jueves, 12 de septiembre de 2013

FERNANDO LÓPEZ GUISADO [10.497]



Fernando López Guisado 

(Madrid, 1977) ha publicado los siguientes libros: "Aromas de Soledad" (1995), "El Altar de los Siglos" (1998), y "Porque nunca fue suyo" (Alacena Roja, 2011) y "La Letra Perdida", (Editorial Vitruvio, 2012). 

Aparece en la antología "Los jueves poéticos de la Casa del Libro" (2006) y "Memoria y euforia" (2012). Ha colaborado con las revistas Escritores de Rivas, El Sur y su entorno y Factor 5. Además de su labor poética, mantiene la bitácora electrónica.


La letra perdida

Entre los precipicios de la madrugada
hay momentos en que el mundo deja de existir. Todo parece detenerse.
Son recuerdos fugaces de un eco más anciano que el universo.
Sufro la maldición de tomar conciencia en esos instantes.
Me mantengo inmóvil, haciéndome el dormido
para que la oscuridad no me devore.
Finjo que no escucho susurrar a sus sirvientes por el cuarto
bajo los latidos de mi propio corazón. Intento
apaciguar esa campana que galopa acelerando en mi cerebro,
que pide huir,
que pide a gritos huir igual que verdad entre olas.
Pero no hay profundidad donde esconderse de uno mismo.
Acabo devorado
y devorandome como esas pescadillas de ojos lechosos
en su cama de hielo.
Desnudo sobre un mostrador bajo la luz de los fluorescentes:
teatro de ansia y hambre. 
El hedor a muerte se mezcla con el perfume de las compradoras
mientras el crepitar de billetes
baila con el de espinnas bajo el cuchillo.
Risas, bolsas granates de plástico que destiñen y crepitan,
chorrear de fluidos pardos pudriendose entre baldosas
y yo mordiéndome el culo con cara de pez y formanndo un cero de sangre brillante.
Un enorme cero rojo parpadeando
a la izquierda de las siete de la madrugada.
Segundos antes de astillarse el silencio, cuando todo parece detenerse.

"La Letra Perdida", (Vitruvio, 2012)






BAJO LOS TILOS

Bajo los tilos
lo supe.

Aunque sucediera el hielo
y enmudecieran las estaciones.
En esa avenida de mi alma
el cielo siempre será un aplauso de hojas
con nuestras manos juntas, como besándose,
temiendo quizá perder un sueño
si aflojan ese abrazo inadvertido.

Eso es el poema:
preservado momento;
siempre rebrotando
incombustible,
aguardándote.
Reconstruyéndose en cada futuro.
Deconstruyéndose en cada sonido.

Como ambos entonces, en aquel junio
sincero, fresco, paseando en silencio,
cogidos de la mano,
bajo los tilos.

"La letra perdida" (Vitruvio, 2012)  







AÑOS buscan:
finalmente solo hubo entre nosotros fantasías,
ansias de ser y deseos reprimidos.
Desde el balcón, miro el mar,
desde el balcón, siento su voz golpeándome el oído:
enajenado, devorando las piedras una a una,
extendiendo una brisa fría como las manos del cielo.
Recordar, siempre recordar dónde hemos llegado,
lo escaso que cada uno hemos recibido a tan altos intereses,
la mucha indignación pretendida
y el mucho dolor escondido por algunos.
Desde el balcón, miro el mar.
Desde el balcón, recito lentamente.
Desde el balcón, observo el cercano horizonte entre tinieblas.

"La letra perdida" (Vitruvio, 2012)  





“Rocío para Drácula”, Ediciones Vitruvio, Madrid 2014



MAR EN INVIERNO

En este lugar junto a las olas
siempre es verano. El invierno
lo llevamos
con nosotros.




NOSTALGIA DE TU BOCA

Con frecuencia se me aparece tu boca.

Sueles estar lejos; en el trabajo
o dormida en tu reino de la cama
mientras la noche adelgaza en el mío
—un feudo del tuyo.

Se me aparece tu boca y yo doy vueltas
y juego a cazarla
y salta entre las sombras
derramadas por la inercia y el insomnio
en el televisor.

Imagino que tu boca susurra cada futuro
mientras se desmenuzan las sábanas,
se me enquistan los libros,
y me asfixian
las horas pendientes.




Tiovivo

Enamorado yo de ti.
Enamorada tú de los otros.
Nos perseguimos con el falso carrusel
de mi parque de verso y atracciones.

Hace tiempo que no vendía
mi alma al diablo.
Hoy traté de hacerlo
por una sola flor 



2 comentarios:

  1. Muchísimas gracias, tocayo, por incluirme en tu gran antología. ¡Muy honrado! Espero tengamos ocasión de conocernos en persona. ¡Un abrazo!

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  2. por supuesto que sí, Fernando

    hasta entonces, un fuerte abrazo

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