Rafael Pérez Foncea
(Logroño, España, 1974). Obra poética: 12 Poemas (2005) y Los ojos grandes (2014). Aparece en la antología Catorce poetas riojanos en las Jornadas de Poesía en Español (festival de poesía que se celebra anualmente en Logroño, auspiciado por el Ayuntamiento de la ciudad).
EL VASO VACÍO
The wine of life is drawn, and the mere lees
Is left this vault to breg of.
Macbeth, W. Shakespeare
Un sabor agridulce,
de vino trasnochado,
me subirá a la boca
desde el vaso vacío.
Será un sabor a nada,
a empresas imposibles,
cuando el reloj de arena
se rompa por la base
y se me escape el tiempo
como un animal libre.
DESCONSUELO
Cómo no echar de menos para siempre
todo lo que tal vez nunca pasó.
EL URZAGAL
Mirad, en estos campos, entre el pueblo y el río,
junto a las verdes huertas de alcachofas
y a unos pluscuampoéticos almendros
tengo yo algunos muertos esperando
la llegada puntual de las cosechas.
COCINA DE MADRE
Vuelve a tu casa en paz, cúbrela de cuidados,
pule tus ollas para que sean soles,
y piensa que nunca acabarás aunque te mueras.
Manuel Díaz Martínez
Hay humos de azafrán en la cocina
donde mi buena madre aún tragina,
a pesar de los años y las penas.
Disimula las lágrimas serenas
de unos ojos que vieron arder Troya,
en el efecto de picar cebolla.
Y aún dice su oración, agradecida
por el milagro incierto de la vida.
CRISIS DE IDENTIDAD
Yo que me desbarato y ardo entre los papeles
buscando la cadencia, la relación, el nombre,
un ejemplar cualquiera de nuestra especie, un hombre
que piensa, duerme y sufre su trama de babeles.
Yo que me subo en lentos autobuses y trenes
plagados de congéneres que habitualmente ignoro,
yo que escribo poemas, que dilapido el oro,
yo que ensalivo tanto cuando ando entre sartenes.
Yo que soy en fin todo lo que tengo en el mundo
esta noche de invierno y muchas otras noches
de insomnio como esta, pobladas de fantoches
y de electrodomésticos de zumbido iracundo
resulta que no existo, soy moléculas, cosas
que funcionan sin mí, no “yo”, como las rosas.
(publicado en Mangolele, 2008)
(de Los ojos grandes, 2014)
POÉTICA
Era también, si no principalmente,
mantener la mirada curiosa de un chiquillo,
la ilusión de accionar un picaporte
hasta el que casi, casi no llegaba.
Y era el sonido mágico
que hacían las palabras en su oído
(a veces repetía una hasta que perdía
todo significado).
Era hablar con el mundo como nunca
le era posible hablar con las personas.
Hablar con una voz, un ritmo y un discurso
más libre, más cabal, más meditado.
Su forma de saber lo que decía...
KAIKUS
Cantamañanas
como aquí el que subscribe
no sé de otro.
Tras la perdiz
corren los perdigones
de todo tipo.
A la perdiz
le sienta el vino tinto
mejor que a muchos.
Los sacramentos
de la fabe en Asturias
llaman compango.
Tomarse en serio
requiere algunas veces
tomarse en broma.
Donde haya pera
Conferencia se callen
los gimferreres.
Para el lumbago
fajas y mantas térmicas
no vienen mal.
Tiendo a olvidar
cuando el peque da guerra
que soy su padre.
Juana de Arco,
como buena heroína,
tenía un peligro...
Ver el molino
con la luz del cigarro
es mucho ver.
Al ruiseñor
no me le hagas parodias
que es muy poético.
Cuanto se diga
sobre el ornitorrinco
no será nada.
La codorniz
se escapa con andares
patidifusos.
Pesca con mosca
a la orilla del río
cagüen sus muelas.
Llueve en el campo,
quién me manda probarlo
paseando al perro.
Zumba la abeja
parabrisas adentro:
- Frena, Manolo.
Ladra en la noche
el perro del vecino,
lo mato un día.
Carta de ajuste,
aquello sí que era
un late night show.
Éramos pocos
cuando parió la abuela
a los trillizos.
GUARDERÍA
Hoy, jueves 27 de marzo de dos mil
catorce he ido a llevarte yo, por primera vez,
a la guarde y he visto deslizándose un pez
de plata en tu carita, la Biblia en un atril
del hall de las monjitas, cuando nos despedíamos.
Y, mientras te decía, que volvería pronto
a por ti se me ha puesto una cara de tonto
que la hermana, en la puerta, viendo que no movíamos,
se te ha llevado adentro, no sin cierto desdén
hacia mi incertidumbre de padre primerizo.
He articulado entonces un resignado amén
y he salido a la calle, pero no me espabila
ni el trajín del trabajo ni nada de este hechizo
y veo en todas partes tu bata y tu mochila.
Desconcierto por Lázaro y América
No es la resurrección de Jesucristo
la que me tiene en vilo. Al fin y al cabo,
Jesucristo era Dios, un pasaporte
válido para el tránsito entre vida
y muerte que, además, nunca caduca.
Es la resurrección de Lázaro, su amigo,
la que me desconcierta
porque ¿qué amigo es ese que lo despierta a uno
en medio de la siesta o de la muerte?
Yo, por lo menos, no soportaría
la cara de Paulino recortada
a contraluz abriendo la tapa de mi tumba
y pronunciando aquello de levántate y anda.
Para morir de nuevo en un mes o en un año
mejor que se levante cualquier otro,
pensaría; no sé, tu puta madre.
Eso me desconcierta, pobre Lázaro,
y que no revelase, siendo Dios,
a sus seres queridos por lo menos
que más allá del mar hay otra tierra
habitada por gentes, América, América.
Kaikus
Es Little Richard
con su a wamba buluba
balam bambú.
El onanismo
se perfecciona mucho
con uno mismo.
Ninfomanía,
parece el premio gordo
y luego cansa.
Corre la liebre
y el galgo, detrás de ella,
aun corre más.
Dejé mi vida
cuando salí de Cuba,
dejé mi amor.
También dejé,
cuando salí de Cuba,
de tener miedo.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario