis espaldas sin alas, la voz fracturada.
Y desnudo estoy en algún rincón del eco,
No soy poeta, apenas hombre,
Ángel sin alas que continúa cantando.
—
27
No quiero ojos, sino verte,
Multiplicar mi estrella en tu mirada
Ser la luna perdida y llamarada
Que consume mi aliento al poseerte.
No quiero la luz sino tenerte,
Hacer de cada noche la alborada,
Esa luna de plata y madrugada
Que me llena total al recorrerte.
No quiero eternidad sino tu piel,
Morirme cada día en tus esteros,
Llenarme cada día de tu miel,
Abrirme cada día a los enteros
Caminos que ha marcado con luz fiel
La luna que dibuja tus linderos.
—
32
No tengo nombre sino es tu aliento
Quien lo pronuncia cada desvelo,
No tengo ruta si no es tu cielo
El que abrasa ni vuelo al viento.
Ícaro perdido en el intento,
No tengo nombre ni alcanzo vuelo
Si no es la ruta perfumada de tu pelo
La que me ahoga el pensamiento.
Fantasma triste y envejecido,
Mis manos buscan nocturnas flores
En acuarelas de tu sentido.
Yo soy la sombra de tus amores,
Ángel cansado, ángel vencido
Bebo en tu cuerpo mieles y flores.
—
41
Rondan las mieles de tus pechos
Abejas asesinas y cigarras,
Alargados dientes, afiladas garras
Y ángeles soberbios contrahechos.
Ronda mi lengua los pertrechos
De tus muslos, barcaza sin amarras,
Dánae, me tienes, te desgarras
Con pájaros lácteos y despechos.
Rondan mis dedos tu entrepierna,
La tibieza abismada de tu fruta,
El caliente delirio en que se averna
La abeja de fuego, la absoluta
Pulpa dulcemente y tierna,
Abandonada miel en azúcar bruta.
—
54
Nuestra mesa de rústica madera,
Árbol perfecto robado a la nostalgia,
Mapa de astillas donde el vino fresco
Y el pan recién horneado se comparten.
Nuestra lámpara de luz amarillenta,
Los cuadernos de cartas sin destino,
El espejo que ciego canta a solas
Y la rosa perfumada de la tarde.
Aquél libro de poemas de Neruda,
Esa silla y el perro inexistente
y el aroma que ilumina la ventana.
Nuestro lecho de sueño y de caricias,
Nuestros cuerpos desnudos y abrasados,
Nuestras almas, amor, son esta historia.
—
71
Amarte es compartir las madrugadas,
Abrirme a la ventana y encenderme,
Soltar de mis amarras y beberme
La flor humedecida en sus aldabas.
Amarte es penetrarte las espaldas,
Abrirme los internos, desangrarme,
Salir de mis abismos para darme
Al fuego que florece en tu mirada.
Amarte es perseguir por las arenas
La estrella que fenece cada tanto
Perdida en el cantar de las sirenas.
Amarte es el suicidio que adelanto,
Esclavo des desmayos y cadenas,
Andante de la luz y del quebranto.
—
94
Has multiplicado el pan y los peces,
Sobre mi mesa y sobre mi cama
La luz camina con los pies descalzos
Y cantan ángeles la tibia madrugada.
Caminas sobre el viento y la nostalgia,
Cabalgas mi cuerpo y los relojes,
Elevas sobre tu cuerpo la tormenta,
Haces amanecer al sol sobre tu horizonte.
Desnuda eres barcaza y yegua blanca,
Fruta de carnes aromadas
Y afilada guillotina de luz rota.
Desnuda y abierta a la mirada
Eres el camino rústico y el vino
Y el viento que al cuerpo ha dado alas.
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