Recaredo SILEBO BOTURU
(Guinea Ecuatorial, 1979)
La pasión por la poesía y el teatro parecen marcar la vida de Recaredo Silebo Boturu desde muy temprana edad: nacido en Bareso en 1979, recibe su primer galardón con 20 años y pronto le seguirán otros cuatro. Poeta, narrador y ensayista… es quizá su faceta como dramaturgo la que le concede una mayor promoción internacional; así, al frente de la compañía de teatro Bocamandja, Boturu desarrolla, dentro y fuera del escenario, como escritor, director o actor una intensa labor de difusión de su pasión por la escena, animando y contagiando en su país su entusiasmo a «los chicos» que colaboran en sus puestas en escena, y, fuera de él, dando a conocer el teatro guineano en España, Colombia o colaborando con otras experiencias teatrales en Malabo o Bata. Este «animal de escenario» es miembro de la asociación teatral independiente-español de Guinea, Orígenes, que trabaja para conseguir establecer una compañía nacional de teatro en este país, una labor que ha de compaginar con su tarea diaria de empleado en la compañía telefónica ecuatoguineana. En abril de 2014, la calidad de su obra le lleva a ser seleccionado como uno de los 39 finalistas para el premio «África39».
Recaredo Silebo Boturu (b. Baresó, 1979) is a poet, playwright, narrator, essayist, actor, and theater director from Equatorial Guinea. His writings expound on social issues while salvaging and rearticulating oral traditions. Author of the short story La danza de la abuela (2011; The grandmother’s dance), he is best known for his book of poetry and drama, Luz en la noche (2010; Light in the night). Presently, he is finishing a second book, Soliloquio (Soliloquy). Boturu’s work is at the heart of the theatrical activity in his country. He directs the theater company Bocamandja, which has performed in Spain and Colombia. In addition to working closely with other theater companies in Malabo and Bata, he is a key member of Orígenes, a Spanish-Guinean independent theatrical association that seeks to establish a national theater company in Equatorial Guinea.
De: Luz en la noche
Recaredo Silebo Boturu
CANTOS Y AÑORANZAS
Yo no escribo para aquellos
que saben leer y escribir,
porque presumen de saber leer y escribir.
Escribo para aquellos
que no saben leer y escribir,
porque ellos escriben mejor
que los que dicen saber leer y escribir.
Yo no canto con mis versos
a aquellos que saben cantar,
sino a aquellos muchos que no pueden cantar,
porque sus voces fueron anochecidas
en las noches tormentosas;
pero que cantar,
lo que se dice cantar,
cantan mejor,
que los que creen saber cantar.
Mis versos pobres
son para aquellos
que perecieron
en su intento de construir puentes
para ellos canto y escribo.
No añoro que vean en mis versos,
el himno de una secta,
que se empacha del pastel preparado
para todos;
añoro
que en mis versos vean,
el himno que una
a los del otro lado del río,
a la humanidad perdida
en no sé dónde.
Añoro que en mis versos
vean y sientan
las lágrimas
de aquella mujer abofeteada
en una noche de eclipse.
Al hombre
pisoteado por el hombre y el hambre
escribo y despierto.
Para los gordos
yo no escribo,
ni loco les escribiría,
el pan del flaco se reparten,
por eso
no les escribo,
por eso,
no les dedico estos versos.
Ni Góngora, Laurel, Boneke, Machado,
quiero ser,
sólo yo mismo, quiero ser.
No quiero que entiendan misversos,
no,
escribo para extirpar
el egocentrismo
la ambición
el machismo
el despotismo
el racismo ...
las injusticias
que tanto enturbian este orbe,
que invaden mis adentros.
Que mis versos sean estufa
para los sin techo
en la madrugada, añoro.
Que sirvan de ubre
para los peques abandonados
en el lodo del orfelinato, añoro.
Que sean destellos para el cazador
en la noche sin luna, añoro.
Frescor, para los amores marchitados
por el sol caluroso de la tarde, añoro.
Ni Góngora, Laurel, Boneke, Machado,
quiero ser,
sólo yo mismo, quiero ser.
TURBULENCIAS
A veces cuando no vemos claro el
mañana porque el hoy está sombrío,
nos sentimos desesperados.
I
Hay lapsos fuertes
en los que el ardoroso calor
de las tardes
absorbe las energías.
Tardes tristes,
tardes traviesas,
tardes de fuego,
tardes oscuras.
II
La bóveda se me cae encima,
y las estrellas
y la luna
y las constelaciones
y los cometas,
penetran en mis venas
como cometas dispersos en el vacío,
como balas de racimo
dispersas sin contemplaciones
por soldados monstruosos.
III
Teniendo vacías las entrañas
me siento empachado,
siento
como las murallas de mi estómago
truenan como olas gigantes
que acompañan a un maremoto
en destructivo canto fúnebre.
Veo que el sol
no reluce en mi morada
como en las moradas,
y los termes aprovechan
durante su banquete
para dejar en polvillos
las apolilladas tablas
de mi morada.
IV
Veo
como todos disfrutan
de la llegada del arco iris coloreado
y yo,
ni su sombra palpo
ni su sombra toco
ni su sombra veo
ni sus colores disfruto.
Y vivo,
sin respirar,
como un pedrusco en el costado
de la mar,
como un granito
en medio de una maraña.
Vivo sin respirar.
CARTA A UNA AMIGA
A veces huimos de aquellos que en realidad nos
enterrarán.
. . .Y pasearás por huertos alegres y felices,
y te rodearás de amapolas y mariposas
y te cantarán los ruiseñores
y te bañarás del agua Cristalina de Baresó
y te alimentarás del sabroso Bocao de Bioko
y dibujarán tu nombre en la arena negra de Balboa
pero,
cuando se apague el claxon de tu voz
cuando ya no brille tu sonrisa
cuando se disipe la lámpara
que ilumina tu belleza
cuando entonces,
por océanos lejanos todos
se escondan,
cuando ya nadie un abrazo quiera darte,
cuando todos
en el bosque rocoso se escondan
me tendrás aquí,
para abrazarte.
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